Cambios en La Vida

Mizuho

Rin era una exitosa publicista que dejó su carrera en la cumbre, para dedicarse a su familia, en especial a su peqeña, una niña de 6 años hija suya con Sesshoumaru.

Sesshoumaru es un hombre de negocios al cual su nombre le precede, heredero de la multimillonaria Shikon Incorporated, hace a un lado sus inseguridades para lucir siempre con un temple de acero en los negocios, pero en realidad es un padre entregado a la felicidad de su hija. Pero la propia se ve truncada, cuando Rin, después de 16 años, toma una decisión que sin duda alguna, cambiará sus vidas para siempre.

-1-

-Mami!!

-Mi amor!

La mujer recibió a la niña con los brazos abiertos, la besó en la cabeza.

-Ve a lavarte, cariño...

-Hai, mama...

-Rin...

Rin sonrió y la dejó correr al baño, se dio la vuelta y se entregó a los besos del hombre que la abrazaba por la cintura, alto, fornido y dueño de una densa y larga cabellera platinada.

-Hm! Sessh, qué rico!

-Sólo para tí... qué preparaste hoy?

-Hm... tu favorito...

-Mientes...

-No... todo árabe...

Cuando la pequeña volvió, los encontró riendo entre besos y cosquillas.

-Mami!

Rin se apartó y vio a su pequeña.

-Ven, amor...

Se sentaron a la mesa, Sesshoumaru comía fascinado de todo lo que había.

-Kami, pero, Rin, te pasaste la mañana cocinando?

-No, cómo crees? El quipe crudo y el tipile no quedan buenos el mismo día... los hice anoche...

Sesshoumaru dejó de comer y levantó la mirada sin dudar que amaba a aquella mujer con toda su alma y que nunca encontraría alguien como ella. Tragando, se inclinó y la besó en la mejilla.

-Te amo, preciosa...

Rin sonrió, la pequeña los veía y sonreía.

-Mami...

-Dime, mi amor...

-Mami, ya le dijiste a papi?

-No, Aiko... más tarde...

-Demo...

-Aiko...

-Hai...

-Qué pasa? Aiko, qué me querían decir?

-Nada...

-Aiko...

La pequeña vio a su madre con los ojos rojos, Rin suspiró y cerrando los ojos le dijo que lo hiciera.

-Qué pasa, Aiko?

-E-es que... papi, yo le dije a mami que quiero tener una hermanita... pero ella me dijo que no...

Sesshoumaru vio a Rin.

-Rin, porqué no me dijiste nada?

-Qué te voy a decir? No voy a perder mi tiempo preguntándote algo de lo que conozco la respuesta...

-Pero tampoco tienes que ser tan tajante, Rin, podías decírmelo...

Rin se puso de pie dando un golpe en la mesa, la pequeña tembló.

-Eres un cínico y un hipócrita!

Rin se alejó del comedor, Aiko vio a su padre con los ojos rojos.

-Papi...

Sesshoumaru suspiró y la dejó abrazarse a él, la besó en la cabeza.

-Perdóname, Aiko...

-Gomen, papi, yo no quiero que peleen...

-No te preocupes, mi princesita... Voy por tu mamá...

Sesshoumaru entró al estudio, Rin estaba sumergida entre sus papeles.

-Rin...

-No quiero discutir...

-Perdóname, Rin... ven a la mesa, onegai...

Rin levantó la mirada.

-Estoy harta de ti, Sesshoumaru, siempre te haces la víctima! Dile a tu hija que eres tú quien no quieres hijos, no me eches al medio y me hagas parecer la mala!

-Rin...

-Mami...

Rin se calló de inmediato, la pequeña se le acercó.

-Gomen, mami... trabajaste mucho y te dañé tu comida...

-Aiko, mi amor...

Rin la besó en la cabeza y volvió a la mesa con ella, Sesshoumaru se les unió y continuaron comiendo. Al terminar la comida, la pequeña llevó su plato a la cocina.

-Déjalo sobre la mesa, Aiko...

Pero en unos minutos escucharon el plato romperse y la pequeña llorar.

-Aiko!!

Rin corrió a la cocina, la pequeña se había cortado la mano.

-Aiko, por Kami, qué estabas haciendo?

-Gomen, mama...

Sesshoumaru fue a la cocina, Rin le tenía la mano bajo la llave, lavando la herida, al ver la sangre en el piso se alteró.

-Qué pasó?!

-Sesshoumaru...

-Por Kami, Qué pasó? Aiko!

Rin examinó la mano.

-Ven... no es grave...

-Cómo que no es grave?! Mira toda esta sangre!

-Sesshoumaru!

Rin la llevó a la habitación y le terminó de curar la mano, la pequeña brincaba y gritaba mientras le ponía una pomada.

-PICA!!

-Lo sé, mi amor, ya casi termino...

-ITAI!!

Rin le puso una vendita ancha en la mano, Sesshoumaru entró en la habitación cuando Rin la acunaba para calmarla.

-Qué estabas inventando, Aiko?

-Mama...

-Dime, cariño... te prometo que no me voy a enojar...

La pequeña se refugió en su pecho.

-Yo quería ayudarte, mama...

-A qué, mi amor?

-Para que veas que ya no soy una bebé...

Rin la besó en la sien.

-Eres una bebé, Aiko... a los 6 años, todavía se es una bebé...

-Nooo!! Yo no soy una bebé!

-AiKo, aunque ya no seas una bebé, eres una niña pequeña... y como hoy, te puedes lastimar cuando intentas hacer sola, cosas que no sabes hacer...

-Demo... si yo te ayudo, te vas a cansar menos y le vas a pedir a papi que tengan otro bebé... verdad?

Rin suspiró.

-No.

-Mami!

-Aiko, no vamos a tener otro bebé, no insistas...

-Gomen, mami...

-No importa, mi amor...

Rin acarició su cabellera y la besó en la sien.

-Ya te dije de cuando supe que iba a tener un bebé?

-A mí?

-Claro que sí, mi amor...

La pequeña se sentó en la cama, Rin sonrió.

-Yo estaba trabajando en una campaña para comida de bebés, y me pasaba todo el día rodeada de bebés, grabándolos y tomándoles fotos... y me gustó tanto trabajar con bebés que quería tener uno para mí. Pero no podía...

-Porqué?

-Porque tu papi y yo somos novios... pero un día, estaba tomando unas fotos y me sentí mareada...

-Te enfermaste, mami?

-Me sentí malita... y tu papi me llevó al doctor muy preocupado y adivina qué?

-Qué?!

-El doctor nos dijo que íbamos a tener un bebé! Tu papi se puso todo blanco...

-Más blanco? Mami, no se puede!

-Sí, más blanco todavía. Y yo estaba tan feliz que comencé a llorar de la felicidad y tu papi me abrazó con fuerza y me decía que todo iba a estar bien y sabes? Así fue... meses después naciste tú, una bebita preciosa como su papi...

-Y con el corazón tan grande como el de su mami...

Rin levantó la mirada y recibió un beso en los labios.

-Sessh...

-Te amo, preciosa...

-Te amo, Sessh...

Sesshoumaru cargó a la pequeña, que se amoldó a su abrazo y lo besó en la mejilla.

-Perdóname, Rin... no era mi intención explotar de esa manera... sabes que intento controlarme... pero suelo ser un idiota...

Rin sonrió.

-Me perdonas?

-Claro que sí, mi amor...

Sesshoumaru sonrió y la besó con ternura. Sentándose en la cama con la pequeña aún aferrada a él, se quitó los zapatos con los pies.

-Sessh...

-No voy a volver hoy... quiero descansar un poco...

-De verdad papi?!

-Sí... voy a dormir un ratito...

-Me puedo quedar contigo?!

-Claro que sí, mi princesita...

Rin sonrió, se inclinó sobre él y lo besó con ternura.

-Yo tengo que terminar algo...

-Nos veremos más tarde...

-Descansa, mi amor...

Rin bajó al estudio, su oficina, donde se concentró en su trabajo. Se detuvo a descansar y cerrando los ojos recordó cuántas lágrimas había derramado, aterrorizada por ser una madre "soltera" y la razón por la que había dejado su profesión estando en la cumbre de la misma.

-Flashback.-

Rin era una exitosa mujer de negocios, excelente publicista y mercadóloga, capaz de sacar a cualquier empresa a flote con un par de trucos bajo la manga, las ofertas de trabajo llovían sobre ella sin siquiera buscarlo.

Pero así mismo, tenía muchos problemas con Sesshoumaru, sobre todo celoso y autoritario, la celaba con sus jefes y pobre del hombre que se atreviera a verla.

Rin estaba trabajando para la empresa de la familia de Sesshoumaru porque él le había pedido hacerle una campaña. Mientras examinaba los productos y revisaba los libros un hombre entró en la oficina.

-Es una pena que te tendremos sólo unos meses...

-Así somos los publicistas libres... sólo hasta que se complete el proyecto...

-Es una verdadera lástima... escuha, Rin... me preguntaba si tal vez quisieras... salir conmigo?

Rin sonrió.

-Me siento halagada, pero no puedo, ni debo...

-Cómo así?

-No mezclo negocios y placer y... tengo pareja...

-Como en novio?

-Sí, como en novio...

-Y quién es ese afortunado, lo conozco?

-No te preocupes...

-Vamos, dime... no seas así...

-Onegai...

Esa misma tarde, ya todos se habían marchado cuando Sesshoumaru entró a su oficina.

-Preciosa...

-Mi amor, ya terminé...

-Date prisa, tengo hambre...

-Sí...

Rin lo besó y recogiendo sus cosas, fueron al auto. Ya dentro compartieron un apasionado beso del que no sospecharon habrían testigos. Ya en el restaurante.

-Sessh, vi a tu papá en tu oficina hoy...

-Preciosa...

-Estaban discutiendo, verdad?

-No precisamente...

-Sesshoumaru...

Sesshoumaru sonrió y la besó con ternura.

-Papá te contrató con algunas reservas... pero la verdad es que está fascinado con tu trabajo y quiere ofrecerte el puesto de directora de mercadeo en la empresa... pero cuando le dije cuanto ganas como independiente, creo que se retrajo...

Rin rió a carcajadas.

-No seas cruel! Un puesto directivo no puede pagar mal...

-Preciosa, gano más que tú, sólo porque soy el hijo del dueño.

Rin sonrió.

-Ya falta muy poco, voy a abrir mi propia publicitaria, ya verás, mi amor...

-Y claro, serás la envidia, tendrás la multimillonaria cuenta de Shikon Incorporated...

Rin sonrió nuevamente.

-Por cierto... te vi con el imbécil de Kido esta mañana... estaba bastante propasado...

Rin rió a carcajadas.

-Me invitó a salir... Sabes, creo que debería aceptarlo, porque si no, levantaremos sospechas...

-Pero lo mato y después te pico en pedacitos!

Rin rió nuevamente diciéndole que era un maniático celoso.

-Dime tú si con semejante mujer no voy a ser celoso?

-Eres un tonto...

-Quizás... pero si no me mantengo alerta...

-Sessh! Estás diciendo que no confías en mí?

-En tí sí confío... es en ellos en quien no confío...

-Tan lindo, mi amorcito...


Rin estaba inclinada en la mesa de dibujos, concentrada en el mínimo detalle del arte. Inutaisho le había encomendado una nueva presentación para uno de los productos y prometió esmerarse en ello. Se apartó un poco y suspiró mientras se estiraba, eran ya las 7 de la noche, pero de igual manera, Sesshoumaru estaba en una reunión que no tenía fin aparente. Volvió a concentrarse y poco después, sintió que la rodeaban por la cintura y un beso en su cuello, se dio vuelta exhaltada al darse cuenta que no era Sesshoumaru.

-Kido! Qué haces?!

-No mezclas negocios y placer?

-K-Kido...

-Claro... eres una puta, todo es negocio para tí, verdad?

-Oye! Aléjate de mí!

Rin forcejeaba para zafarse de su agarre, de la nada sintió que la mitad de la cara le ardía, sentía que se acumulaba la sangre en su boca y se dio cuenta que ahora estaba en el piso.

-Qué pasó? Ah? No soy lo suficientemente bueno para tí? No tengo los millones que tiene Sesshoumaru? Ah? Cuánto es que cobras?!

Kido la agarró por las muñecas, inmovilizándola, Rin luchaba por zafarse, pero sentado sobre ella, no le daba lugar, con la mano libre, desgarró su blusa y comenzó a manosearla.

-NO!! AYUDA!!

-Nadie te va a escuchar... no hay nadie aquí...

-AUXILIO!! SESSHOUMARU!!

-CÁLLATE!!

Kido volvió a golpearla. Lamía su cuello mientras Rin gritaba por ayuda que no parecía llegar. De repente, sintió que ya no tenía aquél peso sobre ella. Al abrir los ojos, vio a Sesshoumaru sobre Kido y los puños bajaban alternados uno tras otro. Inutaisho entró en la oficina y lo detuvo.

-Hijo! Hijo, lo vas a matar!!

-Iba a abusar de Rin! Suéltame que sí lo haré!!

-Sesshoumaru!!

Sesshoumaru vio a Rin, en un rincón, con las ropas rasgadas y llorando desconsolada, se soltó del agarre de su padre y fue con ella.

-Rin...

Sesshoumaru la abrazó con fuerza, no pudo evitar las lágrimas al sentirla llorar refugiada en su pecho, cuando la policía llegó, también iba un equipo de paramédicos. A Sesshoumaru le faltó mucho para matarlo, pero fue suficiente para romperle la cara.

-Aquí hay un diente...

-Ponlo en la bolsa...

El jefe de paramédicos se acercó.

-Hay más heridos?

Sesshoumaru asintió y lo guió a la oficina contigua, donde Rin estaba acostada en un sillón, hecha un ovillo.

-Rin... Rin, es un paramédico, déjalo examinarte...

Al momento en que Rin se dio la vuelta, el paramédico se sorprendió.

-Por Kami, tiene la mandíbula fracturada!

Los nudillos de Sesshoumaru tronaron al cerrar las manos en puños.

-Cuánto tiempo me encierran si lo mato?

-A una escoria como esa? De 2 a 3 años...

-Me parece justo...

Sesshoumaru iba a salir, pero el paramédico lo detuvo.

-La señorita aquí lo necesita más... viene otra ambulancia para llevarla al hospital...


Cuando Rin se enteró que estaba embarazada, pensó que Sesshoumaru finalmente se decidiría a casarse con ella, pero ya contaba con 5 meses de embarazo. Estaba trabajando en unos dibujos cuando tocaron a la puerta.

-Inutaisho-sama!

-Rin, querida, espero que te guste el pie de limón...

-Hm! Es mi favorito...

Rin lo llevó a la cocina y comenzó a preparar té.

-Qué lo trae por acá? Sesshoumaru no ha llegado...

-Entonces es mucho mejor, vine a hablar contigo, no con mi hijo...

-Pasa algo?

-Sí y no...

-Sí y no? qué significa eso? Inutaisho-sama, me está asustando...

-Bueno, al grano... no me gusta el curso que lleva tu relación con mi hijo...

Rin dejó lo que estaba haciendo, vio a Inutaisho entre sorprendida y completamente deshubicada.

-Disculpe?

-No es ninguna gracia verte con 5 meses de embarazo y que sean sólo... sólo... qué diablos son?!

-Vivimos en unión libre...

-Patrañas! Eso significa que mi nieto va a ser un bastardo! Y no lo voy a aceptar!

-Inutaisho-sama, onegai, cálmese...

-No me calmo! No me calmo y no me calmo! Vivir juntos es una etapa antes de casarse, no es algo indefinido! Mucho me he callado ya estos 10 años!

-Pero no esperaba que nos casáramos hace 10 años, éramos dos niños!

-Y ahora qué?! Cuál es la excusa?

Rin bajó la mirada.

-Esta conversación debería de tenerla con su hijo, Inutaisho-sama... precisamente porque ya han pasado 10 años... porque me aterraba la idea de quedarme sin hijos, me embaracé sin decirle nada... pero Sesshoumaru nunca ha mencionado nada acerca de casarnos...

-Rin...

-Así es... yo lo planeé... afortunadamente Sesshoumaru se emocionó y lo aceptó, pero yo estaba dispuesta a dejarlo si no lo hacía...

-Y todo lo que me dijiste...

-Eso fue sincero, Inutaisho-sama... estaba, estoy aterrada, ahora veo en lo que me metí y en la inseguridad que vivo, en la inestabilidad a la que voy a traer un bebé... pero no puedo esperar toda la vida a que Sesshoumaru decida si quiere casarse o no, aunque esté con él, he tenido que hacer mi vida alrededor de eso, de su inseguridad.

-Fin del Flashback.-

-Rin...

Rin reaccionó, Sesshoumaru estaba junto a ella con Aiko tomada de la mano.

-Mami...

-Qué pasó?

-Vamos por helado... quieres venir?

Rin vio su trabajo y suspiró.

-Qué rayos?! Vamos...

-Sí!!

Ya en la heladería, Rin guardó una mesa mientras Sesshoumaru y Aiko elegían sus helados. Un hombre se sentó en la mesa.

-Disculpe, qué hace?

-Hola linda, mis amigos y yo nos preguntábamos si podemos invitarte algo?

-Gracias, pero ya tengo quien me invite...

-Vamos, no seas así, mamita, no tienes porque estar tan solita...

-No estoy sola, por favor, vete.

-Oye! No te tienes que poner así...

El tipo le agarró la mano, Rin la quitó de inmediato.

-No escuchas? No estoy sola! Vete!

-Hay algún problema?

-Y a tí quien te llamó? Esto es entre ella y yo...

-Verás... entonces sí hay un problema... en especial cuando un gusano como tú intenta propasarse con mi mujer!

-Sesshoumaru, onegai...

Agarrándolo por el cuello de la camisa, Sesshoumaru lo levantó de la silla y lo tiró al piso.

-Lárgate antes de que te parta la cara...

-Es un monstruo!

El tipo desapareció. Luego de comerse el helado y de vuelta a la casa no se dijeron una palabra hasta que la pequeña se durmió y cerrando la puerta, Sesshoumaru vio a Rin.

-Otra vez, Rin?

-Por favor! No comiences con babosadas!

-Lo ví, lo ví cuando te tomó la mano! Porqué diablos te haces ver como si estuvieras disponible?!

-No me hago ver nada! Estás loco y enfermo!

-Cada vez que salimos es lo mismo!

-No me jodas con esas vainas ahora, Sesshoumaru! Estoy harta de tí y de tus celos enfermizos, estoy harta de que te hagas el que no sabe nada! Tú sabes muy bien porqué los hombres se me acercan, así que no me vuelvas con la misma cantaleta.

-16 años, Rin. 16 años y aún sigues con lo mismo?

-Ese fue mi error! Esperar 16 años por algo que sabía bien nunca pasaría!!

-Mami...

Rin vio a su pequeña, con los ojos rojos.

-Aiko...

-No peleen, onegai...

-Ven aquí, mi amor...

Rin la cargó y la llenó de besos.

-Mi amorcito precioso...

-Rin...

-De lo único que no me arrepiento en estos 16 años, es de tener a mi hija... pero te juro que hay momentos en los que haces que me arrepienta hasta de haberte conocido...

Sesshoumaru no dijo una palabra más, Rin llevó a la pequeña a su cama.

-Mama, estás triste...

-No te preocupes, mi amor... tú eres mi mayor felicidad...

-Demo...

Rin la besó en la punta de la nariz y le hizo cosquillas, la pequeña rió.

-Mama...

-Cada noche, antes de dormir y cada día, al despertar... le doy gracias a Kami, por haberme escuchado y darme una bebita tan preciosa...

-Demo, mama... yo quiero tener una hermanita...

-No se puede, mi amor... no sigas con eso... pero no te preocupes... siempre voy a estar aquí y siempre voy a estar contigo, no importa lo que pase, no vas a estar sola...

La pequeña levantó las manos y acarició sus mejillas. Con un dedo, recorrió la fina línea que sólo se veía desde abajo.

-Me lo prometes, mama?

-Te lo prometo, mi amor... nunca te voy a dejar sola...

La pequeña sonrió y la abrazó con fuerza.

-Te quiero, mama...

Rin la llenó de besos con las mejillas mojadas por las lágrimas.

-Mama...

-Estoy feliz, mi amor...

-Pero lloras...

-Los adultos lloramos de felicidad también...

Sesshoumaru se apartó, sabía bien la raíz de esa promesa. Rin tenía con Aiko la misma relación que le describía con su madre en su niñez. Donde era su mejor amiga, quien le enseñaba las cosas emocionantes del mundo, le enseñaba siempre con amor, pero las lecciones de la vida quedaron incompletas, la madre de Rin murió de cáncer cuando ella tenía 10 años, los últimos dos años los vivió junto a una cama haciéndole compañía y ayudándola a pensar en otras cosas que no fueran el dolor que le provocaba el cáncer en los huesos. Al morir su madre, Rin quedó sola, su padre no quería una hija y siempre la hizo a un lado, enalteciendo a su hermano, siendo sometida a constantes golpizas por parte de su padre sólo porque su hermano decía que ella había hecho o dejado de hacer algo.

Rin entró en la habitación secándose el rostro con el dorso de las manos, vio a Sesshoumaru sentado en la cama con la única fotografía que tenía de su madre, una donde ella la abrazaba y ambas reían.

-Qué haces con eso?

-Rin...

Rin le quitó la fotografía, la contempló un instante.

-Estoy orgulloso de tí, Rin...

-Sessh...

-Tienes algo con Aiko... impresionante...

-Soy su madre...

-Es algo más, Rin... lo sabes...

Rin asintió y se sentó en la cama.

-Quiero... me gustaría expresarte una idea... puedo hacerlo sin que te vuelvas loco?

-Te lo prometo, me mantendré calmado...

Rin suspiró.

-El doctor quiere que tome un descanso del DIU... y... la verdad es que quiero un bebé... pero esta vez quiero hacerlo bien... quiero que estés de acuerdo desde el principio...

Rin levantó la mirada, los ojos de Sesshoumaru brillaban, sin previo aviso, se abalanzó sobre ella y la besó apasionadamente.

-Sessh...

-Yo también quiero... cuando Aiko lo pidió, pensé que buscarías la manera de convencerme...

Rin sonrió, volvieron a besarse y quedaron acostados, presos de su pasión y deseo.


N/A: Hola!! Aquí Mizuho con otro oneshot fallido (y ustedes tristes).

Bueno, me parece que tendrá unos 5 caps, aproximadamente. Espero que lo disfruten y espero sus reviews con ansias, recuerden que sólo así se si les gusta o no.

Besos

Mizuho