¡Hola! Aquí estoy otra vez con una nueva historia, y en esta ocasión sí les puedo asegurar que es muy diferente a lo que he escrito antes. Quería escribir algo un poco más cercano al presente y me pareció interesante la idea de situar una historia en un campus universitario. ¡Espero que les guste! Y para continuar y mejorar, por favor, dejen sus comentarios ;) ¡Disfruten!

AVISO: La serie Glee y sus personajes no me pertenecen. Son propiedad de FOX, Ryan Murphy, Brad Falchuck, e Ian Brennan. Yo solo los uso para entretenerme escribiendo :)


-¿Qué sucede contigo?-me pregunta Sugar Motta, mi compañera de habitación, dándome una de sus típicas miradas de preocupación.

Está sentada en un pequeño sofá que tiene en su esquina y parece estar arreglándose la cutícula de sus uñas. De alguna manera no me siento tan mal. Ella tampoco se ve precisamente estática por el hecho de que es viernes y las clases por fin terminaron. Al menos para nosotras.

-Estoy cansada de la escuela…y Jesse me tiene muy confundida-le explico, aventando mis zapatos en el suelo, y sentándome en el centro de mi cama.-Hemos estado viéndonos por dos meses ya y no tengo ni idea de lo que somos…¿Estamos saliendo? ¿El romance murió en el intento?

Sugar abre la boca para dar su opinión, pero yo continuo con mi habladuría.

-¿Y sabes que es lo peor? No me molesta el hecho de que no me deja las cosas claras, me molesta que aún sin tener la más mínima idea de lo que sucede con nosotros, se toma de cualquier manera la libertad de decirme lo que le parece que haga o no…

-Mmm…-Sugar reflexiona mi argumento por un minuto, jugando con su lima de uñas, moviéndola entre sus dedos.-Creo que se está aprovechando para tenerte asegurada sin que tú, a la vez, le prohíbas hacer todas las estupideces que se le ocurren a los chicos como él. Que idiota.

No puedo evitar suspirar.

Sé que Jesse no es precisamente el chico ideal para mí, pero es atractivo, simpático, y parece realmente interesado. O parecía, mejor dicho. Hay mejores que él, sin ninguna duda, pero él es un candidato seguro. Después de todo, yo verdaderamente no estoy muy convencida de querer algo completamente serio a estas alturas del semestre. Y, para ser sincera, debo reconocer que no soy muy exigente a la hora de salir con chicos. Tal vez ese el problema con Jesse.

-Ese es el problema-Sugar habla de nuevo-Estamos rodeadas de muchos idiotas. En nuestra gráfica, el 60% de la población masculina es estúpida, el 20% tiene novia, el 15 % es gay, y el 5%...

-Es completamente normal-acabo por ella-Son el tipo de chicos con el que todas deseamos terminar algún día.

-Exactamente-Sugar asiente, consternada.

-Ni siquiera creo que Jesse y yo estemos teniendo algo, verdaderamente…

-Entonces olvídate de él-soluciona-Hay un montón de chicos buenos en el campus…

-¿Cómo quienes?

-Duh-pone los ojos en blanco-Sam Evans, Finn Hudson…

-Sí, estoy segura de que él está saliendo con Hannah Campbell…

-¿La zorra del 501?-Sugar da un brinco apenas la menciono.

-¡Shh!-la calmo-Las paredes oyen, y solo estamos a cuatro cuartos de distancia. Además, en los pasillos siempre hay gente…

-Lo siento-se tapa la boca con la mano por un momento-¿Pero como puede estar saliendo con ella? Su habitación parece un prostíbulo, siempre tiene a chicos en ella… No entiendo cómo Tina puede compartirla con ella, es asqueroso.

-Sé que Finn es demasiado bueno para ella-acepto-Aunque nunca he hablado con él, sé que es un chico normal, inteligente y…

-¿Cómo lo sabes?-mi amiga levanta una ceja.

Y yo pongo los ojos en blanco. A veces creo que Sugar es la forma humana del cotilleo y descaro.

-Lo sé porque…lo he observado, y porque los chicos que se juntan con él…

-Realmente no sé que pasa-se queja de pronto mi pelirroja compañera-Nosotras somos increíbles, tal vez no taaaan populares como él, su séquito, y las zorras que a veces se les acercan, pero estamos en el mismo círculo…

-No hables de círculos-le pido, con fastidio-Yo no estoy dentro de eso, y si llego a estar, sé que todos mis amigos también se encuentran incluidos…

-Lo sé, pero…definitivamente somos bien reconocidas en este campus…

-Oh, por favor-la detuve-¿Acaso tenemos que volver a hablar de los cliques y todas esas estupideces? Creí que ya me había graduado de la secundaria…

-El campus de la Universidad es aún peor, Rachel…

-Me he dado cuenta…


Luego de comer la merienda, Sugar y yo decidimos regresar a nuestro dormitorio, sin embargo, Lucy Hart, la recepcionista y ocasional secretaria de rectoría nos detiene antes de desaparecer de la sala común, la cual cabe mencionar, siempre está vacía los viernes por la tarde. Es obvio.

-Señoritas, señoritas…-nos llama, un poco alarmada-¿Han visto a Cohen-Chang?

-No-responde de inmediato Sugar.

-¿Qué sucede con Tina?-inquiero.

Lucy suspira con frustración, y supongo que no le gusta el hecho de que le pregunte. No me sorprende. Es amable cuando quiere y realmente odia cuando alguien la cuestiona, la interrumpe, o distrae.

Para completar su ficha, viste como ejecutiva, aunque su escote no siempre va acorde a esa porte, está claro. Sus pechos son…enormes, no lo negaré, y ella siempre huele a chocolate artificial. Sugar dice que probablemente usa colonia obtenida de The Body Shop. Eso, o su cabello todavía está bajo el efecto de la keratina.

-La señorita Cohen-Chang…-comienza, haciéndome que le vuelva a poner atención- no ha estado en su cuarto… ¡al parecer en todo lo que va del día!

Sugar suelta una risotada, y ésta, de alguna manera, exaspera un poco a la señora Hart.

-Claro que no va a estar encerrada-comenta Sugar-Tuvo clases por la mañana… ¡y es viernes!

-Ya lo sé, señorita Motta-conviene Lucy, con fastidio-pero a lo que me refiero, es a que no ha regresado a su habitación, y para colmo, aseguró la puerta, nadie la puede abrir.

De acuerdo, eso es…extraño.

-Sabía que algo andaba mal con esa chica…-comenta Lucy Hart, para sí-Siempre usando negro y…

No puedo evitar sobresaltarme al escuchar lo que está suponiendo.

-Tina no sería capaz de cometer esa locura-la interrumpo, de pronto desesperándome.

-El señor Mike Chang me comentó que fue a buscarla varias veces hoy y no hay rastro de ella-insiste Lucy.

-Estoy segura de que se encuentra en algún lugar del campus-le afirma Sugar.

-Esto no tiene sentido-comento- ¿Y dónde se supone que está Hannah, su compañera? Ella debe saber lo que sucede…

-La señorita Campbell salió fuera de la ciudad y avisó que no asistiría a las clases del día de hoy por el mismo motivo, lo cual me hace suponer que Cohen-Chang quiso seguir sus pasos y terminó escapándose.

-Es viernes-le recuerda Sugar, por lo que parece ser ya la milésima vez-Rayos, ¿desde cuándo nos tienen tan monitoreados?

-Dudo mucho que Tina quiera seguir el ejemplo de Hannah-digo, intercambiando una mirada cómplice con mi pelirroja amiga.

-El punto es que no podemos llamar a la señorita Campbell para que vaya a abrir el dormitorio…

Sugar y yo nos miramos. No es realmente necesario que reporten a Tina y mucho menos que comiencen a llamar a estudiantes para hacer una investigación y que después se divulguen chismes, pero así es la señora Lucy, así que nosotras mismas nos ofrecemos a buscarla. No es como que tendremos un trabajo difícil. El campus es grande y nuestra amiga adora recorrerlo. De hecho, yo creo tener una idea de donde puede estar, y me parece que Sugar también. De una vez, podríamos incluso aprovechar para sacar a Tina un poco de su ensimismamiento y llevarla con nosotras a algún lado. No tenemos nada más que hacer, después de todo.

-Realmente espero que la encuentren…y que les tenga una explicación-dice Lucy.

Asiento con la cabeza y Sugar solo pone los ojos en blanco. Sabemos que la encontraremos, la secretaria simplemente está exagerando… ¡Y es viernes! ¡Por el amor de todo lo que es santo! Tina no tiene cinco años.

-Más vale que nos demos prisa, compañera mía-me dice Sugar, entrelazando su brazo con el mío, lista para comenzar la "búsqueda".

La miro con extrañeza por un momento. A estas alturas ya no puede mentirme, sé que ha estado viendo repeticiones de Law & Order estos últimos días.


Finalmente, las dos logramos desaparecer de la vista de la señora Hart, y sin intercambiar una sola palabra, nos dirigimos al edificio de Artes. Camino a él, sin embargo, nos topamos justamente con los chicos. Sam Evans, Artie Abrams, Jake Puckerman, Ryder Lynn…y Finn Hudson. Al posar mis ojos en éste último, un breve y apenas notable estremecimiento se apodera de mí debido a los alarmantes latidos de mi corazón. Trago saliva, y como es ya costumbre en mí, bajo la vista y espero a que Sugar sea la primera en socializar. Casi siempre es así. Los chicos me caen bien pero por algún motivo no puedo abrirme completamente a ellos cuando están todos en grupo. Soy callada, pero no creo ser tan tímida, aunque como lo había mencionado antes, nunca he entablado conversación con Finn, y eso, de alguna u otra manera, me acompleja a la hora de integrarme con el resto. Todos son tan buenos amigos y…es un poco intimidante.

-Hey, chicas…-comienza Sam, tan simpático como siempre-¿A dónde van?

-Estamos buscando a Tina-contesta Sugar-Rachel y yo creemos que se metió en la sala de música…

-Oh, tal vez deberíamos de decirle eso a Mike-interviene Ryder-El hombre la ha estado buscando todo el día…

-Sí, ya le avisó a la señora Hart-suelto un suspiro.

Es raro. Puedo ignorar a Finn por un momento y hablar con los chicos sin ningún problema, pero por alguna razón, mis nervios siguen manifestándose.

-Tal vez Hannah puede decirles donde está-dice Sam-Es su compañera de habitación, ¿cierto?

Todos voltean a ver a Finn, y por desgracia, yo también lo hago.

Finn asiente y se encoge de hombros. Yo no sé qué me sorprende más. El hecho de que ya no sonríe igual a como cuando todos la mencionaban en nuestras reuniones y Finn se mordía el labio descaradamente, o el hecho de que al parecer, él mismo no tiene idea de donde se encuentra su novia en este momento. Según Lucy, tuvo que salir de la ciudad. Si avisó de su ausencia, supuestamente, en rectoría, es lógico que su novio también se haya enterado de sus planes… ¿no es así?

En eso, todos comienzan a reír después de que Artie hace una pequeña broma de la otra situación, debido a que Mike ha estado pretendiendo a Tina desde hace un tiempo. Sugar ríe con ellos, y yo, extrañamente, me siento un poco fuera de lugar. Finn ya me ha mirado dos veces, y lo sé porque puedo sentir su mirada en mí. Ya ha sucedido antes, sin embargo, en este pequeño encuentro, me siento ligeramente vulnerable, y antes de que mis rodillas comiencen a temblar o mis ojos se vuelvan a encontrar nuevamente con los de él, le doy un codazo a Sugar y les informo a los chicos que nos tenemos que ir. Ellos también, por lo visto, pues están bien arreglados y sus exquisitos perfumes ya se han impregnado en nuestras narices. Es una lástima que no pueda tener a Finn más cerca de mí. Se ve bien y probablemente huele aún mejor. De acuerdo, ya me he distraído demasiado, esta incomodidad tiene que esfumarse.

-¡Nos vemos después!-me despido rápidamente y jalo a Sugar conmigo.

Mi amiga estaba planeando en flirtear un poco al momento de decir adiós con la mano pero yo no le doy tiempo para hacerlo. Tampoco vuelvo a mirar a Finn…


-¿Por qué haces eso?-exige saber, mientras cruzamos los jardines.

-¡Necesitamos encontrar a Tina!

-Oh, por favor, está a dos edificios de aquí…

-¿En dónde demonios se metió Tina?-pregunta de pronto Marley, otra de mis mejores amigas.

Está usando su camiseta favorita de U2, su cabello está recogido en una trenza con algunos mechones sueltos, y ella misma carga con un libro que es más grueso que la trilogía de El Señor de los Anillos en uno.

-En el edificio de Artes, probablemente-responde Sugar.

Marley asiente y sonríe abiertamente.

-Dejemos que se divierta un poco más-sugiere-¿Cuáles son los planes de hoy?

Sugar y yo nos miramos un poco avergonzadas.

-¿No organizaron nada?-se sorprende Marley.

Negamos con la cabeza simultáneamente.

-Rayos, y yo que creí que la perezosa era yo…

-Tengo que admitir que no me encuentro con la energía para salir-menciono, distrayéndome de nuevo.

-De acuerdo, creo que descansaremos esta noche-supuso Marley.

-Los chicos, en cambio…-comienza Sugar.

-Oh, lo sé. Jake le dijo a Puck, Puck le dijo a Quinn, y Quinn me dijo a mí. No entiendo que es lo fascinante acerca de esas salidas. Los chicos pueden comportarse como idiotas cuando están juntos.

-Tal vez tengas razón…-admite Sugar.


Para cuando lo recuerdo, las tres ya estamos caminando hacia el dormitorio de Marley, y a pesar de que aún sigo un poco preocupada por Tina, sigo a las chicas sin protestar, después de todo, estoy 99.9% segura de dónde se encuentra y qué se encuentra haciendo mi amiga. Estoy convencida, también, de que ella apreciaría mucho que no la interrumpiéramos, y en general, la dejáramos en paz.

Entramos a la habitación, y lo primero que vemos es el desorden que hay en las dos camas individuales. Una laptop rosa está encendida y un bien conocido pop de los noventa está sonando desde ahí. Sugar y yo miramos a Marley de inmediato y mi amiga suelta una carcajada.

-Se está arreglando para salir…-comenta.

En eso, Quinn sale del baño con una toalla a modo de turbante en la cabeza, aplicándose la base de maquillaje. Todas nos sobresaltamos un poco al verla y ella se sorprende aún más. Menos mal que ya se ha puesto un sencillo y bonito vestido negro antes de salir del baño.

-¿Qué están haciendo aquí?-pregunta, sacando sus zapatos que están debajo de la cama.

-¿A dónde vas tú?-inquirió divertida Sugar, alzando una ceja.

Quinn pone los ojos en blanco y se sienta para meterse en sus zapatos cuyo tacón mide doce centímetros de alto.

-Noah me invitó a ver una película-admitió.

-Oh…

-Hace mucho que no hacemos de estas cosas en pareja, es viernes, se dio la oportunidad, y bueno…

Quinn nos comienza a contar el origen de su próxima cita, y aunque Marley y Sugar siguen molestándola, yo me alegro por ella.

Sale desde hace más de un año con Noah Puckerman, el hermano de Jake, y aunque los dos son sumamente diferentes, hacen una buena pareja. Son lindos, ya que a veces me dan envidia, pero cuando les da por ser un poco más afectuosos de lo normal, es necesario que TODOS nos alejemos de ellos.

-Pero… ¿en realidad verán la película?-se burló Marley.

Quinn la miró con incredulidad.

-Oh, cállate.

Todas reímos, y enseguida comenzamos a ayudarle a Quinn dándole sugerencias respecto a su atuendo, cuando, inesperadamente, tocan a la puerta de la habitación.

Marley se levanta a abrir y recibe bruscamente una caja de parte de la persona detrás de la puerta.

-¿Marley Rose?-pregunta una voz masculina.

-Soy yo-asiente mi amiga.

-Firme aquí, por favor.

Marley lo hace inmediatamente y luego de unas inteligibles palabras por parte del hombre, cierra la puerta y regresa con nosotras.

-¿Qué tienes ahí?-inquirió Sugar.

Marley no le contestó de inmediato, ya que se apresuró a desenvolver el paquete. Pasaron unos segundos, y mientras Sugar tenía curiosidad, Quinn se aplicaba rímel en las pestañas, y yo jugaba con un hilo que se había desprendido de mi suéter, un grito de parte de mi castaña amiga nos dio por poco un infarto.

-Oh Dios mío, ¿qué te pasa?-espetó Quinn-¿Qué te han traído?

-¡La primera temporada de Homeland en DVD!- exclamó Marley, muy emocionada-¡La encargué por internet hace unos días!

-Nerd-menciona Quinn.

Solté una risita. Si mis amigas se obsesionan un poco más con series de televisión acerca de policías, terroristas, e investigación comenzaré a temer por mi sanidad…y tal vez la de sus futuros pretendientes.

-Lo siento, chicas, pero tengo que empezar a verla ahora…-nos dice Marley.

-Y yo tengo que irme de aquí…-agrega Quinn, acercándose al enorme espejo que tienen en la habitación para arreglarse mejor el cabello antes de salir.

Sugar y yo sabemos que ya no tenemos nada que hacer en el cuarto de las chicas, así que le hago una seña y las dos nos ponemos de pie. Es momento de descubrir en donde se encuentra Tina.

Nos despedimos de Marley- que ya está debajo de las cobijas de su cama con el control remoto en mano, y de Quinn- quien se está bañando de perfume todavía frente al espejo.

Por un momento me pregunto qué es lo que le sucede a este grupo con el perfume. Siempre hay algún aroma rondando por ahí, y aunque es agradable para el olfato percibir la esencia masculina, los jazmines, las rosas, y algunas otras hierbas más, la vida no solo se trata de eso. A veces tenemos que respirar otros aires.

Estamos ya a mitad del pasillo, cuando, con una porte muy seria, Sugar regresa corriendo a la habitación de Marley y Quinn. Me volteo, desconcertada por su repentino movimiento, y entonces mi amiga le da los golpes a la puerta, y sin esperar a que alguien le abra, se pone a gritar.

-¡MARLEY!-la llama-¡Cuando termines la temporada llévame el DVD a mi habitación! ¡Yo también quiero comenzar a verla!

Por Dios.

-¡Sugar!

-¡Ya voy!-me responde, volviendo.


Después de dos interrupciones, finalmente logramos llegar al edificio de Artes, y apenas nos encontramos en el pasillo, escuchamos "Für Elise" en la sala de música, al fondo del lugar.

La melodía progresa mientras nos acercamos, y efectivamente, quien la ejecuta es Tina Cohen-Chang. Está tan concentrada en el piano por lo que Sugar y yo nos detenemos antes de interrumpirla, pero es ella quien deja de tocar y mira hacia nuestra dirección. Nos revela una media sonrisa, y con lentitud, deja el piano y se aproxima a nuestro encuentro.

Cuando se reúne con nosotras, nos observa con perplejidad.

-¿Se les perdió algo?

-Tú-contesta Sugar-Lucy trató de buscarte, e incluso Mike Chang ha tratado de encontrarte en lo que va del día, pero aparentemente no estabas en ningún lado, aunque nosotras sabíamos que te encontrarías aquí.

-¿Qué pasó?-inquirí, mirándola preocupada.

-Nada, solo vine a tocar un poco…

-Lo sé, pero… ¿Por qué tu habitación permanece cerrada desde la mañana? ¿Acaso no has vuelto a pasarte por ella desde tu última clase?

Tina se encoge de hombros. Está ligeramente nerviosa, puedo percibirlo.

-Siempre estoy encerrada-admite-Y por el momento, no creo que sea necesario que vuelva ahí…

-No puede ser-se asusta Sugar-¿A quién mataste?

Tina frunce el ceño, confundida.

-No maté a nadie, simplemente no quiero estar ahí y tampoco pasar por ahí.

-Es raro-confieso, mirándola a los ojos-porque justo hoy que Hannah no se encuentra en el campus tienes la habitación para ti sola y no quieres quedarte en ella. Con lo que nos cuentas de tu compañera imaginé que bailarías de gusto por el hecho de que no tendrás que soportarla este fin de semana.

-Yo…pues…

-Oh, no…-estudio su mirada, y algo me dice que Tina tiene un verdadero motivo para ese extraño comportamiento.- ¿Hay algo que quieras decirnos, Tina?

-NO se acerquen a mi habitación-nos pide, realmente mortificada.

-No lo entiendo-Sugar comienza a frustrarse-¿Qué demonios sucede con tu habitación? ¿Está desordenada? No debes de preocuparte, justo ahora fuimos a la de Marley y Quinn y está de cabeza, deberías verla. No tienes por qué avergonzarte, querida…

-No es eso, es solo que…

Sin poder soportar más este misterio, suelto un suspiro y llamó la atención de Tina rápidamente.

-Dame tus llaves-le pido.

-¿CÓMO?

-Préstame tus llaves. Abriré tu habitación, y aunque no estés en ella, al menos estará libre de cualquier sospecha. Vamos, no haré nada más con tus llaves.

Indecisa, Tina busca en su bolsillo y lentamente saca las llaves, las cuales mis manos ya están desesperadas por tener.

-Oh, por favor, Tina, no me las voy a quedar…

Haciendo una expresión dramática, mi amiga cierra los ojos y deja caer las llaves en la palma de mi mano. Apenas las atrapo, corro hasta la entrada del edificio, y con la misma velocidad salgo de éste y me dirijo a los dormitorios.

Las chicas me siguen un poco más atrás y claramente puedo escuchar a Tina pidiéndome que no me precipite. La pregunta es… ¿por qué no puedo abrir una simple puerta? ¿Y por qué tiene que estar ésta sellada en primer lugar?


Una vez que llegamos al pasillo de Tina, ésta me pide de nueva cuenta que no lo haga, y aunque tampoco quiero decepcionarla, no me gusta verla lo suficientemente asustada como para no atreverse a entrar a su habitación.

Pero entonces introduzco la llave en la cerradura, le doy una vuelta completa, jalo de la manija, y todo sucede más rápido que un abrir y cerrar de ojos.

De pronto, Sugar está a mi lado.

-¿Qué demonios…?-pregunto, mientras abro completamente la puerta del dormitorio.

Justo ahí, a pocos centímetros de distancia, desnudos y entrelazados, se encuentran Jesse y Hannah. Mi "novio", y la "novia" de Finn.

Ambos tienen expresiones de sorpresa en sus rostros, de las mismas que se generan cuando te atrapan en el acto.

-Rachel, esto no significa nada…-comienza Jesse, su voz, siempre autoritaria de pronto cambiando a un tono más débil.

-¡Jesse!-Hannah le manda una mirada llena de indignación y de inmediato se separa de él, manteniéndose lo más lejos posible.

-¿En qué estaban pensando?-exijo saber, realmente lejos de sentirme enojada…o lastimada. De hecho estoy confundida, y eso es raro, incluso en mí.

-¿Qué demonios tienes que explicar?-pregunta ahora Sugar, y entonces recuerdo que está justo a mi lado.

Si no fuera porque nos encontramos a mi "novio" y a la "novia" de Finn "engañándonos" y yo soy una de sus mejores amigas, tal vez ella no se encontraría tan molesta. En realidad, estaría ansiosa por difundir el chisme.

Yo espero a que Jesse le responda con rudeza, no tengo idea del por qué, pero la expresión de éste se congela repentinamente.

Él realmente daría cualquier cosa para no ser atrapado en el acto, y de alguna manera lo entiendo, es decir, que te descubran así simplemente apesta. Sin embargo, mi dignidad es la que se está mostrando por mí, e incluso aunque no estamos juntos oficialmente, mi corazón se encuentra decepcionado. No triste, si no extremadamente decepcionado. Ni siquiera me parece que el engaño haya tenido que ser necesario… ¿O realmente soy tan estúpida? Y lo peor de todo… ¿Acaso Hannah no estaba saliendo con Finn? ¿Qué va a suceder con ellos?

De pronto, Hannah parece avergonzada. La estudio con la mirada y ella comienza acomodarse su cabello rubio platinado de duendecillo con los dedos. Con su otra mano, continua cubriéndose los pechos. Menos mal que aún tiene las bragas en su sitio. No podría decir lo mismo de Jesse. Ugh.

-De acuerdo, para empezar, ¿por qué no se cubren sus partes primero?-sugiere Sugar, una vez más, haciéndome que vuelva a la realidad.-Ya entonces podrán hablar acerca de esto, que, por si no lo sabían, es seriamente una mier-

-¡Sugar, detente!-la interrumpo, y de inmediato me dirijo al fallido candidato-¿Sabes qué, Jesse? Lo sabía. Sí, sabía que me estabas ocultando algo, porque nunca quisiste que lo nuestro fuera oficial, y aunque eso me confundió, no dije nada, después me sentí muy mal porque tú prácticamente me estabas tratando como basura, y siento mucho si no te has dado cuenta, pero esta es la era del poder femenino, ¡y por ningún motivo tengo que estar colgando de ti! ¡Dios, si al menos hubiéramos hablado! ¡Esto no sería un engaño! Ni siquiera sé si lo es, técnicamente, ¡pero eso no importa porque de igual manera me han arrastrado a este desastre! ¡Y Finn! Hannah, ¿Cómo pudiste hacerle esto a él? Él es un chico increíble, y sé que tú te enredas con todo el mundo, pero esto es TAN bajo…

-Rachel…-el candidato me suplica.

-Oh, cállate, Jesse…

Ahora estoy totalmente malhumorada. En mi discurso terminé escuchándome un poco histérica, pero supongo que es normal cuando la realidad te golpea de pronto y te obliga a dejarla salir.

Jesse sigue rogándome que le dé una oportunidad para explicar lo que sucedió y Hannah me pide que no envuelva a Finn en la situación. No entiendo como ambos pueden decir estas cosas. Yo no tengo por qué envolver a nadie. ELLOS mismos fueron los que nos hicieron esto a Finn y a mí.

Al final de cuentas, sé que es inútil conversar con Jesse. Nuestra relación ya estaba definida desde el principio, y dado que ninguno de los dos hizo nada para mejorarla o simplemente acabarla, me imagino que esto tuvo que ocurrir como último recurso para acabar de una vez con el juego.

Aun así, seguimos discutiendo por unos minutos más, y cuando mi paciencia encuentra su límite, me alejo definitivamente de la habitación. Sugar me sigue de inmediato y en medio del camino nos volvemos a encontrar con Tina. Ninguna de las tres hace ningún comentario, solo nos dirigimos a mi dormitorio, y luego de unas horas de análisis y distracción, nos quedamos dormidas hasta la mañana del día siguiente.


Mi despertador suena a las 9 a.m.

Sugar ya está acostumbrada a oírlo a esa hora en sábado, pero Tina se levanta un poco atontada. Después recuerda que tiene que ir a arreglarse a su habitación- por desgracia-y se va, diciéndonos que nos encontrará pronto en nuestro punto de reunión favorito-la cafetería.

Sugar y yo entramos a arreglarnos al mismo tiempo. Aunque dormí durante la noche, no pude descansar de igual manera y eso se debe desafortunadamente a lo que nos encontramos ayer, sin embargo, no estoy pensando tanto en Jesse, o en Hannah. No puedo dejar de preguntarme que es lo que diría Finn. ¿Estará aliviado, como yo, debido a que ya no tendrá que perder su tiempo en una "relación" disfuncional? Por supuesto que no. Sé que su relación con Hannah no es 100% formal, pero al menos es más oficial que la mía con Jesse. O eso creo. Y por algún horrible motivo, siento que tengo que hacerle saber lo que descubrí. Odio la idea de que mi primer intercambio de palabras con él sea bajo estas circunstancias. Y odio querer decirle, pero no puedo permitir que él se quede en el engaño. No es justo.

Como es obvio, Sugar está más adormilada que yo, y dada su baja energía, le paso amablemente la pasta de dientes que he terminado de usar.

Una vez que estoy lista, me pongo unos jeans, una blusa con cuello de tortuga, y mis botas de invierno, a pesar de que estamos en otoño. Cuando la misma Sugar termina con lo suyo, ambas salimos, nos dirigimos a la cafetería, y apartamos una mesa.

Así es todos los sábados. Pronto llegarán Marley, Quinn, Mercedes, Santana, Brittany, Tina, Kitty, y tal vez algunos de los chicos.

La vida en el campus, después de todo, no es tan mala.


-Les dije que no entraran-nos recuerda, Tina, la primera de las chicas en llegar al desayuno.

-¿Tú sabías esto?

Mi amiga baja la vista, avergonzada.

-Sabía que iba a llevar a un chico para divertirse con él, pero no sabía que era Jesse, hasta que él llegó a buscarla en la mañana. Lo siento mucho, Rachel.

-No te preocupes-suelto un suspiro-Ya sabía que él no era bueno para mí de cualquier manera…

-Oh, no puedo estar más de acuerdo contigo-me dice Sugar, mirando hacia las otras mesas llenas de estudiantes-Al menos te salvaste de algo…

-¿De qué hablas?

-No vas a perder tu bella inocencia con Jesse. Su amiguito es muy muy pequeño. Me sorprende que Hannah haya querido hacerlo con él.

-Ugh, Sugar, eso es asqueroso-le remarco-Y fuera de lugar en este momento. Finn no tiene ni idea…

-¿De qué no tiene idea Finn Hudson?-pregunta Sam, acercándose a nuestra mesa, mirando divertido a su amigo…que se encuentra a su lado, junto con Mike.

Lentamente, comienzo a hundirme en mi asiento. No sé qué es peor, si el hecho de que Finn me escuchó hablando de él, o que Sam lo haya repetido en voz alta, o que ahora Finn está mirándome con una media sonrisa en los labios, o que finalmente ha llegado el momento de dirigirme a él, y tendré que darle desafortunadas noticias, o que…

-¿Qué sucede, Rachel?-me pregunta Finn, sonriente.

OH. POR… ¿Cómo es posible que siga respirando?

Sugar me da un codazo, pero eso no me ayuda en nada. Mi amiga suspira frustrada y esta vez se decide por un pisotón. De acuerdo, eso funciona mejor.

Miro a las chicas en busca de ayuda, pero ellas también se quedan sin palabras.

Todo se vuelve a venir abajo cuando las otras chicas comienzan a llegar y de pronto la mesa se completa.

Mis rodillas tiemblan, mi corazón palpita extremadamente fuerte, y mi estómago comienza a enloquecer, si eso tiene sentido, pero aun así me pongo de pie y respiro profundamente.

El grupo me mira ligeramente desconcertado, y yo me dirijo a la única persona con la que necesito tener una conversación, con la única con la que todavía no he tenido una.

-Finn… ¿podemos hablar?-hago una pausa-¿A solas?


¿Y? ¿Qué les pareció? Hace tiempo que no escribo una historia que incluya a todas las parejas, así que espero que disfruten esta nueva idea. Los demás personajes aparecerán eventualmente, desde luego que no faltará Klaine jeje :) Oh, y si tienen alguna sugerencia acerca de un par, no duden en comentar. Me gustaría escribir drama de cualquier tipo xD

Por cierto...¿les parece buena idea que Rachel le comente lo que vio a Finn? ¿Cómo reaccionará él? ¿Y por qué ella se encuentra tan nerviosa en su presencia? ¡Por favor dejen reviews! :)

¡Gracias por leer!