Notas: Dedicado a Anata Yume. Espero que te guste. Hace mucho tiempo que te lo debo, siento la tardanza :'3

Disclaimer: Naruto y sus personajes no me pertenecen. Son obra y propiedad de Masashi Kishimoto.

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Un día se despertó.

Eso era todo.

No sabía cuando ni porqué.

Un día empezó a existir.

¿La razón?

Odio.

Tristeza.

Amargura.

Repulsión.

Rabia.

Ira contenida en el fondo de un corazón herido, hecho trizas una y otra vez, pero que se mantenía unido a pesar de todo.

Estaba atrapado allí, en la profundidad, rodeado de la oscuridad de un corazón que era y no era el suyo, que estaba y no estaba ahí, que, al igual que él, se fortalecía y debilitaba pero de una manera inversa.

Cuando él se hacía más fuerte era cuando los fragmentos se separaban, amenazaban con destrozarse para siempre y nunca más volver a ser uno, aniquilando la 'persona', dándole poder, dándole fuerza, dándole un sitio seguro en aquella oscuridad.

La oscuridad era inevitable. Todos vivimos con algo de oscuridad en el corazón.

Algunos más que otros.

Algunos disimulándolo mejor que otros.

Pero oscuridad era oscuridad.

Y él sabía que si en verdad tenía nombre, si en verdad existía, él era la encarnación misma de esa oscuridad.

Yami.

Sombra.

Le gustaba ese nombre.

Le gustó que aquella criatura le diera un nombre, fuere cual fuere.

Porque no estaba solo.

Mucha gente se jacta de estar sumida en la más profunda oscuridad, solo, sin compañía, amigos, amor.

Él no.

Aquella criatura no pertenecía allí, lo sabía.

Pero su presencia era reconfortante. Lo suficiente como para que, de vez en cuando, le echara una mano para que la 'persona', aquel que le había creado, dado forma, alimentado, sucumbiera ante sus tentaciones, ante la ira que él representaba.

El zorro decía que, entre él y la 'persona', él era su favorito. Y eso le gustaba.

Poder.

Poder inagotable, infinito, y solo para él, la 'persona' demasiado ofuscada, demasiado asustada de emplear aquel poder y herir accidentalmente a sus amigos.

Amigos.

¡Ja!

¿Quién los necesitaba?

Él no. Pero la 'persona' sí.

A él no le gustaban. Hacían fuerte a la 'persona', restringían su influencia -aunque, a veces, cuando algo les pasaba, le daban un poder inconmensurable casi comparable al que el demonio ofrecía.

Permitiría que la 'persona' tuviera amigos, sí. Pero tan solo porque le daba una posibilidad, desde las profundidades de la oscuridad, de aquello que le rodeaba, de la nada y el todo, de emerger, de salir a la superficie y dejar fluir sus sentimientos junto con aquella extraña energía.

La culpa que la 'persona' sintiera luego solo le haría más fuerte.

Más fuerte, más sólido.

Pronto adquiriría un cuerpo, una forma sólida.

Y entonces podría tomar el control.

Definitivamente.

Y la 'persona' se volvería Yami. Y Yami se volvería Naruto.

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CONTINUARÁ...

Gracias por leer y muchas gracias por comentar a quien lo haga.

Meh, se que es corto. Tengo planeados tres o cuatro caps más. ¿Los escribo? ¿No? ¿Merece la pena siquiera el esfuerzo en publicarlos? Vosotros diréis.

El review es vuestra voz, usadlo o no hay conti, majos.

HikaruWinter.

PD: Mi inner me está pegando el sarcasmo owoU