Hola les traigo la Adaptación de la historia de Yolanda Vargas Dulché "Ladronzuela" espero que les guste.

Exención de responsabilidad: Todos los personajes Que Aquí Aparece pertenecen a JK ROWLLING Y LA HISTORIA EN SU mayoria A YOLANDA VARGAS Dulche.

El LADRÓN DE MI CORAZÓN

CAPITULO I

Draco un muchacho que nació en cuna de oro; pero debido a la circunstancia y consecuencias que acarreo la participación de su familia en la primera guerra mágica, este quedo huérfano primero de padre que fue asesinado por mortifagos al enterarse que negó ser uno, después de madre debido a la tristeza de la pérdida de su esposo.

Así quedó huérfano y creció entre vendedores ambulantes y sinvergüenzas.

Nuestra historia empieza en una colonia aristocrática en el centro de Londres.

En todas ellas existen familias que gozan de comodidades y lujos.

Sin importarles o ignorando, que el mismo cielo ámbar también a muchos desheredados de la vida y la fortuna.

En el número 12 de Place un espléndida mansión vivía la familia Black Granger.

La tenue luz de la luna se colaba por la ventana iluminado de elegantes muebles de aquella sala.

El gran reloj del vestíbulo rompió el silencio para marcar las dos de la mañana.

La oscuridad envolvía la casa, solo un rayo de luz escapaba bajo la rendija de la puerta de una de las habitaciones.

Era la biblioteca y cuarto de estudio de Hermione una joven bruja de 24 años.

Próxima a recibirse como abogada.

El ruido producido por alguien al abrir la saco de su ensismamiento.

Y sonrió al presentir de quien se trataba de su padrastro Sirius quien se casó con su madre al terminar la segunda guerra mágica quien murió hacia casi un año.

-Pero Sirius, ¿Todavía despierto a estás horas?

-Hermione, me angustia que duermas poco… y ¡Estudias demasiado!

-Ya se acercan los exámenes finales Sirius; además, mañana participare en algo tan especial que me causan miedo.

-¿Miedo?, tú la bruja más inteligente de su generación e insufrible sabe lo todo según el amargado de Severus.

-Sí y más en está ocasión se nos someterá a una prueba fuera de lo normal. Todos participaremos en un jurado ficticio Winzamut.

-Explícate Hermione, no entiendo.

-Cada uno de los pasantes tomaremos el papel de defensor o fiscal en varios casos.

-¿Y a quién van a defender o a condenar?

-Reos que purgan condenas por delitos leves quien después de nuestra prueba volverán a su encierro.

-Y tú, ¿A quién defenderás o acusaras?

-Todavía no lo sé ojala me encomienden la defensa; pero no sé de quién. ¿Imaginas mis nervios? –Lo dijo mordiendo su labio inferior con nerviosismo.

- Eso me parece irregular, ustedes necesitan saber de quién se trata para preparar sus argumentos.

-Eso acontecería si se tratara de un juicio real, pero los maestros nos la pusieron muy dura… No sabremos nada hasta el instante miso de que sienten al procesado en el banquillo.

-Eso es injusto Hermione.

-Lo sé Sirius, la idea nació de nosotros… los pasantes; quisimos probar conocimientos jurídicos y nuestra capacidad de improvisación. Más ahora nos arrepentimos.

-Aun así, estoy segura de que vencerás a todos, no por algo eres la bruja más inteligente de tu generación.

-Así será siempre, que tu cariño me aliente.

Sirius beso la frente de Hermione, pero su boca mostraba un rictus de amargura.

-Buenas noches, Hermione.

-Hermione dijo espera tomándolo del brazo

-Lo de siempre me entristece pensar que mientras tú te conviertes en una mujer de provecho tu prima desciende más cada día.

-Pansy, me ha prometido enmendarse

-Promesas que no cumple jamás. –Dijo con un gesto con la mano.

-Ya vez que abandonó sus estudios de medimaga; y ahora se dedica a beber e ir de antro en antro tanto en el mundo mágico y muggle.

-Si es así, desde que murieron sus padres- Dijo Hermione.

-Cuando no ha llegado a estas horas siempre pienso en lo peor –Dijo Sirius.

-No te preocupes Sirius, no debe tardar.

-Ahora ve a dormir, antes de que me enoje contigo.

Al quedar a solas Hermione se acercó a la ventana hondamente afligida

Desgraciadamente el problema de Pansy revestía mayor gravedad de la él suponía.

Casi al amanecer el angustiado hombre regreso; pues la joven aun no llegaba.

-Me preocupa que Pansy no…

-Ve a descansar Sirius, yo la esperare.

Al retirarse Sirius, la futura abogada sintió que la sangre le hervía, no podía permitir que la conducta de su prima su padrastro sufriera.

Una hora después, se asomó a la ventana al escuchar que un carro se detenía ante el número 12 de Grimmauld Place.

De un auto convertible rojo bajo una muchacha pelinegra de ojos verdes, vestida con una minifalda negra y una blusa verde de tirantes fumando un cigarro.

-¿Qué paso Pansy?, vamos a seguirle…

-No puedo Blaise. Mi tío no puede dormir hasta que llego.

-¡Voy! ¡La bebita de su tío! –Dijo Roger Davis.

-¡No! ¡Ya vete!... no te vaya a regañar tu tío loco. –Dijo con un tono sarcástico en la voz Marcos Flich

-Yo sé mi rollo. Ustedes nunca lo entenderán. –Dijo la muchacha guiñándoles un ojo.

-Ya córtenla, por payasa, ¡No jala parejo!

-¡Adiós nena consentida! –Dijeron Marcus y Roger al mismo tiempo.

-Pansy te esperamos mañana donde siempre… ¡Si te deja tu tío!

El automóvil arranco con el estruendo de su escape abierto y el escándalo de sus ocupantes totalmente faltos de responsabilidad.

Pansy no entro a la casa hasta que los vio dar vuelta en la esquina.

Alegre por el alcohol ingerido, Pansy entro a la mansión Black.

La luz de una lámpara ilumino la estancia del vestíbulo.

Hizo que la pelinegra se detuviera en seco

-Ah eres tu come libros. Creí por un momento que era Sirius.

-Pansy, necesito que hablemos.

-¡Huy!... huy… huy… ¡¿Ya vas a comenzar a sermonearme?!

Tomo asiento bruscamente sobre un sofá cercano y miro a su ahora prima con toda la burla que podía reflejar su rostro.

-Tú dirás "corazón".

Con aparente tranquilidad Hermione se acercó a la pelinegra.

-Precisa ya poner punto final a esta situación dijo Hermione.

- ¿A cuál "abogangster"?

-¿Crees pertinente continuar con esta vida negativa y de libertinaje que llevas sin respetar las reglas de la casa?

-¡Vaya! ¡Vaya!

- ¡Escucha! No me hagas perder la paciencia, Pansy Parkinson.

Pansy se puso de pie y aunque tambaleante, miro retadoramente a Hermione.

-¿Qué te importa que hago o deje de hacer?

-Sabes bien que me importas Pansy. Hemos hablado mucho sobre que estas poniendo tu vida en riesgo y no estás haciendo nada bueno para tu futuro.

-¡Demasiado!... Y ahora por centésima vez. Te repito, que me dejes vivir mi vida… ¿Lo oyes?... ¡Mi vida! Y eso a nadie le pertenece más que a mí, ¿Entiendes?, maldita sangre sucia.

-Quizás aceptaría tus palabras sino peligrara la salud de Sirius.

Pansy comenzó a sacar algo de su bolso, con todo el cinismo prendió un cigarro le dio una calada se paró y soltó el humo en la cara de una desconcertada y enojada Hermione.

-Al pulgoso ese es fácil de engañar ya no ese merodeador ni astuto hombre.

Ante el cinismo de la joven Hermione detuvo el impulso de callarla con un bofetón, comprendía que en el estado en que se encontraba Pansy la hacía ser más cínica de lo normal.

-Vete a dormir Pansy, mañana hablaremos.

-¡Dilo de una vez sangre sucia! ¡¿Para qué darle largas?!

-Mira Sirius, ignora que yo he tenido que sacarte dos veces de la cárcel muggle; Peor me opongo a ver que te hundas cada día más.

-¡Muy fácil! ¡Nomás cierra los ojitos y no mires nada!

Continuo fumando como si nada de lo que decía Hermione le importara.

Hermione la miro con ira y dijo:

-Por primera vez te advierto que di deseas continuar con esa vida de holgazanería y vicio mejor te vas buscando casa.

-¡¿No me digas?!... –Dijo dando otra calada al cigarro -… ¿Y tú quién te crees para correrme de aquí?!

-¡Tu prima mayor! Si no se olvida, soy mayor que tú Parkinson.

-Y a ti se te olvida que solo eres la hijastra de mi tío nada sanguíneo nos une gracias a Merlín y solo eres mayor que yo por unos cuantos meses. –Dijo con el cigarro en la boca y haciendo una seña con los dedos.

-Mira Hermy, sé que para mi tío eres la niña buena, la niña angelical y la come libros de la familia perdón estudiosa.

Pero para mí, no pasas de ser una pobre sabe lo todo sujeta a la rutina establecida por todos es: magos y brujas… vejetes como ese viejo y la amargada de Magonagall le dijo señalándola con el dedo índice.

-Piensa lo que se te dé la gana; pero no permitiré que tu conducta siga enfermando a mi padre.

-Recuerda que también es mi tío… Así que, ¡Ni modo come libros!

-Riendo sínicamente, Pansy se dirigió hacia el mini bar para servirse de beber seguida por una colérica castaña.

-Hay que decirle al pulgoso que compre un Whisky menos corriente… Sí… Hermy, nuestro nivel requiere que tome cosas menos corrientes.

Hermione haciendo acopió de toda su paciencia cambio el tono de su voz.

-Por favor Pansy, así no llegaremos a ningún acuerdo.

-Ya llegamos a un acuerdo, ¿O qué? Tu afirmas que soy de lo peor y yo que tu eres muy tonta, ¿Qué más quieres?

-Está bien, pero recuerda que pronto me recibiré.

-¡Felicitaciones anticipadas! ¡Salud! –Dijo y bebió el contenido de la copa de un solo trago.

-Y me casare en cuanto me titulé.

-¿Con…Harry?

-Así es.

-Creí que habías terminado con él cuando se fue a Francia.

-Pues creíste mal. Pronto regresara; y nos casaremos.

Pansy repego la copa a sus labios, mirando a Hermione con verdadera furia.

-Por eso te pido que recapacites, si te vas a quedar sola con Sirius.

-Y deberé consolarlo por lo mucho que te va a extrañar, ¿no es eso?

-Si tú comportamiento se debe a un sentimiento de celos, ya vas a aquedarte sola. Buenas noches, Pansy.

-¡Se casa con Harry! ¡Con Harry! ¡La muy tonta!

A día siguiente los pasantes de leyes mágicas se encontraban nerviosos afuera de la corte de Wirzeumg, en espera del momento de examen.

-¿Para qué se nos ocurriría tamaña estupidez? –Dijo una castaña de ojos verdes y tez pálida era la menor de las hermanas Greengrass.

-No pluralices, a ti a Cormac les debemos la idea.

-Les aseguro que nos aprobaran en masa.

-No creo que califique, está prueba que no figura en el pan de estudios. –Dijo Hermione.

-Neville sí que la pasara peor que nosotros.

-Grave error que aun tartamudo se le ocurriera estudiar leyes.

-Callen, que ahí viene.

-Trae cara de entierro, pobre.

Efectivamente el pobre Neville sufría más que todos.

-Se-se –se los dije, mu-cha-chas… a mí me-me-me va a tro-tro-tronar.

-Mira Neville, cuando se te atoren las palabras, ¡Chifla! – Le dijo Cormac.

-¡No la friegues Cormac! Se la pasaría chiflando todo el día.

-¡Discúlpame Nevi! Debiste estudiar para medimago y no para abogado.

-Es que me-me gusta mu-mucho.

Todas las bromas y las risas concluyeron con la llegada de los profesores.

-¡Aguas!... El enemigo al frente. –Dijo Astorias

-Será la hora de nuestro requiescal in pace. –Dijo Hermione

-Buenos días jóvenes, Hermione

-Buenos días Kingsley –Dijo Hermione

-Muchachos, ustedes nos pidieron llevar a cabo un jurado y el consejo académico acepto su novedosa petición.

-Naturalmente, está prueba no influirá en su promedio de calificaciones.

-Me-menos mal.

-Sabe profesor, si quiere cancelarla, nosotros… -Dijo Cormac

-¡Sería muy conveniente! –Dijo Astorias

-No jovencitos, ya que ustedes lo sugirieron nos interés confirmar sus progreso de en derecho penal y oratoria.

Todos pusieron cara de asombro y angustia.

-Pero profesor, ni siquiera conocemos a los presos.

-Cada uno comparecerá y tendrán ocasión de interrogarlo.

-¿Vamos a vernos la cara con presos de verdad? –Pregunto Hermione.

-Con algunos que fueron detenidos durante el día de ayer. El papel de defensor o de agente de la corte de Wizengamot. Que según el caso, no influirá para nada en el juicio que oficialmente se le siga.

En la sala, los profesores tomaron asiento tras la barra del jurado sonreían levemente ante el nerviosismo de aquel grupo.

-Esta urna contiene la designación de "DEFENSOR" o "FISCAL". Cada uno de ustedes pase a tomar un papel índico el ministro.

-¡Me toco defensor , Tory ¿Y a ti?

-Fiscal del ministerio y a mí dijo Cormac.

-¿Y a ti Neville? dijo Cormac.

-A mí De-de-defensor.

-Ya mandaste al pobre que te toque a Azkaban dijo Hermione con una pequeña risa entre dientes.

-Le corresponde pasar primeramente ante el banquillo a Hermione Jean Granger y a Asturias Greengrass.

-Ministro , cuando el defensor no conoce los antecedentes del acusado es difícil de defender , lo considero antijurídico , indico Hermione.

-Coincido con la irregularidad del procedimiento, pero la prueba se efectuara así.

-¿Ni si quiera podremos saber la peligrosidad del prisionero que nos va a tocar? Dijo una asustada Asturias.

-Solo sé que el primer caso se trata de un chico; ignoro sus antecedentes. A ustedes corresponde investigar los durante los interrogatorios.

Astorias sonrió abiertamente.

-Te voy a ganar amiga por que echar tierra es fácil, con o sin motivo, dijo Asturias, echando el cabello asía atrás con un gesto de superioridad.

-No pienso darte ese gusto. Nos encontramos en igualdad de circunstancias: las dos ignoramos su personalidad dijo con tono de sabelotodo.

-Tratándose de un chico te ganare el pleito te lo aseguro, porque cuando ellos delinquen no descuidan detalle.

Las dos estudiantes ocuparon sus lugares correspondientes.

El público lo formaba los alumnos de la universidad de leyes mágicas, dispuestos a divertirse en grande.

-Señores y señoritas va a dar principio la audiencia .Las pasantes Hermione Granger y Astorias Greengrass actuaran como defensora y fiscal, respectivamente, en el juicio de Draco Lestrange.

Draco Lestrange... 23 años, acusado de robo en la vía pública en el callejón Diagon, golpeo a un señor bárbaramente para arrebatarle la caja de una varita recién comprada para su hijo.

-¿Para qué quería robar una varita?... Esto es extraño pensó Hermione.

-¡Pan comido amiga! –Dijo Astorias cínicamente.

-¡Maravilloso "Dragón" me ha tocado!

-Presenten al acusado, por favor.

-Al momento señor ministro.

Llena de nerviosismo, Hermione miraba hacía la puerta por donde entraría su defendido.

Pero los minutos pasaban sin que nadie se presentara.

-Creo que ya se escapó. –Dijo Asturias a Hermione.

- ¡Merlín te oiga!

De pronto se empezaron a oír los gritos de un chico

-¡Suéltenme! ¡Malditos idiotas aurores!

Todos los presentes se empezaron a ver los unos a los otros con desconcierto y la curiosidad de conocer al dueño de aquella voz.

-¡Ay!, ¡no me muerdas chico idiota!

-¡No lo sueltes, que parece león!

Al fin, los dos aurores lograron introducir al acusado, que se revolvía furioso.

-¡Quieto!

Hermione sintió que el piso se hundía bajo sus pies al ver la clase de fiera que iba a defender…