Estaba amaneciendo cuando en una casa algo grande estaban dos enamorados despertando de un largo y profundo sueño.
-buenos días amor- dijo el rubio besándole la cabeza a su esposa que estaba dormida en su pecho, esta no le respondió.
-amor… buenos días- volvió a decir mientras movía la espalda de esta, ella seguía sin responder.
-Hinata?- dijo este moviéndola para verla de frente pero cuando la puso boca arriba la soltó de inmediato al ver todo su pecho lleno de sangre
-Hinata?!- volvió a gritar y esta seguía sin responder, el chico salió de la cama y sin pensarlo dos veces le tomó el pulso en la mano
-no!, noooo!- gritó mientras la abrazaba –esto no puede ser- la sacó de la cama y la llevó a su camioneta, todos los vecinos la veían con cara de "que pedo?!" pero el ni caso les hizo, estaba demasiado ocupado apretando el acelerador para irse disparados de ahí.
Llegaron al hospital y el agarró a su esposa para meterla a la sala de urgencias, entrando todos los médicos disponibles llegaron para ponerla en una camilla y llevársela.
-que le pasó?- preguntó la mujer de la recepción.
-no lo sé-
-cual es su nombre?-
-Hinata Hyuuga-
-ese es su nombre de casada?-
-no-
-puede darme su nombre de casada?-
-Hinata Uzumaki-
-gracias-
Las horas transcurrían y Naruto seguía sentado en la sala de espera tratando de no volverse loco hasta que llegó una enfermera a decirle
-señor Uzumaki?-
-si?-
-lo lamento señor… su esposa está muerta-
-no… no es posible, ella solo está dormida- Naruto empezó a llorar y a gritar, aventaba cosas y pateaba todo lo que se encontrara, golpeaba a todo el mundo, lo que los médicos tuvieron que hacer fue sedarlo para que dejara de hacer eso y dejarlo dormido en una silla soñando con la vida perfecta pero en su interior sabía que no podría estar con su amada esposa ni con una niña de cabello negro azulado y ojos como el cielo, el sabía que era una fantasía.
Despertó en el hospital a la mitad de la noche y algo idiotizado se subió a su auto para conducir a su casa…
Llegó a su casa después de llorar en los altos y gritarle a las personas que no sabían conducir, entró y sintió un gran vacío en su interior al notar que faltaba la presencia de su esposa.
Subió a su habitación y al ver las sábanas manchadas de sangre no se preocupó por nada, el solo las agarró y las metió a un cesto de ropa sucia para lavarlas después, tomó unas limpias de su closet y las puso, este al ponerlas se sintió mucho mejor, empezó a limpiar su casa hasta dejarla brillante, no le importaba que fuera de noche, solo le importaba sacar todo su dolor de una manera que no lastimara a nadie.
Hay personas que tratan de mantener su vida perfecta haciendo todo lo que tuvieran que hacer, pero cuando eso no lo pueden lograr empiezan a tener una vida completamente desesperada….
