Fandom: Tangled.

Parejas: Leve Gothel/Rapunzel.

Rating: PG-13.

Categorías: Drama, Angst.

Sinopsis: La vida está llena de altos y bajos, y eso Rapunzel lo sabe muy bien. Drabble.

Advertencias: Ligera insinuación de yuri y abuso sexual. Si no te gusta abstente de leer.

Disclaimer: Los personajes son propiedad del genio Walt Disney. Yo solo juego con ellos.


Las cerezas son agridulces

Capítulo único

"En espejos ardiendo miramos nuestro rostro
y la mano sostiene una flor que es de hielo y ceniza."

- Abelardo Linares (Oficio de la costumbre).


Mira a Eugene una vez para pensar en su madre. Ver las pupilas castañas del joven, su sonrisa jovial y sus músculos fuertes es suficiente para que Rapunzel piense en su madre. Y no, no estamos hablando de la mujer que la crió durante sus primeras semanas de vida y la alimentó y cuidó con incesante cariño. Hablamos de la mujer que veló por ella, por su seguridad toda su vida. No estamos hablando de la reina Elena, sino de Madre Gothel.

Rapunzel sencillamente no puede ver a Elena como su madre. Gothel es su madre, lo es, porque sigue viva, y no le importa que Eugene le diga que murió y que todo está bien, porque nada está bien si su mamá no está allí con ella, no la cuida, no la protege. Echa de menos la torre y tenerle miedo al mundo, echa de menos sentir a Gothel cepillando su cabello y, sobre todo, echa de menos sentir su mano deslizarse entre su falda las noches solitarias de primavera, igual que lleva haciendo desde que tiene catorce años. Algunas noches Rapunzel despierta sintiendo algo en su pierna y quiere creer que es su madre, y que está de regreso en la torre, con ella, durmiendo. Pero luego ve el espacio vacío a su lado y las paredes pintadas de colores brillantes, y piensa que tiene miedo.

¿Qué es ese lugar feo lleno de pinturas que son suyas y con cerezas siempre al lado de la cabecera de su cama? Ese no es su hogar; no es su hogar. Se lo repite día tras día, como un mantra, como si quisiera grabarlo para siempre en su memoria, forzarse a ella misma a no pensar en ese castillo como su hogar. Echa de menos su torre; sentir las manos de Gothel acariciando su cabello mientras lo peina, el taburete incómodo donde se sentaba, las paredes vivas, jugar a las escondidas con Pascal (que ya no se separa de ella) y sentir las manos frías de Gothel colarse en su falda. Pero ella ya no está.

La vida está llena de altos y bajos, y eso Rapunzel lo sabe muy bien.


Notas de la autora:

Quise darle una perspectiva distinta a la historia de Enredados con este fic. Nunca creí que Rapunzel, tras ver morir frente a sus propios ojos a la mujer que la cuidó y crió toda su vida, no sintiera al menos algo de aprecio y tristeza por ella. En mi opinión, Rapunzel realmente amaba a su madre y por eso debió de sentirse muy mal sus primeros días. Pero, con el tiempo uno se acostumbra. Sin embargo, a ella le costaría mucho adaptarse a su vida en el palacio y reconocer a sus padres como propios.

¡Besos de colores!

Bella Luna Lemmon.