-¿Dónde están las chicas?
Fue lo primero que preguntó Maehara al entrar a la elegante sala de eventos que Koro-sensei, con ayuda de Karasuma (en cuanto a dinero se refiere), había arrendado para organizar la propia cena de la clase 3-E.
-A ustedes los cité media hora antes que ellas, para que cuando las chicas llegaran no tuvieran que esperar a su pareja- Koro-sensei aclaró, soltando una pequeña risa característica de él- De todos modos, aún faltan algunos de ustedes, deben aprender a ser puntuales si quieren triunfar con las mujeres.
Maehara y Okajima soltaron un bufido, ellos eran los más entusiasmados en ver vestidos ceñidos y algún que otro escote.
La música a cargo de Ritsu sonaba fuerte mientras los varones asesinos entraban y se servían algo de ponche, conversaban y esperaban nerviosos a sus citas.
Que por cierto, Koro-sensei había formado, basándose en la prueba de coraje que habían tenido, y aprovechándolo como una segunda oportunidad para ver algo de acción entre sus estudiantes.
Karma fue el último en llegar, debido a que se tomó mucho tiempo para decidir si ir o no, si usar un traje o no, pero finalmente lo hizo, con un smoking y camisa negros, corbata roja algo suelta, y zapatos bien lustrados. Venía de una familia bien acomodada después de todo.
-¿Qué rayos es esto? No me vestí tan formal por primera vez en mi vida para venir a un lugar lleno de piernas cubiertas por pantalones.- Reclamó con sus manos en los bolsillos y su pose arrogante de siempre.
-Ellas están por llegar Karma, Koro-sensei nos tendió una trampa para llegar antes.- Isogai le comunicó al tiempo que le disparaba a su maestro.
El representante de la clase vestía un traje negro también, con una chaqueta larga y un vestón sin mangas bajo este (seguramente era el que usaba todos los días con su uniforme) y un pañuelo alrededor de su camisa blanca.
-Nurufufufu, veo no se olvidan de sus armas.
Todos rodaron los ojos, incluso Karasuma, que vestía igual que siempre, pero con una corbata azul oscuro esta vez.
Y qué más decirles, Chiba llevaba un traje oscuro y un corbatín con detalles azules, Maehara una camisa y una cortaba burdeo suelta al estilo de Sugino, quien tenía un saco negro y una corbata celeste.
Nagisa llevaba una chaqueta larga como la de Isogai, pero con una camisa negra y una corbata blanca. Okajima no llevaba corbata, y Muramatsu no llevaba un saco, ambos en un estilo más relajado. Kimura vestía como Karasuma pero con una corbata verde como su cabello y Takebayashi llevaba un corbatín púrpura.
Todos muy elegantes en su propio estilo, hasta Terasaka llevaba una corbata por primera vez.
Y dieron las 8:31.
Sonidos de tacones comenzaron a escucharse.
-...entonces le dije a Rinka-chan que si no se ponía el vestido azul, se lo pondría yo porq- Kurahashi se interrumpió- Ah, ¡Okacchin, Chiba-kun!
Que vá, la inocencia de la amante de los animales estaba en su máximo esplendor, con ese vestido amarillo y esa corona de flores que adornaba su corto y anaranjado cabello.
-Ku-Kurahashi, Hayami, Fuwa- Okajima, Chiba y Mimura hablaron todos al mismo tiempo, tartamudeando y sonrojándose levemente.
-Buenas, están todos muy elegantes eh- Fuwa sonrió en su vestido violeta, y Hayami ocultó un poco el escote strapless de su prenda azul.
-Kurahashi es demasiado inocente para tí, mejor déjamela a mi- Maehara le susurró a Okajima mientras que Okano recién llegada pisaba fuerte sobre sus tacones y lo arrastraba lejos de ahí.
-Ya, ya, entendí que nunca debería hacerte enojar cuando uses tacones muy altos- Él se rascó su nuca mientras veía la mitad de su espalda desnuda de su vestido burdeo.
Las parejas comenzaron a hablar mientras que las demás iban llegando; Hara, Kataoka, hasta Hazama llevaba un vestido oscuro pero sofisticado.
-¡Maldita sea! ¡Luzco igual que Bitch-sensei!- Nakamura se quejó, ambas llevaban el mismo vestido negro, sólo que el de Irina llegaba hasta sus talones con un corte en la pierna, y el de Rio hasta la mitad del muslo, y con un escote menos pronunciado, por su puesto.
-Rio-chan, deberías estar agradecida de lucir como una persona como yo- Irina le reclamó, a lo que Nakamura se cruzó de brazos, y Kataoka reía acompañada de Yada, que llevaba su cabello suelto y algo ondulado.
¿Pero qué pasa con nuestro trio sin pareja? Nagisa, Karma y Sugino estaban sentados a la espera de Kayano, Okuda y Kanzaki; las únicas que faltaban.
-Seguramente Kayano las está maquillando y peinando y haciendo todas esas mierdas que hacen las chicas- Karma se quejó.
-Seguramente está obligándolas a meterse en un vestido ajustado y con un gran escote- Sugino continuó.
-Seguramente Okuda y Kanzaki se están sonrojando y diciéndole que por nada del mundo se pondrán algo tan atrevido- Nagisa suspiró y bebió de su vaso.
Los tres observaron a las parejas que hablaban animadamente: Kataoka estaba siendo elogiada por Isogai, que aseguraba que el verde de su vestido era su color favorito, Chiba y Hayami estaban sentados bastante juntos bebiendo y seguramente hablando de armas, Yada y Kimura reían, Hara y Yoshida recordaban su infancia juntos, y Maehara se ganaba unos cuantos golpes en los pies de parte de los tacos aguja que llevaba Okano, en un intento fallido de decirle lo bien que le quedaba ese vestido en su figura de gimnasta.
Bitch-sensei bebía champaña, Karasuma trataba de ignorarla, y Koro-sensei (quién también llevaba un traje algo raro) escribía "secretamente" en su cuaderno de chismes amorosos de su clase de asesinos.
-Maldita sea, ya van a ser las 9 ¿Qué les pasa a estas mujeres?
-Luces algo alterado, Karma- Nakamura se paseó con sus tacones elegantemente con una copa de sus manos.
-Luces como Bitch-sensei, Nakamura- Él se burló, aunque admitía que se veía bastante bien.
Ella se recargó en la mesa con bebidas que estaba al lado de los chicos.
-Ellas van a llegar sí o sí.
-¿Cómo estás tan segura? - Sugino miró su brillo labial. Nakamura rió suavemente, extrañamente igual que Irina.
-Porque prácticamente obligamos a Okuda a comprar un vestido rojo y estuvimos horas discutiendo con Kanzaki acerca de qué peinado nos vendría bien a las de pelo largo.
Rio sacó su teléfono celular que había vibrado y sonrió maliciosamente, Karma pareció haber comprendido.
-Nagisa~ ¿Recuerdas el incidente con Kayano? Ese donde debiste poner tus conocimientos de besador en práctica.-Él se puso nervioso, cuando estos dos se juntaban no había cosa alguna que los detuviera.
-Ah, sí lo recuerdo, me pregunto qué brillo labial usará hoy Kayano- Karma completó y se acercó más a él, que estaba ya colorado y poniéndose nervioso.
-¿Por qué no vas a averiguarlo? Ustedes dos también, Karma y Sugino.
Los tres la miraron extrañados, ella rodó los ojos e hizo un gesto con su cabeza, apuntando a la puerta, que se abría lentamente.
Un tacón blanco se asomó primero, haciendo que todos en el lugar se giraran.
-¡Lo sentimos Koro-sensei! Nos retrasamos un poco, pero ya estamos acá- Kayano entró con un vestido verde oscuro con detalles de encaje negro, su cabello recogido y una sonrisa que le detuvo el corazón a bastantes.
-Buenas noches- Saludó formalmente Kanzaki en un vestido blanco con detalles dorados, como sus zapatos y la mitad de su cabello estaba tomado por una flor que combinaba con su calzado.
-¡Kanzaki-san!- Okajima gritó mientras corría hacia ella, pero Isogai lo detuvo y le dio una mirada satisfactoria a Sugino, para que fuera a recibirla.
Él le ofreció el brazo a Yukiko y la llevó hacia la zona de las bebidas, obviamente halagándola, mientras que Nagisa y Kayano fueron interrumpidos por Karma y su preocupación.
-¿Dónde está Okuda-san?
Kayano le dio una mirada algo triste, él supuso que algo le había ocurrido y salió en busca de ella. Abrió la puerta y caminó rápido, miró a los alrededores esperanzado de encontrarla caminando hacia el lugar.
Pero no había nada.
Se quedó unos cuantos minutos más esperándola, con las manos en sus bolsillos. La razón por la que se había puesto una corbata era ella, la razón por la que había venido era ella, porque era la única a la que quería impresionar, bailar y reír con ella. Pero Manami no cumplió su promesa de ir con él.
-Luces bien, Karma-kun.
Él se giró rápidamente, para encontrarla apoyada en la puerta. Claro, él salió tan precipitadamente que no la vio, ni tampoco vio el hermoso vestido rojo que se ajustaba a su pequeña cintura y luego caía suelto hasta la mitad de su muslo.
No podía decir nada, su cabello suelto se movía levemente por el viento que había aquella noche, sus piernas estaban juntas y terminaban en unos tacones plateados, como su pequeña bolsa, y unos pequeños pendientes que colgaban de sus orejas.
-Pensé que no habías venido. Kayano y Kanzaki llegaron, pero tu no.
-¿Cómo podría no venir, y dejarte aquí sólo?- Ella rió suavemente- Sólo estaba demasiado avergonzada para entrar ¿No crees que esto muestra mucho?
Karma se obligó a sí mismo a tratar de no mirar su escote, pero terminó haciéndolo por unos segundos porque sus hormonas de quinceañero se lo exigían.
-Está perfecto así como está- Él le extendió la mano invitándola a entrar, sonriéndole.
Se adentraron y recibieron las miradas de todos, ella recibió unos cuantos "Wow" "Dios mío" "¡Está muy linda!" "Nurufufufu" y una que otra boca abierta.
-¡Okuda-san! ¿Siempre fuiste así de linda? - Okajima corrió hacia ellos, pero Karma le apuntó con la pistola anti-sensei que llevaba en su cinturón y él se alejó riéndose nerviosamente.
-¡Manami-chan cómo te envidio! - Kurahashi llegó.
-Créditos a quién eligió el vestido- Nakamura dijo abrazándola con por los hombros y todos asentían.
-Los lentes de contacto fueron una buena idea- Kanzaki agregó.
-¡Y el cabello suelto es lo mejor! - Kayano gritó aferrada del brazo de Nagisa.
-Te dije que Kayano era la culpable - Le susurró Sugino a su amigo.
Muchos más la elogiaron, hasta Bitch-sensei le aplaudía por atreverse a usar algo por encima de la rodilla. Ella terminó toda sonrojada y su pareja se dio cuenta.
-¡Muy bien todo el mundo deténgase! La están incomodado- Karma apretó más su mano y se la llevó de ahí.
-¡Estás muy sobre protector hoy, Karma!
-¡Cállate, Terasaka!
La música comenzó de nuevo, algunos bailaban, otros bebían tranquilos, y Koro-sensei no podía estar más feliz. Su cabeza estaba rosada y se reía constantemente.
-Oye pulpo ¿No crees que este ponche está algo raro? - Bitch-sensei le comentó, y él se puso tenso - ¿Quién lo hizo? He sentido este sabor antes.
Ante eso, Karasuma le disparó varias veces, sus sospechas se habían confirmado: Koro-sensei le había puesto algo de alcohol a la bebida.
-¡Estudiantes, dejen de beber del ponche! ¡El pulpo le puso alcohol! No se sobrepasen y sean prudentes.
Muy tarde, pareciera que Okajima y Muramatsu ya estaban algo emborrachados, Yada se reía mucho y Sugaya tenía mucho sueño.
-¡Koro-sensei! ¿Por qué hiciste esto? - Isogai le reclamó - Todos hemos bebido ¡hip! Te vamos a matar ¡hip!
-Ya, ya Isogai -Kataoka tomó su brazo y lo puso en su escote- Deja de alardear tanto y vamos a otro lugar- Ella se reía y sus ojos estaban cristalinos.
-Pero ellos merecen algo de acción y placer, ya están grandes - Koro-sensei lloraba mientras Karasuma seguía disparándole.
La mayoría terminó riéndose, pero la cosa se puso algo seria cuando Kanzaki tomó el micrófono, se subió a una mesa y les gritó que se callaran.
Todo se tensó por unos segundos.
-Muy bien chicos - Todos la miraban atentos, parecía enojada, Sugino se estaba desesperando- ¡Vamos a disfrutar de la noche! - Exclamó y la música sonó fuerte. Comenzó a bailar mientras que Nakamura y Yada animaban a todos a bailar.
-Ya, ya- Sugino la tomó de la cintura y la bajó, ella puso sus brazos alrededor de su cuello y reía mientras bailaba con él, o hacia el intento de moverse.
Maehara no dudó y tomó a Okano de la mano para llevarla a bailar, esta lo empujó para alejarlo, pero lo agarró de la camisa nuevamente para acercarlo a su cara.
-Sigues siendo un bastardo mujeriego - Él podía sentir su respiración agitada en su rostro sonrojado por el alcohol- Pero me sigues encantando por eso.
-Así me gusta, pequeña - Él le sonrió.
Nagisa hizo girar a Kayano y volvieron a moverse al ritmo de la música, eran unos de los más cuerdos, pero se reían como nunca, él entrelazaba sus manos con las de ella, tímido, pero Kayano sólo soltaba carcajadas y le decía que estaba bien.
-Hey Nagisa, puede que nunca te lo dijera, pero, besas bien - Movieron sus pies de acuerdo a la música, mientras él se sonrojaba aún más - ¿Podrías hacerlo de nuevo?
Nagisa se puso tan colorado como el cabello de Karma, pero tomó algo de valor y procedió.
-Bueno, Nakamura-san me dijo que comprobara qué labial llevarías hoy- Ambos sonrieron.
Hayami tenía su cara roja y jugueteaba con el pecho de Chiba, para luego avergonzarse y decirle que era un pervertido. Él sólo le seguía el juego a su francotiradora tsundere.
Sugino estaba sorprendido de la actitud de Kanzaki. Ella con una pierna encima de la otra, dejando que su vestido se suba levemente, con una copa en la mano y su angelical risa.
-Estás muy guapo hoy ¿No?
-Kanzaki-san, estoy considerando seriamente llevarte a casa, antes de que sigas así- Ella sólo rió y lo invitó a bailar.
Karma se despojó de su saco y dobló las mangas de su negra camisa hasta bajo los codos. Okuda estaba sentada a su lado en uno de los elegantes sofás que había, observaba como él se soltaba un poco la corbata y su manzana de Adán moverse cuando tragó.
-Así que ¿Por qué un vestido rojo? – Apoyó un brazo en el respaldo del sillón. Le dio esa sonrisa entre coqueta y traviesa, esa que hacía que el corazón de ella comenzara acelerarse.
-B-bueno, Nagisa-kun me dijo que era tu color favorito - Se sonrojó y Karma juró morir de ternura.
-¿Nagisa? ¿Fue con ustedes? Ah, estoy seguro que Nakamura lo obligó - Ella rió suavemente asintiendo.
-Ella dijo que necesitaríamos la opinión de un chico.
-Entonces me hubieran dicho a mí.
-No es posible, porque... - Se colocó un mechón de su cabello púrpura detrás de la oreja y tragó nerviosa.
-¿Porque? - Él le instó a que continuara.
-Um, porque no te habrías sorprendido, y quería que no supieras como iba a venir - Karma se sonrojó un poco y le dio una sonrisa reconfortante, se acercó más a ella y se humedeció los labios. Okuda no se movió, puede que le robara su primer beso, pero si era él no le importaba nada.
Y ese ansiado beso llegó, pero en la mejilla de la chica, mientras que él le acariciaba la otra. Se miraron a los ojos y él la halagó.
-Estás muy linda.
-Estás borracho - Okuda le sonrió ampliamente.
-Puede ser, pero mañana ya no estaré borracho y tú seguirás igual de linda - Rieron.
La velada transcurrió no tan calmadamente, Karasuma recorría la sala regañando a algunos, que según él estaban muy cerca, mientras que Koro-sensei no podía dejar de reír y escribir emocionado en su cuaderno.
Ya pasadas las 3 am, la clase entera dormía plácidamente en cualquier lugar que encontraran.
Literalmente, porque Okajima, Terasaka y Sugaya estaban tirados en el piso. Okuda seguía en el sillón con su cabeza recargada en el hombro de Karma (quién atrevidamente pasó su brazo por los hombros de ella), Kanzaki, Nakamura y Yada tenían su cabeza escondida entre sus brazos, sentadas frente a una de las mesas redondas que habían.
Nagisa tenía su cabeza en el regazo de Kayano, mientras que Okano y Maehara fueron los más atrevidos, ella estaba sobre él, usando su pecho como almohada, y él yacía en el suelo con los brazos y piernas esparcidos por todas partes.
Los representantes de la clase tampoco se salvaban. Isogai estaba tirado en un sillón grande, tenía su pierna derecha sobre el mueble y la otra colgando. Kataoka estaba sobre el con sus rodillas flexionadas, con su espalda en el pecho de él y descalza.
Karasuma terminó rendido tirado en una silla, y Bitch-sensei recostada en un sofá, con los pies en el regazo de Takebayashi, quien dormía sentado al final del sillón con su cabeza hacia atrás, babeando.
¿Y nuestro súper ser? Él sólo sacaba fotos a sus estudiantes, en las situaciones que se podrían mal interpretar fácilmente, para que luego, el día lunes, poder molestarlos y reírse de sus caras sonrojadas de adolescentes.
Aunque en este momento, no sabemos si aún puede seguir llamándose un 'profesor decente'.
Ansatsu Kyoushitsu se ha vuelto mi anime favorito, y ahora con su segunda temporada estoy convulsionando de felicidad todos los jueves. Me encanta que tenga tantos personajes con los cuales identificarse, me encanta que haya tantas parejas que formar, me enCANTA KARMA. Ok me calmo.
Así que escribí esto porque no sé con cual pareja estoy más obsesionada, espero que alguien más comparta mi amor por estos asesinos y disfrute de la lectura :(
Gracias por darse el tiempo de leer, no olviden sus reviews 3
