Disclaimer; Lógicamente los personajes no son míos. No hay intención de lucro alguno.
Advertencias; Obviamente es slash, es decir relaciones homosexuales. Va ser un tanto Universo Alternativo, así que pido de antemano disculpas por las rarezas que van a parecer. Si por algún motivo te parece que leer esto te puede ofender de algún modo, por favor no lo leas.
Anillo
Prólogo
Tres días hace que todos presentan su respeto al rey. Porque el rey se muere. Él se está muriendo, la enfermedad le consume o mejor dicho la vida le pasa cuentas a él, que ha sido todo un conquistador, solamente ha conocido la derrota en una ocasión, pero que muy pocos conocen este hecho, por todos será recordado como invencible, será conocido como el magno. Ha ganado una batalla tras otra, no se ha rendido nunca, pero es el momento de claudicar. La vida le dice hasta aquí, Alejandro, tu tiempo se ha acabado.
En estos momentos es como cualquier hombre. Ya no es un dios, no puede salvarse y él lo sabe, pero no le importa en absoluto, hace tiempo que nada le importa lo suficiente. Está cansado de la vida. Su sueño no se verá cumplido. No verá la unión entre Europa y Asia. Su gran imperio y Babilonia como su capital.
Vuelve a pensar en su sueño, no lo había vuelto hacer desde que él murió, su alma gemela, su Patroclo. Pensar en él, todavía duele, dolerá hasta su último aliento de vida. ¿Y después?
Es curioso, ahora que va a morir, lo ve todo más claro. Hay cosas que cambiaría, sí, pero el pasado es eso, pasado, su presente se termina y futuro no tiene. Al menos no en esté mundo. Pronto verá a Caronte, quien le exigirá las dos monedas para cruzar el Estigia.
Oye murmullos, voces, por qué no le dejan tranquilo. ¿Por qué no se van con sus malditas ofrendas¡Aún no está muerto!. Quiere un poco de tranquilidad.
- Te queremos Alexander.
Sí, lo ha oído en varias ocasiones. Él también les quiere, pero se tiene que ir. Ya no habrá más batallas, ni más fiestas, ni sueños, ho habrá nada más.
Gira su cabeza, cada vez ve con menos claridad el busto de su Patroclo. Sólo un poco más y estaremos juntos se dice. Por Hades y todos los dioses eso espera.
- Espera, espera unos meses para ver a tu hijo- es la voz de ella, la voz de aquella joven que ahora, después de tanto tiempo le dice que va a ser padre. Por qué no antes.
Lo siento mi hijo no voy a enseñarte nada ni hablarte de él, ni de nuestras expediciones y conquistas, ni de lo hermosa que puede ser la vida y lo terrible que es al mismo tiempo.
- Te lo suplico Alejandro¿quién?- es la voz de su buen amigo y compañero, Perdiccas.
¿Quién? Esas es una buena pregunta, el imperio se desmoronará después de su muerte. Está convencido.
- El mejor... - apenas puede hablar, no puede terminar la frase y puede sentir como todos hacen sus especulaciones a esas dos simples palabras.
Tanto dolor es necesario. Tal vez hubiera sido mejor morir con Bucefalo en un batalla, luchando y no ser vencido por un enemigo que no puede ver, y mucho menos, combatir.
- Sufre, sufre. Lenta y dolorosa es tu muerte Alexander.
¿Quién ha hablado¿quién le ha susurrado con tanto odio?. Abre los ojos y ve una mirada verde llena de rencor y desprecio. Una mirada que no es la primera vez que ve. Sí, en la muerte todo es más claro, los amigos siguen a tu lado y los enemigos se presentan.
- Déjele tranquilo- Bagoas, sirviente fiel, amante y amigo que ha compartido con él muchos de sus miedos y temores, al igual que sus alegrías. Tanta fuerza hay en él, que nadie lo diría de una persona que parece sumamente dócil y delicada. Hace meses que no le había oído hablar. Sigue enfadado, pero aún así le defiende de su enemigo, apartándolo de su lado. No quiere morir cerca de un traidor a su corazón.
¿Por qué no se dio cuenta? En que momento el amigo se volvió enemigo. O acaso siempre fue su enemigo.
Si hay algo que todo el mundo dice, es que cuando vas a morir vez tu vida en un instante. El tiempo ya no importa. Sólo la vida, su vida.
