La varita nunca moría.
Sus dueños si. Y ella se quedaba sola
Tres hermanos. Uno a creo, pero, al poco tiempo, murió .Sola
El bandido, su nuevo dueño y que la robo, fue también robado al poco tiempo.
Sola.
Y así pasaron cientos de años.
Hasta que la tuvo un hechicero rubio
Ella no quería estar con el, lo odiaba le daba una mezcla de asco y lastima.
Ojos azules. Su nuevo dueño.
Con el, era feliz, muy feliz.
Y , ahora, esta en un sepulcro blanco.
Solo por que el niño no quería llevársele; o juntar las Reliquias para, por fin, ser liberada.
Pero ahora, por esos momentos, no había nadie que la tuviera.
Sola
