Shh… Soy un asesino
Shh… Soy un asesino, un asesino en serie. Un asesino a sueldo. Mi próximo objetivo podrías ser tú, o tu familia, ¡o incluso tu perro!
-Esa sería, sin lugar a dudas, la presentación del asesino más temido de todo Londres. El más temido, y el menos conocido. Nadie conoce su nombre, nadie conoce su cara, y nadie sabe de su residencia o localización, pero todos saben que deben andarse con cuidado por las calles de Londres, ya sea de noche, de día o debajo del agua. Dicen… que lo último que ve la víctima al morir es un resplandor plateado…
-Oh… y, oye, ¿Cómo es posible que "lo último que ve la víctima" sea eso, si nadie ha sobrevivido para contarlo? –preguntó el incrédulo cliente-.
-Toushe –dijo el tabernero-. En eso tiene razón, pero… la historia es bastante inconcluyente, eso del resplandor plateado… bueno, es bastante contradictorio, porque todo el mundo sabe, que el verdadero terror en estas calles, es Silver…
-¿Silver?
-Algunos dicen que es una mujer, otros dicen que un hombre –se encogió de hombros-. Pero lo más inquietante de todo… es que algunos dicen que es el mismo diablo, reconvertido en hombre, y que cada víctima suya, lo cual explicaría la falta de piel en la misma, es devorada por el demonio, dejando solo el relleno… -el cliente se encogió en la silla-. Pero, como decía, tan solo son historias… -rió secamente el tabernero-.
Tal y como decía el tabernero, las calles de Londres ya no son seguras. Estamos en el año 1847. Las "sociedades secretas"; como a algunos les gusta llamarlas, están a la orden del día. Todo aquél que tenga dos dedos de frente, a las 4 está refugiado en casa, cerrando las ventanas y con una escopeta en ristre. Las mafias londinenses controlan a los políticos, y por tanto, a la ciudad, mientras que los políticos creen que tienen a raya a las mafias. Los asesinos a sueldo cada día son más, y mejores, pero esto dos últimos descritos, son los más importantes de la ciudad.
-¿Sabes dónde puedo encontrar al mejor asesino de la ciudad? –diría un algún jefe de alguna mafia-.
-Sí y no. Eso depende de a quién quieras –diría su contacto-. Yo usé a Silver la última vez. Toma, esta es su tarjeta. Mandaré a alguien para concertar una cita.
Estos "asesinos a sueldo" o en serie, atacan siempre en la oscuridad, por lo que la mayoría de los negocios deciden tener un par de farolillos en la entrada. Cualquiera que ose a estar demasiado tarde en la calle, demasiado lejos de la luz, corre el riesgo de sufrir "un pequeño" accidente, y aún más si tiene algún negocio entre manos
Los dos más importantes de la ciudad, eran los mejor escondidos. Nadie les conocía, nadie sabía que existían, pero todos les temían. Así fue hasta ahora, cuando cada uno, se alía con una mafia diferente, dándole lugar al Proyecto GEM.
La única forma de contactar con ellos, es mediante citas concertadas por los últimos que se sirvieron de sus servicios. Es una de las formas más seguras que existen, y ni siquiera estos saben donde residen. Las dejan en la recepción de algún lugar, y cuando llegan, ellos se las llevan y listo.
La mayoría de los que deben dinero, se encuentran encerrados en sus casas, muertos de miedo. Incluso los gobernadores del país, y muchos miembros del Parlamento lo están, y su única salida, para librarse de sus amenazas, es precisamente, los asesinos a sueldo.
Topos, compinches y filtraciones hacen cada día la ciudad menos segura. El nombre apropiado para este fic hubiese sido "Red de Mentiras", pero ya estaba cogido por una película que estrenaron hace poco.
Y lo más increíble de todo, es que una de esas dos mafias, la gobierna el propio Juez Turpin.
El cliente sale amedrentado de la taberna, tapándose fuertemente con su abrigo, intentado resguardarse del frío Londinense. Al fondo de la calle, la cual está desierta, una figura sinuosa hace su aparición, caminando lentamente. El cliente, muerto de miedo, se queda paralizado en medio de la calle. Demasiado lejos de la luz del farolillo como para que alguien lo vea. Cuando la figura está ya demasiado cerca, y es imposible echar a correr, su mano –pequeña pero fuerte-, le agarra de la camisa y lo empuja contra un callejón.
-¿Qu-quién eres? –tartamudea el aterrorizado hombre-.
-Hola, me llamo Silver, y soy tu peor pesadilla.
Lo último que ve el hombre, antes de perecer, es un resplandor plateado…
