Y vivieron felices…
Por Mel-Gothic de Cáncer.
Cuando era niño tenía muchos planes, en todos incluía a mi hermano, Ikki es el ser más importante en mi vida, pero ahora que han pasado los años, y que ya soy un hombre, me di cuenta que hay algunos planes, donde por mucho que lo desee, el no puede estar. Después de que Saori lograra una paz transitoria con los dioses, al fin tuvimos la oportunidad de vivir una vida normal, ninguno de nosotros se resignó a abandonarla, pero ella nos dio la posibilidad de poder autorealizarnos mientras hubiera tiempo, fue así que impulsado por ella y la Fundación Graude, estudié medicina, y logré graduarme siendo el primero de mi clase, debería ser un hombre feliz por ello, pero él no estuvo ahí para verlo.
Mi hermano sencillamente desapareció, de vez en cuando me envía cartas desde muchas direcciones diferentes, creo que ya ha pasado por todos los continentes, y su viaje no se detiene, es imposible ubicarlo, cada vez que recibía una pista de él, dejaba todo de lado y salía corriendo en su busca, quería darle las gracias por todos sus cuidados, y decirle que al fin podríamos vivir juntos como una familia, pero parece que esas no son las intenciones de Ikki, sé que no tiene ningún problema personal conmigo, pero esa actitud suya de alejarse como si yo tuviera la peste me deprime, no quería que las cosas terminaran así, pero ya me cansé de esperar su regreso, y de pronto, me vi convertido en un adulto, con todas las responsabilidades que ello implica, pero me siento muy solo.
Cuando era un niño, añoraba tener una familia, los consejos de un padre, la calidez de una madre, tener momentos valiosos dentro de un hogar en compañía de mi hermano, muchas veces, pedía en mi oración que nos adoptaran a los dos, y aunque ese anhelo se cumplió, finalmente terminamos separados de todos modos. Luego encontré a ese padre que tanto deseaba, mi maestro, pero volví a quedarme sin familia cuando fue asesinado, pero desde ahora, he decidido que formaré mi propia familia, la protegeré y le entregaré todo el amor que me fue arrebatado desde que nací, en este año que dará inicio me propongo cumplir mi sueño al lado de la mujer que amo.
Diario de Shun, Tokio, 31 de Diciembre.
Año Nuevo.
La media noche pasó deprisa, como si el tiempo realmente se escurriera en el agua. Atrás quedó la limpieza de toda la mansión, la cena, los fuegos artificiales, los abrazos, las frases de sus amigos haciendo las primeras cosas del año. Shun estaba sentado en el techo de la mansión, solitario, entristecido, pensando en que era otro inicio de un nuevo año sin su hermano, pronto amanecería, hacía mucho frío y la mayoría de los habitantes de la mansión Kido, animados por Seiya se dirigieron al templo más cercano para ver los primeros rayos del sol y pedir un deseo. Pero él no estaba de ánimos para salir a divertirse con el grupo, sólo quería permanecer así, observando el cielo, y esperando el momento apropiado para pedir su propio deseo, tener el valor suficiente para poder decirle a aquella persona especial lo que sentía y que no fuera rechazado por ella.
- ¡Aquí estás! De verdad eres difícil de encontrar cuando te lo propones- escuchó aquella voz que tenía la fuerza suficiente para sacarlo de ese estado de melancolía.
- Pensé que irías con Seiya y los demás al templo- contestó volteando a ver la ventanilla abierta de la buhardilla por donde él había logrado trepar hasta el techo, June asomó su rostro y sacó su mano para hacer un ademán de saludo.
- Lo siento, no quise que te quedaras sólo, al menos no en año nuevo, si no te molesta, traje dos tazas de chocolate, serían las primeras del año- sonrió enseñándole una charola con dos tazas del humeante brebaje.
- No era necesario, así estoy bien- Shun se movió en dirección a la ventanilla para ayudar a June a subir junto con él.
- Pero hace mucho frío, y no es bueno que te enfermes, terminadas las vacaciones tendrás que regresar a trabajar a la clínica de la Fundación, y pasar tu tiempo libre con gripe no me suena a un buen panorama- explicó mientras Shun le quitaba ambas tazas de chocolate en un gesto cortés para que pudiera subir con calma.
Con bastante agilidad, y en tan sólo unos minutos, ambos estaban sentados muy cerca el uno del otro en el techo de la mansión, esperando los primeros rayos del sol.
- Tenías razón, este chocolate está delicioso- sonrió Shun luego de probar un poco, ya que el dulce aroma fue suficiente para tentarlo en medio del frío.
- Me alegra que te gustara- contestó June bebiendo un poco del suyo para entrar en calor- por cierto, para este año ¿Has hecho algún propósito?-
- ¿Propósito?- preguntó Shun poniéndose tenso ante aquella pregunta, claro que tenía un propósito, y ella tenía mucho que ver en ello.
- Sí, se lo escuché a Seiya, dice que es una moda en muchos países que te fijes una meta para el año que recién inicia, yo lo he estado pensando con cuidado y le pedí a la señorita Saori que me permita regresar a Isla Andrómeda para poder continuar con la reconstrucción- June miró hacia el cielo que poco a poco cambiaba de colores, empezando a clarear- dijo que después de las fiestas me daría una respuesta.
- ¿Eso quieres hacer? Pero June, Saori te dio la oportunidad de que pudieras autorealizarte estudiando lo que quieras- contestó Shun a sabiendas que si ella regresaba a la isla como amazona pasaría mucho tiempo antes de volver a verse.
- Sí, lo sé, estos años que estuviste estudiando medicina y que me ordenaste que viniera a vivir a la mansión, logré nivelar mis estudios, pero no soy muy buena en eso, sólo se me dan los deportes, y las tareas domésticas- la joven se rascó la cabeza como si pensara con mucha dificultad otra cualidad que tuviera, sin poder encontrarla.
- ¿Y qué sucederá con tus estudios de biología? Pensé que cuando terminaras hace trabajarías en el instituto de investigación de la Fundación, cerca de la clínica- Shun impulsivamente sostuvo la mano de June con fuerza.
- Estudié porque me gusta la botánica, pero las otras cosas no se me dan, reprobé un par de cursos y definitivamente no creo que sea capaz de terminar lo que empecé, así que congelaré mis estudios, es más imperioso que regrese a Isla Andrómeda, allí hay gente que me necesita, después de las doce casas, Athena me ordenó que convirtiera ese lugar en un refugio para las personas que huyen de las guerrillas en África, y aunque dejé a cargo estos últimos años a Spica y Reda, creo que ya es hora que regrese- la joven se ruborizó ante el gesto de Shun, Desde la graduación de su amigo, ella había estado meditando, y llegó a la seria conclusión de que no era lo suficientemente buena para él, por ello, su regreso a la isla era sólo una excusa para poder alejarse del Caballero de Andrómeda antes de que le doliera más la partida. Durante esos años su amistad volvió a florecer de una forma intensa, ella siempre velaba porque él estuviera bien y le fuera lo mejor posible en sus estudios, lo amaba, y el sólo hecho de imaginar que dentro de poco elegiría como novia a una chica normal, quizás alguna compañera de trabajo, le generaba una profunda tristeza, no quería estar en ese momento, lo mejor era desaparecer cuanto antes.
- Pero June, ellos han hecho bien su trabajo, no hemos recibido quejas y Saori está muy contenta con los resultados de la reconstrucción, no es necesario que tengas que regresar- intentó convencerla Shun de que no se marchara.
- Ya te dije que es mi propósito para este año, quiero cumplirlo- June parecía decidida, o al menos trataba de fingir de que lo estaba, pero Shun no iba a permitir que eso sucediera, por eso, tomó una rauda decisión en ese momento, antes de pedir su deseo al primer rayo del sol le confesaría a la amazona sus intenciones.
- No puedes irte, no todavía, June, escúchame con atención, yo…tengo un propósito para este año, pero si tú no estas no podrá cumplirse- dijo con voz grave.
- ¿Qué? ¿De qué hablas Shun?- June se sorprendió al escuchar esas palabras tan repentinas, pero el Caballero de Andrómeda se puso de pie y bajó rápidamente hasta la ventanilla de la buhardilla.
- Te lo diré en seguida, espérame un poco, no te muevas de aquí- dijo desapareciendo por unos breves instantes.
- ¿Qué le pasa?- June suspiró angustiada, ¿Qué propósito se había hecho Shun que tuviera relación con ella?
Afortunadamente no tuvo que esperar demasiado tiempo, ya que pronto su acompañante regresó con las mejillas sonrojadas y su respiración se escuchaba bastante agitada.
- ¿Estás bien? cualquiera pensaría que saliste a hacer ejercicio- comentó June saliendo de su angustia, pero en el preciso momento en que extendió su mano para ayudar a Shun a sentarse junto a ella, este la tomó con firmeza y se negó a soltarla.
- Yo tengo algo diferente que proponerte, pero sólo si no regresas a Isla Andrómeda, no quiero que pienses que lo digo por el asunto de la máscara, sé que estas obligada a amarme o a matarme, pero yo…- la respiración de Shun continuaba acelerándose al igual que los latidos de su corazón.
- ¿Tú?- murmuró June quién también estaba agitada por aquella situación, con Shun tan cerca, casi rozando su nariz, sus mejillas comenzaron a arder, y sintió que él tomaba su mano izquierda, quitaba el guante de lana que traía puesto y deslizaba algo helado en su dedo anular.
- Mi propósito para este año es que quiero formar una familia…y tú, June, tú… ¿Aceptarías casarte conmigo?-
El tiempo pareció detenerse en ese instante, pese a que finalmente los primeros rayos del sol iluminaban el rostro de ambos. June no podía creer lo que estaba escuchando, pero al ver un anillo de plata con un zafiro incrustado rodeando el dedo anular de su mano izquierda se dio cuenta que no se trataba de un sueño.
Miró el rostro de Shun, el cual se notaba nervioso, esperando una respuesta, intentó decir algo, las palabras no podían salir de su garganta porque un nudo se formó en ella, respiró para poder esbozar nuevamente una respuesta, pero repentinamente el paisaje a su alrededor se nubló en un mar de lágrimas, él se había fijado en ella, quería que estuvieran juntos para siempre no por la ley de la máscara, sino porque él lo deseaba.
- Sí- murmuró tratando de que la voz le saliera, aunque le pareció que eso había sonado más a un carraspeo que a una respuesta, pero el rostro de Shun en lugar de permanecer expectante cambió a una enorme sonrisa y la estrechó en un cálido e intenso abrazo, dándole a entender que sí escuchó lo que dijo, y cogiendo el rostro humedecido de June, Shun se atrevió a besarla por primera vez.
Tomar la decisión de regresar a Isla Andrómeda me resultó algo demasiado difícil, en el fondo, sabía que era la mejor de mis opciones, lo entendí desde que vine a vivir con Shun a la mansión Kido, Tokio es una ciudad increíble, pero demasiado ajetreada para alguien como yo, que creció en una isla, con la idea de vivir y morir por proteger a una diosa, hay personas que se incorporan rápidamente al sistema, y hay otras que no nos acostumbramos.
Creo que la única razón por la que me quedé fue porque Shun me lo ordenó, y también porque su amistad y la de Marín hicieron de mi estancia en Tokio algo más llevadero, aunque debo reconocer que quién más logró ayudar a que me adaptara fue la señorita Saori, cuando mi maestro nos enseñó quién era Athena, jamás pensé que fuera correcto ser amiga de una diosa, porque además de ser una de sus guardianas, yo sólo soy una simple mortal, sin ninguna cualidad especial.
Pero la señorita Saori, desde que la conocí, me hizo entender que no podía protegerla si no éramos amigas primero. Por eso, en agradecimiento a su bondad y a la de Shun, nivelé mis estudios e intenté estudiar una carrera, aunque me resultó demasiado difícil. Cuando vi a Shun graduarse, comprendí que a pesar de que lo amo con todo mi ser, no podía ser parte de su mundo, él ahora es un médico y yo, nadie. Es como si nada hubiese cambiado en mi a pesar de los años, no tengo nada que ofrecerle como mujer, no sabría qué hacer en ese ambiente de gente educada y supuse que él buscaría una chica que estuviera a su altura, que pudiera entender y compartir esa nueva vida que eligió.
Para evitar el dolor de verlo con otra persona, decidí escapar a Isla Andrómeda, al menos ahí sería útil como amazona, pero ahora las cosas cambiaron vertiginosamente en sólo unos minutos, con tan sólo unas cuantas palabras.
¿Aceptarías casarte conmigo? Fue lo que me dijo mientras el primer día de este año daba inicio, creí que era un sueño, no quería despertar nunca más, y al sentir el frío de la sortija que puso en mi dedo me convencí de que era parte de la realidad ¿Qué vio en mi? No lo sé, pero me esforzaré por ser una buena esposa para Shun, por formar una familia con él, desde hoy en adelante sé que estaremos siempre juntos.
Diario de June, Tokio, 1 de Enero.
Hola queridas lectoras y lectores que disfrutan del Shun/June, somos pocos, lo sé, pero eso es lo más lindo porque con cada migaja de fic nos alegramos ¿verdad? siento como si fuéramos un clan o una mini familia, esta historia es mi regalo para todos ustedes que me han seguido desde que inicié en esta página en el año 2010 :) agradezco siempre sus comentarios, simpatía y la gran amistad que me han proporcionado durante estos años.
Obviamente sé que hay varias historias que debo actualizar, he llegado a la conclusión que si escribo presionada la cosa no funciona, pero descuiden que no abandonaré ni Paralelamente ni Saint rockers, como he dicho en otras ocasiones, son fics tan complejos que requieren de toda mi concentración. Pero dejando de lado esos detalles, les cuento que esta historia me surgió porque desde hace tiempo he querido escribir un fic con tintes navideños o de festividades de final de año, y no me habían funcionado, luego, conversando con Lallen, también agregué a mi cabeza que me gustaría escribir cosas cotidianas de la vida de Shun y June, intentando vivir como personas normales (si es que eso se puede) aunque ya saben, siempre tengo que agregar situaciones truculentas porque mi mente es demasiado inquieta, pero prometo que no habrá guerra santa u.u, sólo dificultades del nivel pareja (a mi estilo muajajaja)
Otra cosa que me gusta añadir a mis historias es parte de la cultura japonesa, ya que si bien los caballeros protegen una diosa griega, su primera infancia la vivieron en Japón, y lo más lógico es que su socialización primaria absorvió mucho de esa cultura a pesar de ser huérfanos. Esta historia toma lo que es el concepto de los diarios de vida (miki), yo no sé si esa cosa de intercambiar diarios de vida entre las parejas es de verdad, o si es un invento del manga y animé, a veces creo que nos tomamos demasiado en serio lo que sale en las series y la verdad no es tan así, pero es una dinámica interesante y quisiera que Shun y June hicieran algo así, me parecen el tipo de personajes que considerarían ese tipo de moda xD
Y bueno, gracias a Lallen por sus gratas conversaciones que me han servido de inspiración para esta historia, este cap y este fic están dedicados para ti. Y para todos ustedes mis amigos y amigas lectores, que este 2016 esté colmado de mucha paz, alegría, éxito y prosperidad.
Mel ;)
