Prólogo

El sol estaba desapareciendo hacia el oeste,sumergiendo las cimas de las montañas de Taur en Faroth en una estela rojiza la cual se iba transformando en penumbra a medida de que las sombras ascendian por entre los profundos precipicios y afilados riscos. Por entre las faldas de la cadena montañosa corría el río Narog cuyas aguas partía el peñon de mayor parte de las aguas de Narog seguían corriendo por las estepas hasta unirse con el Gran Sirion, pero parte de ellas caían por un precipicio profundo cerca del peñón y se perdían en las profundidades volviéndose un ríosubterráneo que se llamaba Nargeth y serpenteaba a lo largo de las ruinas de la gran ciudad subterránea de Nargothrond.

Sobre las turbulentas aguas del Nargeth una sombra oscura flotaba siguiendo el curso del rio hasta perderse en la oscuridad profunda.

En la ciudad habían reinado los hijos de Fëanor, el más grande de los Noldor, pero de su esplendor y poderío no quedaba nada y la mayoria de sus grandes tesoros habían sido saqueados. Los elfos oscuros noldorianos, sobrevivientes del ataque del dragon en Nargothrond, se habían dispersado por varias regiones. Un grupo de ellos, liderados por dos de los hijos de Fëanor, Amrod y Amras, llegaron al gran bosque de Taur Im Duinach. Encontrando alli las grandes cavernas excavadas por los enanos de Nogrod en Taur Im Duinach, los enanos habían encontrado ricas vetas de Vanadio y tras haberlas explotado regresaron a su ciudad de origen, dejando atrás unas serie de amplias cavernas que eran conocidas como Zvarenag en el idioma de los enanos, y que posteriormente cambiaron de nombre a Akayadia cuandos los elfos oscuros las tomaron.

Las cavernas de Akayadia no tenían el mismo esplendor que Nargothrond había tenido, pero los elfos habían usado sus habilidades y su magia para remodelarlas y ahora sus paredes estaban adornadas con grandes tallados y símbolos que relataban la sombría historia de los Noldor.

Empezando desde la cima de la montaña, los Noldor habían excavado un conducto que se comunicaba con todas las cavernas y empleando una serie de espejos lograron que la primera luz del sol matutinose reflejara en un prisma ubicado en el centro de cada caverna. El prisma había sido tallado para parecerse a uno de los Silmariles, que eran las joyas mas poderosas y hermosas en toda Arda. Fëanor, el mas grande de los Noldor, las habia creado. Los prismas les recordaban a los Noldor el perpetuo juramento que habían hecho en Tirion. No habria descanso hasta que recobraran los Silmariles robados.

Uno de esos Silmariles estaba en poder de Dior, el hijo de Thingol que reinaba en Doriath al nor-oriente de Nargothrond. Hasta ahora los elfos oscuros no habían podido entrar a Doriath porque estaba protegido por la magia de una de la maia Melian, la Señorade Beleriand, que aunque ya había partido su magia aun existia, nutrida por la presencia del Silmaril. Esta magia formaba un cinturónn de protección alrededor de Doriath que los elfos oscuros no podian traspasar.

A las cavernas de Akayadia posteriormente llego tambien Caranthir cuyo reino había sido destruido por undragón en las montañas Ered Luin y luego de vagar buscando a sus hermanos Celegorm y Curufin en las planicies frías al Nor-occidente sin éxito, se dirigió al sur y en las faldas del Amon Ereb encontró a un elfo explorador que le indico donde podia encontrar a sus otros dos hermanos Amrod y Amras.

Amrod estaba aún obsesionado por los Silmariles y seguia poniendo toda su ímpetu en lograr encontrar la manera de penetrar en los dominios de Dior. Mientras que su hermano gemelo Amras había logrado controlar en gran medida la influencia poderosa del juramento de Fëanor y su mente tenia mucha mas claridad que la de su hermano, por lo tanto dedicaba sus dias a explorar nuevos lugares haciendo viajes largos a lugares remotos y cercanos, buscando siempre apartarse de las obsesiones de Amrod.

Amras prefería viajar en la noche guiado por las estrellas. Entre más se alejaba de sus hermanos, más libre se sentía. Por eso cuando Caranthir llegó a Akadiya, Amras no se encontraba alli. Tras dos lunas llenas despues de la llegada de Caranthir, Ishtaelvolvió a las cavernas y trajo con él noticias del Norte que iban a cambiar el destino de los hijos de Fëanor.