DISCLAIMER:

Los personajes no son míos son de la gran autora Naomi Takeuchi solo los uso para mi historia que participa "Reto de Cumpleaños de Seiya" del Foro Ladies Kou. Sera un Seiya x Usagi.

SUMMARY:

El es un noble Rey, pero por ordenes de su corte y para salvar su reino, tendrá que desposar a una princesa rica, pero su amor y corazón le pertenecen a una humilde sirvienta que siempre esta al pendiente de el.

¿Qué podrá más el deber o el amor?

AMOR PROHIBIDO

Capítulo 1

Como todas las noches, a la orilla de un lago se encontraba, una joven sirvienta de cabello rubio amarrado en una coleta, ojos azules y piel blanca, sostenía un relicario entre sus manos, esperaba impaciente que el dueño de su corazón llegara, cuando por fin oyó el sonido de su caballo, sé giro y lo vio tan fantástico desde su pelo negro amarrado en una coleta, sus ojos zafiro y su hermosa sonrisa, portaba su traje en color azul, cuando por fin el se bajo de su caballo la abrazo y la beso tan apasionadamente, que solo se separaron por falta de oxigeno y entonces el hablo.

-Mi tierno y dulce bombón ¿Cómo te encuentras? – preguntaba amablemente el joven mientras acariciaba con su mano su rostro.

- ¡Tú sabes que un poco cansada!, ya que alguien no dejaba de darme ordenes – contestaba a modo de regaño la joven.

-Vamos Usagi no te enojes conmigo ¿yo que mas quisiera no dejarte hacer nada?– contestaba sincero Seiya mientras abrazaba Usagi.

-Lo se Seiya, solo estaba bromeando, me gusta servirle a mi adorado Rey– contestaba Usagi mientras también lo abrazaba y respiraba el dulce aroma de su piel.

-Sabes bombón, me gusta disfrutar tu compañía a solas pero, hay algo que quisiera contarte pero… - dudó Seiya en continuar pero sabía muy bien, mejor que lo oyera de el, que se enterara de otras personas.

-Bombón recuerdas que hace unas semanas tuve una asamblea urgente con mi corte real, me temo que mi reino esta teniendo una difícil situación y la única solución que encuentran es ¡Qué tendré que casarme con una rica princesa! – contaba con tristeza Seiya, mientras bajaba la mirada y sostenía las manos de Usagi.

Ella no podría creer lo que escuchaba el amor de su vida, tendría que casarse con otra y eso era como clavarle una daga al corazón, tendría que ser fuerte por el bien de los dos, porque sabía que era su deber, ya que mucha gente contaba con ese casamiento.

-Seiya se es tu deber como Rey, así con tu pueblo – hablaba con prudencia Usagi – Solamente quiero que sepas que tienes mi confianza, como todo mi apoyo – decía con tristeza Usagi, mientras le resbalaba lágrimas por sus ojos, al darse cuenta de esto Seiya, la limpio con sus dedos.

-Bombón, perdón por hacerte llorar de esta manera, pero quiero que sepas que hallaré una solución, entonces tu y yo podremos ser felices- sonaba obtimista Seiya.

-Calla Seiya ¡sabes que esto no podrá ser, lo sabes perfectamente! -Al terminar la frase, quitó las manos de Seiya de las de ella y empezó a correr y a llorar amargamente.

Al ver esto Seiya lo único que puedo es ir tras ella, pero un Joven de cabello negro, ojos azules con armadura llegaba al encuentro del su Rey.

-Espere mi lord – Ordenaba su caballero –No es bueno que se involucré con un simple plebeya y por cierto llego esto mientras usted hacia su paseo nocturno- Y le entregaba una carta al joven Rey.

Al ver esto se maldijo mentalmente y lo recibió de mala gana, al empezarlo a leer, no podría creer la mala suerte que tenia, primero lo de Usagi su tierna bombón y ahora tendría la visita de las princesas de los reinos vecinos y lo peor las tendría mañana por la mañana, tendría a todos su sirvientes despiertos toda la noche y eso no le gustaba, pero al menos podría arreglar las cosas entre su bombón y el.

- Tendremos que ir al castillo inmediatamente – hablaba con autoridad Seiya al joven – Y por a cierto Darién en un futuro espero que no, te involucres con lo que hago o deje hacer – mira fríamente a Darién mientras montaba su caballo.

-Lo siento mi lord - se excusaba Darién –Pero usted sabe que pronto se casara con una princesa y lo que esta haciendo es traicionar a su pueblo– hablaba sensatez Darién.

-Lo sé y te agradezco tu opinión, pero agradecería que no me molestaras con eso - regañaba Seiya a Darién.

Y así partieron al castillo, mientras tanto Usagi llegaba al hermoso castillo llorando, hasta llegar a los dormitorios de la servidumbre, cuando entro a su cuarto lo primero que hizo es encerrarse y llorar amargamente su situación hasta quedar dormida.

Minutos mas tarde Seiya llegaba al castillo, lo primero que hizo es ordenar a Darién que reuniría a todos los de servicio, cuando todos estaban reunidos, observo con tristeza, que su bombón no estaba, pero al menos podría hablar a solas con ella.

-Perdón por molestarlos a todos a estas horas, pero me acaba de llegar una carta notificándome de que mañana, tendremos visitas de 3 de las princesas de nuestros reinos vecinos y esperó que todos pongan de su parte para que todo se espléndido, para mañana – hablaba con sensatez Seiya

-No te preocupes por nosotros Seiya, te apoyaremos ya que siempre ves por nuestro bienestar – contestaba una joven de cabello corto color rojo, ojos azules, con un vestido sencillo en color morado. - ¿Verdad que están de acuerdo conmigo? – animaba la joven.

- ¡CLARO QUE SI REY SEIYA! –Gritan con emoción la servidumbre.

-Entonces manos a la obra – decía con gusto Seiya.

Y todos se pusieron a trabajar, pero antes de que se fuera la joven se dirigió a ella.

-Espera Molly, ¿no sabes donde esta bombón? –preguntaba con cautela Seiya.

-Vamos Seiya ¿Esta vez que le hiciste a mi amiga? – contestaba enojada Molly mientras se cruzaba de brazos.

-Pues veras… Le tuve que decir que me casare contra –contrastaba muy nervioso Seiya.

- ¿Pero cómo Seiya? – abría los ojos Molly, pues ya sabia de su amor entre ellos y eso era una sorpresa para ella.

-Luego te contare, a hora ¿me podrías decir donde esta bombón? - Sonaba desesperado Seiya.

-Bueno, esta en su cuarto, pero sugiero que la dejes pensar sobre esta situación – contestaba Molly muy apenada por su situación.

-Lo sé Molly, estoy de acuerdo, pero solo quiero verificar que se encuentre bien mi bombón - miraba suplicante a Molly

-Está bien, creo que tendrás que usar esto- le daba una llave a Seiya.

-Gracias Molly – contestaba alegremente Seiya.

Seiya de inmediato se dirigió al cuarto de su bombón, entro silenciosamente, por que pensaba que su bombón estaría enojado con él, pero al observarla durmiendo tan tranquilamente, se alegro de no verla enojada y tal vez mañana arreglaría su situación por lo pronto, le dio un beso en la cabeza.

-Que descanses, mi tierno y dulce bombón- le decía cariñosamente Seiya mientras cerraba el cuarto de ella.

A la mañana siguiente Usagi esta feliz por soñar con Seiya y por otra estaba triste por lo ocurrido de anoche, ya que sabia perfectamente que siempre apoyaba a Seiya, en lo que fuera y esta vez no era la excepción, mejor sería prepárale un rico almuerzo a su amado Rey y llevárselo, para que al menos se disculpara con él.

Cuando por fin, se encontraba en el aposento de Seiya, lo observo muy atractivo, aunque le causó un poco de risa al ver su pelo desordenado, así que dejó la bandeja que llevaba en un pequeño buró que estaba cerca de la cama de Seiya, y lo despertaba.

- Ya despierta dormilón – movía tiernamente a Seiya, mientras que se despertaba fue abrir cortinas.

Cuando por fin abrió los ojos Seiya, observó a su tierno bombón sacando algunos trajes de su armario, así que con mucha cautela se dirigió a ella y la abrazó por la espalda.

-Seiya, alguien nos podría ver -decía nerviosamente Usagi quien tenía un sonrojo en sus mejillas

-No importa bombón, porque quiero que sepas, que no importe lo que pase siempre te tendré en mi corazón – decía seductoramente Seiya al oído de Usagi.

-Lo sé y tú siempre serás mi adorado Rey- contestaba Usagi mientras se voltea y veía a los ojos a Seiya.

Antes que se dieran un beso tocaron a la puerta, pues no tuvo otro remedio que separarse de Usagi quien fue abrir la puerta dejando a un Seiya molesto, pero al ver a una joven de cabellera gris amarrada en una coleta, ojos verdes con un vestido elegante en color verde, tuvo que ocultar su molestia.

- ¿Tu que haces aquí? – preguntaba Seiya quien se dirigía a la joven y le daba un abrazo, al hacerlo esto Usagi se molesto por un momento, pero siguió viendo la escena ya que sabia perfectamente de quien se trataba.

-Vamos primo Seiya, acaso no te acuerdas que tu mismo mandaste una carta, diciendo ¡que necesitabas ayuda con tu futura esposa! – contrastaba la joven alegremente mientras veía con ojos de desprecio a Usagi

-Lo recuerdo perfectamente bien prima Healer – respondía Seiya mientras soltaba a su prima Healer y observaba con discreción la reacción de Usagi, que al momento no era muy buena porque podía observar su tristeza en sus ojos

-Bien, porque al parecer estos atuendos no son apropiados para un Rey y menos para recibir a tu futura novia – reía mientras señalaba su pijama y se sonrojaba Seiya al momento.

-Bueno entonces, si me permiten mis bellas damas- decía cortésmente Seiya mientras abría la puerta e indicara qué se fueran.

Al captar el mensaje tanto Usagi y Healer salieron de los aposentos de Seiya, al estar a fuera y sin que nadie viera Healer le dio una cachetada a Usagi.

-Eso es, para que aprendas tu lugar como sirvienta- decía arrogadamente Healer, ya que sabía que su primo veía a Usagi como algo más que como una simple sirvienta.

-Eso es algo que a usted no le concierne, mi lady- contestaba enfadada Usagi mientras tenia una mano en la mejilla.

-Mira como me hablas Usagi, o ¿quieres recordar que paso hace un año? - le aconsejaba Healer ya que sabía que su querido primo le crearía de nuevo a ella.

Por un momento Usagi quería decirle que eso ya no era necesario, por que ahora las cosas eran diferentes, ya que esta vez tenía el corazón de Seiya, pero tendría que aguantar hasta que Seiya revelara su amor ante ella y las demás personas, pero eso lo vio difícil y ante esa situación se sintió triste y se fue llorando hacia la cocina del palacio.

Al ver esto Healer sonrió por su supuesto triunfo y se dirigió al salón principal a ver a su competencia, por que amaba a Seiya y no estaba dispuesta al dejarlo por esa princesita de tercera, ni menos por una mugrosa sirvientita, lucharía por lo que era de ella.

Minutos más tarde todos se encontraban ya reunidos en el salón principal que era muy majestuoso, desde su techo con enormes candelabros de diamantes, sus enormes ventanales donde se filtraba la luz, el pasillo lleno de hermosos jarrones cubiertos de rosas y en el centro se hallaba Seiya quien portaba su traje de color negro y se esforzaba en sonreír mientras observada desde su trono, a su prima que estaba al lado de él, a sus caballeros entre ellos a su fiel amigo Darién, hasta ver a los del servicio donde se encontraba Usagi quien la vio al lado de Molly quien hasta el momento agarraba su mano ya que estaba preocupada de la reacción de su amiga.

Entonces sonaron las trompetas, las enormes puertas del salón principal se abrieron mostrando a una joven muy bella de cabello dorado recogido en media coleta con un moño rojo, ojos a azules, piel blanca, portaba un hermoso vestido en color amarrillo entonces anunciaron su presencia.

-La princesa del Reino de Venus Lady Minako Aino decía con respeto un joven mozo.

Al pasar la princesa lo hacía con mucha elegancia y gracia, al ver eso Usagi sintió que una parte de ella se quebrara, ya que sabia que no tendría una oportunidad contra esta princesa, pero al menos haría todo lo posible para que Seiya fuera feliz.

Antes de que llegara la princesa Minako a donde estaba Seiya, todos se quedaron sorprendidos al ver a su Rey dirigirse donde se encontraba ella y hablarle muy pícaramente

-Bienvenida Princesa Aino- decía muy galantemente Seiya mientras tomaba su mano de la princesa Minako y la besaba.

-El gusto es mío Rey Kou – contestaba con una sonrisa Minako.

-Nada de formalidades, para usted mi Lady soy solo Seiya – la tomaba del brazo mientras la dirigía por una puerta que daba hacia uno de los jardines.

Al observar eso Usagi no sabía que hacer ante dicha acción de parte de su amado, al ver esto Molly mejor llevó a su amiga hacia la cocina para que al menos procesara la información.

-Vamos Usagi, ¡no es bueno que estés aquí viendo esto! - decía con tristeza Molly.

-Claro amiga, ¿por qué no aguanto esta situación? – decía Usagi mientras le resbalaban lágrimas por los ojos.

Y se marchaban del salón principal, por otro lado Healer esta hecha una furia, pero al menos podría espiar a la parejita, entonces sin que nadie se diera cuenta los siguió.

-Bueno todos a sus obligaciones - hablada con autoridad Darién a los del servicio y se dirigió a la sala de juntas donde lo esperaban los de la corte Real.

Hasta aquí con el primer capitulo estuvo un poco loco ¿No lo creen?, yo que Seiya vendería los candelabros y me quedaría con Usagi, pero veremos que pasa.

Quiero agradecer a todas(o) los que me leen y en especial a las quienes me dieron palabras de apoyo.

Suerte a todas y les mando abrazos estelares