Sumary: Rinto y Lenka jamás fueron buenos estudiantes. Cuando por fin intentaban estudiar, unos ruidos algo pervertidos de sus hermanos menores no se lo permitían. [Drabble]

Disclaimer: Vocaloid no me pertenece, sino a Yamaha y a sus respectivas empresas.


Rinto tomó el viejo libro que sus padres le habían dado hasta hace unas pocas horas. Le dio una vuelta completa al notar que lo tenía al revés. Suspiró, acomodándose la horquilla que tenía en su cabello para no dejar que el cabello le estorbara. Lenka hacía lo mismo con una cinta en la cabeza mientras intentaba leer el libro de física.

Incómodo, se mordió el interior de la mejilla. Las palabras de sus padres habían sido muy claras: "Si no veo un 10 en la boleta, juro que los enviaré a estudiar a Alaska." Maldijo la sinceridad de Klaus Kagamine.

—Esto es injusto... ¡No entiendo nada!—gruñó.

Lenka, riendo un poco, asintió.

—Yo tampoco. Y esos demonios no ayudan nada—masculló levantándose. Supo que se refería a los gemelos que estaban en su ha citación—. ¡Cállense, lacras!

Oyeron un par de risotadas. Lenka se volvió a sentar tomando el libro de física de nuevo e intentaba leerlo por enésima vez en el día. Hizo unos tachones en su cuaderno y siguió leyendo.

No entendía porque miraba tanto a su hermana. Total, era la misma idiota que intentaba leer un viejo y arrugado libro de física. Se parecía tanto a Len y a Rin que le daba asco, pero se recordó a sí mismo que él también. ¿Se notaba que odiaba a los monstruitos que tenía por hermanos? Como deseaba que la broma de "eres adoptado" siguiera haciendo efecto.

Los sonidos volvieron y Lenka se levantó enojada. Le sorprendía, puesto que Lenka era normalmente tranquila como Len mientras que él era más impulsivo y chillón como Rin. De igual manera, se levantó detrás de su hermana, y junto con ella se dirigió hasta la habitación de sus hermanos.

—No los soporto. Justo hoy.

Los gruñidos de su hermana le hacían gracia. Lenka colocó la oreja en la puerta, y él como buen perro faldero, hizo lo mismo. Aunque deseó no haberlo hecho.

—¡Rin, deja mi banana!

¿Banana? Eso no sonaba muy lindo. Enarcó una ceja y siguió escuchando. Pudo notar que Lenka hizo lo mismo.

—Es que... Sabe muy bien—chilló—. ¡Kya~! ¿Qué es ese líquido que sale de ella? ¡Len~!

—Te dije que dejes de tocarla, Rin.

—¡Pero tu banana sabe muy bien! Es deliciosa... Y gorda... Y-y...

Con los ojos abiertos como platos, Lenka y Rinto abrieron la puerta, encontrándose con Rin comiendo una banana, literalmente, y Len molesto en su respectiva cama. Lo extraño era que Rin sacudía una de las bananas que chorreaba un líquido marrón.

—Es caramelo con canela, baka.

Rin los miró por un momento, ignorando a su hermano.

—¿Qué hacen aquí?

Rinto y Lenka negaron al mismo tiempo.

—N-Nada.


Esto es lo que sucede cuando Mar se aburre estudiando :). Me ha quedado kawaii y pervertido, but daiwá. Besos.