Hola, los personajes no me pertenecen, son propiedad de Rowling y esta historia es vieja y está re-reditada, pero definitivamente no tiene ningún fin de lucro.
¿Profesores?
El bullicio era notorio en el edificio, gente iba y venía, muy enfrascada en sus labores, uno que otro saludaba a alguien al pasar, pero sin extenderse demasiado, el tiempo siempre apremiaba por esos lados y nadie estaba dispuesto a hacer enojar a alguno de los cabecillas de la oficina. Para efectos de esta historia, nos centraremos específicamente en un alto chico de cabello negro y gafas, que también era parte de este movimiento constante. Él iba muy sumergido en sus audífonos sin prestar demasiada atención a su alrededor, no le gustaba mucho andar por ahí, no le gustaban las miradas o sonrisas de algunas chicas o chicos incluso, le dedicaban, lo hacían sentir incómodo. Se apoyó cómodamente contra una pared y marcó el ritmo de la música con su pie, la paciencia no era algo que lo caracterizara, pero estaba seguro de que tendría que esperar a sus amigos un buen rato.
Pasó una chica y le sonrió, por no ser descortés devolvió la sonrisa, tampoco es que fuera un santurrón, había tenido sus aventurillas por ahí, no era que lo negara, pero tampoco era algo que fuera importante, no tenía esa veta de casanovas, él prefería algo más tranquilo, sin demasiadas complicaciones, ni arrepentimientos. No le gustaban los romances escandalosos, ni las relaciones conflictivas y de un tiempo a esta parte, al parecer el destino estaba empeñado en que esas fueran las relaciones que se cruzaran en su camino, por lo que hace un tiempo que había decidido mantenerse alejado de las pistas, como decían sus amigos. Ellos también decían, que era demasiado despistado, que no notaba lo que se perdía en muchas ocasiones, pero bueno, él estaba bien así.
Dos chicos se acercaban al joven anti-romance y al parecer, la cosa no venía muy tranquila. Se veía un pelirrojo rojo hasta las orejas y a un rubio con una sonrisa petulante en rostro. El pelinegro soltó un suspiro, guardó su aparato de música y se preparó mentalmente para lo que se venía próximamente.
-¡Consíguete una vida Malfoy!-escupió el rojizo joven de ojos azules, con una altura más que considerable y unas pecas en el rostro, casi adorables.
-Y tú una mujer Weasley-contraatacó el platinado de ojos grises, unos centímetros más bajo que su compañero, él tenía esa mirada helada, pero bastante sugerente- Ah espera! Verdad que yo me quedé con tu chica-esa fue la estocada final, la sonrisa se acentuó en sus finos labios.
Harry, leoncito o simplemente Potter, un joven de grandes ojos verdes con una estura similar a la de su pálido amigo y un aire algo melancólico y misterioso, quién era el que completaba esta pintoresca situación, seguía mirándolos, contando mentalmente cuantos segundos faltarían para que Ron se abalanzara sobre Draco y él tuviera que intervenir para evitar que alguno de sus amigos fuera apresado por asesinato. No hizo falta mucho más, vio al ojiazul apretar los puños y supo que ese sería el momento de su célebre aparición
-Basta-no gritó, mantuvo un tono neutral, pero fue totalmente tajante-No sigan o Minnie nos colgará a los tres y ya bastantes problemas hemos tenido, esa mujer intimida mucho cuando se lo propone y como ya sabrán es justo con ella con quién debemos vernos ahora-eso no daba espacio a replicas, pero sus amigos no serían ellos mismos si no dijeran algo, el asunto de tener la última palabra era realmente un síndrome entre ellos
-Uy si habla Harry-imán para los problemas-Potter, realmente no eres el más indicado para mencionar a Minnie y sus sanciones, porque eres tú el más rompe-reglas de los tres-esa fue la respuesta del ojigris, al parecer era su día de victorias verbales
-Si es cierto, pero si rompo las reglas es por hacer lo que creo correcto, no por dármelas de chico malo como tú, huroncito-Touché, un Knock Out directo en el rostro. Una leve sonrisa se presentó en el rostro del señorito de gafas, pero fue rápidamente reemplazada por un gesto más serio-Entremos
No hubo más palabras y tras cruzar una puerta, una amplia habitación los recibió, los grandes ventanales dejaban a la vista la vorágine de Londres, mientras el crepúsculo se cernía lentamente sobre los cielos veraniegos de la ciudad. El mobiliario era más bien sencillo y práctico, lo más destacable eran las estanterías llenas de libros y los diversos diplomas que descansaban esparcidos por las paredes, además de un gran escritorio de madera acompañado de una silla que en esos instantes sólo permitía la vista de su alto respaldo. Se escuchó un ruido ligero del giro del asiento y en el campo de visión de ellos, apareció una imponente mujer de rasgos maduros, pero que seguramente en su juventud fue bastante guapa. Ella poseía un look absolutamente estoico, su cabello cano recogido en un apretado moño alto y un traje de dos piezas, a cuadros en tonos burdeos, algo cómodo, pero elegante. La perfecta combinación que sólo conseguía Minerva Mcgonagall o Minnie como la llamaban contadas personas, con el conocimiento y la seriedad reluciendo en sus ojos, una mujer respetable, de convicciones firmes y fiel amante de las reglas. Es aquí donde entran nuestros momentáneamente olvidados tres muchachos, quienes eran justamente la antítesis de eso, demasiado relajados, algo impetuosos y con una relación caprichosa con las reglas, ciertamente unos especímenes difíciles a los ojos de Minerva, pero demasiado talentosos como para dejarlos ir.
-Siéntense chicos-no tuvo que repetirlo, al segundo ellos ya estaban acomodados frente a su escritorio con un gesto interesado, secretamente disfrutaría ver sus caras al decirles lo que tenían que hacer. Sí, incluso ella, tenía un lado travieso-Bueno, vamos directo al grano, el tiempo aquí es un bien preciado-Alcanzó un pequeño control remoto y luego de apretar un botón una pantalla plana bajó del techo hasta quedar perfectamente puesta donde los cuatro pudieran ver lo que se mostrara sin problemas
-¿Qué sucede Minerva?-preguntó Draco rompiendo el breve silencio, cruzándose de brazos con un claro gesto de duda
-Nada grave, quiero asignarles su siguiente misión, esta será totalmente distinta a cualquier cosa que hayan hecho hasta ahora, porque no serán sólo ustedes tres. Ahora hay tres estudiantes a su cargo, deberán prepararlas y enseñarles a explotar al máximo sus capacidades-los tres estaban de una pieza, no se esperaban eso-Es sabido que la paciencia no es una virtud asociada con ustedes, por lo cual deberán trabajarla en una situación extrema como esta, esta será la última prueba tanto para ustedes como para sus estudiantes, seguirán pautas estrictas que les enseñarán a adaptarse a diferentes situaciones. Aquí está en juego tanto su puesto en la agencia como el de ellas, así que necesito que hagan un buen trabajo-la sorpresa aún estaba en sus caras, pero sus ojos brillaban de entendimiento, iban captando la situación
-¿Seríamos sus profesores?-fue el turno de Harry de hablar y se acomodó las gafas, esto pintaba para un desafío interesante, estaba intrigado
-Exactamente señor Potter, les mostraré sus datos para que manejen una primera información y el detalle les será enviado a sus tablets, podrán revisarlas cuando vayan camino a la que será su casa y centro de entrenamientos, los próximos dos meses-eso fue algo nuevo, nunca se quedaban tanto tiempo en un refugio, al parecer esta misión se salía de todo lo establecido. La pantalla mencionada anteriormente se encendió y mostró la foto de una chica rubia de rostro simpático-Ella es la señorita Luna Lovegood de 20 años, su especialidad es la micro-tecnología de espionaje y el manejo de armas, una alumna excepcional y con una capacidad sorprendente de encontrar soluciones alternativas. El rubio del problemático trío sonrió levemente, su espíritu conquistador apareció de pronto iluminándole el rostro-Ni siquiera lo piense señor, esta es una misión seria así que le agradecería que mantuviera sus hormonas dentro su propio cuerpo, sobre todo dentro de sus pantalones-risas ahogadas se escucharon de los otros dos y la señora sonrió imperceptiblemente
-Así le quitas la diversión Minerva-se quejó el ojigris moviendo la mano en un gesto aburrido
-Puede ser, pero lo que importa es hacer las cosas bien, no atender distracciones innecesarias-ella apretó un botón y la imagen de la pantalla cambió, dejando ver a una pecosa pelirroja muy parecida a Ron
-Esa es mi hermana-exclamó el pelirrojo seriamente sorprendido
-Exacto señor Weasley y déjeme decirle, tiene una hermana muy talentosa, su capacidad como estratega es excelente y está especializada en espionaje e infiltración
-Quién lo diría, que alguien tan feo tendría una hermana tan guapa-el tono humorístico en las palabras de Malfoy, se esparció como pólvora por la habitación y encendió el enojo de su compañero pecoso, quien estaba listo para empezar un discusión ahí mismo, si no fuera por la mirada que les dedicó su superiora
-No es momento de bromas señores-la imagen cambió nuevamente mostrando a una castaña de gesto algo serio, pero bonitos ojos miel-por último, tenemos a Hermione Granger de 20 años, la mejor estudiante que ha tenido esta agencia en años, con una envidiable capacidad de deducción, está especializada en computación y tácticas de defensa personal-decididamente estas chicas eran cosa seria-Ahora veremos un video que ellas hicieron para ustedes
La pantalla se fue a negro y escuchó el ruido que hace una cámara al encenderse, todos estaban más que atentos al video
-¿Esta cosa está prendida?- preguntó una voz femenina
-si le sacaras la tapa funcionaría perfecto-dijo una segunda voz con burla
-¡Oh cierto! Que despistada-respondió primera voz algo avergonzada-y se supone que soy yo la que sabe del tema-este comentario fue acompañado de una risita. La pantalla pasó de negro a mostrar el rostro de la chica rubia que tenía una enorme sonrisa-¡Hoooooooola! Yo soy Luna-saludó la joven alegremente levantando los brazos
-si sonríes así seguramente se van a espantar-dijo una tercera voz y la cámara mostró a una despeinada castaña envuelta en una toalla, apoyada en el dintel de la puerta del baño-¡Apaga eso! No estoy ni vestida-esta chica desapareció tan rápido como llegó, tras cerrar la puerta con fuerza
-Bueno esa gruñona que acaban de ver es Hermione Granger-dijo la ojiazul sonriéndole nuevamente a la cámara. En ese instante apareció la rulosa señorita ya vestida, ella también sonrió aunque con un toque más malévolo, agarró una almohada y la lanzó directamente al rostro de su simpática amiga. La pelirroja rio sin reservas, lo que significó recibir su propia dosis de almohadas de manos de Looney, como la llamaban ellas.
La cámara quedó olvidada unos minutos, pero los espectadores fueron testigos de varios cojines más volando por los aires, a los minutos volvió a aparecer un rostro y fue el turno de la pequeña pelirroja de presentarse
-Hola yo soy Ginevra Weasley, pero pueden decirme Ginny-se acomodó un poco el cabello y guiñó un ojo con una sonrisa digna de comercial de pasta dental. La última señorita también se dejó ver, primeramente su mata de pelo castaño y luego el resto de su cuerpo al ponerse de pie. Tomó la cámara y fue a sentarse, luego de acomodarse brevemente, también hizo la presentación respectiva
-Ahora falto yo, soy Hermione Granger, a la distancia puedo decir que es un gusto y siento todo este desastre, estas señoritas están un poco locas-un mohín bastante gracioso de dibujó en su pequeño rostro
-No vengas con cosas, tú estás igual de loca que nosotras-reclamó Luna sentándose junto a ella y apoyando la cabeza en su hombro
-Es cierto, no te hagas la normal sólo por parecer correcta-segundó Ginny también tomando asiento y despeinándola en un gesto cariñoso
-Ya sí, pero sólo porque me junto demasiado con ustedes-se escucharon risas suaves, mientras al otro lado en la enorme habitación los cuatro espectadores tenían una bonita sonrisa en el rostro, aunque la de Mcgonagall tenía cierto aire de resignación-creo que es hora de decir adiós ¿No les parece?-así, las tres jóvenes hicieron un gesto de despedida y la pantalla se fue a negro otra vez
-Bueno chicos eso es todo, partirán dentro de una hora, espero tengan listos sus bolsos de viaje, de cualquier manera el resto de sus cosas les serán enviadas en las próximas horas-el ambiente volvió a tornarse serio-Cuando dije que esto es algo serio, era verdad, espero un rendimiento excepcional de cada uno de ustedes, recuerden que hay reglas que respetar
-Si Minerva-contestaron los tres automáticamente, poniéndose de pie y avanzando hacia la puerta
-Ojalá no causen muchos problemas-este último comentario de la mujer los hizo sonreír ampliamente y al cerrar la puerta, el pelinegro no pudo evitar hacer un comentario
-Esto definitivamente será algo interesante-dijo y al mirar a sus amigos supo que los tres pensaban exactamente lo mismo, una nueva aventura venía y ellos estaban dispuestos a vivirla al máximo.
¡Hola! Sorprendidos con esto? Hasta yo lo estoy, no sé de dónde salieron las ganas de empezar esta historia de cero, supongo que le tengo cariño a la trama y no quería perderla, sólo porque no me sentía cómoda con su contenido.
Ojalá les agrade esta nueva versión, los demás capítulos están en proceso, pero creo que pronto estarán listos para ser publicados.
Agradezco su paciencia al leer esto y me agradezco de antemano cualquier crítica que puedan hacerme llegar, sea cual sea.
Un abrazo y buenas vibras, Witch.
