Disclaimer: Naruto no me pertenece... Es de Kishimoto-sempai n.n pero quizás le haga una carta diciendo que haga un final SasuNaru o0ó9 o tal vez le pida que pare de matar gente...
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'...' pensamientos en cursiva
-...- diálogos
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Cap. 1 RELOADED
"Watashi wa Sarutobi Kumiko-desu"
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Era una cálida mañana y un aire de 'despierten' invadía Konoha. En un departamento de dicha aldea, un chico de 18 años, ya crecido pero aún perezoso, de cabellos rubios y ojos cielo, despertaba ruidosamente restregándose los ojos cuan niño pequeño.
- ¿Qué pasa?.- Dijo aún con los ojos cerrados, bostezando y buscando el despertador con la mano derecha.
Cuando por fin encontró el despertador lo apagó. Después de eso se vistió (sin antes bañarse) y cuando se iba a servir su quinto tazón de Ramen, llamaron a la puerta.
- ¿Quién será a esta hora?.- Preguntó al aire el rubio sorprendido y algo molesto por haber interrumpido su ritual de todas las mañanas. Caminó con pereza reflejada en su rostro por su departamento agitando su cabeza para parecer más despierto (sin mucho éxito) y abrió la puerta. Era Sakura.- '¿Sakura?' ¿Qué haces por la mañana en mi casa? ¿Se murió alguien?.- Preguntó divertido el rubio.
- No digas tonterías Naruto.- Lo reprochó la pelirosa.- Tsunade nos mandó a llamar a ti y a algunos jounins más, quiere vernos en su oficina en media hora más.
- ¿Y eso?.- Preguntó el rubio entre extrañado y preocupado. Normalmente cuando se llamaban a algunos jounins era para ser una misión peligrosa o dar cuenta de alguna tragedia pasada en lo días anteriores.
La pelirosa se encogió de hombros.- Ni idea...- Eso preocupó aún más al rubio, si no decía nada era porque era terrible la noticia.- Pero no debe ser nada malo, créeme.- Sonrió.
- Okay... Te creeré, pero sólo porque te aprecio mucho.- Dijo él con una sonrisa que sólo le sacaba la chica.- Bueno, entonces nos veremos allá pues...- Agregó, haciendo una leve inclinación de cabeza.
- Hai.- Dijo la chica imitando al rubio.- Nos vemos.- Se despidió, desapareciendo detrás de una nube de humo, al más puro estilo ninja.
- Ojala que no sea nada malo...
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En el despacho de Tsunade, se encontraban los antiguos equipos 7, 8, 10, el de Gai y también estaban Sabaku no Gaara, Temari y Kankuro. Cuando el rubio entró y vio a los últimos mencionados temió lo peor, ya que el mismísimo Kazekage estaba en aquella oficina esperando lo que fuera que viniera.
- Ohayou Naruto-kun.- Lo saludó una hermosa Hinata con el pelo largo y radiante.
- Ohayou...- La preocupación del rubio se notaba en cada poro de su piel.
- Bien, ya estamos todos...- Empezó a decir la Godaime.- Entonces ahora puedo decirles porque los convoqué aquí.- La voz de la mujer se hacía escuchar por todo su despacho, causando que todos se quedaran callados de inmediato en la sala.
- Al fin...- Susurró para sus adentros Sasuke, que había llegado primero que todos y tuvo que esperar a que llegaran uno por uno (bueno... en realidad fue culpa de Kiba, quien le dijo que llegara ahí a las 9:00 y era a las 10:00 xD).
- ¡Pero espere! Falta Kakashi.- Dijo de pronto Sakura, causando que todos la miraran con molestia por retrasar más la reunión.
- Era de esperarse...- Repuso la Godaime.- Bien... Si no llega en 5 minutos más... Empezamos sin él.- Sentenció la Hokage, aunque sabía que no iba a llegar en el tiempo esperado, igual quería ordenar sus ideas para decirles lo más claro posible la noticia.
El ambiente de ese despacho era de incertidumbre, todos querían saber la razón por la cual estaban allí y a algunos les daba mala espina esta reunión tan repentina, sobretodo y todos al rubio.
- ¡Gomen me retrasé!.- Se escuchó después de 4 minutos y 59 segundos decir a alguien entrando por la puerta, era el peliplateado que llegaba.- Es que había una abuelita atrapada en un mar de personas, así que la tuve que salvar y---
- Como sea...- Lo interrumpió Tsunade mirando no muy agradablemente a Kakashi.- Ahora podemos empezar.- Siguió diciendo.- Quiero comunicarles que mañana la nieta mayor de Sarutobi Hiruzen llega a Konoha para realizar las pruebas que la convertirán en Hokage, es decir--
- La Rokudaime.- Terminó el Hyuuga mayor.
- Ufff....- Interrumpió el rubio con su sonoro suspiro de alivio provocando que todos lo miraran con extrañeza. Al sentir todas esas miradas sobre él, el rubio se defendió:- ¿Qué? Si yo comencé pensar lo peor cuando Sakura-chan me dijo que había una reunión de improviso, ¡La mayoría de las veces son para decir que alguien se murió o que hay que hacer una misión super-extra peligrosa de la cual todos saldrán heridos o muertos!
Varios hicieron una seña de aprobación, todos estaban con el alma en un hilo. Hasta el Uchiha tenía un muy mal presentimiento, y haberse enterado de que llegaba la nieta mayor del Tercero aliviaba a todos en cierto modo.
- Las pruebas van a consistir en lo siguiente.- Prosiguió la Hokage, como si nadie la hubiera interrumpido.- Ella va a tener que hacer una misión con cada uno de Uds. La misión puede ser de rango B o A. Y al término de cada misión me van a entregar un informe detallado de las acciones que tomó ella como líder, como ninja y como persona. Ustedes mismos van a ser los 'jueces' de ella. ¿Está claro?.- Terminó con una pregunta, a lo que todos asintieron.- ¿Ninguna duda al respecto?.- Ante la pregunta, una mano se levantó elegantemente entre todos los ninjas que estaban allí.- ¿Sí, Ino?
- ¿Cuál es su nombre?.- Preguntó con la voz femenina que se le había desarrollado durante esos 5 años.
- Su nombre es Sarutobi Kumiko.- Le respondió a la rubia.- ¿Alguna otra duda?.- Al no recibir respuesta asumió que no habían más dudas.- Entonces váyanse, ya terminamos. Mandé a alguien a buscarla y la escoltará aquí.
Con esto, se escuchó el murmullo general de todos hablando y moviéndose, indicando que esa reunión había terminado.
- ¡Hey Gaara!.- Llamó el rubio que se había relajado mucho al escuchar la verdadera noticia y quería saludar a su amigo de la Villa de la Arena. El aludido dirigió su mirada al chico y sonrió de medio lado, desde que le habían sacado el Shukaku los de Akatsuki podía dormir en paz y había empezando a sonreír más a menudo.- ¿Cómo estás amigo?
- Bien, ¿quieres ir a comer con nosotros?.- Señaló a Temari y Kankuro.- Vamos a ir a Ichiraku para recordar viejos tiempos. -Él sabía de sobra que iba a decir que sí, si algo conocía muy bien de Naruto era su extrema fascinación por el Ramen.
- ¡Sííí!.- Gritó cuan niño pequeño.- ¡¿Y qué estamos esperando?! ¡VAMOS!.- Y tomó a Gaara del brazo y salió corriendo en dirección de dicho restaurante.
- Nunca cambiará ¿verdad?.- Dijo la rubia de cuatro coletas a su hermano.
- Me parece que no...- La verdad es que simplemente no querían que cambiara, él era tan impulsivo y desprendía tanta ternura que eso lo hacía único dentro de cualquier shinobi que conocieran los ninjas de la arena.- Vámonos antes de que Gaara sufra el síndrome de tener que pagar todo lo que Naruto coma.- Y partieron. La idea de tener que pagar todo lo que comiera el rubio era escalofriante, incluso para el más adinerado del mundo.
Y así transcurrió el día sin muchos miramientos. Todos estaban ansiosos por conocer a 'la nieta mayor del Sandaime'
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Al día siguiente, en la entrada de Konoha los guardias que vigilaban allí fueron testigos de que una chica pelinegra de contextura delgada llegó con dos maletas en cada mano, sus rasgos eran finos y delicados, y cualquiera que la hubiera visto en ese momento con esa brisa moviendo ligeramente sus negros cabellos hasta la cintura, hubiera dicho que era un ángel o algún extraño y divino ser mitológico. Dejó las maletas en el suelo, dejó que el viento acariciara su rostro y sintió ese aroma tan característico de Konoha; su aldea natal.
- Por fin estoy de vuelta.- Dijo ella, moviéndose de tal forma que los rayos de sol hicieran que su banda metálica con el símbolo de la hoja que tenía colgada en el cuello brillara.
'Después de tantos años afuera he vuelto...' pensó la chica, después inhaló el aire de Konoha una vez más, sintiendo que ya no quería volver a salir por esa entrada nunca más, pero algo interrumpió los pensamientos de la chica, y esa algo era su estómago. 'No he comido nada desde que partí del país del remolino...' se reprochó la muchacha. Derepente una idea pasó por su cabeza. '¿Estará todavía en funcionamiento el Ichiraku Ramen? Hace años que no pruebo un plato de ramen de verdad...' Y pensado esto, se dirigió por donde recordaba que se encontraba dicho establecimiento, perdiéndose entre la multitud y olvidándose que tenía que esperar a un escolta que lo llevaría con la Hokage.
Luego de que se había ido, llegó un hombre que parecía estar buscando a alguien. Se acercó a los guardias.
- Disculpen...- Les llamó la atención.- ¿Vieron llegar a una chica de pelo negro con dos maletas?
- Sí, de hecho acababa de llegar.- La cara del shinobi se iluminó.- Pero ya se fue hace un buen tiempo atrás ¿verdad?.- Le preguntó al otro guardia buscando su apoyo, éste negó con la cabeza. Inmediatamente la cara del shinobi dejó de iluminarse y pasó a la decepción.
- Ah, Gracias de todas formas 'Al menos sé que llegó sana y salva, pero Tsunade-sama me va a matar...' ¿y vieron en qué dirección se fue?
- No.- Dijo el otro.
'Ahora sí soy jounin muerto...'
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Cuando por fin llegó al Ichiraku's Ramen, pareciera como si los años no hubieran pasado. Estaba con los mismos mesones viejos, con las mismas sillas y el mismo vendedor, un poco más viejo también.
Al entrar le llamó la atención una pila de tazones de ramen raspados y al lado de ésta una cabellera rubia sumergida en un nuevo tazón. La imagen le divirtió mucho a la chica y se sentó al lado de esa persona, fijándose que era un chico.
- Ohayou.- Saludó educadamente al vendedor.- Quisiera un tazón de ramen tradicional, por favor.
- Enseguida.- Dijo el vendedor empezando a hacer su pedido.
El rubio se sorprendió por escuchar la voz de una chica, ¿desde cuando en la aldea había alguna chica que le gustara el ramen? Según lo que sabía, a las mujeres de la villa no les gustaba el ramen, en este puesto era más común la clientela masculina que la femenina. Miró de reojo a la chica y le pareció que veía a un Sasuke convertido en mujer. Eran idénticos; pelo y ojos negros y pálidos. Y si no hubiera escuchado su voz antes de verla juraría que era él con el pelo largo. Aunque cuando la vio mejor, le recordaba mucho a Konohamaru también, ¿sería ella la nieta mayor del Tercero? 'Pues, ¿por qué no se lo preguntas?' Se dijo a sí mismo. Ésa era una gran idea.
- ¡Ohayou -ttebayo!.- La saludó con su alegría de siempre, haciendo que la chica saltara un poco de la impresión.
- O-ohayou.- Respondió ella aún con el corazón en mano, pero divertida por ese saludo.- ¿Nos conocemos?
- No. No lo creo...- Respondió a su pregunta con una sonrisa.- Pero te pareces mucho a un amigo mío. 'La verdad a dos...' ¿Cómo te llamas?.- Tomó la iniciativa. Tenía que saber si ella era la persona que creía que era o no.
- Mmm... Que extraño que me parezca a un amigo tuyo.- Rió y extendió la mano a modo de presentación.- Sarutobi Kumiko, mucho gusto n_n
- Ah...- Se sintió satisfecho por su capacidad de deducción.- Es decir, ¡que eres la nieta mayor del Tercero!.- Exclamó, como si hubiera hecho el descubrimiento de América.
- Sí... La misma.- Afirmó, y rió un poco. Ese chico era muy divertido
- Aquí tiene su tazón señorita.- Dijo el vendedor pasándole el plato de ramen.
- Con que te gusta el Ramen ¿eh?
- ¿Gustarme?.- Preguntó ofendida.- ¡Me encanta! Osea, ¿a quién le puede desgradar el ramen?.- Siguió riendo la chica. Al rubio con cada palabra dicha se iluminaba la cara y se le ampliaba la sonrisa.
- ¡¿Enserio?!.- Exclamó con emoción.- ¡Eres la primera chica que me dice eso!.- Estaba muy emocionado, tan emocionado que no reparó en que no había dicho su nombre aún.- ¡Ah! Mi nombre es Uzumaki Naruto.
- ¿Uzumaki Naruto?.- Se impresionó la chica.- ¿Tú eres el chico que ayudó a salvar al Kazekage de una muerte segura?.- Había escuchado hablar de aquel sucedo a su profesora de la academia, y a ella le parecía muy heroico lo que había hecho para salvarlo.
- Síp, el mismo.- Sonrió de oreja a oreja.- Pero no fue nada. Era un amigo en problemas. Además que yo creo que él hubiera hecho lo mismo por mi.
- Ya veo...- Musitó.- Igualmente, déjame decirte que fue muy heroico de tu parte.- Lo halagó la pelinegra.
- Gracias nwn.- Respondió el kitzune.
- Ne... Hace un rato me dijiste que me parezco a un amigo tuyo,- El rubio asintió.- ¿ese amigo es Konohamaru, mi hermano?
- Sí, ustedes dos son iguales.- Rió.- ¿Por qué lo preguntas?
- Porque...
Continuará.....
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Continúa en el dos... (De corrido)
