Flores

Ahí estaba nuevamente esperando que todo hubiese pasado, entrar a casa y que ella lo perdonara, lo abrazara con fuerza y lo besara con entusiasmo. Al parecer, esta vez, las cosas no saldrían como él quería. Y todo por una estúpida discusión. Si no hubiese sido tan testarudo y al menos le hubiese dejado a ella la última palabra, ahora no tendría que estar ingeniándolas para que Hermione volviese a hablarle nuevamente ¡Pero no! Tenía que abrir su bocota, Ronald Weasley no podía dejar su boca cerrada y dejar de pelear por algo que ahora le parecía estúpido: habían formas de decir las cosas, pero la que él escogió no había sido precisamente la más acertada. No era un gran comienzo para su matrimonio, definitivamente no. A penas hace un mes se habían casado, en el día más feliz que él pudiese recordar, y ya estaban peleados.

Era temprano cuando todo sucedió: él ya estaba levantado y aún el sol no daba señales de aparecer. Debía cumplir media jornada y Hermione tenía el día libre, por lo que seguía durmiendo plácidamente. La observó unos instantes y sonrió cuando la mano de ella se movió quedando sobre la almohada, dejando ver con claridad un anillo dorado en el dedo anular. Cuando se levantó sintió que algo le impedía levantarse, sujetándolo del brazo.

-Buenos días -saludó a Hermione que le miraba con una radiante sonrisa dibujada en su rostro.

-Buenos días, esposo mío -respondió ella. Le encantaba hacer alusión a su reciente matrimonio.

-¿Por qué no aprovechas de descansar hoy? -preguntó Ron dándole un beso en los labios-. Harry y Ginny nos esperarán en su casa hoy, y tu semana ha sido muy dura.

-Pero quiero adelantar algo de trabajo, y aprovecharé la mañana para hacerlo -refunfuñó Hermione. Se sentó rápidamente y se puso en pie. Su camisa de dormir era color rosa y le llegaba un poco más arriba de las rodillas.

Ron se molestó ante la idea y frunció en entrecejo, ¿Qué clase de trabajo merecía tanto tiempo de Hermione? Antes de casarse ella debía reducir su tiempo continuamente, y a veces no podían mantener ni una pequeña charla. Habían días que no había podido siquiera saludarle. Había pensado que luego del matrimonio las cosas serían distintas, pero no habían alcanzado a terminar el viaje de su luna de miel cuando Hermione ya estaba trabajando nuevamente en lo relacionado con su trabajo: al contrario de lo que había pensado, todo se había vuelto peor. Estaba harto; no soportaría toda una vida viviendo así.

-¿Es tan importante? ¿Más que tus amigos y tu familia? -inquirió con la voz cargada de rencor.

-No seas tonto, es solo algo que debo hacer. Es importante que seamos todos tratados como iguales, no descansaré hasta que la PEDDO...

-Pero incluso aquellos a quienes les buscas igualdad tienen tiempo para sus familias -interrumpió con una frialdad nada usual en él-. Te importan más que tu familia.

-¡Claro que no! -se defendió Hermione, tensando su voz-. Lo que hago es muy importante Ron.

-Mucho más que los que te rodean, al parecer -replicó Ron y se fue no sin antes agregar: -¡Vete con tus elfos domésticos si tanto lo deseas!

Salió tan molesto que aparentó no haber escuchado cuando Hermione comenzaba a sollozar.

Y ahora estaba ahí, frente a la puerta de su hogar, con un gran ramo de flores en las manos. Había estado irritable todo el día, gritando y dejando a las personas con las palabras en la boca. Harry solo se le acercó una vez para decirle de forma cortante:

-Lo que haya pasado entre Hermione y tú, es entre ella y tú, de nadie más. Ya no son unos chiquillos, Ron. Son adultos casados.

No alcanzó siquiera a replicar. Harry... Por su culpa estuvo toda la tarde pensando en el tema; le dio tantas vueltas que terminó olvidándose por completo que estaba molesto.

¿Golpear o entrar por sorpresa? ¿Aparentar molestia o hacer como si nada hubiese pasado? No tenía ni idea de cómo iba a enfrentar a Hermione. Era más fácil cuando eran novios y no tenían que compartir la misma cama... O el mismo techo. Pero ahora estaban casados. Debían madurar; él debía madurar. Sin más preámbulos, entró decidido. La casa estaba extrañamente silenciosa.

-¿Hermione? -llamó Ron, con gran decisión. Miró cada habitación de la casa buscándola. Repentinamente se le ocurrió que ella podría encontrarse en el jardín, y no se equivocó.

Allí estaba ella, sentada en el césped, mirando nada en particular. Él se acercó con lentitud, dejó las flores sobre una de las bancas del jardín y se acercó a su esposa con lentitud. Cuando estuvo a su lado se sentó también. Hermione no se sobresalto ante la presencia de Ron, y evitó a toda costa el choque de sus miradas.

-Hola -dijo Ron con simpleza y le dirigió una mirada.

-Hola -respondió Hermione desganada, sin moverse un milímetro de su posición.

-Hermione -soltó Ron-. Estuve pensando y... Debí haberme dado cuenta antes de lo importante que es para ti tu trabajo, el cuánto te gusta hacerlo. Lo he reflexionado todo el día... Solo porque ya no quiero que estemos molestos. Es tu tiempo, y puedes ocuparlo como a ti te parezca.

Hermione oyó en silencio. Estaba tan conmovida que se dio vuelta de inmediato y abrazó con fuerza a su querido pelirrojo.

-¡Soy yo la que debe disculpas Ron! -exclamó acongojada-. Debí darme cuenta antes... Yo quiero pasar tiempo contigo, con mi familia, con los que amo. No dedicaré tanto a mi trabajo, lo prometo.

-¿En serio? -inquirió Ron, con el rostro repentinamente iluminado.

-Así es. Hoy me hiciste darme cuenta de ello. Creo que no soy tan inteligente -suspiró Hermione-. Gracias por ser sincero conmigo, Ron -le sonrió mientras acomodaba su cabeza sobre el hombro de él.

-Por cierto -agregó Ron mientras se ponía de pie. Se alejó unos pasos y volvió con las manos ocupadas:- te traje flores.

Hermione sonrió. Sabía que Ron no era el romántico con el que las chicas generalmente soñaban. Pero tenía sus detalles especiales: esas flores eran sus favoritas, y no era fecha para que hubiese. Debió ser un gran esfuerzo el encontrarlas; pero él lo había hecho, por ella.


N/A: ¿Y bien? Este es el comienzo de mis viñetas y espero que fuese de su agrado. Hace tiempo que había desaparecido del mundo de fanfiction y no me es posible, lamentablemente, asegurar mi vuelta permanente, por lo que no daré fechas para estas viñetas. Cuando tenga tiempo las iré continuando, lo prometo.

Espero recibir sus comentarios y criticas.

Saludos!