Los personajes no me pertenecen así como la historia que se desarrolla dentro de la trama.
No así es el caso de Chloé, que sí es de mi entera imaginación y no la comparto con nadie... jeje, y la trama paralela que se desarrollara a medida que avanza la historia.
Advertencia: Esta historia no estará centrada en la relación entre Edward y Bella, sino en un personaje nuevo creado por mi que llegara para cambiar la historia a su momento o no, eso lo veremos a medida que avancen los capítulos.
De todas formas aviso que planeo escribirla hasta el final, pero no confío mucho en mi buena capacidad para narrar eventos y hacerlos interesantes para el lector a la vez, por ese mismo motivo, demorare un poco en publicar los siguientes capítulos mientras sigo escribiendo las continuaciones.
Quien quiera aportar a la historia, será bienvenido, se aceptan todo tipo de sugerencias y criticas siempre y cuando sean constructivas y no destructivas.
Ahora a leer...
Volviendo Al Viejo Hogar
Era una mañana nublada en el pueblo, como todos los días.
En esta localidad el sol brillaba por su ausencia, o al menos eso recordaba de la ultima vez que había visitado Forks, hace alrededor de 30 años atrás. Por aquella época no me quedaba mucho en los lugares a los que llegaba en mis travesías pues solo estaba lo suficiente para cumplir mis misiones.
Pero esta vez seria diferente, si bien estaba en una misión, planeaba quedarme un tiempo aquí, la basta cantidad de flora y fauna eran lo ideal para mí, un lugar pacifico y libre de la contaminación de las grandes ciudades.
La vida comenzaba en las calles temprano, como en todos lados, los chicos salían a hacer su rutina diaria, los adultos también, al ser este un pueblo con población relativamente baja había menos contaminación sonora y ambiental. Justo para mí.
...
Estacioné mi motocicleta en la parte mas alejada del parking y observe el panorama.
"Aburrido" pensé con tono monótono en mi cabeza.
"Aburrido como todo instituto en este planeta" me respondió mofándose mi subconsciente.
Ya me había acostumbrado a hablar conmigo misma, el cúmulo de años en soledad provoca eso, algunos trastornos y bipolaridades complicadas, aunque yo lo llevaba bien, podría decirse que mis personalidades y yo estábamos en casi completa armonía.
"En cansas al menos se veían choques, peleas y porristas haciendo de las suyas todo el día" le discutí a mi cabeza frunciendo el seño, de seguro quien se fijara en mi expresión ahora mismo pensaría que estaba loca, y no estarían errados en sus conjeturas ciertamente.
Luego de otro paneo al parking me baje de la moto, la gente no dejaba de mirarme descaradamente, algunos incluso comentaban en voz baja sobre mi aspecto, otros ni siquiera se molestaban en bajar la voz para hacerlo...
"Es algo lógico querida," comenzó mi mente "sabes perfectamente que tus pintas no son de lo mas normales" y en eso tenia un punto a favor, en esta época, o en este condado, era poco probable ver gente con mi apariencia.
Podría decirse que había salido de alguna película post apocalíptica del estilo de Waterworld, o una mezcla indefinida entre la protagonista de Resident Evil y Aragorn del Señor de los Anillos, tal vez.
Mi chaqueta de cuero estaba bastante remendada y descuidada, pero era con lo que me sentía mas cómoda, "no dudo que si nos sentáramos ahora mismo en la calle con un vaso vacío tendríamos algunas monedas extra en nuestra cuenta pronto" dijo con sorna mi mente y yo me reí en voz alta "no creo que sea para tanto" respondí "al menos mantenemos nuestra higiene al día"
Con esto comencé a caminar a paso normal hacia el edificio que rezaba "Secretaria", supongo que será el lugar al cual acudir en estos casos.
Y así fue, una señora me atendió con toda la amabilidad posible, que era poca y más tomando en cuenta mi apariencia.
-Buenos días señorita – dijo con la mirada un poco desorbitada - ¿en qué le puedo ser útil?
Estaba nerviosa, lo notaba en su olor, el ser humano emite un olor fuerte cuando se pone nervioso, podría compararse con esos animales que al ser asechados ahuyentan a su predador mediante su olor. Bueno, para mí era muy fuerte, sin embargo nadie mas podría notarlo con tanta exactitud.
-Buenos días – respondí con total naturalidad – soy nueva en el pueblo, mi nombre es Chloé Dantreaw y supuestamente comenzaría hoy el semestre-
Ella me observo unos 20 segundos mas con total sorpresa y comenzó a rebuscar entre los tantos papeles que tenia en su escritorio mientras balbuceaba en voz baja. Pensando que no la oiría.
-Dantreaw... Dantreaw... – dijo en susurros mientras se le caían papeles al suelo – Aquí esta! Este comprobante lo tiene que traer firmado por todos sus maestros del día – coloco en la mesa una hoja bastante dañada junto con una grilla de horarios – y aquí tienes el horario querida- agrego mirándome con soslayo.
-Se lo agradezco mucho.- dije mientras le sonreía amablemente y ella devolvía el gesto con cierto nerviosismo.
Me retire de la secretaria analizando mis nuevos horarios, odiaba asistir al instituto pero era lo único que podía hacer si quería permanecer por un tiempo aquí, además del echo de que nunca complete mi educación, y si quería instalarme correctamente debía conseguir un trabajo decente.
-Muy bien...- susurré bajo mi aliento – primera clase, Historia... perfecto...
Historia estaba bien, me gustaba la materia y había leído lo suficiente como para aprender muchas cosas, además de que había vivido en la época de unas cuantas.
Casi lo olvido, mi nombre ya lo saben, pero no conocen nada de mí aun.
Mi nombre es Chloé Dantreaw, vengo de una familia humilde, me adoptaron cuando tenia 3 años, según los registros mi madre biológica había fallecido luego del parto y de mi padre poco se sabia sino mas bien nada.
Esos casos eran comunes por aquella época, y si bien dolía recordar el pasado, era lo único que me ataba a la vida.
Al llegar a los 20 años me congele en el tiempo, vivíamos a las afueras de una ciudad de la cual no recuerdo el nombre, mis padres adoptivos murieron, si bien no los echaba de menos, causó dolor ver a manos de que clase de monstruo fueron asesinados.
Flash back
El aire estaba mas cargado de lo normal esa mañana, yo había abierto los ojos hacia apenas dos segundos luego de oír un casi imperceptible ruido en la cocina. Probablemente seria mi madre, quien se levantaba temprano día tras día a preparar el desayuno y cuidar el jardín.
Sin embargo, ninguna respiración se oía, no escuchaba los 4 corazones que habitualmente latían acompasadamente a esta hora.
Y en ese momento lo sentí, una esencia extraña, mezclada con sangre y humedad, un extraño olor que contaba una historia llena de desgracia y muerte. Yo sabia para ese entonces perfectamente de que se trataba, pero simplemente no lo quería asimilar.
Vampiro.
Baje lo mas sigilosamente posible los escalones, estaba descalza, apenas con un camisón que cubría mi temblor corporal, estaba muerta de miedo, aun el sol no salía del todo y si bien podía ver un poco mas que un ser humano normal, no era completamente claro el panorama.
Pise algo húmedo y tibio cuando baje el ultimo escalón, pero no distinguí su color, aunque su olor era claro, sangre.
Me asome a la cocina siguiendo el leve sonido que había escuchado al salir de mi habitación, era un sonido como de succión, un asqueroso sonido a succión.
Y lo vi, allí de espaldas, un pequeño brazo caía por su costado, inerte, la manga era de color celeste cielo, era Adrián, mi hermano menor, el más hermoso y adorable niño que jamás conocí, pero ahora no corría vida por su pequeño cuerpo.
No pude mas que evitar un sollozo que casi se hace audible, me tape la boca con espanto y dolor y no pude evitar hacer un paneo de la habitación.
A un lado de la mesa de la cocina, frente al horno aun encendido, se encontraba mi madre adoptiva, Hilda, su cuello desgarrado de lado a lado, pero de el no caía una sola gota de sangre, tenia los ojos abiertos con la mirada suplicante, pero vacía.
El odio comenzó a brotar de mí, y como si alguien hubiera reemplazado la poca luz blanca que había del amanecer con un manto de fina seda, comencé a verlo todo rojo, como la sangre que ahora caía del brazo de mi hermano.
Un gruñido ensordecedor salió de mi garganta sin yo preverlo, y la criatura dejo de succionar. Lentamente se levanto con mi hermano aun en brazos, y se dio la vuelta, sus ojos, sus ojos irradiaban un deseo inexplicable, un odio supremo y un hambre insaciable.
Yo permanecía de cuclillas en la puerta de la cocina, con mi mano aun en mi boca y los ojos entornados, en signo de venganza y repudio.
El tan solo rió levemente. Como si de una broma privada se tratase verme en aquella posición, y soltó a mi hermano mientras torcía la cabeza analizándome
Ahora yo era su nueva victima.
Él me mordió aquella mañana, pero no termino conmigo pues le parecía mas divertido dejarme agonizar un rato antes de rematarme.
-Hola – escuche a mi costado, pero no preste atención
Hola hola! Como están?
Aquí llego, después de mucho tiempo de pensarlo muuuuy seriamente decidí colgar algo.
No creo que sea muy buena historia tomando en cuenta las maravillas que he leído por acá, pero pensé que no haría mal al compartir mi pequeña locura con ustedes, y con eso, ver si les interesa la historia.
Para serles sincera, no entiendo aun que me paso pero de pronto me encontré adorando a la familia colmillitos. Realmente no me interesaba la saga hasta que empecé a leerlas a ustedes.
Muchas gracias por su atencion, y espero alguna guia de como va para ver si sigo subiendo.
