Disclaimer: SPN no me pertenece, la historias es original mía aunque la canción esta basada/adaptada de "Yoru no Uta" del soundtrack de Card Captor Sakura.
Castiel y una canción a media noche.
La oscuridad llegó con la noche. Era casi media noche y un joven Castiel seguía sin poder conciliar el sueño adecuadamente, miraba hacía la ventana como si algo asombroso estuviera por ocurrir, sin pasar nada.
El viento de otoño mecía suavemente las ramas del árbol que estaba a un lado de su habitación, el ruido del soplar con el baile de madera chocando entre sí era una canción extraña, pero relajante. No era la primera vez que el adolescente se quedaba en vela después de decir las oraciones impuestas por sus padres, pero no había nada mejor que hacer... solo dar vueltas sobre sí mismo en el colchón, cuestionando al mundo.
Después de quince minutos decidió romper su silenciosa rutina, salió de la cama con una sensación extraña en el estómago, al final no era un niño problemático o rebelde así que era común mantenerse ahí hasta dormir, pero esa noche se sentía diferente, tenía ganas de ser un poco atrevido.
Ya con los pies en la tierra (literalmente) tuvo una idea más, algo más alocado que eso, tomó una chaqueta de la silla dando un paso fuera de la alcoba con los zapatos puestos, salió con paso suave aun con el pantalón de la pijama puesta para escabullirse hacía las escaleras.
Se congelo en el pasillo cuando la puerta del baño se cerró. Miró a su hermano mayor, Gabriel, salir con las manos humedecidas, negó un poco mientras el muchacho hacía ademá de hablar, de pensar y por fin solo le regalo un guiño con un "no llegues tarde" dicho como susurro.
Exhaló el aire contenido de manera nerviosa a la par que dio un paso más a las escaleras, miró a todos lados una vez más bajando con pisotones de ratón, sin hacer ruido en aquella noche otoñal. Caminó con nerviosismo notando ya las luces apagadas, al parecer papá y mamá decidieron dormir temprano, cosa nada novedosa en esa casa.
Novak por fin tomó el pomo moviéndolo con calma, sin hacer más ruido del necesario, pese a sentirlo como un desfile la cerró tras de sí.
Ahora estaba fuera, libre de cualquier problema, pensó. Caminó con calma hacía la salida mirando a las ventanas por si sus padres se asomaban, ya en la calle se dispuso a al menos dar un paseo tranquilo por la cuadra, mirando el vecindario suburbano que había acogido a los Novak con relativa y aburrida calma.
Fue en casa del vecino que su rutina tomó un giro más sorprendente "¿Quién pone música a estas horas?" pensó curiosos, hasta que notó el sonido del piano. Claro que espiar estaba mal, pero la curiosidad mato al ángel ¿no es cierto?
"Las estrellas brillan en la oscura noche
Mientras te desveles escucharas mi cantar.
Cantando para ti mi canción
En la noche estrellada"
La voz ronca le hizo abrir de más los ojos, el sonido del piano acompañaba a aquella canción, miraba por la ventana vislumbrando apenas la figura de un adolescente. Aquel niño se dedicaba a tocar sin prestarle atención al mundo, al parecer se encontraba solo.
Giró para ver por la entrada sin ver el coche que siempre se estaba estacionado afuera. Claro poco sabía de la familia que se mudó ahí unas pocas semanas, según recordaba tenían el apellido de un arma conocida... ¿los Winchester? Al menos algo parecido.
Maravillado por la melodía volvió sus ojos ahí, por un momento cerró los ojos perdiéndose en la canción nocturna. El muchacho tenía una voz extraña, pero con la misma rareza combinaba bien con aquel ritmo suave.
Dio un paso atrás exaltado cuando la música se detuvo, se escondió por debajo de la ventana mientras el adolescente de dentro buscaba con la mirada la presencia extraña que no encontró.
Dean, con un suspiro apagó la luz dejando el piano, al menos por esa noche, con la sensación extraña en la boca del estómago de que alguien lo miraba.
