Era una tarde cuando Muzaka visitaba a Raizel. Siempre que el Lord de los lobos podía, visitaba al noblesse, aunque para Frankestein era una molestia no podía decir nada ya que era el único amigo de su Maestro.
-No pongas esa cara! Lo que digo es en serio. Existen lugares donde está completamente congelado y hay otros donde es lo contrario, o sea el desierto.-
-...
-Je! Como veo que no me crees, ¿por que no vienes conmigo? Seria así una oportunidad para poder salir de la mansión.-
-Me niego
-Raizel, ¿en serio ver por la ventana es suficiente para ti?
El noble solo asiente
-Haaa... Que se le puede hacer. Oh por cierto!- Rai voltea prestándole atención y Muzaka sólo sonríe.
-Durante mi viaje.- hace una pausa.- conocí a una humana. La rescaté de la guerra entre los humanos, casi la matan.-
-Muzaka.-
-Mmm?.-
-Conoces las consecuencias al relacionarse con los humanos.-
-Claro que lo se! Pero no podía ver como mataban a una humana que es inocente. Las reglas de los nobles es proteger a los humanos no? Yo solo hice eso.-
-No debemos involucrarnos en cosas de los humanos.-
-Tendré cuidado así que no te preocupes ¿vale?.-
-*Suspiro*-
-Son cosas que uno hace cuando esta enamorado.-
-¿?
-Eh? Raizel. ¿No me digas que no sabes que es estar enamorado?.-
Raizel se queda pensando por unos instantes y luego niega con la cabeza.
-Jajajajaja! Es por eso que no me puedes entender. Cuando uno esta enamorado, no sabe lo que hace, solo piensa en proteger a esa persona. Incluso si te cuesta la vida.-
Rai se queda pensando, por unos instantes. Haciéndose una y otra vez la pregunta: ¿que se siente enamorarse? Intentando entender que era aquel concepto.
-Bueno suficiente por hoy. Tengo que volver con mi gente. Volveré cuando tenga tiempo. Adiós!.-
El pelinegro solo observa por la ventana como su amigo se va alejando poco a poco. Después toma asiento en el sillón, pensando en lo que acababa de decir el hombre lobo. ¿En realidad nunca ha sentido ese tipo de sentimiento?
Bueno, no es como que no quisiera, ocupar él puesto del noblesse entre los vampiros era muy agotador... Y peligroso. Tal vez sea por eso, él nunca se había relacionado con alguien mas aparte de Franky.
-Maestro. ¿Se encuentra bien?.- Entra preguntando Frankestein
El vampiro solo le lanza una mirada sin expresión. Aunque Frankestein ya se ha acostumbrado a esa fría mirada, él sabía que algo pasaba.
-¿Es debido a lo que dijo Muzaka?.- Pregunta sirviendo té en la taza de su Maestro.
-¿Estuviste escuchando?- Dice el pelinegro sorbiendo un poco del líquido.
-Mis disculpas. Su seguridad es mi prioridad. No confío en el Lord de los lobos.-
Raizel se le queda viendo fijamente en silencio.
-¿Te preocupas por mi?.-
-¿A que viene esa pregunta? Por supuesto que sí.-
-Frankestein
-¿Si?
-¿Alguna vez te has enamorado?
El rubio abrió los ojos de sorpresa. Nunca pensó que su Maestro le preguntará ese tipo de cosas. Pero ahora que lo dice, jamás se ha enamorado, en el pasado el único amor que sintió fue el de ser un padre, pues antes de conocer a su Maestro el único que estaba con él era un niño el cual los propios humanos terminaron matándolo.
Rápidamente Frankestein reaccionó olvidando aquella historia. Y contestó.
-No. Nunca, no tuve la oportunidad ni el tiempo.-
El oji rojo agachó la mirada un poco ¿desilusionado? O ¿Decepcionado?
-¿Maestro?
-Yo quiero sentirme enamorado.-
Al igual que antes Frankestein abrió otra vez sus ojos de sopresa. ¿Habia escuchado bien? ¿Su maestro quería enamorarse?
-*se aclara la garganta* Maestro. Enamorarse de alguien no es algo que se pueda decidir por si mismo, simplemente sucede y ya.- responde con nervios tratando de sonreír.
Raizel reacciona sorprendiéndose, para después lanzando una mirada triste a su sirviente.
Frankestein miraba a su Maestro un poco confundido. Parecía un niño queriendo un dulce sabiendo que no se puede obtener.
-¿Maestro?.-
-Frankestein.-
-S-si?.-
-Enamorate de mi.-
-D-disculpe?!.-
Raizel se levanta del sillón para acercarse a Frankestein y plantarle un beso. El oji azul se queda en shock sin siquiera moverse o pensar que realmente su propio Maestro le esta besando.
-Ma...estro...?.-
-Por favor.-
Pov's Frankestein
Maestro por favor perdoneme por lo que estoy a punto de hacer.
Tomé a mi maestro con mis dos manos y lo volví a besar con mas intensidad, durante el beso abrí los ojos y pude observar que tenia los ojos abiertos como platos. Me separe de él y estaba sonrojado. Tanbello!
-Su deseo es mi comando.-
Continuará...
