"Un San Valentín Mágico"

Capitulo 1: Un misterioso regalo y un vestido precioso.

Hermione se despertó por los rayos de sol que se colaban por la ventana de la habitación, perezosamente se tapo con las mantas, ese día era Sábado y podría dormir más de lo normal…

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O por lo menos eso pensó.

-¡MIONIE! ¡DESPIERTA!.-Grito una pelirroja entrando a la habitación de su amiga, que al ser de prefecta dormía sola, y acercándose a la cama de su amiga la zamarreo.

-¿Qué sucede Ginny?.-Pregunto Hermione molesta, por ser despertada de tal forma.

-Mionie ¿Acaso no recuerdas que hoy es San Valentín?.-Dijo la pelirroja mirándola ilusionada.-Recuerda que este año Dumbledore dijo que hoy se iba a realizar un baile.

-Es verdad ahora recuerdo...-Dijo Hermione sin mucho ánimo, todos ya tenían pareja para el baile de esa noche menos ella, y a decir verdad no le apetecía mucho ir, no solo por el hecho de que iba a estar sola en el baile, sino también por el hecho de el hombre que ella amaba nunca estaría con ella en San Valentín.

-Venga Hermione, levántate, tenemos que desayunar para después ir a Hogsmeade a buscar los vestidos para esta noche.-Dijo Ginny insistiendo, ella estaba muy ilusionada porque iría al baile con Harry, que hace algunos meses atrás le había pedido que fuera su novia.

-Está bien, espérame afuera Ginny.-Dijo Hermione incorporándose en la cama. Ginny la obedeció y salió rápidamente de la habitación.

Se levanto pesadamente de la cama, sinceramente ella no deseaba que llegara San Valentín, eso le recordaba que nunca podría estar con su amado… el profesor Severus Snape. Si, aunque sonara descabellado, la joven Gryffindor de ya dieciséis años, estaba enamorada de su sarcástico y odioso profesor de pociones. Ella se había dado cuenta hace dos años atrás de que sentía algo más que respeto por su profesor y eso la hizo sufrir mucho porque sabía que él nunca se enamoraría de ella, y no solo porque fuera su alumna, sino que además ella era una Gryffindor y una Sangre Sucia.

Un ruido en la ventana la saco de sus cavilaciones, observo en dirección de donde provenía el ruido y vio a una lechuza negra, se acerco a la ventana y la abrió, la lechuza entro y se poso en la mesita que estaba al lado de la cama.

Hermione se acerco a la lechuza y vio que esta traía un paquete atado en la patita, le saco el paquete y le dio algo para comer a la lechuza la cual comió gustosamente y después salio por la ventana dejando sola a la joven.

Hermione abrió el paquetito, y dentro de él había una bella cadena de oro la cual tenía una hermosa esmeralda verde como dije. La chica quedo asombrada por el regalo, volvió a observar el paquetito y dentro de ella había una notita, la cual decía:

"Miss Hermione Granger:

Por favor acepte esta cadena, como un obsequio de día de San Valentín."

Hermione estaba muy sorprendida, no sabía quién le podría haber regalo esa cadena tan bonita.

-¡MIONIE! ¡APRESURATE!.-Grito Ginny desde el otro lado de la puerta. Hermione volvió en sí, guardo la cadena en el paquetito del cual la había sacado y la dejo sobre su mesita de noche, rápidamente se baño y se cambio de ropa, estuvo lista en menos de diez minutos, ya que Ginny la estaba presionando mucho. Ambas muchachas bajaron a desayunar al Gran Comedor, se sentaron en su respectiva mesa y comenzaron a desayunar.

Hermione, como ya era su costumbre poso su vista en la mesa de los profesores buscando al hombre que le robaba el sueño y ahí lo vio, de aspecto serio y sombrío, observo como Dumbledore le hablaba pero se notaba que él solo movía la cabeza para hacerle entender que lo escuchaba, cuando su mente estaba en cualquier lado, sonrió inconscientemente y siguió comiendo. Después de unos minutos volvió a posar su vista en la mesa de los profesores, pero su amado ya no estaba ahí.

Después de desayunar, las dos chicas salieron del castillo en dirección a Hogsmeade, pero lo que ninguna de las dos chicas se dio cuenta es que una persona observaba a la castañita mientras daba un suspiro y volvía a las mazmorras, mientras se recriminaba por haberle enviado el regalo a la castañita.

-"Por Dios Severus, ella es tu alumna, y tú para ella no eres nada más que el odioso profesor de pociones"-Se recriminaba el profesor Severus Snape mientras entraba a su despacho y después a su habitación, se sentó en una butaca que estaba enfrente de la chimenea, no tenía muchos ánimos de ir al baile y ver a todas esas parejas, y a ella, su amada Gryffindor con algún muchacho de su edad… eso le partiría el corazón.

-Por favor Severus… ella es una niña… "no".-Le dijo uno voz en su cabeza.-"Ya es una mujer, y muy hermosa" Si ya es una mujer y yo ya soy un viejo para ella… son casi veinte años de diferencia… "Eso no es un impedimento… tú sabes que en el mundo mágico es normal llevarse por veinte años" Ya cállate. "Como quieras, pero piensa… ¿Qué pierdes con decirle lo que sientes? Además nada te impidió mandarle la cadena"…-Severus Snape se quedo pensando sentado en la butaca lo que resto de mañana.

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Hermione caminaba por las calles de Hogsmeade junto con Ginny, ambas chicas entraron a una tienda de vestidos.

La tienda tenía variados vestidos y Ginny dio un gritito de alegría, ella deseaba verse bonita para Harry, mientras que Hermione solamente los veía y pensaba si a su profesor le gustaría si ella llevase alguno de esos vestidos.

-Mionie, mira.-Dijo Ginny mostrándole un hermoso vestido de color rosado, largo hasta los tobillos, la tela era de seda, tenía un cinturón del mismo color en la cintura, no muy ancho, y un lazo en su espalda a la altura de la cintura en forma de rosa (N/A: Vean el video de la canción Material Girl de Madonna, como ese es el vestido que Ginny le está mostrando a Hermione).-Creo que este vestido te quedaría fantástico.

-No creo Ginny.-Dijo Hermione restándole importancia, pero verdaderamente le había gustado el vestido.

-Venga Mionie, pruébatelo.-Dijo Ginny arrastrando a Hermione al probador, la introdujo y le paso el vestido.

-"Es un vestido muy bonito".-Pensaba Hermione mientras se probaba el vestido.-"Pero… de seguro él ni siquiera lo notara… ¡Basta Hermione! Deja de pensar en él y piensa en la fiesta, aunque de seguro él no ira, nunca le han gustado esas cosas… ¡Hermione! Deja de pensar en él… mejor me concentro en ponerme el vestido".-Hermione estaba acomodando el cinturón del vestido y listo, se observo en el espejo y le gusto como le quedo el vestido.

-Mionie ¿Ya estas lista?.-Pregunto Ginny desde el otro lado del probador.

-Enseguida salgo Ginny.-Hermione corrió la cortina del probador y salió. Ginny quedo sorprendida.

-Te ves muy bien Mionie.-Dijo Ginny sonriéndole, Hermione noto que la pelirroja tenía un vestido en sus manos.

-Bueno ahora prueba tu el vestido que tiene ahí.-Dijo Hermione mirando a su amiga.-Ginny asintió con la cabeza y entro al probador, depuse de unos minutos salió la pelirroja con un vestido naranja, con encajes, no mostraba ni mucho ni poco, su ajustaba en la parte de la cintura y en el busto.

-Ese vestido te sienta muy bien Ginny.-Hermione le sonrió a su amiga.

-¿De verdad?.-Dijo la pelirroja mirando con un brillo en los ojos

-Claro Ginny, a Harry le gustara mucho.-Le sonrió, mientras que la pelirroja se sonrojaba a más no poder.

Las chicas se cambiaron de ropa, y fueron a pagar los vestidos. Después de salir de la tienda fueron a una zapatería a comprar zapatos que combinaran con sus vestidos. Cuando terminaron las compras ambas chicas pasaron a las tres escobas a comer algo.

Llegaron al castillo cerca de las cinco de la tarde, y Ginny arrastro a Hermione, a la habitación de esta última para arreglarse para el baile, que sería dentro de tres horas, pero según Ginny se tenían que verse hermosas.

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Cuando faltaban diez minutos para las ocho de la noche, Harry estaba con Ron, en la sala común esperando a las dos chicas. Ambas chicas bajaron a la sala común y se reunieron con sus amigos.

-Mionie, te ves muy guapa.-Dijo Harry sonriéndole a la castañita.-Y tú, Ginny te ves hermosa.-Dijo viendo a su novia.

-Gracias Harry.-Dijo Ginny acercándose a Harry y besándolo suavemente en los labios.

-Hey nosotros todavía estamos aquí.-Les dijo Ron a la parejita.

-Bueno vamos al Gran Comedor para el baile.-Dijo Hermione sonriéndoles a sus amigos.

Los cuatro chicos partieron rumbo al gran comedor. Hermione iba en su mundo de ensoñaciones, en los cuales siempre esta Snape con ella, se había quedado aparte de sus amigos, los cuales caminaban con muchos ánimos al Gran Comedor. Iba sumida en sus pensamientos, cuando de pronto choco con alguien.

La chica se iba de bruces al suelo, cerró los ojos esperando el golpe, cuando una mano la cogió de la cintura y la ayudo a recuperar el equilibrio nuevamente.

-Debe tener cuidado Miss Granger.-Dijo la fría voz de Snape. Hermione se sonrojo, abriendo sus ojos se encontró con los orbes negros de su profesor. Severus se dio cuenta que la chica llevaba puesta la cadena que él le había mandado esa mañana, una leve sonrisa salió de su rostro.

-Si señor, gracias.-Dijo sonrojada por la situación, Severus todavía tenía la mano en su cintura, pero a ella no le molestaba en absoluto y además quedo embelesada por su hermosa sonrisa.

-¡MIONIE!.-Ginny llamo a su amiga y vio a Snape, el cual, a mucho pesar, saco su mano de la cintura de la castañita.

-Adiós Miss Granger.-Dijo Snape caminando en dirección a los jardines sin esperar la contestación de la chica.

-Mionie.-Dijo Ginny cogiéndola del brazo.-Venga que los demás nos están esperando en el Gran Comedor.

-Si…-Dijo Hermione caminando junto con su amiga. Todavía podía sentir la mano de su amado profesor en su cintura.

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