En el nombre del padre
Capitulo 1
Selva amazónica. Un paraíso terrenal lleno de animales y plantas que no podrían encontrarse en ninguna otra parte del mundo. Por arriba parecia un lugar apacible, dentro un laberinto que solo aquello que hayan sobrevivido en el pueden resolver. Uno de ellos era la famosa heroína Kim Possible y su no tan famoso y algo bastante especial por no decir raro Ron Imparable. Sobrevolaban la selva en una avioneta, hacia una misión de rescate: el científico Rattles experto en animales venosos se perdió en medio de una investigación sobre una especie hasta ahora desconocida de serpientes. Habían sido llamados por su único quien preocupado por las locuras de su padre llamó al equipo Possible en busca de ayuda. La pelirroja le decía al piloto:
-Gracias por traerme, señor Chico.
-no hay de nada señorita – decía el piloto con un fuerte acento portugués – no olvidaré la vez que me ayudó a aterrizar a salvo en aquella tormenta.
-No fue nada, pero hubiera querido que Ron no vomitara en el avión. – dijo la heroína viendo al rubio.
-Es que esto da demasiados traqueteos pero por suerte ahora si tienes cinturón de seguridad. – Una sonrisa escapo de los labios de la pelirroja, cuando un sonó su Kimicomunicador. - ¿Qué hay Wade?
-Kim ya estas sobre la zona donde el Rattles dio su ultima señal de vida – termi9nado de decir esto el genio tomo un poco de su soda
-Muy bien ahora seguiremos a pie – Dijo Kim al piloto
-Pero no hay donde estacionar o aterrizar como se diga – exclamaba el rubio viendo por una pequeña ventana. De repente su rostro se puso pálido. El de su pequeña mascota calva también. – Ah, no. Dime que no es lo que pienso.
-Eso jamás nos ha importado- decía la pelirroja mientras se ajustaba el paracaídas.- lastima que haya uno solo – continuo diciendo mientras sonreía. "Bueno no todo es tan malo" pensó el pecoso. Abrazó a Kim sin dudarlo. Ambos sentían el calor del otro y eso aceleraba sus corazones. Ellos siempre hacían esto pero porque eran amigos. Ahora de novios esto podía llevar a otra. Algo que ambos deseaban ero nunca se había concretado. La compuerta de la nave se abrió y ambos saltaron al corazón de la selva. El piloto sonrío mientras escuchaba el grito de terror de Ron.
En el interior de la selva húmeda y calida, un hombre con todas sus ropas arruinadas, maniatado y atado a un tronco, miraba muerto de miedo a un hombre con piel azul y un delantal del mismo color. A un costado una sexy morena vestida de color verde y negro, sentada en una enorme raíz se abanicaba con energía.
-¿Que quieren de mi? – pregunto Rattles con furia.
-¿Por qué piensas que de trata de ti? No eres tan importante y tu investigación es basura. Sin embargo eres rico e influyente, muchos te buscaran y eso llamara a la única persona que me importa en este momento: Kim Possible. Eso adolescente vendrá por ti, como toda buena heroína. Lo que me recuerda que ya ha pasado unos tres días después de que te capturáramos. Shego ponte en tu posición – Al no recibir repuesta, el rostro del Doctor Drakken cambio - ¡Shego!
-Ya párele viejo tonto. Siempre tengo que hacer todo – Shego se paró de mala gana y paro frente al profesor cruzada de brazos.
-En primer lugar no soy viejo solo te llevo un par de años – dijo el Doctor encolerizado - y en segundo lugar debes parecer que vas a atacarlo. Recuerda que Kim debe caer en mi fabulosa trampa. Este poderoso artefacto, oculto debajo de estas malezas, disparara un rayo que congelara a la porrista.
-Brillante. ¿Pero como sabe que la cabeza de calabaza, no sabe donde esta el rayo? Después de todo siempre sabe donde estamos por la energía que utiliza.
-buen punto Shego. –exclamo sonriente el villano – es simple no está conectado a ninguna fuente de energía rastreable Jajaja es brillante
-¿Y como lo activara entonces? – el Doctor Drakken miro fijamente a su no tan leal ayudante.
-Pues es simple con el control remoto que tengo aquí. –el azulado palpó su pecho. Su rostro hasta ahora satisfecho cambio a desesperación. Miro dentro de su ropa y en sus bolsillos. Se llevó sus manos a la cabeza – Ay no puede ser, se perdió el control remoto. Shego ayúdame a buscarlo. Lo debí haber dejado en el escritorio.
-En el escritorio ¿Cuál escrito...? – Los labios y ojos de Shego emanaban ira – ¡Drakken! – las llamas verdes de sus manos nacieron a montones. – ¿¡Nos hizo venir hasta aquí acarreando ese estúpido rayo que no sirve ni para hacer cubos de hielo para olvidar el control en su horrible despacho!
-No te sulfures Shego – decía el asustado hombre azul mientras caminaba hacia atrás y con los brazos extendidos al frente – vamos. No quieres lastimarme aun me duele la ultima vez que me atacaste. No puedes enojarte por todo…
-Enojarme por todo… - gritaba la morocha – usted es un tonto que nunca pudo lograr nada… - Shego empezó a lanzar su ataque al doctor, que corría por su vida. Mientras que el científico e atado
No muy de allí entre la espesa vegetación un portal se abría, aplazando todo a su paso. El portal era de un color azul celeste, los animales huían de allí como sabiendo sobre el recién llegado. De allí salía un sujeto de traje azul y negro como si fuera un delantal y usaba un casco azul con visor negro que impedía ver el rostro del viajero. Se escucho una risa macabra que hizo estremecer la selva entera. Los pájaros aleteaban por su vida lejos de allí.
Continuará…
