¡Hola a todos!

Sí, de regreso en un reto y, por supuesto, con una historia algo larga, pero con capítulos cortitos :c

En fin, la historia nació netamente de un one-shot que poco a poco comenzó a ser una historia de la que me enamoré completamente *-*

Espero que les guste, son diez capítulos que iré subiendo cada vez que tenga un tiempo.

Bye.


Este fic participa del reto Especial "Homenaje a Rowling" del foro "First Generation: The story before books".

Disclaimer; los personajes de esta historia pertenecen a J. K. Rowling, excepto los que han sido creados por mí.


Capítulo 1. Después

Harry miró toda la panorámica que sus magullados ojos le permitían. Se sentía desfallecer al ser consciente de todos los golpes que había recibido no solo de parte de Voldemort, sino también de sus mortífagos.

Respirar comenzó a ser un trabajo demasiado pesado cuando se movió por los destruidos terrenos de Hogwarts. Necesitaba encontrar a sus amigos, desde que la batalla había iniciado les había perdido el rastro, y asegurarse de que estuviesen bien.

Diversas personas le presionaban suavemente el hombro en señal de felicitación, pero Harry no prestaba atención. Su atención se concentraba en la búsqueda y en la molestia que tenía en la pierna.

Las pisadas se hicieron más lentas a medida que el aire comenzaba a faltarle, un zumbido se instaló presionando sus oídos. Todo comenzó a pasar más lentamente a medida que se movía.

Imágenes desfilaron por sus nublados ojos: solo en la casa de sus tíos, conociendo Hogwarts, a Ron y luego a Hermione, la profecía, tantas cosas que de pronto se detuvo sin saber el motivo.

El aire comenzó a ser más denso y la capacidad de respirar se volvió agónica. Las rodillas cedieron lentamente y el dolor fue mucho más intenso de lo que esperó.

Había esperado salir un poco más ileso al terminar la guerra, pero podía sentir el intenso latir de su corazón reclamándole el esfuerzo de aquellos años.

La tierra tembló y sintió el irrevocable abrazo de la obscuridad, se rindió ante ella.

— ¡Harry!