Disclamer: Naruto no me pertenece le pertenece a Masashi Kishimoto, algunos personajes no son originales de Naruto, yo los invente para darle sabor a la trama.
Aquí estoy de nuevo, sentada en el mismo lugar en el que él y yo nos conocimos… sólo que ha cambiado mucho… quisiera retroceder el tiempo para que ese horrible incidente no hubiera… no… mejor dicho nunca hubiera pasado, me he contado esta historia muchas veces ya, pero creo que es un buen momento para contarla de nuevo, ¿veamos Dónde puedo empezar?, así desde ese día que cambie toda la vida que tenía planeada por un sándwich de mantequilla de maní, era un día soleado
— ¡Sakura! Despierta se te va ser tarde… -se escucho decir su mamá.
— No… unos 5 minutitos… mas -dijo Sakura con un tono de flojera en su voz.
—A no que minutitos ¡no hay tiempo!- abre las cortinas de su cuarto haciendo que Sakura se tapara con las sabanas- valla que problema, bueno está bien no vayas a la escuela si quieres terminar como una sirvienta – contesto con tono sarcástico y cerio en su voz.
— ¡ha no mamá, ahorita me arreglo, me visto y bajo! -salto de su cama de repente mientras intentaba cambiarse lo más rápido que podía.
En el comedor.
– Valla que rápido te arreglaste, esa es mi hija -contesto su papá con un tono muy orgulloso de sí mismo.
— Se hubiera preparado más rápido, si no se desvelara todos los días leyendo esas cosas de hadas y dragones -dijo su mamá.
— No son cosas son criaturas mágicas mama -contestó Sakura desayunando muy rápido, devorándose el ultimo bocado- listo, ahora a lavarme los dientes.
— Vamos, no la presiones tanto es solo una niña -dijo su papá con cariño.
— Lo sé, pero quiero que tenga un buen trabajo y me dé nietos -respondió su mamá.
— Todo a su tiempo, además será una buena escritora de libros
— Listo, ya me voy- corriendo a la entrada.
— Espera, no olvides tu almuerzo -entregándoselo en una bolsa de papel café.
— Gracias, los veo luego -dándoles un beso a cada uno en la mejilla- adiós, los quiero.
En el camino hacia la escuela.
— ¡hay! Bolla llegar tarde…- corriendo lo más rápido que podía- ¿ha?- deteniéndose
Pasa un señor medio viejo en frente de ella conduciendo una carrosa casi lentamente.
— Am… disculpe señor…- siguiendo la carrosa a un lado.
Señor viejo no haciéndole caso y siguiendo el camino.
— Señor, señor, ¡señor!- gritándole haciendo que el señor viejo se parara un poco torpe.
— ¿Por qué gritas niña? pudiste haber hecho que mis caballos enloquecieran y salieran disparados llevándome junto a ellos, espera un momento… ¿no deberías estar en la escuela? –pregunto confundido.
— Lo sé, pero se me hiso tarde y… necesitó alguien que me lleve.
— Huy pues que pena, espero que alcances a llegar…- justo en ese momento cuando iba andar de nuevo, Sakura se para en frene del carruaje- pero ¿Qué estás haciendo? ¡Muévete niña!
— No me voy a mover de aquí, hasta que usted me lleve a la escuela – dijo decidida con una actitud muy sería.
— "Sigh" Okay, acércate -Sakura se acerca- te llevare a la escuela si me das algo a cambio, ¿traes dinero?
— No… pero, ah, sí, espere- sacando su mochila- lo único que tengo es un sándwich de mantequilla de maní -extendiéndoselo.
— Está bien, sube -Sakura se sube y el señor empezó a andar con sus caballos.
En la escuela
— Gracias señor -bajándose del carruaje.
— Espera niña, recuerda el cambio que me diste a dar, será que ser cumplida -dijo cambiando su tono normal a cerio.
— Si está bien señor, adiós y gracias -después el señor se fue dirigiéndose de nuevo en el camino, pero, Sakura no entendía muy bien lo último que le quiso decir el señor, de hecho, se pasó todas las horas de la escuela pensando en eso. Por fin llego la hora de ir a casa y ella aun no entendía lo que le quiso decir.
— ¿y si, les digo a mis padres lo que paso? ¡Que estoy diciendo Sakura! No digas tonterías, si les menciono sobre el asunto ellos me castigaran por haber hablado con un extraño… ah ¿Qué voy a hacer? -se paso todo el camino ablando consigo misma lo de que decir y lo que no decir.
En su casa.
— Ya llegue -cerrando la puerta detrás de sí- ¿mamá, papá? -pregunto la Sakura al mismo tiempo que se quitaba los zapatos.
— Ah eres tu Sakura, ¿cómo te fue en la escuela? -ayudándole a quitarse la mochila.
— pues…si, me fue de maravilla, oye ¿Dónde está Papá?
— está en el techo al parecer te tiene una sorpresa, ven vamos al jardín, pero primero tenemos que taparte tus ojos.
En el jardín.
— Ya puedes ver -destapándole los ojos.
— ¡guau! ¿Es para mí? -viendo la linda terraza que le construía su papá- ¡eres asombroso papá!- gritando y brincando de alegría.
— sí, así podrás desvelarte viendo las estrellas.
— ¡sí! -grito mas fuerte Sakura.
— ¡no! Me dijiste que era para que ella viera la luz del sol y se despertara más temprano.
— Mentí, lo siento -bajándose del techo por la escalera.
— "Sigh" hay bueno -dijo resignada su mamá- pero Sakura no te desveles muy tarde ¿sí?
— lo voy a intentar.
Después de eso cenaron, platicaron y llego la hora de dormir en todo ese tiempo Sakura se olvido de todo lo que le paso esa mañana.
En su cuarto.
— "bostezar" ay que sueño tengo -acostándose en su cama.
— Buenas noches sakurita- dándole un beso en la frente su papá.
— Buenas noches, mi princesa de los libros – siguió el turno de su mamá dándole un beso en la mejilla.
— Buenas noches…- quedándose profundamente dormida.
En otro lugar no muy lejos de ahí, un señor misterioso ve la escena conmovedora en su esfera de cristal.
— Perdón niña, pero creo que vasa querer matarme después de lo que haga, perdóname en el futuro -dijo el señor misterioso.
En la mañana siguiente.
Sakura se despierta de un golpe, un poco agitada pero se calma al ver su cuarto por la expresión de su cara pareciera que tuvo una fuerte pesadilla. Va al baño al lavarse la cara pero siente un fuerte olor muy repugnante al olfato proviniendo de la habitación de sus padres.
— Huy, que mal olor -tapándose la nariz, aunque después mientras daba los últimos pasos a la habitación distingue unas pisadas rojas desde la puerta de la entrada hasta la habitación de sus padres en ese momento se destapa la nariz lentamente acercándose poco a poco- ha… ha… vamos Sakura tu puedes -dirigiendo su temblorosa mano a la perilla, la abre, y ve toda la sangre regada en toda la habitación, las paredes, el piso, y hasta los muebles con ese color carmesí que sus ojos no lo podían creer- ¡no… no…esto no puede estar pasando! ¡¿Mamá, papá? -se acercaba muy temblorosa y muy anonadada a su cama lentamente agarrando la sabana que cubría la mínima esperanza de vida, la retira.
— ah…ah…ah -respiraba muy pausada y agitadamente hasta que…- ¡aaahhhh!
Pasó una semana desde el día que enterraron a sus padres y el juez decidía donde quedaría la custodia de la pequeña Sakura.
— Ya está decidido, Sakura Haruno se quedara en la custodia de su tía, fin del caso -dijo el juez sin ninguna emoción alguna.
— Ven conmigo, Sakura -agarrándola del hombro su tía- vivirás conmigo desde ahora…
Sakura solo la siguió a la salida del jurado, entro al carruaje y no dijo ninguna palabra solo se precipito a ver la ventana.
El nuevo destino de Sakura ¿Qué le tendrá planeado?
Nota de la autora: bueno, este fue el primer capítulo de mi primer fanfic… eto… espero que les haya gustado… eto… comenten y pongan cualquier sugerencia, lo que le falta o lo que no.
Arigato gozaimasu a las personas que lo hayan leído.
