Exención de responsabilidad: No soy dueño de los Teen Titans, Los derechos los tienen DC comics y Glen Murakami.
Era una tarde de fuertes lluvias en la ciudad de Salto, los Jóvenes Titanes en días como estos descansaban de sus actividades diarias como el entrenamiento o las charlas de Robín. Cada uno disfrutaban de sus pasatiempos, Robin estaba con Cyborg jugando a la videoconsola a un juego de carreras, Starfire en la cocina preparando unos de sus platos para dar de comer a Sedita, Raven en una esquina de la sala lejos del ruido para poder leer en paz y Chico Bestia transformado en un tigre dormía en paz cerca de las ventanas de la sala, ya que el sonido de las gotas chocando con el cristal le relajaba.
No paso mucho tiempo para que los dos se aburrieran de jugar a lo mismo durante horas y se fueron a sentar en las sillas de la cocina, buscando algo de aperitivos en los armarios o en la nevera.
Cy: Viejo estoy tan aburrido, -Cogiendo una Soda- ya han pasado dos días que llueve y no podemos hacer nada. (Sentándose en la silla junto a Starfire)
Rb: Tienes razón, había pensado en cambiar el ritmo del entrenamiento para poder probar nuevas estrategias, -Sentándose con una taza de café molido- pero de nada serviría porque el campo de entrenamiento esta fuera y no sería bueno entrenar mientras llueve. (Mirando al techo)
Cy: Como siempre Robín intentando darnos más alegrías, -Siendo sarcástico- no todo se basa en entrenamientos y buscar criminales.
Rb: Pero somos superhéroes, -Refuto su argumento- tenemos que estar siempre en guardia por si hay alguna amenaza, aunque en días como estos no sé qué podríamos hacer. (Pensando en voz alta en lo último)
Cy: Se llaman días libres, podrías intentar utilizarlos para algo. (Estirándose)
Rb: ¿Cómo qué? (Sabía que él estaba insinuando algo)
Cy: -Sonrisa- Podrías invitar a Star al cine o tomar algo juntos. (Susurrándole al oído)
Robin se puso rojo de vergüenza, imaginando como sería un día junto a la princesa alienígena. Un paseo por el parque hablando de infinidad de cosas, Ver una película en el cine (Seguramente romántica), una tarde en la playa. Alguna de esas cosas rondaba por su cabeza, hasta que volvió a la realidad y vio a su amigo sonriendo con malicia. Tosió para recomponer su actitud y siguió bebiendo su café.
Star: Amigos, ¿Es normal que caiga agua del cielo durante tanto tiempo? (Estando confundida por el clima de fuera)
Rb: No suele ser mui frecuente, pero días como estos suelen ocurrir varias veces al año. (Le contesto)
Cy: Así es, la lluvia no es buena para mí, acabaría como una estatua oxidada nada más pise la calle. (Señalándose)
Siguieron hablando del clima de la calle con toda normalidad. Raven por su parte intentaba seguir leyendo, había escuchado la conversación de los tres en la cocina, pero no quería entrar en debates sobre el tiempo ni nada por el estilo. Estaba tranquila y bastante satisfecha con los días que han pasado lloviendo, ya que le dieron tiempo para leer los libros que tenía pendientes y poder meditar sin esperar a que la llamaran para un día de campo o algo parecido. O eso pensaba, en un principio estaba bien, pero como los demás, ella se sentía aburrida y ni leer sus libros la entretenía. Suspiró mirando por encima de su libro para ver la sala completa, sus amigos seguían en la cocina decidiendo lo que podrían hacer en día como este, moviendo su mirada al resto de la sala examinando alguna cosa que le llamara la atención, lo que encontró fue un tigre verde cerca de las ventanas durmiendo plácidamente en una esquina lejos de la cocina. Lo primero que se pregunto era ¿Por qué se transformó en un animal tan grande para dormir? La curiosidad era uno de los pocos puntos débiles de Raven, era una chica curiosa y odiaba no encontrar un sentido o respuesta a lo que le interesaba.
Con ese y muchos otros pensamientos rondando por su mente, se levantó cerrando su libro y dejándolo en una mesita cercana, se dirigió a la cocina para hacerse un té.
Cy: Pocas opciones nos quedan, -Bostezando de sueño- ¿Alguna idea Raven? (Mirando como pasaba delante de ellos)
Rv: No se me ocurre nada. (Siendo verdad y tampoco quería pensarlo mucho)
Star: Podríamos tener una "Tarde de charlas de chicas" como se llama aquí. (Dirigiéndose a Raven)
Rv: Sinceramente no estoy por la labor, - Imaginándose una tarde con ella, sentía miedo- además, que eso dejaría a los chicos aburridos ¿No te parecería mejor algo que los incluía y pasemos el tiempo todos? (Mirando a sus amigos para que la apoyaran y no se quedara sola con ella)
Cy: No sé, (Sonrisa) puede que una tarde para vosotras os venga bien. (Buscando la forma de molestarla)
Pocas veces Raven echa una de sus miradas de muerte a alguien que no sea Chico Bestia, pero en este caso Cyborg tentó mucho a la suerte bromeando sobre que se quede a solas con Starfire. Robin vio el peligro inminente y salió al rescate de su amigo.
Rb: Raven tiene razón, podríamos hacer alguna actividad en la que podamos participar y disfrutar de nuestro tiempo. (Poniéndose entre los dos)
Star: Esta bien…, quizás amigo Chico Bestia tenga alguna idea. (Empezó volando sobre sus amigos)
Rb: Star, no creo que eso sea- (Empezó diciendo)
Salió volando sin escuchar lo que le estaba diciendo, no estaba seguro de que el miembro más joven tuviera alguna idea que no fuera peligrosa. Vieron cómo se acercó despacio al tigre, le dio un abrazo y lo que parecía que le estaba hablando de forma suave. Robin esperaba que no se quedara dormida como él o alguna de las otras ideas que solo eran producto de su imaginación y celos al verle abrazar a su compañero. Cyborg le parecía extraño que en todo este rato no había hecho acto de presencia con ellos en la sala, cuando de normal suele decir chistes sin humor o alguna forma de molestar a los demás, tal vez solo disfrutaba de un día sin misiones así que no le dio importancia y espero a que viniera a la cocina con el resto. Raven se sentía extraña por dentro al verle, una ausencia en su vida se podría decir, durante estos días ninguno de ellos ha intentado acercarse a ella o molestarla con uno de sus chistes, no lo iba a reconocer ante nadie, pero le echaba de menos porque era el único que se preocupaba e iba a buscarla siempre cuando iban a hacer alguna cosa o simplemente para pasar un tiempo juntos.
En ese momento el tigre levanto la cabeza para mirar a Starfire, que estaba abrazando su pelaje verde. Bostezo con fuerza sacando al mismo tiempo un rugido, se levantó estirando sus cuatro patas y mirando al grupo de la cocina, cambiando a un ser humano otra vez se dirigió con Starfire a su lado con ellos.
Cb: Buenos días Chicos. (Saludo)
Rb: Querrás decir, "Buenas Tardes" son las seis de la tarde. (Señalando el reloj)
Cb: ¿A sí? (Mirando el reloj) bueno lloviendo y con el cielo oscuro no tenía ni idea de que hora era. (Pasando por ellos para coger una manzana de la cocina)
Rv: ¿Desde cuándo eso ha sido un problema para ti? Te duermes a cualquier hora del día.
Cb: Star me ha dicho que estáis aburridos, -Ignorando el comentario de Raven- yo tengo una idea de lo que podríamos hacer. (Dándole un mordisco a la manzana)
Star: ¿Sera divertido y emocionante amigo Chico Bestia? (Pregunto esperanzada)
Chico Bestia tenía una sonrisa tan grande que podría rivalizar con el gato del país de las maravillas, un escalofrió recorrió al resto del equipo sabiendo que su idea no iba a ser segura o por lo menos seria peligrosa en algún sentido.
Cy: ¿Qué estás pensando? (Miedo de esa mirada suya)
Rb: ¿No será nada peligroso no? (Queriendo estar seguro)
Cb: Digamos que es un juego donde podremos hablar, dar nuestras opiniones y a la vez que hagamos un poco de ejercicio. (Terminando su manzana)
Star: ¿Cómo se llama el juego?
Giro su mirada para ver al resto mirándole también, las siguientes palabras que salieron de su boca desencadenarían los peores y mejores momentos del grupo de superhéroes de ciudad de Salto. Nadie de los presentes estaba preparado para esto.
Cb: "Verdad o Reto". (Dijo lentamente)
Bueno chicos esta va a ser la segunda historia que quiero seguir, decidme si os gustaría que la continuara ya que habrá muchos momentos vergonzosos y tal vez algún desliz ejejeje.
