ATENCIÓN: Los derechos del anime/manga "Naruto" no me pertenecen. La siguiente historia tampoco es de mi autoría. Es propiedad de TheOpenedWay quien muy amablemente me dejo traducirla. ¡Muchas gracias Melissa! :D
Se prohíbe la reproducción total o parcial de este fic.
Cabe señalar que tuve que cambiar algunas cosas al momento de traducirla, ya que éstas no se adaptaban al español
¡Disfrrrrrruten!
Gemidos
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Gruñidos
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Crujidos
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Llantos
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Plegarias
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Lágrimas
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Sangre
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Sonrisas
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Rota
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Hurtada
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Oscuridad fue el único abrazo que recibió, durante dos meses enteros, del agujero sin ventanas en el cual que estaba. Una lámpara se encontraba sobre un mueble al lado de la cama. Ella nunca la encendía ya que eso solo la haría recordar que se encontraba atrapada.
Sakura Haruno, dieciocho años, uno sesena y cinco de estatura aproximadamente, ojos verdes, cabello rosa (causado por una mutación genética) y aspirante a doctor. Solía tener sueños, pero "realidad" le abofeteo la cara espantándoselos, y entonces comprendió que "destino" (amigo de "realidad") puede llegar a ser muy cruel.
Recostada de lado, con las rodillas sobre su pecho, cubrió su golpeado cuerpo con las sábanas. Ella simplemente no podía comprenderlo… siempre fue una chica buena.
Hacía sus tareas, nunca se metía en peleas ni en drogas… no hacía nada malo. Ella era la definición de responsabilidad.
Durante el tiempo que duró en aquella posición se puso a pensar las posibles razones para comprender por qué le ocurrió esto.
Karma quedaba fuera.
Ninguno de los pequeños problemas que haya causado merecía tal castigo.
Una apuesta también quedaba fuera de sus suposiciones.
Nadie que ella conociera era tan enfermo como para pagarle a alguien para que le hiciera eso. Era improbable.
Dios no era una opción. Sabía que ningún espíritu santo la enviaría a propósito a tan cruel destino. Simplemente no era el tipo de cosa que un dios haría, ¿verdad? Los Dioses estaban para ser adorados y rezados. Sólo castigaban a los que actuaban mal… ¿cierto?
Cierto.
Ella confiaba en eso. Siempre le rezaba a todos los santos que ella conocía, pidiendo seguridad, ayuda y paz. Incluso rezaba por la familia de la cual fue separada. Tsunade… no, no debía pensar en ella. Siempre que pensaba en su madre adoptiva sus ojos se ponían acuosos, y él siempre se da cuenta cuando llora. Él la atormentaba mirándola con esos ojos negros. Dependiendo de su estado de ánimo él podría o golpearla, pasar de largo, o incluso venir y limpiar sus lágrimas, lo cual solo la hacía querer llorar más.
Y ella definitivamente no quería que se apareciera.
¿Por qué? ¿Por qué tenía que ser precisamente ella, de todas las personas en el centro comercial? Había chicas más bonitas por ahí, con senos que seguramente desbancan a los suyos. Chicas con pelo rizado y ojos no tan grandes y raros como los de ella.
¿Por qué él sintió la necesidad de llevarla en vez de alguien más? Probablemente por su cabello rosado. Eso la hizo sobresalir como un pavo real albino entre un mar de coloridas aves. Ella era diferente, perfecta para un coleccionista. Un trofeo.
Maldecida con un raro, pero a la vez hermoso, cabello rosado; ojos color menta y piel cremosa, acababa de ser nombrada así:
El trofeo de Sasuke Uchiha.
¿Qué les pareció? Primera historia publicada. Sé que es algo corto pero los próximos capítulos son más largos.
Espero, en verdad, que les interese esta historia. Debo de aclarar que los capítulos se volverán algo fuertes y muy gráficos.
Pero por ahora espero recibir comentarios :D todos son bienvenidos.
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