Ok, Se acerca el final de Clean... y ya tenía esta idea rondandome... así que me he puesto a escribir y esto es lo que ha salido. Espero no decepcionar. Y sobretodo, mil disculpas por tener abandonado The beggining pero tranquilos que lo sigo...yo suelo acabar todos mis fics...aunque luego la mayoría (Himym... y alguno más, me parezcan una caca xD o tal vez es que Clean...es como mi hijo favorito jajajaja y entonces tengo como el liston subido, que se yo) en fin, que espero que os guste...agradecer a my partner en The bodyguard por ayudarme en la concepción e insistirme para que lo comparta, y como siempre a mi manager JanJan :)
Ahora a leer!
Pd. No suelo escribir histos en primera persona. Esta lo es. Siento si es horror.
Intento sacar cuentas, pero cada dos segundos me asaltan los nervios y pierdo el número en mi cabeza temiendo el momento de la verdad. La cruda realidad.
Siempre tomo precauciones y no soy de tener sexo casual, pero hace dos meses aproximadamente… todo se me fue de las manos. Castle y su repentino cambio de humor, su vuelta a las andadas con una rubia tonta en cada brazo, me llevó a cometer una estupidez y acostarme con el primero que me invitaba a una copa… y a pesar que tomé todas las precauciones del mundo ahora me encuentro en esta maldita situación.
Y ahora, como una idiota me arrepiento. Me arrepiento por qué… esto no tendría que haber pasado, y menos por mis sentimientos incontrolados hacia el escritor.
Mi mano tiembla cuando abro la caja con cuidado y saco el plastiquito.
Bien, esta mañana me he levantado con toda la intención, después de darle vueltas toda la noche y retrasarlo una semana más. Esta mañana, temprano y sin desayunar ni orinar me he ido a la primera farmacia de guardia que estaba abierta.
20 dólares, una visita al retrete y varios minutos de incertidumbre después aquí estoy, dando vueltas por el baño, descalza, nerviosa y esperando saber el resultado de ese test.
Es probable que mi vida esta a escasos segundos de cambiar para siempre, y eso me crea una sensación de pánico, como si cayera por un precipicio.
Y a pesar que estoy en la treintena, no sé si estoy preparada para este cambio. No estoy segura de querer este cambio.
Mi vida es simple: Apenas salgo… apenas tengo vida social… soy adicta al trabajo y esto…esto no entraba en mis planes. No ahora. No sola.
Deseo con todas mis fuerzas que de negativo, jamás he querido un negativo tanto como este... pero cuando abro los ojos y miró el predictor y tiene dos rayas rosas, un positivo me cae como un jarro de agua fría, haciendo esa pesadilla jodidamente real.
Maldito positivo. Quiero creer que es mentira. Que es un error y leo el prospecto para cerciorarme. No. La probabilidades de que haya un falso negativo son de alto porcentaje, sin embargo un probabilidad de falso positivo son completamente nulas. Mi gozo en un pozo.
Lo tiro a la basura y decido dejar de pensar en ello cuando suena mi móvil, seguramente por un nuevo caso.
Mientras Ryan y Espo me explican todo lo relacionado con el cadáver que descansa a nuestros pies con un tiro en la frente y Lanie nos confirma la hora de la muerte yo no dejo de darle vueltas a toda la situación que ahora ha dado un vuelco a mi vida.
Miro el cadáver, el olor a muerto y a sangre hace que mis tripas se revuelvan. El olor a meado y a frito del restaurante chino no ayuda y sin poder evitarlo tengo que apartarme del grupo y vomitar en un rincón de ese callejón.
Siento la mirada de los tres y el silencio se hace patente.
Lanie se acerca a mí.
-¿Estas bien, cielo?
-Si…-me yergo como puedo mientras con un papel desechable limpio las comisuras de mi boca- Si… el café…de esta mañana me ha sentado mal.
Pero ella sabe que eso es una simple excusa. Me mira con un interrogante en los ojos y luego regresa con mis compañeros, terminando de confirmarles un par de detalles y llevándose al cadáver de la escena del crimen.
Durante un buen rato me he mantenido al margen intentando calmarme, intentando quitarme esa sensación de nauseas permanente que no logro saber si se trata por mi reciente embarazo o por que mi vida en general da asco.
-¡Hey!-yo me sobresalto considerablemente y me giró al sentir su mano en mi brazo- ¡Siento llegar tarde!
Le echo una mirada de arriba abajo y tiene el mismo aspecto que cada lunes desde este último mes en el que apenas nos hemos hablado. Después de todo…nuestra relación poco a poco se ha ido enfriando por su actitud que aun no logro entender.
Castle lleva el cabello algo desordenado y unas pequeñas bolsas se forman bajo sus ojos azules que están mas apagados que de costumbre.
Su camisa esta arrugada, con el primer botón desabrochado dejando ver una leve marca roja en su cuello, seguramente se lo ha pasado en grande ese fin de semana.
-No tienes muy buen aspecto-murmuró- ¿Te ha atropellado un camión?
-Un camión llamado 'Fiesta en Las Vegas'
-Debes de dejar de usar esa frase, ya la has usado varias veces…-un escalofrío recorre mi cuerpo cuando recuerdo la primera vez que la escucho, justo cuando estoy apunto de confesarle lo que siento y le veo aparecer con una rubia en su Ferrari, justo cuando toda nuestra relación ha dado un vuelco y yo acabo cometiendo la mayor estupidez de mi vida-.
-Tú tampoco tienes mejor aspecto que yo-me increpa.
Yo ignoro ese comentario y sigo mi camino por el callejón con él a mi lado.
-¿No hay cadáver?
-Lanie ya se lo ha llevado.
-Pues si he llegado tarde.
-Si-contesto bastante seca. En este momento lo último que quiero hacer es hablar de cadáveres, o hablar con él directamente, yo sólo quiero ir a mi casa y meterme bajo las mantas y no salir en meses… o tal vez años. Sólo quiero que esta pesadilla acabe.
Me subo en el coche y Castle se sube a mi lado, esta vez por suerte en silencio y recorremos el trafico de la ciudad en busca de unas pruebas y otros sospechosos. Durante todo el día tengo la sensación de mareo constante. Me empiezo a agobiar pero por suerte ninguno de mis compañeros se percatan de mi estado, salvo por mi completa ausencia a la hora de crear la línea temporal frente a la pizarra blanca o a la hora de intervenir en el interrogatorio con Espo contra el principal sospechoso: el amante del cadáver.
-Beckett… Beckett… ¿Kate?
-¿Mmm? –Regreso en ese momento al mundo real, más concretamente a la sala de interrogatorios, y cuando me percato de cómo debajo de la mesa tengo mi mano sobre mi vientre, me maldigo interiormente.
Aprieto mis labios y enfoco mi mirada en Espo quien me mira con una preocupación palpable.
-Estabas…ausente.
-Lo siento…
-¿Te encuentras bien?
-¿Eh?-vuelvo a mirarle-Si…si no te preocupes. Sólo…-carraspeo y miro al interrogado que me mira confuso y luego a Espo que tiene los ojos entrecerrados-¿Te puedes ocupar tú?
-Claro.
No escucho nada más y salgo del interrogatorio.
Me preparo a conciencia el café. Por suerte estoy sola en la sala de descanso y sin darme cuenta me tiro un buen rato removiendo la cucharilla en mi taza azul.
Como un movimiento automatico me llevo a mis labios la taza y apenas doy un trago la separo rapido de mi con cara de asco. Frunzo el ceño y el simple hecho de acercar la taza y oler el café me dan ganas de vomitar.
Mascullo un taco y aparto la taza molesta dejándola a un lado. Ni siquiera he pensado en si la cafeína podía afectar a mi estado y lo que más me molesta es que... mi cuerpo la rechaza directamente.
Recibo una llamada de Lanie y enseguida bajo a la morgue. Estoy en silencio escuchando lo que la forense me cuenta sobre el cadáver pero al mismo tiempo mi mente vuela y le doy vueltas a si debo confesárselo a mi amiga o no.
-Ok, entonces... Javi tenía razón.
-¿Qué?
-Estas actuando de forma extraña...-Lanie alza la ceja-¿Te ocurre algo?
-No.
-¿Tiene que ver con lo de esta mañana...?
Yo me callo. No contesto. Y eso es peor. Mi silencio se transforma en evidencia pura. Lanie me mira, o mas bien me escruta con su mirada durante un buen rato. Yo me mantengo firme hasta que ella abre los ojos como platos.
-Dime que...
Yo me siento en una de las camillas metalicas que esta desocupada y hundo mi rostro entre mis manos. Mi cuerpo y mi mente son una montaña rusa de sensaciones que no consigo manejar.
-Estoy embarazada.-suspiro-Y no sé que hacer.
Lanie se acomoda a mi lado y me pasa su mano por mi espalda intentando reconfortarme.
-¿Como ha ocurrido? Quiero decir... ya sé como pero... cuando...osea... Kate...tu no...no sales con nadie...
Yo la miro con lágrimas en los ojos.
-¿Es Castle? ¿Se lo dijiste?
Noto la esperanza en sus ojos y de repente y seguramente por mi gesto, veo como toda esperanza desaparece.
-Fue una noche...yo me cuido...no sé que pasó... y estoy hecha un lio.
Le agradezco su delicadeza y su tacto a la hora de omitir bastantes preguntas sobretodo acerca del padre de la criatura. No soy capaz de hablar de la identidad del otro portador de cromosomas, simplemente por que para mi fue solo eso...un encuentro y nada más.
Y lo que en un principio era nada más... ha traído unas malditas consecuencias que me carcomen por dentro.
Durante un buen rato ella trata de consolarme y hace que me abra confesandole como me siento, y eso que aun no tengo muy claro como me siento.
Todo ha sido demasiado repentino y sorpresivo para mi.
-Y ahora... ¿No vendrás?
-¿A donde?
-El cumpleaños de Javi... en el Old Hunt...
-Mierda-mascullo-se me había olvidado por completo.
Lanie hace una mueca. Se separa y empieza a recoger sus cosas mientras me comenta que debo ir, debo acompañarla y al menos distraerme un poco mientras pueda. Todavía tengo que hacerme a la idea de que mi vida va a cambiar, pedir cita en mi ginecólogo, saber de cuanto estoy... decidir si lo voy a tener o si por el contrario...
Muevo la cabeza para apartar todos los pensamientos que tengan que ver con ese tema de mi interior y de un salto me bajo de la camilla.
Mi amiga ha terminado de recoger sus cosas y mientras se cambia de ropa la espero en el pasillo autoconvenciendome del que salir un rato me puede hacer bien.
Finalmente salimos las dos juntas y vamos directas al bar de Castle.
Cuando entramos, el ambiente esta cargado. Las luces están bajas y huele a alcohol. La música está algo alta y esparcidos por el bar, que esta cerrado para el publico, están amigos de la doce y del ejercito de Espo, que se encuentra bromeando con Ryan y con Castle que en ese momento, detrás de la barra se dedica a preparar diferentes cócteles.
Yo le miro a lo lejos. Lanie me arrastra hasta el grupo y abrazo a Javi tras felicitarle. Él me agradece y me corresponde el abrazo aprovechando para pedirme explicaciones por mi comportamiento pero se retracta ante la mirada de la forense.
Sin apenas mirar a Castle, me siento en un taburete y me relajo conversando con mis amigos.
-¡Venga chicos, vamos a celebrar!
Yo sonrío forzadamente. No tengo ningunas ganas de nada. Estoy agotada, sin embargo, intento relacionarme con todos.
Castle me mira y yo no puedo evitar corresponderle. Me pasa una copa con un liquido azul y yo la agarro. Los demás tienen diferentes cócteles preparados por ellos.
-Lleva Bluetropic, tequila, redbull y vodka-me sonríe.
Frunzo el ceño. No le comprendo. Nuestra relación estaba mas bien tivante. Me encojo de hombros y bebo. Pero tan pronto como el liquido invade mi boca y degusto el fuerte sabor a alcohol, lo escupo en el mismo vaso sin llegar a tragar una sola gota.
Todos se quedan mirándome. Lanie aprovecha para intervenir con algún comentario y desviar la atención de ellos. De todos, salvo de Castle.
Castle es escritor. Es el maestro de los detalles. Él se ha dado cuenta. Su mirada me lo dice, todo su vocabulario corporal me grita por una explicación y tan pronto como clava su mirada confusa, de un azul intenso yo aparto la mirada al suelo. Me levanto del taburete y huyo. Quiero salir de allí. Necesito que me de el aire antes de que me desmaye allí en medio por la maldita tensión.
Empujo la puerta del Old Hunt con fuerza y doy varios pasos hasta un callejón que tiene un par de puertas que dan a la parte de atrás del bar. Castle sale por una de esas puertas y me busca.
Se acerca a mi y yo me muevo prácticamente en círculos. No sé que hacer. No quiero encararle.
Me toma por la muñeca bruscamente.
-Niégalo.
-¿Qué?-aprieto mis labios y le miro y muevo mi cabeza en negación.
-Castle...
-Has vomitado. Estas ausente. Has escupido el alcohol...-me mira, o mas bien casi me desnuda con la mirada en mi escote-y tus pechos...
Yo aprieto los dientes y le empujo levemente antes de pegarle un bofetón.
-Estas embarazada-dice casi sin aire. Sorprendido. Arrugo mi entrecejo y le miro sin comprender. Creía que ya no le importaba, y sin embargo, ahí está él, preocupándose, por que realmente su cara me demuestra todo un sin fin de sentimientos: Sorpresa, comprensión, preocupación e incluso un halo de algo parecido a la alegría.
-Si.
-No era una pregunta-murmura y vuelve a repetirlo. Haciendo que de nuevo se vuelva más real.
El tartamudea e intenta buscar una explicación. Yo le hago callar con una simple mirada. Siempre he tenido ese poder en él y es algo que he adorado. Siempre. Callarlo con una simple mirada.
-Hace unas semanas... simplemente pasó...no sé como...no sé con quien-miento. Si. Si lo sé. Fue el primero que me invito a tomar una copa después de que Rick me plantase para irse con esa azafata de tres al cuarto. Pero no tengo ningunas ganas y más después de perder confianza en él de contarle mi vida amorosa e inexistente, suficiente esfuerzo estoy haciendo contándole sobre mi embarazo.
-No sabes con quien-repite.
Yo niego.
-Claro. No sabes...-vuelve a repetir y eso hace que yo le mire confundida. No entiendo a que vienen tantos comentarios de ese estilo por parte de él. Y últimamente se repiten demasiado.
-Estas embarazada-repite de nuevo.
Yo trago saliva. Ni siquiera se ha parado a preguntarme que tal estoy o como me siento.
-Si, Castle-digo molesta. Odio que lo repita tanto. -Sabes...creo...creo que voy a irme, estoy agotada. Por favor, justificame con Javi ¿Ok?
-Dejame que te lleve a casa, tengo el Ferrari aparcado en la otra calle.
-No-me suelto de su agarre bruscamente-Estoy bien.
-Como quieras-dice simplemente. La mirada de preocupación ha sido substituida por una de indiferencia. Yo le miro sin comprender-Ve a descansar, Kate. Lo necesitas.
Yo hecho a caminar para la calle principal para poder parar a un taxi y cuando me giro para buscarle veo como la puerta del callejón que da a su bar se cierra bruscamente.
Suspiro y me seco con el pulgar una lágrima rebelde que amenaza con escapar. Los próximos días serán bastante duros...
Nos vemos en el próximo ;)
