"Contraluz"

Primer Capitulo: No solo es mi vida.

"Vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si fueras a vivir siempre"

-Bella-

Suspire cansada mirando los documentos que estaban frente a mi, hace mas de una hora que debía haber vuelto a casa. Honestamente me gustaba mi trabajo, ayudar a las personas a salir adelante con sus problemas. Se sentía bien.

Los documentos que tenia delante eran de mi nuevo paciente, tenia muchos problemas, esperaba poder ayudarlo.

Deje los documentos en su lugar y salí de mi consultorio. Vivía con mi hermana menor Bree. Lamentablemente mis padres fallecieron cuando apenas tenía quince años y Bree diez años. Me convertí en su mamá por un tiempo, por así decirlo. Pasamos por momentos difíciles, que me llevaron a querer ser psicóloga. Sabia lo que se sentía estar sin salida y no tener quien te guiara.

A mis dieciocho años tuve un golpe de suerte, si "golpe". Mientras caminaba por la calle tropecé con un señor, Carlisle el hombre más noble que he conocido y su esposa Esme la mujer más amorosa. No pudieron tener hijos y decidieron dedicarse a ayudar a las personas. Carlisle me dijo que vio algo en mi, algo que le hizo saber que debía protegerme (Siempre le estaría agradecida) Así fue como cambio mi vida y la de Bree. Pagaron parte de nuestros estudios y en pocas palabras fueron y son esos padres que siempre necesitamos.

Teníamos un departamento, no era la gran cosa pero no podía decir tampoco que era feo. Tenía dos habitaciones, una de Bree y otra mía. La habitación de Bree era lo contrario, tenia colores oscuros y casi toda la decoración era negra. La sala contaba con un lindo televisor plasma, regalo de Esme. Tenia un librero, me encantaba leer. La cocina era perfecta para mí, un buen tamaño para cocinar sola. No me quejo de la vida que me toco, al contrario sé que pasar por momentos difíciles me hace más fuerte. Estaba consiente que para Bree todo era más difícil, quería sobre salir con sus amigos. Si por Carlisle y Bree fuera, nos tendrían en su mansión. Aunque no podía aceptarlo, ya habían hecho demasiado por nosotras. Ese asunto ocasionaba un constante conflicto entre Bree y yo.

Bree aun no terminaba sus estudios, estaba siempre al pendiente de la vida social de todos ¿Típico a esa edad? Bueno yo nunca fui normal, tenía responsabilidades de un adulto a mis quince años. Ahora a mis veinte cuatro años, aun me sentía con la obligación de cuidar de mi hermana, ella estudiaba diseño. ¡Diseño! Eso me recordaba a mi muy alegre amiga Alice, sobrina de Carlisle y Esme. Alice llego a alegrar mi vida con su peculiar forma de pensar, para ella no había momentos malos: "Vive tu vida como si fuera el ultimo día" siempre me decía con una sonrisa.

Llegue pronto a casa, todo estaba en silencio ¿Bree? Camine sin hacer ruido hacia su habitación y no encontré nada ¿A dónde habrá ido? Suspire. Siempre se iba sin decir nada y eso me dejaba muy preocupada. Me quite los cansados zapatos y tome un vaso de leche para relejarme en mi sillón. Prendí el televisor y deje el canal que estaba, era una serie de detectives, policía, etc. Saque mi iPhone (Esme nos había regalado uno a mí y otro a Bree, el día de San Valentín) El mio color blanco y el de Bree negro. Marque su número. El cual ya me sabia de memoria, por tanto buscarla. Al instante entro al buzón de voz. Enojada termine la llamada. Era mejor un mensaje de texto:

No tengo idea de porque no puedes contestar. Solo mándame un mensaje para saber si estas bien ¿Por favor?

Deje el celular sobre la mesa del centro y me concentre en el televisor. Después de casi una hora, mirando el televisor. Mi celular sonó. Rápido lo revise. Por fin la respuesta de Bree:

Estoy bien. Llego pronto.

Me sentí mas tranquila con su mensaje, aunque no dijera mucho. Sabía que mi hermana no era de muchas palabras en algunos casos. Me dirigí por un plato de cereal para cenar. Justo cuando terminaba, mi celular comenzó a sonar. Solo aparecía en la pantalla el número ¿Quién seria?

-¿Hola?- dije insegura.

-Um…hola ¿Isabella Swan?

No reconocí la voz.

-Si ella habla ¿Quién es?

-Habla Jasper, Jasper Cullen.

De repente un foquito se prendió en mi cabeza. Se trataba del hermano de mi nuevo paciente.

-Disculpa Jasper, no tengo tu número guardado ¿Qué tal? ¿Sucedió algo?

-No todo esta normal gracias, solo que mi hermano ahora no esta muy bien emocionalmente ¿Podemos cambiar la cita para el miércoles?

No me agradaba escuchar eso. Entre mas tiempo mas daño se hacia el paciente. Solo que eso ya no era mi decisión.

-Está bien Jasper, solo no dejes pasar mucho tiempo. Estoy segura de que tu hermano buscara muchos pretextos para no ir… es importante para que pueda mejorar.

-Lo se, le aseguro que ahí estará el miércoles.

-No me hables de usted Jasper y dime Bella.

-Entonces gracias Bella.

-No hay de que adiós.

Jasper no había llegado como todo los pacientes. Se trataba del mejor amigo de Alice, por lo tanto ella sabía su situación. Le conto sobre mí: su amiga psicóloga… que tal vez era lo que su hermano necesitaba. Solo había hablado con Jasper una vez frente a frente, estaba desesperado por su hermano que estaba así desde hace años. Le prometí que haría todo lo posible por ayudarlo. Ya que para ayudar a alguien, tenía primero que querer la persona. Si el paciente no quería no podía hacer mucho.

-Bree-

Me sentía tan cansada de todo. Escuela, casa, trabajo y así podía seguir interminablemente. Mi vida era terrible, no entendía porque a mi ¿Era un castigo? Perdí a mis padres tan chica que ni siquiera podía considerar un castigo contra algo que yo hice ¿Fue Bella? Fuera como fuera ellos no estaban. Solo tenia a mi hermana mayor que se creía mi madre ¡Ella no lo era! Nadie, ni la señora Esme podían remplazarla. Estaba cansada de llorar, de pedir una explicación ¿Por qué mis padres? No teníamos casi dinero y Bella no dejaba que tomara el de Carlisle y Esme ¿De que servía tener ayudar? La verdad les tenía un gran cariño, ya que al final se apiadaron de nosotras cuando no tenían que hacerlo. Ni siquiera tíos lejanos eran, ellos tenían mi completo respeto. No estaba enojada con la vida, solo pensaba que era una maldita injusta, tanto rico sin corazón por allí.

-¿Quieres ir a mi casa?- me pregunto Diego sacándome de mis pensamientos. A Diego lo consideraba mi ángel personal. Siempre trataba de sacarme una sonrisa, el sabia todo mi historia desde principio a fin, solo podía confiar en el.

-Si creo que seria lo mejor-. La escuela por fin había terminando y tenía un tiempo libre. Los fines de semana tenia que trabajar como esclava de cajera en un café. No tardamos en llegar a su casa, era de un buen tamaño considerando que vivía solo ¡Que suerte tenia! Tenía a sus padres y era hijo único.

-Deberías llamar a Bella para que no se preocupe- dijo tratando de parecer desinteresado.

-Después- respondí cortante. Diego sabía que odiaba que se metiera en mis asuntos, podía darme consejos cuando se lo pedía pero simplemente meterse no, nadie controlaría mi vida. Diego me miro con sus intensos ojos azules. Tan profundos. Estaba casi segura que el sabia lo que ocasionaban sus ojos en mi ¡Odiaba sentirme vulnerable!

-Deje de mirarme- gruñí sentándome en su enorme sillón.

-Sé que para ti seria mejor que fuera ciego, pero pequeña necesito mirar- dijo burlón. Su pasatiempo creo era molestarme.

-Si. La verdad tendrás suerte si no te saco los ojos y los pongo en mi habitación como decoración ¡Seria genial!- dije fingiendo emoción.

-¿Quién es el chistoso ahora?- le di un leve golpe en el hombro en forma de juego. –Cállate Diego- tome su control y prendí el televisor. Tenia ganas de no pensar unos minutos. Sabia que llegando a la casa me esperaba un discurso de Bella, mejor me relajaba ahora.

-Bella-

Ya no tenía más energía, estaba a punto de caer dormida en el sillón cuando escuche la puerta.

-¿Bree?

Mi hermana entro con una mueca dibuja en la cara. En parte era muy parecida a mi, tenia su cabello largo, casi del mismo color del mio (Café rojizo) Sus ojos eran un poco mas claros que los míos, como el chocolate. No porque fuera mi hermana lo decía, pero ella era muy bonita.

-Ya estoy aquí- dijo seria. Sabia que hoy era un mal día para ella, hoy seria el aniversario de casados de nuestros padres y por alguna extraña razón ella nunca lo había olvidado.

-¿Algo va mal?

Sabia la respuesta, la conocía perfectamente pero ella prefería cerrarse en su mundo.

-No importa, solo son mis cosas de siempre-. Siguió caminando hacia su cuarto.

-¿Podemos hablar mañana?

-Si Bella, buenas noches.

-Buenas noches Bree, duerme bien- . Quería demostrarle mi cariño. Con ella no funcionaba como debía, Bree no aceptaba cariño de nadie. Mi hermana estaba tan necesitada de amor, le daba miedo sentir cariño. Fue mi turno de huir a mi habitación ¡Cama, dulce cama!

Deje mi bolsa de lado derecho mientras esperaba que llegara Esme. Casi todos los martes o fines de semana quedábamos para hablar en el café. Hoy tuve un día tranquilo, no hubo ningún paciente con problemas fuertes.

-¡Hola querida!

Alce mi cara para encontrarme a Esme con los brazos abiertos para saludarme. Esme era una mujer encantadora, tenía unos lindos ojos cafés claros, al igual que su cabello que le llegaba al hombro. No aparentaba tener sus treinta y cinco años, se cuidaba mucho. Rápido me puse de pie y le di un abrazo.

-Hola Esme- dije sonriente. Estar con ella era uno de mis pasatiempos favoritos.

-¡Dios niña! Cada vez te ves más hermosa –. Sentí mis mejillas arden ante su comentario.

-No lo creo pero gracias. Me veo siempre y no noto nada diferente- . Esme tomo lugar frente a mí.

-Tonterías, tu que nunca te das tu lugar. Ya te lo he dicho Bella ¡Date un poco de psicología a ti misma!- nos reímos ante eso. Seria extraño decirme a mi misma.

-Lo pensare- bromee.

-¿Y como te ha ido Esme?- pregunte sonriente volviendo al tema.

-Muy bien. Ayer fui al orfanato ¡Son tan lindos esos niños! Deberías volver a ir hija, ir con Bree para que despejen un poco la cabeza.

-Pronto, si que lo necesito- suspire.

-¿Cómo te fue con el hermano de Jasper?- pregunto curiosa. Esme sabía al igual que yo, que Alice quería a Jasper de una manera más allá de una simple amistad.

-No lo he atendido hoy, hasta mañana. Jasper llamo para decirme que tuvo problemas ayer, al parecer será más difícil de lo que imagine.

-Tu eres excelente hija estoy segura que lo ayudaras-. Ojala sus palabras se cumplieran, nunca había fallado con alguien y no me gustaría hacerlo. Después de una hora hablando, nos despedimos para volver a nuestro mundo, Alice estaba ya esperándome en casa. Alice era de estatura baja, con un cabello negro hermoso que le llegaba hasta los hombros. Sus ojos color miel resaltaban.

-¡Hola Bells!- Me recibió Alice con un abrazo en cuanto entre al departamento. Había robado mi llave para hacer una copia.

-Hola Alice, también me da gusto verte- dije riendo. Ella era demasiado demostrativa ¡Demasiado!

-Que clase de ropa tienes puesta ¿Por qué no usas lo que te doy?- hizo un puchero (Tipo niña de cinco años).

-Si la uso. No hoy pero de vez en cuando-. Prácticamente no estaba mintiendo, la usaba en mis días libres… a veces.

-Um… No sé si creerte Bella pero cambiando de tema hoy vi a Jasper.

Su cara se ilumino instantáneamente al mencionar a Jasper. Nos acomodamos en el sillón para poder hablar mejor.

-Eso es bueno ¿Cómo esta? Cancelo la cita de su hermano hoy.

-El esta bien. Solo un poco preocupado, dijo que su hermano no había salido del cuarto desde ayer ¡Imagínate como debe estar!

Sentí un escalofrió ¡Extraño!

-Es terrible. Por suerte Jasper tiene a una muy imperativa Alice para alegrarlo. Ojala su hermano se deje ayudar.

De repente se escucho que golpearon la puerta haciéndonos saltar del susto ¿Qué? Del otro lado se escucho un claro "Estúpida puerta". Esa debía ser Bree.

-Ya llego tu hermanita- dijo Alice riendo. Sabía que Bree odiaba que la llamara hermanita. La puerta por fin se abrió y entro Bree cargando su mochila.

-Mira nada mas ¿Hablando de hombres? Dios Alice ya te dije que los hombres están jodidos y no sirven para nada.

-Bree…- advertí. Sus caracteres opuestos chocaban mucho.

-Déjala Bella cuando encuentre al "chico" no pensara así y dirá ¡O Alice tenías razón perdóname! Y yo podre sonreír orgullosa.

-Si, tonterías ¿En serio que basura tienes en la cabeza? Vamos eres mayor que yo, y todavía sigues creyendo en las estúpidas historias de amor ¡Disculpa, cierto terminaras enamorada de un vampiro o un principe!

La cara de Alice se transformó ¡Problemas! Mí querida amiga podía ser la mas cursi del mundo pero cuando se enojaba era terrible, debía parar esto.

-¿Mas bien cual es tu maldito problema Bree? Siempre tratas de arruinar la vida de los demás, si tu no eres feliz ¡No amargues a los demás! Actúas como si alguien hubiera jugado contigo ¿Así fue? Pobre Bree jugaron con ella y se quedó sola.

En cuanto dijo eso me quede sorprendida. Bree cerro la boca congelada. Sus ojos brillaron y estuvo a punto de demostrar cuanto le había afectado, cuando recobro su actitud.

-Bree- susurre preocupada.

-¡Vete al infierno, a mi nadie me lastima!- grito Bree corriendo a su habitación. Cerró la puerta fuertemente haciendo que el sonido retumbara por el departamento.

-¡O dios! Bella cuando lo siento estaba enojada y lo dije sin pensar-. Alice me miraba con lagrimas en los ojos –Sabes que nunca le diría cosas así de verdad, perdóname- se tapo la boca para no dejar salir su llanto.

-No debes pedirme perdón a mi Alice. Será mejor que después vuelvas creo que ahora no es buen momento.

Alice se puso de pie en silencio. Su cara mostraba cuan arrepentida estaba. Me dio un beso en la mejilla y salió del departamento susurrando un lo siento. Sabia que nadie había jugado amorosamente con Bree, pero al decir que se quedo sola y que era infeliz estaba segura que pensó en nuestros padres. Era psicóloga, aunque siendo ella mí hermana era una situación mas complicada para mí. No quería que sufriera. Tenia que aprender que no todos iban a irse como nuestros padres. Camine lentamente hacia su puerta y toque.

-¡Quiero estar sola!- grito con la voz ronca.

-Bree por favor abre, Alice lo dijo porque estaba enojada ¿No hagas caso sí?

-Me importa una mierda lo que dijo Alice, solo quiero estar sola ¿Es tan difícil? Siempre he estado sola ¿Por qué ahora querría compañía?

Me quede unos segundos allí esperando, pero no abrió.

–Nunca has estado sola, siempre he estado aquí- susurre…

Casi segura que no me escucho, camine a mi habitación. Aparte las cobijas y me acosté sobre mi cama mirando así el blanco techo.

"Todo lo que hagas en esta vida será insuficiente, pero es muy importante que lo hagas"

La frase del famoso Gandhi paseaba por mi mente. No tenia idea de que necesitaba hacer para ayudar a los demás, solo sabias que ahora haría lo que pudiese para tratar de ayudar, a mi hermana, a mis pacientes y aquel nuevo paciente que conocería mañana. La vida no era fácil, eso lo tenía más que claro ¿Pero podía ser mejor llevada?

¡Hola! Aquí estoy con algo nuevo. Es algo más dramático, sentimental. Estoy feliz escribiendo esto, porque al final quiero dejar un mensaje ¿Quién no tiene problemas? Espero hacerlos sentir lo que los personajes, abrir su corazón, llorar, sonreír bueno… Me encantaría lograr provocar emociones a través de la lectura, gracias por leer.

Espero sea de su agrado \(*_*)/

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