Descargo de propiedad: TVD no me pertenece, tampoco sus personajes. Este es un fic U.A.

Sándalo y verbena

Capítulo 1

Cumpleaños compartido.

14 de Octubre de 2012

Había pasado por lo mismo 18 años y aunque de pequeña trataba de ignorar lo malo, y disfrutar su día, ya era mayor, ya no quería seguir compartiéndolo, no era egoísmo; solo que su cumpleaños era el momento en el que todos debían estar con ella, celebrarla a ella y hacerle presentes y cumplidos a ella. Sin embargo, el recuerdo de alguien más hacía que no importara demasiado nada de esto; porque no era solo su día, era el día en que su madre murió, o más bien, el día en que su madre se suicidó, precisamente por eso ella había decidido odiarla; ¿Por qué querer a alguien que no te quiso lo suficiente como para quedarse contigo? Eso era su madre, un ser egoísta, era una mujer tan egocéntrica y narcisista que poco le importaba a Elena siquiera tenerla en su memoria, que de hecho era imposible, tomando en cuenta que murió momentos después de ella nacer. Y como si esto fuese poco todos en la gran mansión se lo recordaban "¡Que grande estás! ¡Eres igual a tu madre!" Casi olvidaban el "feliz cumpleaños" y lo reemplazaban por pésames llenos de desdén, por ello no había querido bajar de su habitación, prefería quedarse con su gato; seguro el también pensaba que era igual a Katherine, pero al menos el no podía decírselo.

"Elena, cielo…" Escuchó desde el otro lado de la puerta.

"Está abierto." Dijo con sequedad. Era su padre, pero eso no quería decir que no estuviese de mal humor.

"¿No vas a bajar aún? Te esperan tus amigos… y tus otros invitados." Dijo el hombre mientras entraba en la habitación.

"Te aseguro que la mayoría ni siquiera vino por mí." Le escupió sin voltear a mirarle.

"Oh vamos… No tienes que hablarles a ellos, pero tus amigos quieren verte…" No le contestó. "A demás estás muy linda como para no bajar y lucirte" Elijah le sonrió y se acercó a abrazarla.

"No."

"Sí."

"¡No!"

"¡Sí!"

"¡NOOOOO!" Ella se levantó de la cama y corrió hacia el armario. Pero el vampiro fue más rápido y la atrapó.

"Por favor, hazlo por tu padre, que te dio la vida, que te ama… y que organizó una fiesta muuuy cara con su dinero ¿sí?" Le dijo a su hija con un tono dramático.

Elena estalló en carcajadas y se soltó del agarre de su papá "Bajo en unos minutos ¿vale?" Terminó, y vio a su padre retirarse sonriente cerrando la puerta tras él.

Terminó de arreglarse en pocos segundos y se acercó a la puerta, con un gran suspiro la abrió y comenzó a caminar hacia las escaleras, preparándose para todos esos "cumplidos", se topó con el primer escalón, segundo, tercero… Un escalofrío recorrió su cuerpo al mirar a toda esa gente, pero no había vuelta atrás, ya la habían visto y debía continuar. Entre bocanadas de aire llegó por fin al piso de abajo y como nadie se le acercaba decidió ir a la cocina por algo de beber, quizás se encontraba a Bonnie o a Caroline.

Su padre era un genio. Una fiesta de máscaras, ¿Qué mejor? De todos modos, ella sabía que todos estaban conscientes de que era ella, eso demostraba su hipocresía, pero a ella no le importaba, solo quería que se acabara rápido.

"¿Hola?" Habló una voz grave y dulce tras ella.

"Hola…" Dijo dándose vuelta y tragando el ponche.

"Tu… sabes dónde está Elena?"

"Hmm… Sí, así es…" Le dijo irónica. No conocía a ese chico, ¿Por qué la estaba buscando?

"Oh, bien… Me lo podrías decir…?"

"Pero cuál es el apuro, ¿siquiera me has dicho tu nombre?" Respondió igual que antes y sonrió.

"Ah, si… Stefan, soy… soy Stefan Salvatore."

"Oh Stefan… Resulta que ella no quiere ver a nadie ahora, esta de mal humor."

"Pero… es que… Elijah me dijo que… y yo pues"

Ella lo interrumpió "El te dijo!? En serio cree que necesito.." Miro alrededor buscando a su padre y e hiso contacto visual con él, vio que le sonreía con picardía. "Lo siento, soy Elena."

La chica le extendió la mano despreocupada y el la tomó sonriente.

"Que simpática, feliz cumpleaños… Me contaron lo de tu madre y… en verdad lo siento, dicen que te pareces mucho a ella…" El chico nervioso le sonrió, el comentario había logrado captar la atención de Elena totalmente.

"Yo no… No me gusta hablar de mi madre, hoy es MI cumpleaños." Dijo lo más educadamente posible. "Fue un gusto conocerte Stefan… Pero necesito ir a buscar algo en el... hasta allá. Quizás hablemos más tarde." Le dijo mientras señalaba el pasillo y se iba caminando, despidiéndose con su mano.

"Si! Amm... Hablaremos después." Le dijo bajando la cabeza y estrellándola contra sus manos.

Elena corrió hacia la biblioteca, de nuevo había pasado, le hablaban y le hablaban año tras año de su madre. Se iría a la biblioteca, era su lugar favorito de la casa y como no había nadie, era el lugar perfecto para sentarse y lamentarse de su horrible vida.

Llegó a la gran habitación y se dio la vuelta para cerrar la puerta, se quedó apoyándose contra esta y respirando hondo, quizá estaba sobreactuando… El chico solo trataba de ser amigable y ella había sido muy grosera… Decidió ir a disculparse más tarde, primero leería un poco, así que se dio vuelta hacia la habitación…

...

"Vale, hemos llegado, ahora bájate del auto antes de que lo llenes de tu sudor hormonal"

"Gracias por traerme hermano…"

"De nada Stef… Ahora vete anda, hay barra libre en el Mystic Grill y no me la pierdo!"

"Vale, gracias… No hagas nada… Ya sabes"

"No te preocupes hermanito, hace hora y media que cené" El mayor sonrió y se despidió con la mano de su hermano, que bajó del auto apurado y echó a correr hacía la puerta de entrada.

Estaba a punto de arrancar cuando observó que bajo el asiento de copiloto había una pequeña cajita verde con un lazo púrpura "idiota, olvidó el obsequio" Pensó.

Había entonces una incógnita, si entrar y darle el regalo de la chica, como el buen hermano que podría ser, o sencillamente largarse como el brillante vampiro que estaba seguro que era.

Luego de pensarlo un rato, decidió que cambiar de roles no estaría tan mal… solo por un día, así que aparcó el auto y tomando el regalo, se dispuso a entrar en la gran casa. Luego de un rato buscando a Stefan se dio cuenta que había cometido un error; era una maldita fiesta de máscaras, ¿Cómo demonios de suponía que encontraría a su hermano entre tanta gente?… Sería sencillo si fuese el único vampiro, pero había varios de ellos. Buscó un rato más sin respuesta, y viéndose frustrado su plan de chupitos en el bar, decidió encontrar la biblioteca del lugar y leer un poco hasta que Stefan le llamara.

Pasaron unos minutos y ya se hallaba en uno de los rojos sillones aterciopelados disfrutando de la lectura cuando escuchó unos pasos que venían corriendo hacia él; sin pensarlo dos veces se ocultó en la sombra de un librero grande cerca de la puerta.

Alguien entró, una humana corriente, su respiración estaba bastante acelerada. Pero por alguna razón se quedó en la puerta, como la chica no representaba ningún peligro, decidió acercarse a ella, olía realmente bien, a Sándalo… y, a otra cosa, ¿Madreselva? No… ¿Manzanilla? Menos fuerte… Bah, se lo preguntaría y ya.

Se acercó sigilosamente a ella y en cuanto iba a tocar su hombro para llamar su atención la joven giró rápidamente, y al verlo ahogó un gritó y dio un pequeño salto, él se mofó de su reacción, pero al ver su rostro, su expresión cambió.

"¡Cielos! Me has asustado… ¿Quién eres… Por qué estás aquí?"

"Eres Elena."

"¿Cómo estás tan seguro? No te conozco…"

"Hmm… Si, eres Elena. Y claro que me conoces o lo olvidas?"

"Pues lo olvido, de veras… ¿Qué haces aquí? La fiesta es afuera, con toda la gente desconocida que pretende celebrarme."

"Al menos tienes amigos y familia que lo hacen de verdad… Y un padre que organizó una fiesta maravillosa para ti."

Se sintió pequeña, como si la hubiesen abofeteado. "No me has dicho quien eres… Ni que haces en mi biblioteca…"

"¿Tu biblioteca? Pensé que era de Elijah…"

"¿Acostumbras evadir las preguntas de las personas así?"

"Solo si las formulas erradamente..."

"Corriges las preguntas antes de responderlas… Vale, ¿Quién eres?"

"Soy Damon Salvatore."

"Eres… Hermano de... Mmm... S-Stefan ¿no es así?"

"Mhm… Pero no lo comentes, no acostumbro aceptarlo" Le sonrió de lado e hiso un gesto extraño con sus ojos.

"¿Por qué sabes de mi y de mi familia?"

"Soy un viejo amigo de los Mikaelson… y tuyo… me sorprende que no me recuerdes." Dijo, y fingió un puchero.

"Pues… Lo siento, de todos modos no deberías estar aquí." Le dijo intentando parecer seria.

"Y tu si." Dijo con sarcasmo.

Elena se quedó un momento en silencio, no sabía que decirle… Si ella había sido grosera con Stefan hacía rato, este Damon estaba siendo mil veces más grosero con ella… Pero había algo en él, algo que la incitaba a seguir hablándole, quería pelearle la palabra, hacer que él se quedara callado, porque se fijaba que el disfrutaba el verla sin palabras. La voz de Damon interrumpió sus pensamientos.

"¿Qué es eso que llevas?"

"E-Ehm.. Es un vestido… ¿No te gusta?" Se cacheteó mentalmente, ¿desde cuando era importante la opinión de un desconocido? y había sonado realmente estúpida.

"Hablo del perfume, Elena…"

"Oh… Sándalo…"

"Tiene algo más."

"¿Cómo es que lo sabes?"

"Soy un vampiro."

"Oh, verbena." Dijo con sorna, y sonrió

Damon pareció extrañado, a ella no le había causado impresión la palabra "vampiro"… Pero era de esperarse, con un padre vampiro y dos tíos vampiros, debía saber bastante del tema… Pero, ¿verbena?

"¿Por qué? En tu familia todos son vampiros, estás a salvo."

"Oh… No es por los vampiros Damon, me gusta su olor."

"Que peculiar… yo no logro percibirlo con claridad." Le replicó inspeccionandola.

"Para poder proteger a los humanos de los vampiros, se les hace imperceptible la verbena."

"¿Por qué eres humana aun, Elena?" Le preguntó sin pensarlo demasiado.

"¿Por qué no serlo?" Respondió sencilla, no iba a hablar de esto con un extraño.

El mofó en voz baja y no dijo nada. Por un momento se creó un ambiente incomodo pero cuando sus miradas se conectaron fue que notaron lo cerca que se encontraban. Ella no podía creer que sus ojos fuesen tan azules, mirarlos era como ver el cielo unas horas luego del amanecer, tan cálidos y hermosos como cada fracción de su rostro, delicadamente esculpido, que hacía juego con su cabello negro perfectamente desarreglado, luego estaba su camisa negra y fina, medio desabotonada cruelmente ante sus ojos, junto con unos jeans y unas botas negras, podía ver que bajo esa ropa se escondía un cuerpo fornido y hermosamente moldeado; quería tocarlo, más que a cualquier otra cosa que hubiese querido tocar jamás, levantó su mano y la posó en el hombro de Damon, quien estaba disfrutando esto más que nada; la mano de Elena recorrió su pecho hipnotizada, estaba totalmente desconectada.

Damon decidió que debía dejar de ser tan cruel.

"¿Hay algo que te atraiga?" le dijo mofándose y mirándose a sí mismo.

Elena parpadeó un par de veces volviendo en sí y apartó bruscamente su mano del pecho del vampiro. "TÚ… ¡Tú lo hiciste!" Le dijo rabiosa, pero en realidad su voz temblaba.

Negó con la cabeza "Nop, no podría cielo, te recuerdo que llevas verbena." Le dijo sonriente.

"Agh.. Ehm... Yo…" Balbuceó muchas estupideces hasta que el la detuvo.

"Deberías regresar a tu fiesta Elena." Le dijo con calma, dándose vuelta y caminando hacia el sillón.

"¡No puedes decirme que hacer!, ¡Y… ese es MI sillón!"

Damon se levantó y caminó unos pasos hacia el sillón de al lado. No jugaría su juego… no si no le apetecía.

Ella se quedó observándolo un momento y luego escuchó una voz.

"¡Elena!" Ese era su padre… y no se escuchaba feliz.

Por efecto de reflejos Elena volvió el rostro hacia la puerta de la biblioteca. Antes de irse debía decir adiós a su nuevo… conocido, solo para tener la educación que a este le faltó, pero al girarse de nuevo, no vio a nadie. La gran habitación estaba vacía, y sobre el sillón en donde se había sentado primero el vampiro, descansaba una caja pequeña, verde con un lazo púrpura, y una nota doblada encima que decía "Feliz Cumpleaños. Damon.- "

N.A: Hola a todos, este es el primer fic Dawiv! Por favor, no lo juzguen por lo de Elijah y Katherine como padres de Elena... es que quedará genial al final! Como sea... Como es un fic U.A los vampiros puedes procrear, sólo si lo hacen con un humano, y en el pueblo, vampiros y humanos conviven... Luego sabrán porque... Mmmm... No hay licántropos, pero si hay brujas. Ningún detalle más por ahora.

Besitos.

Dawiv.-