Disclaimer; los personajes y los lugares de esta historia pertenecen a J. K. Rowling, excepto los que han sido creados por mí.

Aclaración; One-shot ¡DRARRY! Es decir relación Yaoi, Chico-chico. ¡SI NO TE GUSTA POR FAVOR NO INSULTES!


Cortito, pero tenia que escribirlo. Hace semanas que rondaba en mi cabeza.

Gracias a los que han comentado mis dos one-shots Drarrys.

Disfruten.


Capítulo 1. Partido

Arriba.

Tuvo que realizar un brusco movimiento para poder alcanzar la snitch, que se escurría y movía a cada minuto.

Abajo.

¡Maldición!, pensó Draco. Tuvo que irse a pique para poder seguir a la escurridiza pelotita.

No perdió ningún instante y de reojo vio como Potter hacía lo mismo. Hombro a hombro, ambos, persiguiendo esa snitch.

—10 puntos para Slytherin —exclamó el portavoz cuando uno de los cazadores golpeo la quaffle.

Por lo menos veinte minutos estuvieron ambos buscadores persiguiendo la snitch hasta que…

— ¡150 puntos para Gryffindor! ¡Harry Potter atrapa la Snitch!

El campo de juego despertó con aplausos y gritos hacía la gran victoria del equipo de Gryffindor.

Todos alardeaban a Harry y su hazaña al haber atrapado a tan escurridiza pelotita. Todo el equipo festejaba y algunos alumnos ya habían bajado hacia el campo, celebrando también.

El equipo de Slytherin era otra cosa, nadie podía entender como el rubio dejo escapar la snitch por una distracción. Draco miró con odio a Potter y tiró su escoba a un lado. Esquivando brazos y miradas, se dirigió hacia él.

Tan ensimismados en celebrar estaban que nadie se dio cuenta de que el príncipe de Slytherin llegaba a su lado.

— ¡Potter! — exclamó cerca. Harry se sobresaltó cuando lo encontró a menos de dos metros.

Nadie alcanzó a hacer o decir algo. El campo se hundió en un silencio absoluto cuando Draco tomó de las solapas a Harry y lo beso.

Lo beso con ímpetu y brusquedad.

Cuando Draco se separó del. Harry tenía los ojos cerrados, pero pronto los abrió y para nadie paso desapercibido el hecho de que el salvador del mundo mágico había correspondido a ese beso.

Draco le sonrió arrogantemente —Creo, Potter, que esta vez ambos ganamos.

Y sin más que decir se fue rumbo a los vestidores.

Dejando a todos sin aliento y con un silencio absoluto.