Reflexiones de Haruka luego de varios meses de haber terminado con Michiru, pero aún manteniendo una amistad. ¿Qué pensamientos pasan por la mente de la senshi de Urano?

Un fic descarnado y fuerte.

Dedicado a todos aquellos que alguna vez le han roto el corazón.

Y no me he olvidado de Historia de una Boda, sino que me llené de inspiración en la madrugada para escribir este fic, y tenia que sacarlo de mi sistema!

Las chicas son de Naoko, y esta historia es mía.

Haruka Warrior.

Battle On!

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Mi Cruda Verdad

Por: Haruka Warrior

Es tan corto el amor y tan largo el olvido.-Pablo Neruda

Te miro desde lejos. Mis piernas no responden, mi pecho deja de moverse para respirar. Mi boca está seca, y siento como un dolor agudo se instala en mi abdomen, dejándome sin apetito, quitándome el aliento.

Mis manos están frías. Siento mi corazón latir como su estuviera corriendo en un maratón. Mis ojos están estáticos y mi mirada fija en ti. No puedo apartar la mirada, no puedo alejar mis ojos ante lo que estoy mirando, incluso a pesar que me hace daño, estoy como una estatua, de pie, siendo testigo de tu felicidad, sintiendo como una daga corta mi carne, mis huesos y llega a mi corazón para hacerlo jirones.

De mi corazón ya no queda nada, quizás vestigios de lo que alguna vez fue un órgano latiente, del que cada latido era para ti; pero ahora no queda nada.

Y estoy aquí, mirándote de lejos, llevándome a mi propia perdición. Ahogándome en mi vicio sádico de verte con él, verte sonreír con sus chistes, ver como le tocas gentilmente el brazo como me hacías a mí, tus ojos están brillantes y radiantes porque él está contigo, esa misma mirada que me regalabas a mi cuando me veías.

Me quedo mirándote, dejando que mi cuerpo se asfixie en esta tortura masoquista de verte en los brazo de otra persona. Y mi mente se queda activa, imaginándote decirle cuanto lo amas, cuando lo necesitas, que no puedes vivir sin él, que eres solo de él, que quieres pasar la vida junto a él. ¿No son esas las mismas mentiras que me decías a mi?

Mi mente me tortura, es mi potro del tormento, mi mente retorcida y sádica. Pienso en si ¿Te acordarás de mi cuando te acuestas con él¿Recuerdas la forma en como yo te besaba¿Cómo yo te tocaba?.

¿ Recordarás aquellas noches de éxtasis en las que me decías que nadie era como yo, en las que, envuelta en placer, decías mi nombre?.

Mi cuerpo no responde, y mi mente es una vorágine de recuerdos. Siento mi alma desgarrada, el dolor no me deja respirar, la soledad me agobia y verte con él me destroza lo poco que queda de mi.

Entonces, de repente, te das cuenta de mi presencia, le dices algo a él y te despides. Yo aparto mi mirada para no ver ese beso, como si con el solo hecho de no verlo lo hiciera inexistente, imaginario.

Te paras enfrente de mí y me besas mi mejilla. ¿Sabes cuan doloroso es ese beso?

Me miras, me preguntas como estoy. Yo te miro intensamente y te respondo que bien estoy de maravilla.

Tú me sonríes y me dices que nos vayamos, yo dibujo una mueca de sonrisa, utilizando toda mi fuerza de voluntad.

Así es. Nos seguimos viendo, seguimos saliendo, seguimos paseando y seguimos conversando. ¿Porqué?.

¿Por qué mantenemos esta farsa de amistad¿Porqué pretendemos llevarnos bien, que somos amigas y que nada ha pasado?

¿Acaso no ves mi dolor¿No entiendes la verdadera razón que hay entre las excusas para verte¿O es que no quieres perderme, y prefieres mantenerme cerca?

Te miro, ahora de cerca. Sigues igual de hermosa que siempre. Soñadora, emprendedora, ahora llena de responsabilidades, viviendo una vida distinta a la mía.

¿Porqué nos buscamos?, Si yo me pierdo, tu me llamas y me preguntas ¿Dónde he estado¿Porqué no te he llamado?.

Siento un nudo en mi estómago. ¿Porqué reverbera esta extraña atracción?.

Si yo te confronto, tú me dices que solo es amistad. Que ya no es lo mismo de antes.

¿Pero porque cuando te acorralo y te beso y te seduzco caes en el juego¿Porqué respondes a mis caricias y te entregas a esa pasión que ya conoces?

¿Qué esperas de mí¿Acaso piensas que soy tu mejor amiga que te acompañará en tu boda, tu babyshower, que cargaré a tus hijos y seré tu paño de lágrimas si ese imbécil te rompe el corazón?

¿Por qué piensas eso de mí? Fuimos amantes. Yo soy tu ex, no tú mejor amiga.

¿Será que esa es la excusa para seguir viéndome¿Acaso es la fuerza de todo lo que vivimos lo que nos mantiene orbitando una con otra¿Acaso solo así es que él te permite mantener un nexo conmigo?

Te miro de cerca. Me cuentas tus cosas, tus problemas, las novedades de tu vida; compartimos un corto tiempo, comemos, me haces reír. Pero mis ojos me delatan, mis ojos tristes y melancólicos me venden, y me preguntas si estoy bien, si algo me pasa, si tengo algún problema.

Yo me quedo estática, mirándote fijamente, gritándote en silencio¡mírate en un espejo!, y sabrás cual es mi problema.

Esta relación que tenemos, no la entiendo¿Acaso es el remanente de lo que alguna vez fue un gran amor¿Esto es lo que queda?.

Tu me dices que siempre estarás ahí para cuando yo te necesite, nunca me dirás que no. Me dices que me quieres, me respetas. Si ves que alguna lagrima brota de mis ojos me la quitas dulcemente de mi rostro y me abrazas.

Cada vez que dices esas cosas, siento mi corazón mordido, me siento asfixiada y traicionada. ¿Después de todos los años que te di de mi vida me dices eso?, Dices que no me quieres igual que antes ¿Pero siempre estas para mi?

¿Por qué me das migajas¿Porqué las acepto?, Mi psique masoquista acepta los retazos del tiempo que me regalas. Es porque no quiero olvidarte, me aferro como una loca a los recuerdos de nuestra juventud, a ese amor desmedido que alguna vez compartimos.

Quiero olvidarte y no quiero, porque en el sufrimiento de la realidad, el poco aire que me das, me hace vivir.

Nuestra torcida amistad me da una estúpida satisfacción, que me deja incompleta y con un sabor amargo en la boca.

Y lo irónico de todo, es que a pesar de que he conocido otras mujeres, que hemos salido y compartido, ninguna de ellas me entiende. Ninguna sabe manejar el demonio que vive dentro de mi.

Dentro de mi agónico sufrimiento llego a odiarte por necesitarte. ¿Por qué alivias mi corazón de sus cargas?

Calmas mis demonios, pero a la vez atraviesas mi corazón con una estaca, me empalas el alma; curas una herida pero me desangras poco a poco por otra.

Salimos. En nuestra pantomima de amistad nos reímos y pasamos el rato. Recordamos viejos tiempo y te cuento las novedades de la semana. ¿Qué es esto?... ¿Porqué?...¿Qué sentido tiene esto?...pero…sacas una sonrisa dentro de esta amargura, dices que no me quieres ver así, entonces hablamos y el tiempo se detiene y nuevamente somos tu y yo, como en los viejos tiempos.

Luego te dejo en tu casa y me quedo mirando como te alejas y me siento vacía, inconforme, insatisfecha y horriblemente desolada.

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