Hola a todos, como ya les había dicho antes, esta historia la tenía desde hace mucho en la compu y decidí publicarla tras insistencia de una amiga, tuve unos problemas con la cuenta y tuve que borrarla pero aquí está de nuevo, espero que la disfruten.
Disclaimer: Star Wars pertenece a George Lucas y a Disney, únicamente la historia me pertenece.
Los colores violáceos del atardecer resplandecieron un último momento y desaparecieron sin más, dando paso a un anochecer un tanto más tardío que otros días, sin embargo la princesa pareció no notarlo, estaba enfrascada leyendo las últimas noticias que le había enviado Han en un holograma, paseaba la mirada de un lado a otro intentando buscar algo que se le hubiera escapado a su esposo, hacía días que él y Chewbacca estaban intentando rastrear distintas rutas de exploración para el establecimiento del nuevo Alderaan, sin embargo, no habían podido dar con algo útil. Suspiró con cansancio al tiempo que se pellizcaba el puente de la nariz, el dolor pulsante en la sien y detrás de los ojos le recordaban que había pasado mucho tiempo analizando hologramas sin descansar.
-No la molestes barril rodante, está muy ocupada, el amo dijo que podía esperar – la voz de C-3PO le llegó desde el otro lado de la puerta al igual que los pitidos de R2D2. Leia levantó la mirada y apagó el holograma, tratando – sin éxito – de levantarse rápidamente de la silla.
- ¿Quién puede esperar Threepio? – preguntó Leia cuando se abrió la puerta automática.
- ¡Oh princesa! – Exclamó el droide, dando unos pasos hacia atrás y agitando los brazos – el amo Luke está aquí.
La sonrisa de Leia se ensanchó y salió disparada hacia la sala donde aguardaba su hermano; después de no verse en casi cuatro meses – debido a una misión por parte de Luke en otro Sistema – tenían que ponerse al corriente sobre muchas cosas. Apenas escuchó el andar acelerado de Leia, el Jedi se giró para abrazarla, encontrándose con una sorpresa que confirmaba lo que él había presentido antes de partir: la princesa estaba embarazada.
-¡Creí que tardarías más en volver! – Exclamó Leia contra el pecho de Luke, abrazándolo efusivamente – qué alegría que estés de vuelta – le apretó un último momento y se separó de su hermano para verle mejor.
- Yo también creí que tardaríamos más… fue una búsqueda exhaustiva pero por fin logramos llegar a un acuerdo con los pobladores de las Nueve Lunas – aseguró Luke mientras la observaba fijamente con una sonrisa y posaba una mano en la mejilla de ella.
-¿Qué ocurre? ¿Por qué me miras así? – inquirió ella, ruborizándose.
- Estás embarazada – le soltó el Jedi sin más, aún con la sonrisa dibujada en el rostro.
- Pero si ya lo sabías – la princesa rió, bajando la mirada y paseando una mano por su abultado vientre – incluso creo que antes que yo.
- El hecho de que lo haya presentido no significa que no me lo dijeras antes de que me marchara – le contestó Luke, con una nota de dramatismo exagerado, mientras se sentaba en el sofá más cercano. Leia le siguió y se sentó junto a él, un tanto abatida, después de todo su hermano tenía razón, no podía ocultarle algo tan importante, sin embargo, cuando se dio cuenta de su estado el terror se apoderó de ella, tardó días en aceptarlo, pensar cómo decírselo a Han y más aún en poder hacerlo público. Él de pronto pareció comprender su sentir y tomó su mano entre las de él, tranquilizándola – Sólo bromeaba… estoy muy contento por ti y Han – Luke paseó el dedo pulgar sobre el dorso de la mano de ella, algo que Leia agradeció profundamente al tiempo que soltaba un suspiro de alivio.
– Creo que hay algo que aún no sabes – comentó ella, con un brillo de emoción en los ojos, recordando el momento en el que el famoso General Han Solo casi se desmaya de la emoción – Estoy esperando mellizos Luke… ¡Una niña y un niño! Como nosotros… – la princesa sonrió de oreja a oreja mientras el Jedi repasaba mentalmente lo que su hermana le acababa de decir; antes de que pudiera articular palabra, ella tomó suavemente la mano de su hermano y la posó sobre la curvatura de su vientre, justo donde momentos antes había sentido un par de patadas – Aquí está la niña – Luke sintió un movimiento leve (una patada quizá) y asintió sonriendo una vez más, ella movió unos centímetros la mano del futuro tío y la colocó del otro lado de su vientre – y aquí el niño, aún no hemos decidido… - Luke dejó de prestar atención a Leia; sintió una calidez seguida de un cosquilleo que se extendió con rapidez desde la palma de la mano hacia la punta de los dedos, le atravesó el brazo y le inundó el pecho, nunca antes había tenido esa sensación, no obstante la reconoció al instante, trató de mover la mano sin embargo algo se lo impidió; consciente de lo que estaba pasando miró a su hermana y notó que ella le devolvía la mirada fijamente.
-¿Luke? – Dijo la princesa desconcertada – ¿Lo has sentido también? – inquirió ella, intentando evadir el presentimiento que tenía.
-¿Recuerdas lo que te dije en Endor la noche antes de que partiera a enfrentar a Darth… - se interrumpió unos momentos, aún le costaba decirlo – a… nuestro padre?
-Sí, claro… que La Fuerza es fuerte en nuestra familia - contestó ella, recordando la conversación que tuvieron hacía ya más de dos años – Nuestro padre la tuvo, tú y yo la tenemos… ¿Crees que mi bebé también la tenga? – preguntó ella, casi con temor.
- No es que lo crea Leia, él la tiene – le aseguró su hermano con seriedad – esto que tú y yo acabamos de sentir es La Fuerza… - la princesa negó, sintiendo cómo las lágrimas comenzaban a inundar sus ojos, amenazando con salir – no podemos ignorarla, es parte de nosotros, tu hijo será un Caballero Jedi, como nuestro padre y como yo.
- No puede ser… - murmuró Leia levantándose del sofá y paseándose por la estancia, tratando de calmarse un poco mientras el Jedi le seguía con la mirada, preocupado por su reacción, finalmente era algo más que obvio, así como aseguraba que pasaría con los hijos que llegara a tener él mismo algún día. Ella no pudo contener más las lágrimas que estaba intentando retener por lo que Luke rápidamente la rodeó con sus fuertes brazos –Ya, tranquila… – susurró para consolarla a lo que la princesa se aferró a su hermano sintiendo esa seguridad que solamente él, como su única familia de sangre solía brindarle y dejó que las lágrimas fluyeran libremente.
-¿Cómo está la princesa, amo Luke? – la voz metálica de C-3PO lo sorprendió cuando cerró la puerta de la habitación de su hermana.
-Más tranquila Threepio, ahora está dormida, pero no quisiera dejarla sola, Han no volverá hasta dentro de unos días y presiento que va a necesitarme.
R2D2 emitió un par de pitidos al tiempo que se deslizaba al lado de Luke.
-Por supuesto que se quedará Artoo, no puede dejarla en este momento tan emocional – contestó el droide metálico caminando junto a Luke – Lo ayudaremos a instalarse en la habitación de huéspedes, ahí estará más cómodo después de haber estado lejos de casa tanto tiempo.
- Te lo agradezco C-3PO – contestó el Jedi mientras avanzaban por el corredor, sin embargo al llegar al final de éste un sollozo, seguido de una serie de palabras ininteligibles se escucharon desde la habitación de la princesa, por lo que el ex - piloto corrió de nuevo hacia donde su hermana, al entrar la encontró hecha un ovillo en la cama, con el rostro perlado de diminutas gotas de sudor frío y temblando mientras hablaba en sueños, repitiendo una y otra vez "No por favor, no a él".
-¡Leia! ¡LEIA, DESPIERTA! – Luke la tomó de los brazos y la levantó suavemente de la cama – ¡No es real! – La princesa forcejeó aún dormida con él mientras continuaba repitiendo la misma frase – Estás soñando, por favor despierta – ella abrió los ojos lentamente, aún con el miedo reflejado en el rostro. Luke paseó una mano por la frente de ella, secándola con cuidado – Yo estoy aquí – Leia fijó la vista en los ojos de su hermano y asintió al tiempo que trataba de recuperar un poco la calma.
-¿Qué ocurre? – preguntó él, visiblemente preocupado.
-Tuve una pesadilla Luke, y no es la primera vez – confesó la princesa mientras se incorporaba para recargarse en un par de almohadas – desde que me enteré que estaba embarazada tengo el mismo sueño: Darth Vader utiliza La Fuerza para asesinar a Han y llevarse a mis hijos para entrenarlos como Sith, sin que yo pueda hacer nada para evitarlo… Hace días que no duermo por ello… - dijo mientras negaba con la cabeza y paseaba la mano por su vientre, intentando calmar a sus bebés quienes se movían incesantemente, sintiéndose un tanto apenada al confesar que no podía dormir por una simple pesadilla, después de todo ya no era una niña.
- Leia – empezó el Jedi, mientras tomaba la mano de su hermana para tranquilizarla – recuerda que nuestro padre se encargó de eliminar a Darth Sidious, y antes de morir me confesó su arrepentimiento – la princesa bajó la mirada – no tengas miedo, yo entrenaré a tu hijo y lo guiaré por el camino de La Fuerza – la tomó del mentón con la mano que tenía libre, obligándola a mirarlo a los ojos – te lo prometo.
-Gracias Luke – Susurró la princesa, sintiendo como la ansiedad desaparecía, eso era lo que necesitaba, escuchar esa promesa de labios de su hermano.
Él asintió y se acomodó junto a ella en la cama, permitiendo que su hermana recostara la cabeza sobre su pecho, comenzó a pasear la mano que aún tenía libre – Leia se había aferrado a su otra mano, cosa que no le molestó en absoluto – por la larga y suave cabellera de su hermana para ayudarla a conciliar de nuevo el sueño, cualquier cosa que viniera en el futuro ahí iban a estar, el uno para el otro, como debía ser.
Eso es todo, agradeceré sus opiniones.
