¡Hola!
Aquí estoy con este fic que en realidad consta de dos partes, pero la verdad que no tengo fecha establecida para la próxima (en el cual el protagonista es Cass) así que quizás si me dejan Reviews, me inspire más rápidamente (No, eso no se llama soborno. Preguntenle a mi amigo Benjamin, un tipo bajito y de lentes que volaba barriletes con llaves en su cola) En realidad, no me gusta mucho como ha quedado, pero me daba vueltas en la cabeza desde hace mucho tiempo y el otro día al fin logré escribirlo, así que me doy por satisfecha con eso.
Si, tengo expectativas muy modestas.
Bueno, el fic esta desde el punto de vista de Bobby, algo medianamente nuevo para mí, aunque me sentí bastante en sintonia con él, y esta basado en una pequeña conversación que tienen él y Dean cuando lo vemos por primera vez, al final de la primera temporada. La verdad, ahora que lo pienso, fue una muy buena forma de introducirlo.
Por último, muchas gracias a quienes me dejaron (y leyeron, tan largo que fue) "Tarareando Metallica", en las notas del final pueden buscar respuestas y creo que nada más, excepto que los personajes no me pertenecen, no gano dinero con esto, antes pierdo horas de sueño y le robo otras al estudio con una buena excusa y que si algo de esta serie dependiera de mi, Dean no hubiera matado a Amy, porque me parece que es más bien un retroceso para él o esta hecho demasiado pelota a esta altura.
¡Vamos con el fic!
El Efecto Winchester
"- Bobby, la verdad estaba dudando en venir.-
- Tonterías, tu padre necesita ayuda.-
- Si, bueno, la última vez que nos vimos amenazaste con llenarlo de plomo. Hasta gatillaste y todo.-
- Bueno, ¿Qué puedo decir? John tiene ese efecto en la gente.-"
(01X22: "Devil's Trap")
Cuando Bobby conoció a John Winchester, John tenía 32 años, un hijo de casi ocho y otro de tres años cumplidos. Los dos hambrientos, con frío y sueño. Además, un Impala que necesitaba repuestos y muchas preguntas sobre demonios.
Bobby había cumplido 36 años hacia un par de meses y por eso cuando él y John tuvieron su primera gran pelea, unos meses después, aún los tendría por unos días más. John ya había cumplido los 33 años para ese entonces; Dean acababa de terminar su segundo año de primaria y cuando ese verano terminará, cuando Bobby ya tuviera los 37, Sam iría al Jardín de Niños.
Pero John seguía teniendo muchas preguntas sobre demonios también.
Muchísimas.
Y ese era precisamente el problema.
Tener dos chicos y preguntas sobre demonios no era compatible según lo veía Bobby.
¿Quién demonios podía querer respuestas sobre el Infierno, teniendo dos niños que cuidar? Dos niños adorables, maduros y colaboradores, porque cuando Bobby veía a Dean vigilando que Sam desayunara, almorzara y cenara aunque más no significara darle un sandwich y leche; o cereales y leche y a Sam tomarse solo un baño como malamente podía con cuatro años, mientras Dean esperaba sentado sobre el inodoro por si su hermanito se ahogaba o caía o rompía algo en la ducha, la palabra "colaboradores" le venían a la cabeza.
Además de: "injusto, idiota, mal padre, obsesionado, loco."
Y claro: "injusto". De nuevo y en letras mayúsculas.
Los Winchester llegaron una noche asfixiante de junio, después de cenar. Después de haber cenado ellos, bah, porque Bobby gracias a su insomnio crónico a veces cenaba a medianoche o no cenaba.
Así que mientras los chicos dormían, él y John se sentaron el porche de la casa a tomar cerveza helada, porque dentro estaba insoportable.
Después de la tercera cerveza, John dijo que tenía que pedirle un gran favor. Después de la cuarta, Bobby dijo que sí, que lo que fuera. Después de la sexta, John dijo que iba a tener que dejar a los chicos solos por dos semanas y que el presupuesto no le alcanzaba para niñeras. Bobby asintió en silencio, dándole otro trago a la séptima botella de cerveza. Después de la octava, preguntó porque.
- Tengo una gran pista, Bob. Una grande de verdad. De lo que se llevó a Mary. Nunca he estado tan cerca y quizás nunca lo volveré a estar. Tengo que hacerlo. Me iré mañana antes de que ellos despierten, apenas se me despeje un poco la cabeza ¿Entiendes?- John le dio el trago inicial a la novena botella.
- Supongo que no serás muy exacto con lo de dos semanas, entonces.- y Bobby renunció a la juerga en la décima cerveza, porque de pronto se sentía con el estómago revuelto y enfermo. Él nunca se sentía así hasta la vigésima cerveza o la botella y media de whisky.
Lo que sucediera primero.
Como Bobby bien había señalado antes de correr al baño para expulsar hasta su primera cerveza de los catorce años, John se tomó muchas libertades con los tiempos.
Cuatro semanas. El doble de tiempo previsto.
No que a él le molestara: le gustaba bastante tener a los chicos Winchester en su casa. Dean iba detrás de él, observando todos los autos que le traían, preguntando como se llamaba todo y hasta aprendiendo a ajustar bujías y cambiar cubiertas pinchadas. Sam iba detrás de su hermano mayor, con un libro de los que Bobby consideraba apropiado para su edad, y se sentaba cerca de ellos a mirarlo.
Casi hasta sentía que hacía algo útil por esos chicos.
No, el demasiado tiempo no lo había establecido él: lo había establecido Dean.
- ¿Bobby?- Sam bajó varias horas después de haberse ido a dormir. Ya habían pasado largamente las doce, pero todavía no llegaba el alba. Sam iba con una linterna en la mano: era la única forma en que podría haberse animado a atravesar las tinieblas solo.
- ¿Qué pasa, Sammy?- Bobby dejó el libro y se refregó los ojos, miro el reloj. Las 2.30 am. - Es muy tarde. ¿Qué pasa?- Bostezó. Después de un mes con dos niños, finalmente se le había regularizado el sueño. Dormía de tres de la madrugada a las ocho de la mañana.
- Dean se siente mal.-
- ¿Cómo que se siente mal? ¿Estuvo comiendo manzanas otra vez?- La última vez, Dean se había comido cinco manzanas una detrás de otra. Ahora no podía ni siquiera oler su jugo.
- No. Esta encerrado en el baño. Creo que vomita. Creo que... esta llorando.- al decirlo, Sammy abrió los ojos muy grandes, como si fuera imposible y una señal del fin del mundo que Dean estuviera llorando. Aparentemente, por su expresión, Bobby creía lo mismo y eso no ayudó para nada. - ¿Bobby?- susurró.
- Eh, sí... - Bobby recordó de pronto que Sam esperaba de él alguna respuesta.- Vamos, vuelve a la cama. Yo iré a ver que le pasa a Dean.-
A la pasada, dejo a Sammy en su cama y se dirigió al baño. Golpeó suavemente.
- ¿Dean? ¿Estás bien? ¿Esta todo bien?-
Silencio.
- Sí... - respiración forzada.-... Bobby.- muchas respiraciones cortas y jadeantes.- Estoy bien.- un sollozo mal ahogado. - Saldré en un momento.- un lloriqueo repiqueteante pero a la vez ahogado. Con una toalla de algodón grueso.
Ahí iba una de sus toallas de mano con monograma.
R&K.
Robert deseó que Karen estuviera allí. Cierto es que si Karen estuviera allí, los chicos esos no, pero lo que quería decir Bobby es que le hubiera gustado que su dulce mujercita rubia estuviera allí para tomar en brazos a Dean y acunarlo hasta que se tranquilizará; peinar a Sam hasta que pareciera que había un adulto en la casa para hacerlo y ya que estabamos en eso, hacerle un pastel cuando cumpliera 37 años en unos días.
"Pero no, Bobby Singer, se dijo mientras automáticamente empuñaba el pomo y entraba, sintiéndose un intruso en su propio baño, estás solo. Dean esta solo. Todos estamos solos. Excepto Sam, que está esperando que le devuelvas a su hermano."
-Hola chico.- Dean abrió muy grandes los ojos verdes llenos de lágrimas cuando Bobby entró y se replegó con rapidez contra la bañera, secándose las lágrimas con la cortina de plástico.
Algún día, ese chico se cosería una herida sin anestesia sin siquiera parpadear.
No era el pensamiento más reconfortante del mundo. La sonrisa de Bobby desapareció y se sentó en el inodoro.
- Papá no ha vuelto en todo julio. Es demasiado tiempo.- Bobby levantó la cabeza, sorprendido. Las mejillas se le encendieron a Dean y se sentó al borde de la bañera. Era obvio que Bobby no había ido a usar el baño y prefería decir lo que le ocurría antes de tener que escuchar las tonterías que dice la gente como consuelo. - ¿Te llamó? ¿Volverá pronto?-
Por el tono, parecía que le estaba preguntando a Bobby si su padre había accedido al fin a tener un perro o algo así.
- No. No sé cuando vuelva, Dean. A veces es difícil conseguir teléfonos en la carretera y lo que hace tu padre... Ya sabes, la compra y venta de chatarra te lleva mañana a Colorado y después a Kentucky... -
- ¿La compra de chatarra?- sonríe con ironía Dean. Y hasta ese momento, Bobby nunca creyó que un chico de ocho años podía tener una sonrisa tan amarga, tan triste y tan dolorida en los labios. - Tengo ocho años, Bobby. Lo sé todo.También sé que todos esos libros que tienes no son sobre autos.-
Silencio.
Quizás, si Dean no hubiera estado en pánico ya, pudiera haber temido la reacción de Bobby.
Pero, la verdad, ya ni fuerzas para eso tenía.
- ¿Lo sabes?- murmura al fin con incredulidad Bobby.
- Poner sal en puertas y ventanas. Disparar primero y preguntar después. Cuidar a Sammy sobre todas las cosas.-
¡Dios! Bobby se refriega el puente de la nariz y después gruñe.
- ¿Sam lo sabe?- pregunta al fin.
- ¡Claro que no! ¡No estoy loco para decirselo!- Dean lo mira, entre sorprendido y enfadado.
Bobby no sabe si reírse por el tono impropiamente escandalizado de Dean (Como si fuera alguien mayor a quien le preguntan si le ha dicho a un niño algo catalogado como inapropiado para menores de 17) O si en realidad quiere reír para no llorar. O si es en anticipación por la cara que pondrá John Winchester cuando vuelva y él lo reviente a patadas.
Si es que vuelve.
Dean lo mira con atención y parece leerle el pensamiento. Quizás se este contagiando de Sam, que es quien suele tener esa mirada de "estoy leyéndote y guardándomelo todo"
- ¿Volverá, verdad? Él nunca nos ha dejado tanto tiempo, pero es normal para ustedes ¿no?-
- Si, suele pasar.- se obliga al fin a contestar Bobby.
- Papá me dijo una vez... que si él no volvía... teníamos que llamar al pastor Jim y sólo al Pastor Jim... porque si alguien más se enteraba de que él no estaba... nos llevarían a algún lugar lejos y quizás hasta no me dejen ver a Sammy nunca más... - Dean rompe a llorar sin previo aviso y estrepitosamente, con ahogos y accesos de hipo incluidos.
- Shh... Tranquilo.- Sin pedir permiso Bobby se sienta junto a él y le pasa un brazo sobre los hombros, acunándolo. - Eso no va a pasar. Tu papá va a volver. Jim es un buen hombre. Todo estará bien.-
- ¿Puedo llamarte a tí?- pregunta entre sollozos el chico.
- Seguro, el Pastor Jim te dejara hacerlo.-
- No, quiero llamarte a tí. El Pastor Jim no puede tenernos para siempre en su casa. Tú si, ¿Verdad? ¿Tú nos tendrías para siempre aquí si papá no vuelve? Aquí no tendría que separarme de Sammy.- Dean lo mira con ojos brillantes y suplicantes.
- Quizás no para siempre pero, hasta que sean mayores, sí.-
- Voy a pedírselo a papá cuando vuelva.- Dean se desliza de su abrazo, se lava la cara y sale del baño.- Voy a decírselo: que quiero quedarme contigo y no con el Pastor Jim si algo pasa.- Bobby lo sigue hasta la habitación que comparte con su hermano. Allí lo arropa y comprueba que Sam ya este dormido.
- ¿Bobby?-
- ¿Sí?-
- Y si algo me pasa a mí... ¿Vas a cuidar de Sammy, verdad? Él no podrá hacerlo solo. Sin mi y sin papá. ¿Lo harás?-
- Seguro. Ahora duérmete. Nada va a pasar.-
- ¿Me lo prometes? ¿Qué vas a cuidar a Sam si es necesario? ¿Si papá o yo no podemos?-
- Tranquilízate y trata de dormir. Yo estaré en la habitación del al lado. ¿Quieres leche?- Bobby se sienta a su lado y le pone una mano en la espalda, masajeando para tranquilizarlo.
- No: quiero que me lo prometas.- Dean se sienta en la cama y le detiene la mano, mirándolo intensamente a los ojos.
- Sí, te lo prometo.- Bobby se siente extrañamente asustado, como si se estuviera metiendo en algo más grande de lo que había pensando. - Duerme, por favor.- lo arropa y le besa la frente.
Esa mañana, John llama y hasta le dice unas palabras a Dean por teléfono, lo que lo tranquiliza enormemente y lo mantiene en un estado de excitación tal que no come nada hasta la cena ni deja de moverse.
Cinco días después, John regresa.
Tanto él como el auto parecen haber recibido una paliza importante. Cuando logran que Sam se baje de su regazo y que Dean se suelte de la gastada chaqueta de cuero, ya han pasado por lo menos cinco horas. Los chicos se van a tomar un baño antes de la cena y los adultos se quedan solos.
- ¿Y bien?- pregunta animadamente Bobby, sacando dos cervezas y poniendose a abrir un pollo para cocinar.
- Se me escapo.-
El cuchillo se le resbala y disecciona limpiamente la pata del resto del cuerpo del animal.
- Lo siento.- dice después de unos segundos, resignandose a trocear el pollo y freírlo en presas.
- Ya habrá otras oportunidades.- John se encoge de hombros y toma un trago.- El bastardo va a pagarlo.-
- No sólo él.- murmura Bobby.
- ¿Qué quieres decir?- John lo mira inocentemente y Bobby comprende en un relámpago que Dean debe ser la réplica viva de su madre, porque esa mirada de incompresión es igual a la que carga Sammy algunas veces.
- Ellos también lo están pagando, John, tus hijos. Esto no les hace bien ¿Cómo crees que verte así, que desaparezcas por semanas, puede ser bueno para ellos?-
- No puedo hacer otra cosa ¿Qué quieres que haga? ¿Qué deje que él que mato a Mary, él que los dejo sin madre, siga vivo?- John no puede creerlo.
O entenderlo.
O siquiera pensarlo.
- Pues resulta que él mismo que le quito a su madre, les esta quitando a su padre ¿Te parece eso una mejora?-
- No puedo hacer otra cosa... yo... No lo entiendes. - John pone la misma cara que un adolescente enfurruñado al que su padre no quiere prestarle el auto para ir de campamento con sus amigos.
- ¿No lo entiendo? Pues explicámelo.- el pollo esta recibiendo tajos mucho más profundos y bruscos de los que debería.
- ¡Mary era el amor de mi vida, Bobby! Ibamos a tener una familia juntos, estabamos pagando una casa en cómodas cuotas y yo trabajaba tres turnos en el taller para pagar las cuentas porque ella ya no podía trabajar con un bebé de meses. ¡Eramos felices y él me lo quito!-
- ¿Él te lo quito?- repite Bobby, dejando el cuchillo y encaramandose con John. - ¿A tí? Pensé que habías dicho nosotros. Tienes dos hijos, John y no los veo precisamente mucho más felices ahora.-
- ¿Pero qué demonios quieres que haga?- John ya estaba gritando en su volumen patentado.
Bobby conocía cientos de cazadores, pero ninguno ladraba de esa forma.
- ¡Quiero que lo dejes! Déjalo ir. Déjala ir. Dales una oportunidad a tus chicos de ser felices y tener una vida lo más normal posible: una casa; ir siempre a la misma escuela, tener amigos y no tener que preocuparse de sales y armas. Date una oportunidad. ¡Vuelve a trabajar tres turnos en un jodido taller, pero no les quites a su padre también!-
- No puedo. No voy a hacerlo.-
- Eres un maldito bastardo egoísta.-
John guarda silencio por un momento, como decidiendo si hablar y acabar con todo o callarse y mantener la diplomacía.
- John, tu esposa murió, lo entiendo. Creéme.- nunca le había hablado de Karen y no lo haría en ese momento.- Pero tienes dos hijos, John. Piensa en ellos. No entiendes... no sabes lo que daría por tener hijos, John... yo dejaría esta vida, sin dudarlo, por ellos. Al demonio con... -
- ¿Así que de eso se trata?-
Bobby lo mira, creyendo por un brevísimo segundo, ingenuamente, que John ha comprendido.
Pero no.
- ¿Es eso no? Estás celoso. Te gustaría estar en mi lugar y ahora quieres hacerme sentir mal porque no puedes estarlo. No va a funcionar. Lamento que tu vida sea miserable, pero no tengo la culpa de eso.- Los ojos de John brillan como no los ha visto brillar jamás. Así deben brillar en medio de una cacería.
Esta loco y va destrozar lo que se le ponga delante.
- Lárgate.- Bobby da unos pasos hacia atrás, toma la chaqueta de cuero de John y se la arroja. - Quiero que te largues de mi casa. Ve a hacer el equipaje de Dean y Sam, porque cuando terminen de bañarse, quiero que te largues. No vas a acusarme de querer quedarme con tus hijos. Pasare por el malvado tío Bobby si es necesario, pero te vas a largar cuanto antes y no vas a volver jamás. No voy a ser cómplice de lo que les haces ni voy a ayudarte con tu doloroso suicido en cámara lenta. Si en una hora no estas saliendo de Sioux Falls, voy a llamar a Servicios Sociales y tus hijos no se irán nunca más de aquí. Lárgate.-
Esa había sido la primera pelea en verdad grande que había tenido con John. Esas son las cosas que se recuerdan de una amistad: las peleas donde crees que se ha acabado para siempre y que tú mismo (con una ayudita del amigo en cuestión) has abierto el abismo bajo tus pies.
Y también recuerdas como es que las cosas se arreglan, si es que se arreglan y no es simplemente una mirada de "Dijiste cosas que no querías ni debías decir y yo también. Tengo demasiado orgullo para pedirte perdón. Así que acepta que vuelva como si nada hubiera pasado, o quizás más educadamente y con más cuidado que si nada hubiera pasado, y tú tampoco tendrás que disculparte. Nuestros orgullos respectivos quedarán intactos."
Eso era lo que había querido decir la bocina del Impala la Navidad siguiente, con John saliendo del asiento del conductor y moviendo lentamente la mano en señal de saludo y Dean y Sam corriendo hacia su puerta y casi tirándola abajo a golpeteos. Eso había querido decir el pavo casi caliente que habían traído con ellos y el árbol de Navidad transportable y hasta algunos regalos.
Las cosas habían seguido por años así entre ellos.
En cierto punto, Bobby a veces se pregunta de quién era realmente amigo: si del padre o de sus hijos.
Hasta cierta edad de los chicos, Bobby los cuido bastante seguido, después ya no. Algunas veces él y John terminaban en alguna discusión fuerte, pero nunca llegaban al punto que la primera vez .
En esos casos, los Winchester simplemente desaparecían por más tiempo del normal para después volver como si nada, sólo por una pequeña visita: un par de horas, una tarde, con cerveza, o café o chocolate y tratados de demonología de por medio.
Sin darse cuenta, los Winchester se habían vuelto parte de su vida y cuando pasaba demasiado tiempo sin noticias de ellos (Sin noticias directas, porque seguramente algún otro cazador algo podía decirle algo sobre ellos, eran famosos.) Bobby los llamaba. Y también llamaba todos los 24 de enero y todos los 2 de mayo.
Una sola vez le tembló el pulso a la hora de llamar a los Winchester.
Fue cuando le llegó una carta de la Universidad de Standford, a nombre de Samuel Paul Winchester.
Bobby se quedo dos horas con el sobre en la mano, mirándolo. Sam se había atrevido a dar su dirección a las Universidades para que le remitieran las cartas allí. ¡Sam se había atrevido...!
Lo mataría.
¿Qué iba a hacer ahora? ¿Llamar a John? ¿Hablar con el chico antes? ¿Decirle a Dean?
Un momento ¿Por qué decirle a Dean?
"Prepararlo" dijo una voz en su mente. John se enfadaría y Sam dudaría, pero él que saldría destrozado sería Dean.
Nunca había visto tan claramente que no sabía a quien le debía más lealtad de todos los Winchester.
En ese preciso momento, los maldecía a todos por igual.
Quizás mejor sería abrir la carta y ver que decía. Quizás ni siquiera habían aceptado a Sam y no quería empezar el fin del mundo sin estar seguro de lo que hacía... ¡A la mierda con la privacidad de Sam y los delitos federales! Que se embrome: no hubiera dado su dirección.
Bobby abrió la carta y leyó.
Un par de años después, con más de quince años de experiencia de tratar con John Winchester, Bobby supo de inmediato que se venía otra de esas discusiones que hacen tambalear una amistad.
John llegó al atardecer con Dean y después de un par de horas y tres tazas de café, "sugirió" a su hijo que saliera a disfrutar de su noche libre. Dean no protestó. Se baño y se fue. Bobby nunca lo había visto desobedecer a su padre, pero tampoco lo había visto hacerle caso con tanta rapidez.
- ¿Entonces?- Bobby le pusó otra taza de café delante y se preguntó si era buena idea ponerle más cafeína en el sistema a su amigo o si estaría ayudando a juntar material inflamable antes de que una chispa entre ellos volará todo esa parte de Dakota del Sur. - ¿Vas a hablar o tendré que sacar la cerveza?- quizás eso lo relajará.
- Mejor trae a Jack y tengamos una agradable charla.- John señaló con un gesto de los ojos el mueble bar de Bobby.
- Esta bien.- Bobby pusó sobre la mesa dos vasos y una cubetera que amenazaba con mojarlo todo al derretirse. Llenó los vasos hasta la mitad con whisky Jack Daniels. - El mejor y más caro. Será mejor que lo valga.- comentó.
- Lo vale.- John se tomó de un trago el líquido amarillo, mastico furiosamente los hielos y pusó el vaso de vuelta sobre la mesa, con brusquedad, indicándole claramente a Bobby que lo rellenará.
- ¿Sin hielo esta vez, eh?- Bobby cerró la botella y se llevó su propio vaso a los labios.- Entonces ¿En qué han estado trabajando tú y Dean esta vez?-
- Demonios.- Ante la expresión de sorpresa y conmoción de su amigo, John movió la cabeza negativamente.- Una pareja. Son como serpientes ¿Sabes? Y no es figurado. Hazle algo a su pareja y el otro estará detrás de tu trasero por toda la eternidad.- John cerró los ojos y se los refregó, Bobby nunca lo había visto tan cansado y roto.- Fue asqueroso, Bobby. No puedes darte una idea. Usaron a dos hermanos. Una muchacha de 16 años, Bobby. Una niña. Y su hermanito de once. Gracias a Dios que no estuviste allí. La chica no lo logró. Cuando la exorcicé, esa cosa la mató. Y el niño... creo que esta vivo aún... estaba inconsciente cuando llamé a Emergencias y nos largamos... Pero, era... era tan parecido a Sam... Eso paralizó a Dean... y esas cosas lo sabían... Lo sabían y las muy hijas de puta se metieron con él... -
- No entiendo.- Bobby realmente no comprendía que le quería decir el otro cazador.
- ¿Fui un mal padre, Bobby?- John tomó un poco de whisky y espero la respuesta de su amigo, sin mirarlo a los ojos.
- Claro que no fuiste un mal padre, John.- Bobby le palmeó la mano.- Aún eres un mal padre.-
- ¡Quita!- John retiró la mano.- Es en serio. Yo ya no soy el padre de nadie. Hace mucho que no soy el padre de nadie.- se terminó el vaso y lo rellenó él mismo esta vez. - Dean ya tiene 24 años y en un mes Sam tendrá los 21, así que quedarán definitivamente fuera de mi radar.- miró el vaso con melancolía.
- Hiciste lo que pudiste, John.- Ahora Bobby le palmeó el hombro con verdadera solidaridad.
- No hice lo suficiente. Me lo advertiste. No quise escucharte. Les arruine la vida, Bob.- se tomó todo el vaso sin prisa.
- Lo siento.- Bobby se terminó su primer vaso.- No lo has hecho tan mal John: Sam entró a Standford con una beca completa. Dean es mejor cazador que tú. O lo será, cuando madure un poco más y deje de intentar imitarte. Será el mejor. ¡Ese chico te adora, John! No pudiste haberlo hecho tan mal.-
- Sí, me adora y lo decepcione. No quiero volver a hacerlo. Tienes que ayudarme, Bob. No quiero volver a hacerlo.- John estaba suplicando y Bobby empezando a asustarse en serio.
- Vamos a darle un descanso a Jack.- Bobby sacó del alcance de la mano de John la botella de alcohol. - ¿Qué está pasando?- se inclinó hacia su amigo y lo aferró de los brazos.
- Espacio personal, Bob.- gruño el moreno.
- Lo siento.- Bobby se volvió a sentar rectamente en su propio asiento.
- El chico, es decir, el demonio que lo poseía... empezó a decir cosas... sobre Sammy.-
- Ellos mienten.- dijo sin titubeos y de inmediato el cazador mayor.
- Sí, pero también dicen la verdad cuando es mucho más dolorosa que cualquier mentira que puedan ingeniar. Algunos son bastantes estúpidos, de hecho.-
- ¿Qué te dijo, John?- Bobby trató de atraer su atención nuevamente.
- No a mí. A Dean. Es decir, estábamos ambos y por supuesto que querían que yo escuchara, pero le hablaban a Dean. De su pequeño hermanito Sammy.- Bobby comprendió que más o menos estaba citando las palabras exactas del demonio.- De lo especial que era, que siempre había sido. Que tenía que estar orgulloso de lo bien que lo había protegido y cuidado. Que debía ser realmente muy doloroso haberlo criado, haberlo dado absolutamente todo por él y tener que verlo convertido en un monstruo...en uno de ellos.-
- ¡Es mentira!- gritó de inmediato el dueño de casa.- Se aprovechó de Dean...- miró con terror a su amigo. - ¡John! ¿No le estarás creyendo, cierto?- Bobby olvidó nuevamente toda esa idiotez del espacio personal y sacudió con fuerza a su amigo por los hombros.
- Bueno, Dean lo crió. Para Sam, él cuenta infinitamente más que yo. Lo tengo asumido desde que Sam tenía cuatro años, Bob. Esta bien.- aseguró con una sonrisa idiota, intentando distraer la atención.
- ¡No me refiero a eso! Estoy seguro que eso no hacía falta que te lo dijera un demonio de tres al cuarto.- Bobby intentó sacarle un poco de tensión y seriedad al asunto. Porque no podía ser en serio.- Me refiero a lo de "uno de ellos" ¿Lo crees capaz? ¿A Sam? ¿A Sammy? ¿A tu hijo? ¿A alguien qué crió Dean, en última instancia?- Bobby volvió a sacudirlo con ganas.
John se quedó callado un momento, con la mirada clavada en el piso.
- ¡John!- Bobby lo agarró de las solapas de la camisa y lo sacudió con más fuerza todavía.
- Sí, Bobby. Si lo creo. Sam nunca ha sido normal. Lo he sabido, lo he presentido, desde que tenía siete años. Siempre ha habido cosas malignas a su alrededor, Bob. Los demonios han estado tras sus pasos desde que era un bebé. Intentaron llevarselo una vez. No sé como ni porque y Dios sabe que lo amo, pero será muy dificil que no termine siendo uno de ellos. Yo haré lo que sea necesario. Dean hará lo que sea necesario: para eso lo he entrenado toda su vida. Pero no sé cuanto pueda hacer yo y mucho menos cuanto pueda hacer Dean. Ellos lo dijeron. Tu lo dijiste: Dean lo crió. Sam es tan intocable para él como un hijo es para su padre. Y él me adora, no puedo pedirle que... -
- ¿Pedirle qué?- Bobby dió varios pasos hacia atrás y lo miró con horror.
- Bob, llevas más tiempo en esto que yo. Sabes muy bien que a veces hay que...- John se puso de pie y avanzó hacia él.
- No.- Bobby dió otro paso hacia atrás.
- Tienes que entender... demonios que deberías entenderlo... - John estaba poniendo tono suplicante otra vez.
- No.- dijo firmemente Bobby, retrocediendo nuevamente porque ahora era él quien quería mantener el espacio personal.
- Prometémelo, Bobby. No puedo pédirselo a Dean. No hagas que se lo pida a Dean.-
Bobby quiso retroceder más y se encontró con la pared.
- ¿Qué? ¿Qué quieres qué te prometa?- intenta que suene gracioso e inocente, como si no hubiera captado en verdad las intenciones de John. - ¿Qué si Sam se vuelve... malo... lo mataré?-
- Dean y yo haremos lo imposible por salvarlo. Pero si no podemos, alguien tiene que matarlo. Prefiero que sea uno de nosotros. Si puedo, lo haré yo. Pero quizás no este. Si tú me dices que no, Dean tendrá que hacerlo. Tendré que pedirselo a él. Se sentirá obligado. Hazlo por ellos, por los chicos.-
- ¿Por los chicos?- John asintió ingenuamente con la cabeza y Bobby subió la voz.- ¿Por los chicos?- Aquí venía otra discusión de esas donde no volvían a verse en meses. John respiró profundo y aguantó. Esto era demasiado importante para enfadarse y sólo dejarlo pasar.
Tendría que convencerlo.
Como fuera.
Con lo que no contaba John, era con los persuasivos argumentos que Bobby tenía a mano.
Dean volvió justo en ese momento. Entró riéndose.
- ¡Bobby! ¡Olvidaste decirme que por ser Viernes Santo los bares...!- cuando entró en la sala de estar y vió a Bobby apuntándole con una escopeta a su padre, la risa murió.
- ¿Bobby? ¿Papá? ¿Qué pasa?- Dean se puso más pálido de lo normal.
John levantó las manos, como si el problema de Bobby consistiera en creerlo armado y peligroso.
- Prométemelo.- repitió John con decisión. Bueno, Dean creía que había sido una repetición, porque obviamente su padre y Bobby algo habían estado hablando mientras él estaba fuera.
- Por supuesto que voy a prometerte algo, John Winchester. Te prometo que si vuelves a poner un pie en esta casa, voy a llenarte de plomo apenas atravieses el umbral. ¡Dean!- Bobby tembló perceptiblemente y se volteó a hablar con el rubio, que casi tuvo un infarto al ver al hombre que consideraba un padre apuntándole con una escopeta.- Tú y Sam siempre serán bienvenidos aquí. Pero llevate a tu padre de mi vista en este momento y asegurate que no vuelva jamás.-
- Bobby... - Dean también puso las manos en alto, como si quisiera mostrarle a Bobby que estaba desarmado y en plan de hablar.- Baja el arma ¿Qué pasa?-
- Llevátelo de mi vista.- Bobby Singer apretó los dientes y levantó el cañón de la escopeta hasta la altura del pecho de John.- Ahora.-
- Esta bien.- Dean se deslizó con cuidado hasta su padre y lo tomó de un codo.- Vamos, pa.-
- Bobby, por favor. Vas a obligarme a que... - John dio unos pasos hacia atrás con su hijo mayor e hizo un último intento.
- ¡Ahora!- gritó Bobby e incluso gatilló la escopeta para tenerla lista de ser necesario.
- Vamos.- Dean volvió a tirar del brazo de su padre y lo empujo para que saliera delante, cubriendolo por si Bobby decidía que se movían muy despacio.
Cuando Bobby escuchó (mejor dicho: dejó de escuchar) el Impala, volvió a apoyar la escopeta junto a la chimenea de donde la había tomado y respiró como si no hubiera suficiente aire en el mundo y demasiado en sus pulmones. Se apoyó contra la pared y se deslizo hasta el suelo. Se sacó la gorra de la cabeza y se secó el sudor.
John se había vuelto definitivamente loco.
¿Sam con demonios? ¿Sammy "Quiero a la Universidad y tener una vida normal" Winchester? ¿Sam volviéndose malvado?
¡Absurdo!
¿Se suponía que llegado el momento, si ni Dean ni John estaban ahí para hacerlo, Bobby tendría que matarlo?
No podía. Simplemente no podía. Había visto crecer a ese chico... Sam había confiado en él como para dar su dirección a las Universidades... Había confiado en que no lo delataría... había...
" - ¿Me lo prometes? ¿Qué vas a cuidar a Sam si es necesario? ¿Si papá o yo no podemos?-
- Si, te lo prometo.- "
Lo había prometido.
Así de simple se resolvían quince años de dudas sobre a cuál de los Winchester era su lealtad.
Era lo justo después de todo.
Había sido Dean el primero en confiar en él.
This is it (perdón, es la hora) espero que les haya gustado o que al menos no hayan salidos espantados al tercer renglón.
Haré estas notas los más cortas posibles en amor a la brevedad y a la hora en mi país (12.55)
En primer lugar, antes de que me olvide, ya que el siguiente capítulo será sobre Cass, el otro día encontré este video en Youtube: .com/watch?v=At4HgxwAfzQ "The Ghostfacers meet Castiel" esta sólo en inglés lamentablemente, pero es algo divertido.
Un par de aclaraciones técnicas: No, no sé como es (y si tiene) segundo nombre Sam, pero en otro fic puse que Dean se llamaba John de segundo nombre y como a Mary le gustaba "Hey Jude!" lo dejamos en Samuel Paul, por partida doble. ¿Qué que onda con los cumpleaños de John y Bobby? Es que el otro día me agarró curiosidad y me puse a buscarlo. Encontre que John nació el 22/4/54 y como no encontre nada de Bobby, tome la fecha de cumpleaños de Jim Beaver, que es el 12/8/50. La verdad que no tiene importancia, pero cuando me sente a escribir esto por ahí logre empezar a tirar de la punta del ovillo. Quizás porque siempre me intrigó un poco la relación entre Bobby y John (XD recorde a "Bobby John" me pareció muy curioso que Dean dijera "Bobby" y Sam "John" y no al revés) espero que se haya notado aquí (además de que soy bastante bipolar con John en general) que eran bastante buenos amigos, como más allá de la cacería.
Sí, se que es raro y dificil de explicar. Pero si sólo fueran "amigos de cacería" serían más bien "compañeros" y no "amigos"
Una última aclaración también medio técnica pero que por mi cansancio intrinseco voy a poner como si sirviera de algo. Cuando John dice: "Sabes muy bien que a veces hay que..." estaba empezando en la frase en inglés "Whatever it takes", pero no logré encontrarle un equivalente en castellano.
Ahora, si ¡Los Reviews!
Lainfreya: yo creo que si le hubieran dado a Sam más tiempo, unos meses más, él hubiera seguido adelante y continuado con su vida (o lo que fuera que planeara hacer) pero que a cuatro meses de haber perdido a su hermano, todavía estaba de duelo. Lo que dices sobre el ipod, de hecho se me había ocurrido que Sam se bajara la discografía de Metallica, pero al final sería sólo un detalle que entorpecería todo y lo dejamos mejor en que, cada tanto, pone los cassettes de Dean, que ya los tiene allí. Me alegra que te haya gustado la parte de los recuerdos de Sam, porque es realidad ese fue el disparador del fic, el pequeño Sammy intentando calmar a su hermano mayor asustado. ¡Muchas gracias por el Review!
Marcelaspn: Ups, sí... sobre eso... en realidad debí haber supuesto que todos esperarían ver aparecer a Dean resucitado, pero no se me cruzo por la cabeza hasta que era demasiado tarde. La verdad, no tengo la más mínima idea de que fue lo que pensó Sam en ese entonces, más allá de que me ha hecho saltar lágrimas la forma en como se abrazaron. (Y Ruby diciendo "¿Ustedes están... juntos?") La verdad, en este momento ni siquiera recuerdo porque elegi precisamente ese día... quizás porque me gustó la habitación de motel donde estaba Sam... de veras que sí... En fin ¡Muchisimas gracias por tomarte tu tiempo de leer y escribir!
GreenEyesSpn: Sí, eh... esto.. estoy haciendo un esfuerzo de verdad grande para recordar porque elegi ese día en particular... creo que tenía algo que ver con el motel en sí (estoy convencida hasta el día de hoy que tenía dos camas) o con la fecha, porque creía que se cumplían cuatro meses exactos y eso despertaba los recuerdos de Sam (de hecho, fueron cuatro meses y dos semanas) Pero lo siento si esperaban a Dean resucitado... es que de verdad no puedo figurarme que se le cruzo a Sam por la cabeza... También recuerdo que influyo en algo la expresión de Dean al decir "It's okey, Sammy" cuando Sam casi se pone a llorar por no haberlo sacado del Infierno. Como sea, ¡agradezco muchisimo tu Review!
Angelita: Tu review me encanto, pero dije ¿Y quién me lo mandó? Ahi, con cara de "¿Para donde corro ahora?" Si bueno, como quizás hayas visto hoy no me cae muy bien John en general y de pronto la única explicación medio perdonable (y altamente improbable) que encontre, fue que Dean los haya oído de casualidad a Bobby y a él y al final no le haya quedado otra que enseñarle como defenderse y como defender a Sammy. Por las dudas, aunque creo muy dificil que no lo sepas, Dean dice el cuarto capítulo de la primera temporada que tarareando Metallica se calma (y siempre me quedo muy grabado porque a mi pasa lo mismo, pero con la bronca), no te vayas a creer que fue una idea especialmente brillante mía. Pero siempre me dio curiosidad saber de donde lo había sacado, porque lo mismo hubiera dado AC/DC ¡Wua! que puedo decir de lo que dijiste de mi forma de escribir... me acabo de poner colorada y no hay nadie mirando... en fin, que no siento de verdad que sean tan relojito mis historias ni tan extraordinarias que nadie pueda hacerlas mejor (esta es la menos relojito de todas ellas, estoy esperando que alguien lo note), pero me alegra de que te gusten y ponte a escribir de una vez (eso me dicen mis profesores cuando tengo que entregar trabajos prácticos y los odio con mi alma, je) ¿Pero sobre qué? ¿Tendremos más mini Winchesters dando vueltas o qué? Muchas, pero muchas gracias por haberte tomado tu tiempo para leer y escribir un Review tan largo.
Bueno, ahora si, finalmente me voy a dormir.
¡Nos vemos la próxima!
