Hola a todos... he regresado del hiatus con una nueva historia (La cual va viento en popa) :). No crean que me he olvidado de Proclamar a la reina, (La cual seguirá en espera un poco), solo espero continuarla lo más pronto posible. Sin más que decir, los dejo leer.


Disclaimer: Oda es dueño de todos los personajes de One Piece.


PRÓLOGO

En una isla deshabitada, a lo alto de una montaña y en la entrada de una cueva, se encontraba un hombre que sujetaba un collar en la mano izquierda, que a su vez estaba cubierta por sangre seca. Veía hacia el vasto mar y tenía la mirada perdida. Su cabello danzaba con el viento mientras el polvo que cubría su ropa caía y sus ojos reflejaban el movimiento de las olas. Apretó el collar en su mano, había pasado por mucho para llegar ahí, eso era lo único que le quedaba, la última salida. Suspiró y recordó por qué hacía todo eso, por ellos, por sus nakamas.

Era Monkey D. Luffy, el Rey Pirata… pero ya nada de eso importaba, no mientras ellos no estuvieran con él. Él era el culpable de que ya no estuvieran a su lado, los había perdido. Pero el mundo le había dado una nueva oportunidad de redimirse, la oportunidad de evitar que eso volviera a pasar, incluso si no fuera en su mundo.

Apretó los ojos ante la frustración e impotencia recordando aquel día y la misión que se había encomendado.

Ya estaba decidido, lo iba a lograr aunque eso fuera lo último que hiciera. Sabía que tendría que tomar decisiones difíciles y que el camino no sería fácil, pero era el único que podía hacerlo, nadie más. El único capaz de cambiar el destino y para ello haría cualquier cosa. Lo juraba por todo lo que aún poseía, estaba dispuesto a arriesgarlo todo, desde su nombre hasta su vida. Ese día se fijó una sola meta: "Salvarlos"; y para cumplirla estaba dispuesto a todo.

CONTINUARÁ...


¿Corto, verdad?
Nos leemos en el siguiente episodio...