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Prólogo
Summary: Su mano se arrastró por su rostro, presionándolo hasta el punto de no dejar pasar aire. La sonrisa irónica que sus labios formaron le supo amargo. Ahora entendía lo que su padre había guardado todos esos años…
Disclaimer: Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto. La historia a continuación es de mi total autoría, si lo ves en otra plataforma no dudes en comunicármelo y denunciarlo.
—¡Oye! ¡Detente! —con un fuerte tirón la chica de cabello oscuro se desasió del apretado amarre del chico sobre su muñeca —¿Qué te pasa? ¿Por qué actúas así? —los ojos de la chica estaban crispados, a punto de llorar en cualquier momento dado.
Ella frotaba su muñeca contusionada con cuidado por el dolor y desviando continuamente sus ojos del chico que la miraba con una violencia nunca antes vista en su vida. La velada había transcurrido de forma maravillosa cuando, de repente, fue arrastrada por todo el patio hasta donde estaban ahora, en la calle vacía.
Los ojos turbios del chico se posaron en el moretón que se estaba formando en la muñeca de su novia y como si alguien le hubiera lanzado de una altura considerable para sentir vértigo, todas sus emociones violentas se disiparon en el repentino ahogamiento que estaba padeciendo. La conciencia pareció aclarársele y el horror comenzó a atormentarlo. Su semblante se volvió pesaroso y descorazonado.
Hacía tan sólo unas horas todo había estado perfectamente bien en la fiesta a la que habían concurrido. Ambos habían compartido un buen momento, hablando, bailando y bebiendo hasta que la había visto bailando con otro. Y no fue la sensación de celos, únicamente, de ver a su novia con otro, sino las miradas que ella le dirigía mientras sonreía al chico que la sostenía con demasiada confianza para su gusto.
El acercamiento de la boca del extraño en el oído de su novia que sonrió ante lo dicho fue lo que lo puso todo rojo, terminando a los golpes con el chico ante los gritos desesperados de su novia. No contento con ello, la tomó por el brazo y la arrastró fuera de allí con una fuerza desmedida. El forcejeo fue constante hasta que ella logró soltarse. Y ahora estaban ahí, frente a frente, el daño ya estaba hecho.
Dejó ir el aire con un jadeo y sus ojos se conectaron con sus manos pálidas ensangrentadas. Le había partido la cara a un tipo que no le había hecho nada. No podía creerlo, al fin lo había hecho y se sentía horrible. No creía que hubiera llegado tan lejos, pero lo había hecho. Sin más, se dio la vuelta y comenzó a caminar calle abajo.
—¿Qué haces? ¡Estamos hablando! —gritó la chica a sus espaldas.
—Lo siento mucho, no volveré a molestarte.
Un fuerte tirón lo hizo girar y encontrarse con los ojos rojos y llenos de lágrimas de su novia. Ella parecía furiosa y desesperada, sobrepasada por la situación. Él, sin remordimiento – eso quería creer –, se desasió de ella y con una mirada fiera y escalofriante se apartó.
—Por tu bien, no vuelvas a acercarte a mí.
Ella comenzó a gritar como una desquiciada, exigiéndole que volviera, que no se fuera y que hablaran. Pero él no quería, no podía hablar en ese momento y no quería que las cosas terminaran peor. Ella lo maldijo con un vocabulario que no se esperaba de ella, pero el cual él daba por cierto pues era un maldito hijo de perra por haberla herido de esa manera.
Los sollozos de ella fueron desgarradores. Estaba empezando a sentirse horrible, pero no podía dar marcha atrás por lo que siguió caminando. Era la primera vez que pasaba aquello, pero no en cuanto a sus emociones y pensamientos; una parte de su mente tenía siempre un repertorio de frases distorsionadas y desquiciadas que asustarían hasta al tipo más duro. Él siempre le temió, desde que su cabeza comenzó a comportarse de una forma diferente a como lo recordaba.
Jamás exteriorizaba sus pensamientos ni sus ideas, no eran normales y si bien era consciente, tampoco quería ayuda. No quería parecer anormal. Los pensamientos homicidas eran concurrentes en la noche, por lo que se tomaba pastillas para dormir. No creía que exteriorizaría tan violentamente física sus emociones hasta ahora.
Ella había sido su novia de secundaria, su primer amor y sus primeras veces en sus grandes aventuras durante esos siete años y por todo ese amor que aún sentía por ella y por esa relación que fue, la dejaría ir antes de intoxicarlos a ambos. No quería dañarla ni preocuparla por lo que se iría y no volvería a ella. Aunque le doliera, sabía que era una sabia decisión la que estaba tomando.
Su mano se arrastró por su rostro, presionándolo hasta el punto de no dejar pasar aire. La sonrisa irónica que sus labios formaron le supo amargo. Ahora entendía lo que su padre había guardado todos esos años…
Hasta aquel día…
N/A: Holaaaaa! Ya sé que quieren ahorcarme por no subir las continuaciones, pero eso las iré trabajando poco a poco porque como que volví a perder el hilo y no quiero cometer más errores de los que ya hice :c
Esta nueva historia será un poquito oscurita, tendrá un poquito de esto, un poquito de aquello jpg ahre
Bueno, ya saben que pueden comentar si lo desean, me gusta leerlos y saber lo que piensan. A partir de ahora, creo, podré responder reviews porque las mejoras tecnológicas vinieron al país de Lian(? *mucho Clamp el pendejo*
Quiero agradecer a Hikari bb por leer el fic previamente y odiarme, era parte de mi plan maquiavélico *smirk*
Saludos y, desde ya, gracias a aquellos que quieran acompañarme en este proyecto nuevo que difiere bastante a lo que comúnmente trabajo, no se esperen un lecho de rosas(?
El que avisa no traicionaaaaaaaaaaaaaaaa!
Bai.
