¿NO VES MI DERROTA?
ADVERTENCIA: Este fanfic trata el incesto y tiene un alto contenido sexual. (Que nadie diga que no lo advertí)
Capítulo 1.
Eran vacaciones, al fin. Las había estado esperando con ansias, pero ya no estaba segura de que fuera algo bueno.
Alex no tenía idea de cuándo ni cómo comenzó, solo tenía claro que últimamente había estado mirando a su hermano mayor, y teniendo algunas imágenes y pensamientos horrorosos en su cabeza. Se sentía sucia, se daba asco a sí misma…
Recuerda que empezó a tener esas indeseables sensaciones en su cuerpo después de haber tenido un enfermo y repugnante sueño una noche, del cual no quiere ni recordar, pero lo hace constantemente, y al darse cuenta de ello, vuelve su repentino odio a sí misma, y la conciencia la carcome por dentro. Ese sueño… el primero de muchos… era un sueño simple, no lo recordaba por completo, solo flashes, pero era suficiente. Estaba ella, estaba Justin; una cabaña en la playa, que a ratos era un barco; una playa que a ratos era una mezcla de muchos lugares; en fin, otras cosas raras. Lo que recordaba era la playa, ella en su bikini, y Justin vestido normalmente, sentado en la arena… y ella… ella sentada encima de él, de frente, con sus manos sobre sus hombros, y las manos de él sujetándola por las caderas, firme, de manera que sintiera su entrepierna. La lengua de Justin rosaba suavemente su cuello de vez en cuando mientras lo recorría tan solo con su entrecortada respiración, sin ningún otra clase de contacto. Y ella estaba excitada. Estaba exquisitamente excitada. Y despertó, con la respiración algo agitada, y un dolor que por primera vez sentía, en su entrepierna, con un intenso deseo de aliviarlo. Se mordió el labio, y hundió su cabeza en su almohada.
Ya bien, uno puede decir que esta clase de sueños no son extraños, y que suceden; y sí, suceden con familiares también. La diferencia radicaba en que al recordar esos sueños, debería sentir algo de asco, o mínimo indiferencia. La diferencia radicaba en que a ella le había gustado, y que en su interior, deseaba fuertemente que a la noche siguiente continuara el sueño. Lo negó. Se lo negó a sí misma esa semana completa, era enfermo ¡Y ERA JUSTIN!
Luego de varios días, vio que negárselo a sí misma no era lo mejor, había que aceptarlo y combatirlo. Y ahí es donde estamos ahora. El aceptarlo puede que haya ayudado a darle un respiro, pero el problema ahora era otro. Sentía asco hacia sí misma, y sentía culpa por sentir lo que sentía, y en especial, por fantasear lo que fantaseaba. Aún no lograba asimilar bien lo que significaban los sentimientos que tenía por él, sabía que no era amor fraternal, pero le costaba digerir esa información. Lo que tenía perfectamente claro, era el intenso deseo que sentía por él.
Ahora había un solo problema, ¿cómo combatir ese deseo, viéndolo constantemente, más ahora que pasaría mucho tiempo con él en la casa? Alex suspiró.
Después de no haber podido dormir en toda la noche, se levantó temprano a desayunar para luego darse una buena y necesaria ducha. Salía de su habitación cuando se topó con Justin de frente… e hizo un gran –y realmente fue bastante grande- esfuerzo por controlarse, al verlo recién salido de la ducha, el pelo mojado, una que otra gota caía sobre su torso desnudo, con tan solo una toalla envuelta en sus caderas. Su respiración cesó, sintió como ardían sus mejillas, como latía su corazón, como sus rodillas parecían perder fuerza, como se le formaba un nudo en la garganta, y sentía un muy leve mareo, sin necesidad de mencionar ese cosquilleo en su entrepierna.
- Buenos días, ¿qué te sucedió? ¿tú levantada a esta hora? – escuchó decir a su hermano en tono burlesco.
Ella no quería que Justin notara el rubor en sus mejillas que seguramente debía tener, así que decidió simplemente pasar de largo, diciendo "nada tienen de buenos" tras de sí. No se le había ocurrido nada más para decirle, no en aquella situación. Cerró la puerta del baño con cerrojo.
Una vez en la ducha, cerró los ojos recordando el cuerpo de Justin, tan bien moldeado. Si no fuera por aquella tela que cubría el resto de su cuerpo… si le hubiese "accidentalmente" arrancado esa toalla… No pudo evitar que se le escapara un gemido. Se preguntaba cómo se sentirían esos brazos envolviéndola, apegándola hacia su cuerpo; cómo sería su aroma, su piel, sus labios… basta. Ya estaba llegando demasiado lejos.
Cortó el agua y fue a vestirse. Este sería un largo día.
N.A. Vaya, hace años que no escribía algo… Bueno, mi primer fanfic de "Los hechizeros de Waverly Place" ojalá alguien lo haya disfrutado
R&R!
