Jamás había escrito una historia de estos dos, ni de BNH. ¡La verdad es que esta pareja me fascina como no tienen idea y decidí crear esto! Si no cumple con sus espectativas les pido una disculpa.

Universo Alterno.

La asesina y el 'niño'.

— Deku diota, ¿a dónde crees que vas? No he terminado contigo.

— Por favor Bakugou, déjame — suplicó el peli-verde con lágrimas que caían por su sangre, tomando un color carmesí.

— ¿Acaso te dije que tienes derecho a hablar? — Lo pateó — No eres más que un marica — se puso la mochila en su hombro — Te espero mañana para otra paliza, si faltas te irá peor — se fue.

El chico intentó pararse mientras apretaba los puños.

Cada día era lo mismo. Cada día le esperaba una serie de golpes y patadas por parte de su compañero, Bakugou. Lo que no entendía, era la razón de su odio hacia él.

Como pudo se puso de pie, y tomó su mochila con mucho cuidado, estaba adolorido.

Caminó para su casa intentando limpiar las lágrimas de su cara. ¿Qué chico de preparatoria deja que lo golpeen y además llora?

Cuando llegó a casa arrojó su mochila al suelo y con mucho cansancio subió a su habitación para tirarse en la cama.

— Ya estoy harto... — levantó su mano, mirándola — ¿Qué tiene contra mi? — la apretó — ¿Por qué soy tan débil?

Se puso de pie y miro la foto de su madre.

— Debo ser una verguenza para ti... — suspiró.

Todo cambió desde que la perdió. Cada vez que él llegaba a casa golpeado, su madre lo curaba y demostraba una impresionante preocupación. Él jamás le dijo el nombre de su atacante, porque pensó que no hacía falta, que pronto le daría su lección. Cuando su madre murió olvidó eso, ya no le importaba que Bakugou aún siguiera golpeandolo, porque no se sentía con ganas de hablar solo para no ser escuchado. Poco a poco mejoró -si se puede decir así- al menos ahora llora y se queja...

— ¡Patético! — golpeó la pared.

Se tiró nuevamente en la cama y durmió.

.

Despertó debido al mucho ruido que se escuchaba desde la cocina. Se levantó lentamente y bajó las escaleras de la misma manera.

Asomó con algo de miedo, pero no encontró a nadie. Otro sonido justo detrás suya lo alertó.

Por favor que no sea un ladrón... — susurró.

— No soy un ladrón — una voz probeniente detrás de él le hizo darse la vuelta tan rápido que cayó al piso — No soy un ladrón — repitió la chica mientras comía un sandwich tranquila tranquilamente y sonreía.

— ¿Y qué haces en mi casa? — preguntó con miedo, miró la ventana y notó que ya era de noche.

La chica mordió su emparedado.

— Me escondo.

— ¿Aquí? ¿por qué aqui? ¿de quien? — inquirió más confundido.

— Sí aquí. Fue la primera casa que vi que tenía una ventana abierta. De la policia — alzó los hombros restándole importancia.

Izuku fue analizando cada respuesta hasta llegar a la tercera en donde pareció dudar.— Espera, espera. ¿De la policía dices? ¿Por qué te ocultas de la policia?

— Por qué me estaban persiguiendo.

Tuvo miedo de preguntar, pero aún así lo hizo.— ¿Y... Porqué te perseguían...? — se alejó un poquito aún en el suelo.

— Porque soy una criminal — respondió como si nada — Una asesina — terminó su sandwich.

Él palideció.

— ¡¿QUÉ?! — gritó y tan rápido como pudo se puso de pie. En un veloz movimiento ella lo sujetó por la espalda y le pusó un cuchillo en su garganta. Tragó duro.

— Escucha, no quiero hacerte daño — lo empujó jugando con su cuchillo mientras reía — Sólo quiero que me ocultes, si te niegas te mataré. ¿Sencillo no?

— ¿Ocultarte? ¿cuánto tiempo? — no pudo pensar en otra cosa que no sea el cuchillo de su mano.

— Unos días. Esos malditos descubrieron mi escondite y necesito un hogar donde vivir — inspeccionó la casa — Desde hace rato miré por tu casa y solo estabas tú, ¿vive aquí alguien más? — se sentó cruzando sus piernas sin quitarle la vista.

— N-No... vivo solo... — ella lo miró levantando una ceja y sonrió.

— Bien, te creo. Pero si aparece alguien más por aquí los mato a todos, ¿escuchaste? — él asintió — Perfecto, ahora escucha esto —se inclinó hacia adelante — No creas que delatarme, dalarme o incluso asesinarme será fácil. Soy una asesina experta y he escapado de la policia tantas veces como tú duermes. Si me enteró de una 'traicion' de tú parte no dudaré en asesinarte — ella lamió sus labios — a ti y a tus amigos.

Lo único que pasó por su mente fue el hecho de que ahora tendrá que vivir con una asesina.