Discleimer; todos los personajes aquí usados son obra de la grandisosa J. K. Rowling a mi sólo me corresponde la trama.
Capitulo #1; Cásate conmigo
No tiene opción, no puede elegir entre lo que puede y debe hacer pero una mano se ah tendido ante la suya, una sola oportunidad para hacer lo correcto aunque su propia vida corre el riesgo de ser peor si la acepta.
No tiene salida, se lo han encomendado, debe matar a Dumbledore aunque él mismo sepa que no es capaz de hacerlo, sabe que la vida de sus padres esta en sus manos y hacer un sólo movimiento en falso puede matar a más personas de las que salvará si lo hace.
Su única oportunidad se la dará quien menos esperó, de quien jamás creyó necesitar algo, ella sólo ella puede salvar su vida...o condenarlo hasta la muerte.
-Dime que mierda quieres Malfoy.-exclamo Ginny perdiendo la paciencia y enfrentándolo
-¿Qué?-él intentó ocultar su interés desviando la mirada hacía el lago.
-Me vienes siguiendo desde el castillo y quiero saber que mierda quieres.
-¿No te han enseñado a respetar a tus mayores?
-No me vengas con estupideces Malfoy y dime de una vez que mierda quieres.
-¿Qué te hace pensar que quiero algo de ti?
-¿Entonces por que me sigues?-buena respuesta, Draco la miro furioso pero ella no se dejo intimidar.
-No te estoy siguiendo sólo me apetecía dar un paseo por el lago.
-De acuerdo, me voy.-ella lo miro por ultima vez y camino de regreso al castillo pero antes de dar el tercer paso la mano de Draco se aferro a su brazo.
-Cásate conmigo.-pidió sin más, sintiendo como todo el orgullo que alguna vez vocifero poseer caía débilmente a su lado.
-Claro ¿Dónde firmo?-dijo mientras apretaba con fuerza su estomago, si seguía riendo de esa manera iba a necesitar un baño.
-Hablo enserio Weasley-recalco Draco apretando con más fuerza de la necesaria su brazo, ella río aún más.
-Yo también.-declaro mirando fijamente a esos ojos grises que la miraban con odio, desprecio y que si mirabas un poco más incluso podías encontrar asco y aberración.
-Esto no es una broma, realmente necesito que te cases conmigo.
-Yo no gasto bromas de éste tipo Malfoy así que eh aceptado ¿ahora que más quieres?
-Que sea lo más pronto posible.
-Fija la fecha y créeme que no faltaré.
-El próximo sábado, los testigos serán Snape y Dumbledore si quieres puedes invitar a tu familia.
-¿En donde?-dijo ignorando por completo la mención de los suyos.
-Hogsmeade a las 4 de la tarde.
-Ahí estaré.-acepto regresando al castillo, en 4 días más sería la señora Malfoy y no pensaba en arrepentirse por que dentro de ella había esperado por esa proposición.
Día Uno;
Despertó sin ánimos sintiéndose aún más cansada que cuando durmió, miro su reloj de pulsera, si no se ponía de pie de inmediato podía irle dando la bienvenida a un castigo por llegar tarde a pociones, no tuvo tiempo de ir a desayunar por lo que a la mitad de clase sentía como su cuerpo lloraba por alimento.
-Los hamktes provocan esos ruidos cuando están hambrientos.-susurro Luna junto a ella.
-No soy un halmens.-dijo muy bajito junto a su amiga para evitar llamar la atención de Snape.
-Ellos viven en nuestras varitas, se roban nuestra magia cuando las usamos.
-No lo creo por que si así fuera los que viven en mi varita estarían a reventar de tanto que la uso.-río para abruptamente callar al siguiente segundo.
-Weasley y Lovegood 10 puntos menos por cada una.-sentenció Snape pasando junto a ellas.-Pero si también a esta clase haz llegado tarde Weasley.-recordó junto a ella, le sostuvo la mirada molesta, no había llegado tarde sólo un poco después que los demás pero antes de que el profesor cruzara la puerta.-Tienes un castigo al terminar la clase.
-Pero a esa hora debo ir a almorzar.-perderse el desayuno era una cosa pero perderse también el almuerzo eran palabras graves, Snape la miro y ella prefirió callar para no aumentarle a su castigo más tiempo, él siguió caminando en el aula evaluando los demás calderos.
-Odio las clases dobles con Snape.-admitió ante Luna, ella sólo río y siguió preparando su poción, no tenía ganas de correr con la misma suerte que su amiga.
-No olvide su castigo Weasley.-le recordó Snape al terminar la clase, ella no lo había olvidado incluso había permanecido en su lugar sin moverse en espera de su sentencia.
-No lo olvide señor.-admitió sin mover un centímetro de su cuerpo, la mazmorra pronto estuvo totalmente vacía.
-Draco me contó lo que van a hacer.-dijo mientras se acercaba para tomar lugar frente a ella.
-¿Y no piensa felicitarme?-preguntó altanera, él la miro pero hizo uso de todas sus habilidades para no gritarle.
-No Weasley no voy a felicitarla.
-Una lastima, va a ser el momento más importante de mi vida y mi profesor de pociones no va a felicitarme.-exclamo irónica, Snape tenso el rostro.
-Voy a agradecerle por el acto tan noble que va a hacer, realmente no sabe lo que ese matrimonio significa para Draco.
-Por que lo sé lo hago señor ¿acaso creyó que tengo interés en casarme con un arrogante como Malfoy?
-Jamás lo pensé pero aún así no va a ser cosa fácil ¿ya lo hablo con su familia?
-Si lo pregunta por que Malfoy aún no esta en la enfermería apunto de morir por algún hechizo de mi hermano…-Snape la miro furioso y ella creyó conveniente ir al grano.-No aún no les eh dicho pero mi padre oyó de Dumbledore que esto tenía que pasar.
-¿Alguien más de su familia lo sabe?
-No.
-¿Y piensa decírselo?
-Tampoco, lo sabrán a su debido momento.
-Ya veo ¿será la sorpresa de navidad?-preguntó irritado por la falta de interés en la chica.
-Lo sabrán antes que llegué navidad…-respondió sabiendo que la línea de alumna maestro acababa de ser cruzada pero sabía bien que Snape no iba a reprenderla al menos no en ese momento.-¿Piensa decirme mi castigo de una buena vez? Tengo la esperanza de alcanzar el postre.
-Por hoy la libraré de su castigo pero ande con cuidado, el casarse con Draco no le traerá ningún beneficio conmigo.
-Pero tal vez salvarle la vida a es hurón si.-dijo antes de salir de la mazmorra, corrió hasta el gran comedor, si tenía suerte incluso podía alcanzar un poco de papas con carne.
Día dos.
Despertó temprano, la noche anterior se había ido a acostar tan pronto como estuvo en la sala común de Gryffindor, no tenía ganas de estar con su hermano y mucho menos de ver a Harry abrazado de Hermione de una forma que nada tenía que ver con la amistad.
Entró al gran comedor con ganas de desayunar incluso lo que no había probado el día anterior.
-¿Éstas bien?-preguntó Luna preocupada junto a ella.
-Lo estoy.-aseguro extrañada.
-Es que cuando te despiertas así de temprano suele ser por que algo malo esta pasando.
-Pues no pasa nada malo Luna…aún no.
-¿Piensas contármelo?-preguntó, ella razono sus posibilidades, necesitaba a alguien en quien confiar en esos momentos y la única persona que le brindaba su amistad era Luna así que sin siquiera tener tiempo para pensarlo más, aceptó con un movimiento de cabeza.
-Pero no aquí e incluso no ahora.
-Encontraremos el lugar y el momento adecuado.-aseguro Luna caminando de vuelta a la mesa de Revenclaw, Ginny la miro marcharse pero antes de poder decir algo más sintió una abrumante mirada tras ella, volteo insegura a la mesa de Slytherin donde un rubio de penetrantes y fríos ojos grises la observaba evaluante, ella le sonrió para después darse la vuelta y sentarse en su mesa.
-¿Tiene que ver con Malfoy?-preguntó Luna junto a ella, les tocaba herbología y juntas caminaban hasta el invernadero 3.
-Si.-acepto mirando a ambos lados y comprobando que nadie estaba lo suficientemente cerca como para escucharlas.-Tiene todo que ver con él.
-¿Vas a casarte con él?-preguntó tomándola desprevenida.
-¿Cómo lo sabes?
-Era algo obvio Ginny, la única forma que tu familia confíe en él es…
-…Cometiendo la mayor estupidez de mi vida.
-No es una estupidez, vas a salvarle la vida incluso a varios más.
-Pero voy a atar mi apellido a ese miserable cobarde.
-Lo harás pero no tendrás tiempo para arrepentirte.-ella giro los ojos molesta ante la sinceridad en las palabras de Luna, juntas entraron al invernadero agradeciendo así que no tuviera forma de volver a tocar el tema.
Dia 3.
-¿Ginny estas despierta?-preguntó Hermione mientras la removía en la cama.
-Ahora lo estoy.-dijo estirando los brazos.
-Por favor perdóname Ginny, se que te dije que a mi no me gustaba y que lo quería como un hermano pero…-una delicada lagrima cayó por la mejilla de Hermione haciendo que todo el rencor que Ginny sentía hacía ella quedara difuminado por aquel sentimiento de amistad que aún sentía por la castaña.
-¿Ya son…?-como decirlo ¿Cómo poder preguntarle a quien considero como una de sus mejores amigas por tanto tiempo si al fin ella y aquella persona importante en su vida al fin tenían una relación que ella bien sabía iba a envidiar y a anhelar.
-Si.-exclamo intentando abrazar a Ginny pero ella no se dejo.-Somos novios Ginny por favor perdóname yo realmente creí que no sentía nada por él pero me tomo desprevenida y antes de…
-…No sigas.-pidió sintiendo como las palabras de Hermione se clavaban una a una como espinas venenosas en lo más profundo de su corazón hiriendo todo sentimiento agradable en ella.-No me dejes saber como fue sólo vete…
-…pero Ginny yo no quiero perder tu amistad.
-Por favor déjame sola.
-Ginny entiéndeme.
-QUE TE VAYAS.-gritó sintiendo como sus mejillas adquirían color, Hermione la miro suplicante.-Es enserio Granger, si no querías perder mi amistad no te hubieras metido con él, sabías lo que yo sentía, fuiste el mejor testigo de cómo anhele estar a su lado y ahora ¿y ahora, que? Me vienes con la novedosa noticia que entre ustedes hay algo más que la estupida amistad que me juraste que tenían, no soy tonta desde hace tiempo que noté que entre ustedes había algo incluso Ron con lo despistado que es se dio cuenta ¿Por qué me lo dices ahora, acaso ya todo el colegio lo sabe y no tuviste más opción que aceptarlo frente a mi?-exclamo alterada dejando que a cada palabra el rencor que crecía dentro de ella se explayara con intensidad, Hermione bajo la mirada aún con varias lagrimas deslizándose por sus mejillas.
-No, yo quise que tú lo supieras por mi.-balbuceo mientras con miedo admitía lo aterrante que podía ser Ginny.
-Agradezco la intención pero mejor te hubieras quedado callada.
-Perdóname Ginny nunca quise hacerte daño.
-¿Y que te hace pensar que eres tan importante como para hacerme daño?
-Yo…
-Claro que me gustaba Harry pero eso fue a los 10 años y por si no te diste cuenta ya tengo 15, no me importa lo que él haga, ni con quien lo haga lo que me molesta es que seas tan hipócrita, si sentías algo por él lo hubieras admitido a la primera y no 4 años después, me molesta que incluso tuviste el atrevimiento de darme consejos para llamar su atención ¿Qué clase de amiga fuiste?
-Fui una buena amiga.
-La primera base de la amistad es la confianza Granger y tu no la tuviste conmigo por mi ve y cásate con Harry y vivan felices por siempre, no sabes como me dará gusto eso pero…¿Por qué ser así de hipócrita y doble cara?
-NUNCA FUI HIPOCRITA.-grito Hermione perdiendo el aire, Ginny río ante los esfuerzos de ella por sonar fuerte.
-¿Entonces que fuiste? Una fiel y verdadera amiga. No intentes engañarte, sabes bien que la amistad que tu me tenías no fue de verdad por que si lo hubiera sido al menos por respeto a mi no te hubieras enredado como una ramera en Harry.-exclamo furiosa pero al instante sintió como la mano firme de Hermione cruzaba su rostro con violencia.
-Yo no me enrede con él, las cosas se dieron.
-Lárgate de mi dormitorio Granger no voy a permitirte esto.-dijo resentida sin quitar su mano de su propio rostro en el lugar que había sido golpeado.
-Entiéndeme bien Ginny, no insultes la amistad que tuvimos por que sabes bien las muchas veces que te demostré mi fidelidad y te di mi apoyo cuando lo necesitaste, fui una buena amiga y si estas así de dolida sólo es por que Harry me prefiere a mi.-declaro igual que exaltada que la pelirroja, ella sólo río ante lo escuchado.
-¿Y a mi que me importa que Harry te prefiera a ti¿Realmente no lo entiendes? Harry puede hacer lo que se le venga en gana por que yo ya no siento nada por él.
-Eso lo dices pero ni tu te lo crees.
-Mira Granger, llevo meses saliendo con Malfoy ¿Qué me dices BUENA AMIGA? LO HABÍAS NOTADO O ESTABAS TAN METIDA EN TU VIDA DE MOJIGATA BIBLIOTECARIA COMO PARA PERCATARTE DE ESO ¿EH?
-No es verdad sólo lo dices por que estas herida.
-Él y yo vamos a casarnos y perdón si no te invitó pero es un momento tan importante que no pienso permitir que alguien como tu lo arruine con su presencia.
-¿Vas a casarte?-preguntó perpleja.
-Si le dices a alguien lo que te eh dicho vete dando la idea de que por mucho que Harry te quiera va a dejarte cuando yo te desfigure el rostro.
-Tus hermanos deben saberlo.
-Vaya pero si hoy realmente tienes ganas de abrir la boca ¿Acaso no te basta con hablar durante todas las clases?
-Ginny no puedes casarte con Malfoy.
-No recuerdo haber pedido tu consentimiento Granger, entiéndelo bien, Draco y yo llevamos meses juntos y lo amo, lo amo tanto que pienso ligar mi vida a la suya para siempre por que a diferencia de ti yo encontré la felicidad en un hombre y no lo hice doblegándome a mi misma.
-¿Realmente vas a casarte con él?
-¿Por que te mentiría? Vaya que creíste que eres importante, lo amo ¿lo entiendes? Y no me importa lo que tu hagas así que ya mismo lárgate de mi habitación que no me siento con ánimos para ver tu rostro.-dijo dándole la espalda, Hermione enmudeció pero salió de ahí antes de que Ginny volviera a gritarle.
Ginny se dejo caer sobre su cama, las lagrimas caían una a una sin intención de detenerse, él dolor nacía en ella dominando cada una de sus ilusiones y anhelos. Más de una vez creyó ser suficiente como para que Harry se fijara en ella para que él la amara y la hiciera la mujer más feliz del mundo para que él deseara compartir su vida junto a ella pero se había equivocado, todas y cada una de esas esperanzas acababan de caer muertas ante ella y por culpa de su mejor amiga, robándole así toda ilusión por ser algún día feliz y haciendo que todos los buenos sentimientos que alguna vez tuvieron lugar en su corazón quedarán opacados por una nube negra de odio y rencor.
Día cuatro.
Despertó temprano sin la necesidad de la alarma, se vistió intentando sonreír pero era inútil intentar mostrar una felicidad que sencillamente le sonaba imposible poder sentir.
Bajo a desayunar sin mirar a nadie, busco el lugar más apartado a Harry y Hermione que se entrelazaban en un caluroso beso que demostraba su amor, intento ignorarlos pero le fue inútil pues a los pocos segundos todos los que estaban junto a ella hablaban de lo bien que ellos se veían juntos, fastidiada de todos salió del gran comedor para tomar un carruaje a Hogsmeade.
-Saliste tan rápido que apenas y te pude alcanzar.-dijo una abrumada Luna junto a ella.
-No quería que se me hiciera tarde.
-Creí que iba a ser hasta las cuatro y apenas son las ocho sería imposible que se te hiciera tarde.-Ginny la miro sin saber que decir, Luna sonrió amable y juntas tomaron un carruaje.
-¿Quieres que te dejo sola?-preguntó Luna, Ginny sólo miraba por la ventana ignorando la compañía.
-No, ahora más que nunca odiaría estar sola.
-Menos mal por que falta poco para que te cases y como buena amiga eh decidido hacerte una pequeña despedida de soltera.-sonrió mostrándole una pequeña caja de cartón.
-¿No le habrás dicho a nadie verdad?
-Despreocúpate, no se lo eh dicho a nadie pero una buena fiesta también puede ser sólo de dos.
-¿A dónde piensas hacer esa fiesta?
-Podemos ir a las 3 escobas por un poco de cerveza de mantequilla y si quieres vamos a Honeydukes a comprar algunas botanas.
-Suena bien y ¿después?
-Estoy pensando en un lugar apartado, es una fiesta privada.
-¿La casa de los gritos llena tus expectativas Luna?
-La casa de los gritos es justo el lugar que estaba pensando.
Ambas bajaron del carruaje y fueron por las compras, Luna no le dejo pagar ni una rana de chocolate, Ginny se sintió feliz por que al menos alguien apreciara lo que iba a hacer.
-Tenemos bebida y comida ¿qué más se necesita en una despedida de soltera?-preguntó Ginny mientras acomodaba todo en el suelo para poder sentarse.
-Nunca eh ido a una despedida de soltera.-admitió Luna bajando la cabeza, Ginny río.-Pero por eso traje esto.-Luna volvió a mostrar la cajita de cartón y de ella saco un par de fotos.
-Vaya que Krum es feo, no entiendo como Granger se fijo en él.-dijo al descuido mientras tomaba la primera foto y la admiraba, Víctor Krum salía completamente desnudo y apenas la escoba cubría algunas partes.
-¿Ahora es Granger y no Hermione?
-Es una larga historia, luego te cuento.
-Si luego me cuentas por que supongo que tiene que ver con Harry y como esta es tu despedida de soltera quiero que te la pases muy bien y no pensando en ellos dos.
-Gracias Luna.-Ginny tomo otra foto.-Wow Oliver es muy guapo.-una foto de Oliver Wood en paños menores.
-Esa es casera Myrtle se la tomo en los baños de prefectos.
-No sabía que un fantasma pudiera hacer eso.
-Cuando tienes suficientes potzifils un fantasma puede hacer cualquier cosa.-Ginny no quiso preguntar que eran esas cosas así que prefirió tomar otra foto.-¿Es Zabini?-preguntó mirando la foto de Bliase.-Si esa también me la vendió Myrtle, creo que la tomo en las regaderas privadas de Slytherin, toda una osadía.
-¿De quien más tienes?-preguntó curiosa mientras tomaba la caja.
-De todos los integrantes de los Chudley Cannons y de Puddlemere United sin olvidar a los Tornados.-declaro mostrando las fotos de los integrantes de cada equipo que sólo usaban sus escobas como ropa.
-Son geniales ¿tienes más caseras?-preguntó mirando en todas las posiciones cada foto.
-No.-dijo jalando la caja, Ginny la miro y le quito la caja.
-Que asco, tienes fotos de mi hermano semi desnudo.-opino mirando una foto de Ron con poca ropa.-¿Cómo la conseguiste?
-Myrtle en el baño de prefectos.-admitió apenada, Ginny río y pudo ver varias fotos más de Ron.
-¿y esta…?-preguntó con una foto de Ron y Charly en calzoncillos.
-Me la vendieron los gemelos.
-¿Qué?-Ginny se atraganto con la cerveza de mantequilla.
-Ellos necesitaban el dinero y yo no creí malo comprarles las fotos.
-¿Ellos vendían fotos de Ron desnudo?
-En ninguna sale completamente desnudo.-aclaro decepcionada.-También vendieron unas fotos tuyas, vaya que pasas mucho tiempo en el lago de la madriguera.-Ginny termino de ahogarse con la cerveza de mantequilla antes de poder responder.
-¿qué? Me estas diciendo que cualquier idiota puede tener foros mías en traje de baño.
-No cualquiera sólo Michael Corner, él las compro todas.
-¿Por qué no me lo habías dicho antes?
-Nunca me lo habías preguntado.-respondió Luna indiferente.
-Tan pronto vea a esos dos te juro que los…-pero no pudo decir más, Draco Malfoy estaba frente a ellas.
-Weasley ¿podemos hablar?-preguntó respetuoso, ella se puso de pie.
-Si vamos a casarnos deberías llamarme por mi nombre.
-De acuerdo ¿Virginia?
-No, mi nombre es Ginevra.
-Lo mismo creí entonces ¿Ginevra podemos hablar?-volvió a preguntar, ella miro a Luna quien seguía bastante entretenida mirando las fotos de Ron.
-Si.-acepto caminando hacía él.
-Nos vemos a las cuatro ¿en?.-recordó Luna, ella miro a Draco.
-Dentro de la casa de los gritos.-respondió el rubio.
-De acuerdo.-Luna se puso de pie y se marcho de ahí con una buena cantidad de fotos, un gran puño de dulces y un par de cervezas
-¿No le asusta la casa de los gritos?-preguntó Draco sorprendido tomando lugar en el pasto.
-Dudo que algo como unos simples gritos pueda aterrar a Luna.-él resoplo ante la respuesta y ella se sentó junto a él.-¿Y que querías Malfoy?
-Tú también deberías llamarme por mi nombre.
-De acuerdo, Draco ¿qué querías?
-Hablar.
-¿De..?
-Vamos Ginevra, no podemos casarnos de la noche a la mañana, debemos al menos decir el por que.
-No podemos decir la verdad.
-Por eso quiero que hablemos quiero que inventemos una verdad.
-Eso sería mentir.
-Como sea, tenemos que decir lo mismo, debemos estar de acuerdo.-dijo sin aire.
-De acuerdo pero no te alteres.
-Se que esto es algo simple para ti pero vamos, si vas a hacer algo al menos hazlo bien.
-Yo siempre hago las cosas bien.
-No pienso discutir así que empezamos a inventar la razón de nuestro matrimonio o nuestros sacrificios se irán a la mierda.
-¿Tan malo suena casarse conmigo?-preguntó algo dolida, Draco enrojeció un poco.
-No digo que sea malo casarme contigo sólo que es malo tener que casarme con alguien por quien no siento nada.
-Eso suena bien por un momento me creí realmente abominable.
-Tanto así como abominable no eres.-admitió el rubio y Ginny sintió que ese había sido el mejor halago de podía recibir tomando en cuenta de quien venía.
-Pues tú no eres muy parecido al mago de mis sueños.
-¿Si no soy de pelo negro y ojos verdes soy feo?
-Si lo fueras jamás me casaría contigo.
-Creí que lo amabas.
-Tanto así como amar no pero jamás me fue indiferente sólo que él prefiere a las castañas con un nido de duendes en vez de cabello.
-Lo dices por la sangre sucia.
-Si lo digo por Granger.
-Bueno Ginevra realmente me gustaría hablar de tu dolorosa vida amorosa pero la verdad no me interesa así que ¿podemos empezar?
-Inventa algo y yo lo acepto.
-No entiendes Weasley, no puedes decir que de un día para otro amaneciste amando con locura a Draco Malfoy, tu familia no lo creería.
-Si me sigues llamando por mi apellido por muy romántica que sea la forma en que aceptamos casarnos dudo que alguien nos crea.
-De acuerdo Ginevra ¿Cómo es que puede nacer el amor entre un par de extraños que más de una vez se gritaron palabras de odio e incluso se hicieron daño?
-Bueno ya lo eh pensando…
-…Vaya entonces si piensas.
-Cállate y escúchame ¿quieres?
-De acuerdo.
-Mira cuando fui a Egipto conocí a alguien pero era muggle y desde entonces suelo escribirme cartas con él nunca le dije a mis hermanos para quien eran esas cartas y más de una vez me vieron enviándolas, creo que hasta sospechaban de un principe azul oculto pero me mandtuve firme diciendo que le escribía a Bill.
-Ahá.
-Entonces puedo decir que a quien le escribía era a ti ¿suena bien?
-Suena bien ¿desde cuando nos empezamos a cartear?-preguntó sacando una pequeña libreta y una pluma que se deslizaron en el aire para comenzar a escribir.
-En mi segundo año
-¿Qué, tanto tiempo?
-Bueno entonces no
-No suena bien sólo que es mucho tiempo para que no tengamos ninguna carta.
-Sabíamos que lo que sentíamos él uno por el otro era algo prohibido y si alguien encontraba nuestras cartas íbamos a tener muchos problemas así que después de leerlas las quemábamos para que nuestros sentimientos fueran un secreto.-explico dramatica, pestañeando una y otra vez y sonriendo de una manera que a Draco le hizo pensar en la loca de su tía Bellatrix.
-Ve más lento que mi pluma no escribe tan rápido.-pidió- ¿Cómo nos conocimos?
-Cuando la gata de Filch fue petrificada tú me descubriste.-dijo después de varios segundos pensando.
-Suena bien pero si lo hubiera hecho habría corrido a delatarte.-
-De acuerdo, entonces yo te gustaba.
-No lo creo…
-¿quieres que esto funcione?
-No te enojes, vale, tu me gustabas…
-Y tuviste piedad de mi sólo por que lo suplique.
-No soy benevolente.
-¿Me chantajeaste?
-Eso si suena a mi, entonces yo descubrí que fuiste tú la que había petrificado a Norris y como me gustabas aproveche el tenerte en mis manos para chantajearte ¿con que?
-¿Con decirle a alguien lo que hice?
-Eres torpe Weasley.
-Ginevra.
-Tienes razón, eres torpe Ginevra ¿Qué ganaba yo con el chantaje?
-No puede ser nada malo por que sólo tenía once así que digamos que ¿tuve que hacer tus deberes?
-Cuando entre al equipo de quidditch fueron los deberes de uno de primero.
-¿Qué?
-¿Qué de que? Es tradición Slytherin.
-Bueno entonces ¿qué?
-Tuviste que, no se, ah ya se, tuviste que ir a cada uno de mis partidos y entrenamientos para cargar mi escoba, juego tan bien al quidditch que cuando me viste en la escoba te enamoraste perdidamente de mi.
-Eso es estupido, juegas muy mal quidditch.
-No soy muy buen buscador pero como guardián lo hago muy bien.
-¿Y como iba yo a saber eso si tu eras buscador y no guardián?
-Entonces eso no.-admitió Draco recostándose.
-Bueno ¿entonces qué?
-Eras mi elfo domestico.-pensó en voz alta.
-¿Qué?
-Dobby debía quedarse en casa así que tu te volviste mi elfo dentro de Hogwarts.
-De acuerdo ¿y que tenía que hacer?
-¿Acaso nunca tuviste un elfo domestico?-Ginny lo miro molesta.-Ah cierto eres pobre.-ella tomo un gran puño de mentas acidas y se lo aventó con fuerza.
-Dejemos los insultos de lado.
Llegó a su habitación con un terrible miedo cubriendo su piel, no tenía ni la más mínima idea de cómo había conseguido llegar hasta ahí, lo más que pudo recordar era haber estado en la biblioteca escribiendo en su diario.
-¿Ya duermes Ginny?-preguntó una chica entrando a la habitación.
-Aún no Hermione pero dime ¿qué pasa?-pidió poniéndose de pie
-Nada en especial pero como no te había visto me preocupe.
-No te preocupes, estoy bien.
-Oye Ginny ¿Haz visto hoy a Hagrid?
-No ¿por qué?
-Bueno es que me pareció verte cerca de su cabaña esta tarde.-ella palideció un poco e intento disimular su nerviosismo.
-Si bueno te cuento pero si no le dices a nadie.-pidió pensando en sus posibilidades, si le decía que no tenía ni la más mínima idea de que carajos había hecho esa tarde corría el riesgo de ser interrogada y expuesta pero si encontraba una buena mentira que cubriera eso podría al menos quitársela de encima un buen rato.-Los gemelos me retaron.-mintió, esa era su mejor opción.-Dijeron que soy muy cobarde y que no me atrevía a ir sola al bosque prohibido.
-¿Y lo hiciste?
-Claro Hermione no iba a permitir que mis hermanos me llamaran cobarde.
-Pero eso ah sido muy desconsiderado de tu parte.
-Claro que no, cuando vieron que si me atrevía me pidieron que no lo hiciera, mamá les ordeno cuidar de mi y si se llegaba a enterar de que fueron ellos los que me pusieron en riesgo iban a tener muchos problemas.
-Eso si pero ¿entonces no haz entrado?
-Si hubiera entrado al bosque prohibido dudo mucho haber podido salir.-agrego por que ella mejor que nadie, gracias a las historias de Fred y George, sabía que tan peligroso podía ser.
-Tienes razón, bueno será mejor que me vaya a dormir, que descanses.
-Tu también Hermione y por cierto, no te preocupes.-pidió sonriente.
-Ya no me preocuparé tanto.-prometió solemne.
-No, realmente no te preocupes por lo que le paso a la señora Norris.
-Con Ron y Harry a mi lado no me preocupo mucho.-admitió colorada, Ginny sonrió por última vez, se recostó sobre su cama temerosa y dejo que la fría noche cobijara sus miedos para así poder descansar.
Llegó corriendo hasta su primera clase con el estomago vacío por que aunque le había costado trabajo dormir despertar no había sido nada fácil.
-Hola.-saludo una chica de Revenclaw, ella devolvió el saludo y se sentó junto a ella.
-Si Bins no ah notado que ya esta muerto dudo que note que no estoy aquí.-razono muy bajito.
-Si lo notará.-advirtió la chica de Revenclaw mirándola.-Pero si quieres yo te cubro.-ella sonrío agradecida y en cuatro patas salió del aula haciendo el menor ruido posible, cuando al fin estuvo en el pasillo se puso en pie para caminar hasta la cocina, moría de hambre y de seguro algun elfo la saciaría, agradeció ser la hermana favorita de los gemelos por que en su primer día como alumna en Hogwarts había conseguido saber los secretos más importantes que todo buen alumno debía saber sobre el castillo.
-Te vi.-susurraron tras ella, volteó para hacerle frente a quien le hablaba.-Te vi.-repitió la voz.
-No se de que me hablas.-admitió indiferente.
-No te hagas, yo te vi.
-¿Y eso qué?
-Te vi ayer, se que tu petrificaste a la gata de Filch.-presumió Draco Malfoy orgulloso de su hallazgo, ella palideció por completo, no, eso no podía ser verdad, ella no pudo haber hecho eso pero, bajo la mirada apenada, tampoco tenía el mínimo recuerdo sobre lo que había hecho.
-No es verdad.-exclamo temerosa.-Mientes
- No miento Weasley, yo te vi.-aseguro Malfoy con una amplía sonrisa.
-No es verdad.
-¿Entonces me dirás que las plumas que encontraste en tu túnica llegaron ahí solas?-preguntó altanero, cualquier posibilidad que había tenido se había desplomado, la noche anterior había encontrado varias plumas sobre su túnica y en su ropa, Malfoy no mentía.
-¿Entonces por que no se lo dijiste al profesor Dumbledore?-preguntó para agotar así su última esperanza, de seguro el había mentido y sólo quería asustarla.
-No lo sé.-admitió mientras adquiría un leve color escarlata en sus mejillas.
-No se lo dijiste por que mientes.
-No miento Weasley yo te vi y será mejor que se lo vaya a decir ahora mismo a Snape.-dijo dando un paso hacía atrás pero ella no podía permitir eso y lo tomo del brazo.
-No se los digas, por favor.-suplico.
-Mi silencio cuesta.-repuso Draco quitando la mano de Ginny de su brazo.
-Pero yo no tengo dinero.
-Yo no quiero dinero, tengo más que suficiente.
-¿Entonces que quieres?
-¿Qué estas dispuesta a hacer?-preguntó sonriente.
-Todo lo que pueda pero por favor no se lo digas a nadie.
-Si cumples con todo lo que te pido te doy mi palabra de guardar silencio.
-¿Sólo tu palabra?
-La palabra de un Malfoy vale más que toda una camara llena en Gringotts.-aclaro ofendido, ella enrojeció un poco.
-Sólo pide y yo lo haré.
-Por ahora sólo quiero que vayas a la cocina y le digas a algún elfo que me lleve mi desayuno hasta mi cama.-ordeno
-No hay problema, yo también voy a la cocina.-aceptó sin quitarle la vista de encima.- Pero ¿Apenas el desayuno?
-Se me ah hecho un poco tarde y tengo clase con el estupido de Lockhart y dudo que note mi ausencia.-admitió algo apenado
-No pedí explicaciones.
-No te estoy dando explicaciones.
-¿Entonces…?
-Largo de aquí, ve por mi desayuno.
-No te alteres Malfoy.-río y emprendió el camino hasta la cocina, vaya que Malfoy podía ser bastante gracioso cuando se alteraba.
Llevaba una semana completa cumpliendo los absurdos caprichos que se le ocurrían a Malfoy desde sacar libros de la biblioteca, los cuales le manda vía lechuza o con algún elfo, hasta tener que ir a las tres de la mañana a la cocina para decirle a un elfo que le llevará un vaso con agua.
-Weasley.-murmuro Draco tras ella.
-¿Qué quieres?-preguntó irritada, llevaba más de cinco minutos intentando encontrar el libro correcto para su tarea de Herbologia.
-Más cuidado en la forma que me hablas.-exclamo, ella bufo molesta.-Snape.-canturreo feliz, ella al escuchar ese nombre hizo su mayor esfuerzo para formar la mejor sonrisa que poseía.
--¿En que puedo servirle amo?-preguntó haciendo una gran reverencia.
-
Me rehusó rotundamente a admitir que te llamaba amo.-reprocho Ginny furiosa.-Los elfos llaman amo a su amo y tu eras mi elfo.-exclamo Draco de manera lógica.
-Pero eso es ofensivo para mi.
-Ese es el chiste Ginevra, yo tenía el poder de la situación y tu por más que te rehusaras a llamarme amo tenías que hacerlo por que realmente temías que yo hablará.
-Pero llamarte amo es mucho.
-Cuando tengo poder abuso completamente de él, te hubiera ofendido tanto como me haya sido posible y hacer que me llamarás amo es parte de eso.
-De acuerdo, te llamaba amo pero si hacía exageradas reverencias sólo era por burlarme de la estupida situación en la que me encontraba.
-¿Servir? En nada Weasley, ayer quería jugo de calabaza, no agua.
-¿Qué? Ayer casi me encuentra Filch y me dices que no querías agua si no jugo de calabaza. -Si así es. -Pues debiste ser claro. -Dobby siempre sabía exactamente lo que quería sin que tuviera que ser claro. -Pero yo no soy Dobby. -Eres mi elfo domestico y eso te convierte en mi Dobby así que te vas acostumbrando a la idea o te resignas a ser expulsada y enviada a Azkaban.-amenazo frío, ella enrojeció de furia. -¿Qué es lo que quiere, amo? -Quiero dulces.-admitió divertido por la patética forma en que Ginny se doblegaba, ella saco una pluma de regaliz y se la entrego.-Seré un poco más claro pero no te acostumbres.-exclamo probando la pluma.-Quiero chocolates y los quiero exactamente de Honeydukes. -
-Esa es la segunda rana que te comes así que no me vengas con tonterías de que no te gusta el chocolate.-observo molesta.
-Me gusta el chocolate desde hace un año pero antes lo odiaba.
-Pero me encontraron con chocolates de Honeydukes, no con dulces.
-Bueno entonces yo te mande por dulces y tu aprovechaste para traer unos cuantos chocolates.-propuso mientras tomaba su tercera rana.
-Quiero dulces y los quiero exactamente de Honeydukes.
-¿Qué? Pero no puedo ir a Hogsmeade. -No me importa si puedes o no, yo quiero dulces así que tu me darás dulces. -Pero Malfoy es im… -Snape.-volvió a canturrear feliz, Ginny giró la vista molesta y vio en el estante de enfrente justo el libro que había estado buscando. -Tendrás tus dulces.-dijo para después tomar el libro y salir de la biblioteca. Estaba recostada en su cama repasando una vez más el plan, sabía llegar a Honeydukes por que había ido con los gemelos pero dudaba ser lo suficientemente ágil para que nadie se diera cuenta. Tomo su túnica negra y ajusto sus zapatillas deportivas para evitar hacer ruido y poder ser rápida si tenía que correr. Antes de tener tiempo para arrepentirse se percato de que ya llevaba un buen tramo hasta el sótano de Honeydukes y regresar iba a ser aún más peligroso que cometer su pequeña osadía. Antes de abrir la portezuela que la dejaba ante un sin fin de caramelos agudiso el oido, cuando estuvo completamente segura de que nadie se oía cerca salió tras una buena cantidad de dulces llenando tanto como pudo su mochila por que no pensaba volver en un buen tiempo. -
-Pero no tenías dinero para pagarlos.-observo mientras daba un largo trago a una cerveza de mantequilla.
-Esa nunca va a ser razón para robar.
-De acuerdo, tranquila, antes de que tu salieras de tu habitación en busca de mis dulces yo te envíe una lechuza con dinero y una nota donde te exigía mis dulces para la mañana siguiente ¿satisfecha?
-Satisfecha.-aseguro sonriente.
Busco en su mochila un pequeño saquito de galeones.
-También puede alcanzarme para unos chocolates.-observo mientras caminaba hacía una caja de la cual saco una buena cantidad de su vicio favorito, dejo el saquito con galeones cerca de la entrada al sótano para después volver por el mismo lugar que había llegado sin hacer ruido, caminando entre los pasillos pudo oír murmullos así que prefirió correr para no tener que ser descubierta, se oculto por más de una hora en un aula vacía pero cuando al fin se sintió a salvo en su habitación se dejo caer cansada sobre su cama, ya mañana le enviaría esos dulces a Malfoy por medio de una lechuza.
-
La libreta esta llena Ginevra.-observo Draco.-Necesitaremos un libro o algo más grande.-opinó Ginny viendo como todas las hojas de la pequeña libreta habían sido llenadas.
-Puedo arreglarlo.-de la bolsa de su pantalón saco un pequeño libro y lo hizo a su tamaño normal con ayuda de su varita.-Estoy haciendo un libro de pociones pero puede servirnos para esto.-dijo entregándole el libro.
-Sólo llevas dos paginas escritas.-observo risueña.
-Apenas estoy empezando Ginevra pero ¿qué me dices? Si sirve ¿no crees?
-Si nos va a servir.-puso el libro sobre el pasto y ajusto con ayuda de su varita todas las palabras que antes habían sido escritas en la libreta en el libro, Draco sonrió y se recostó de nuevo en la hierva.
Notas de la autora
; ¿Qué les parece? Llevo dos días escribiendo este FF (créanme que cuando digo dos dias si son casi las 48 horas) ya llevo varios capitulos pero aún me falta revisarlos bien, hubo un apagón y mi mugrosa computadora no guardo todo pero creo que puedo volver a escribirlo, se que tengo FF's incompletos pero sencillamente creo ser la única que ama tanto a Tom Felton y que me empeño en creer que su personaje es mejor persona de lo que parece y por eso decidí escribir éste fan fiction por que creo que aquí le soy más fiel a su personaje, ya saben que acepto todo tipo de criticas y comentarios así que no duden en hacerlos por medio de un review.La canción que le da nombre a este Fan Fiction si es de RBD, no soy fan de ellos ni nada así pero hoy estaba tirada en mi cama sin idea de que sgeuir escribiendo cuando ví el video, es bueno, nunca vi la novela por que la considere muy estupida pero ver a Christopher U. es más que suficiente para ver su video.
