PRÓLOGO

La hermosa y delicada joven de tez nívea enfundada en un vaporoso y largo vestido de encaje blanco avanzaba al compás de las melodiosas notas de la marcha nupcial que emanaban del piano de cola que se encontraba a un costado de la esplendorosa capilla que aquel día les recibía para dar comienzo a la unión matrimonial que tendría lugar en unos pocos minutos.

Al final del pasillo se encontraba un muy emocionado pero sonriente joven que esperaba frente al altar a la que se convertiría en su esposa de ahora en adelante y hasta que la muerte decidiese separarlos. Este se frotaba las solapas de su esmoquin mientras que su hermano mayor le daba fuertes apretones en sus hombros en un intento por aplacar su nerviosismo, al mismo tiempo que el padre de ambos recitaba frases de buena fortuna para su hijo menor que ese día finalmente se casaría con la mujer que había curado, sanado y robado su corazón de nuevo, haciéndolo latir aun mas intensamente que antaño.

No era la primera vez que ambos contraerían nupcias. Pero si la primera vez que dicha unión sería realizada bajo los designios de Dios y dentro de los mandatos de su religión. Sus anteriores matrimonios habían dejado cicatrices en ellos que el amor que poco a poco nació entre ambos logro cicatrizar por completo.

Las miradas de ambos jóvenes se encontraron y un sonrisa involuntaria se escapo de los labios de los mismo sin poder, ni querer evitarlo. Una sonrisa de felicidad verdadera que les hacia relucir entre el mar de amigos y familiares congregados en aquella capilla para celebrar su unión. Aquellos que habían presenciado como mutuamente los dos había logrado sanar las heridas del otro con el pasar del tiempo.

Sin perder aquella encantadora sonrisa ambos se encontraron al final del largo pasillo al mismo tiempo que la marcha nupcial se detenía pausadamente una vez que la pareja se reunía avanzando hasta detenerse frente a el cura con las manos fuertemente entrelazadas, regalándose miradas de complicidad y profundo amor y devoción. Sabiendo todo lo que habían pasado para llegar a aquel momento. Sabiendo lo destruidos que estaban cuando se vieron por primera vez. Incapaces en pensar en nada mas que en las personas que tanto amaban en aquel entonces. Sin siquiera imaginar lo que la vida les depararía un futuro juntos.