Se hace saber desde antes que esta historia contiene personajes creados por Shigeru Miyamoto, actual director y creador de las series Mario Bros y The Legend Of Zelda.
Al mismo tiempo en esta historia aparecen personajes de invención mía completa, o relacionados de alguna forma con los personajes de TLOZ.
Se que antes había hecho esta historia, pero después de leerla después de ya mucho tiempo, me di cuenta que me dirigía demasiado a la comedia y le quitaba seriedad, que es lo que mas tiene. Así que he decidido rehacer la historia, con algunos cambios. Si tienen dudas o algo, hagan el favor de formularlas por medio de reviews.
También esta historia es tipo de la saga Wind Waker y las que le siguen.
Esta historia está dedicada a unos amigos míos muy especiales; Melisa, Rosalina y Axel, quienes me apoyaron con ideas para esta trama, y otra que será tan interesante como esta. Ahora es tiempo de comenzar lo que si se espera, la historia.
The Legend of Zelda
(Sin titulo aun)
Openfic
… Corre. Era una voz, una voz suave y al mismo tiempo firme que le ordenaba correr. Era una voz femenina que, a pesar de sonar dulce, hacia obedecer sin rechistar hasta a el mas fuerte y rudo de los hombres.
La perseguían, iban a hacerle algo malo, lo podía sentir. Corría por un bosque oscuro en el que no podía escucharse ni el más mínimo sonido de algún insecto. Detrás escuchaba voces que la seguían, decían palabras a las cuales ella no podía darles algún significado grato. Lo raro es que, las pocas veces que volteaba, ella no podía ver ningún tipo de silueta o alguna forma humana o animal. Era como si hubiera fantasmas. Ese pensamiento la hizo correr más rápido. Ese tipo de cosas la asustaban mucho, aunque estando en compañía no las tomaba muy enserio. Siguió corriendo hasta llegar a un claro prácticamente grisáceo. No entendía porque estaba así, pero se enfado consigo misma, el claro era grande y la verían más fácil. Aunque ella también podría verlos con la misma facilidad. Algo paso zumbando a su lado, algo brillante y rojo. ¡Balas!, ¿O a lo mejor flechas con fuego? No importaba, iban a herirla y tenía que huir. Decidió que no quería verlos, ni tampoco quería que le vieran el rostro, así que se decidió a correr mucho más rápido, a pesar del dolor que ya tenía.
Había pasado ya mucho tiempo corriendo, y empezaba a cansarse de un modo mas doloroso, así que, o paraba y se escondía, o seguía huyendo con la esperanza de hallar un pueblo o un mejor escondite que árboles de follaje gris.
Lo estaba pensando apenas, pues su respiración la ahogaba, y no se dio cuenta de que había una gran rama que sobresalía del suelo, hasta que tropezó con ella, claro, era difícil notarlo en un bosque donde se veía todo en tonos oscuros. Maldijo para si misma y se levanto preparada para correr, pero a pocos pasos de su apresurada carrera, se detuvo repentinamente, pues había un enorme precipicio, que no habría notado si no fuera por el hecho de que era lo que se notaba mas oscuro. Estaba en el borde, pero no se quito, por que lo que veía la dejo asombrada. Al parecer había salido del bosque y estaba frente a un mar de nubes oscuras situadas mas abajo, y que se extendían hasta donde alcanzaba la vista. Noto el cielo, que estaba completamente negro, sin ninguna luz. Se sentía como si estuviera en una de esas viejas películas donde todo era en blanco y negro. No fue hasta que escucho un ruido detrás cuando se dio cuenta de lo cerca que estaba del precipicio, cuando se quito y se volteo, y lo que vio, la dejo helada.
Era una figura, estaba lejos de ella aun, pero podía verla casi perfectamente. Era una chica, de eso no había duda, y llevaba un largo vestido blanco, de hecho, toda ella era blanca, cabello largo blanco, piel blanca, todo. Pero vio algo más, algo que la confundió mucho. Sus ojos. Eran de un color rojo, pero no cualquier rojo, sino rojo sangre. Su rostro angelical le sonrió mientras caminaba hacia ella. En eso, no pudo evitar voltear a los lados de la extraña, porque empezaron a aparecer figuras luminosas, como seres brillantes, aunque opacos al lado de la chica. Entonces se estremeció. Monstruos, y son muchos, y son malos, igual que ella, ¡Van a matarme! No pudo evitar pestañear, los había visto con los ojos tan abiertos, que le escocieron. Al terminar de pestañear, lo que vio la sobresalto más. La chica estaba a escasos centímetros de ella. De hecho, a unos 8 pies. La miraba con esa sonrisa dulce, pero con ojos que irradiaban maldad. Entonces…sucedió…El brazo derecho de la chica blanca se empezó a estremecer, y empezaron a surgirle formas irregulares de color negro, como si fueran tatuajes, solo que estos aparecían y se movían como serpientes en su brazo, creando figuras extrañas, como espirales. Entonces alargo su brazo hacia ella, y con la palma de su mano, toco su estomago, y lo presiono, mientras sonreía maliciosamente. Quiso gritar pero no pudo, estaba demasiado asustada como para hacer algo, demasiado cansada.
-Muevete, no debes rendirte ahora, ¡Muevete ya o morirás aquí!- indico la voz.
No quería morir, no podía morir aun, y menos sin saber que sucedía, porque la seguían.
Algo presiono contra su estomago, y en ese momento grito, grito de dolor, ardor y terror. Le estaba enterrando la mano, la sentía en su estomago, abrirse paso hacia adentro, la sentía helada y dolorosa. Cerró los ojos con dolor, odiaba eso, la estaban matando, lo odiaba, la detestaba…
-Hikary, ¡Hikary que sucede¡- era la voz de un chico ahora, aunque muy lejana.
-¿L-Leen?- pregunto temblando.
-¡Oh por fin, estaba tan preocupado, me asustaste tanto!-decía el chico preocupado. Reconoció su voz rápidamente, Leen Damkeen, su compañero de la escuela y su mejor amigo.
-¿Estas bien Hikary? Estabas gritando muy fuerte, como si te torturaran- era la voz de Mina Crawford, su compañera de habitación.
Solo era un sueño… o mas bien una pesadilla…
-Mmm…- gruño, abriendo un poco los ojos.
-Hikary, estas despierta, al fin.
¿Cuanto tiempo llevaba estando así?
-Mina, Leen, estoy, estoy bien.- dijo mientras se sentaba, apartándose las manos que querían ayudarla.
-Ay Hikary, me asuste mucho cuando Mina llamo a nuestra mi habitación. Dylan quería ir con la enfermera porque estabas muy agitada.
-No es necesario, solo fue una pesadilla.- dijo, y los miro desafiante. No acostumbraba a hablar sobre el miedo con los demás, pero en el caso de Leen, Mina y Dylan, era diferente. Ellos eran los primeros que le hablaron cuando llego a mitas de semestre a la Escuela ``Hoja Dorada``, una escuela enorme, muy grande. La razón es que tenia su Primaria, Secundaria, Preparatoria y Universidad juntas, aunque separadas por un espeso bosque, en el que se encontraban unas viejas bardas que separaban una de la otra, pero en conjunto, todas eran una misma, y al momento de celebraciones, se juntaban todas en el enorme gimnasio que tenia. Esa escuela era para personas de dinero, pero a Hikary, que era de clase media, se le permitió entrar por el hecho de que tenia becas de deporte y liderazgo. Le hecho una hojeada a los chicos. Leen Damkeen; era su mejor amigo. Lo conoció en esa escuela el día que el se desmayo a causa de dolores oculares. Si se le miraba con una hojeada rápida, daba la impresión de tener algo raro, algo que te hacia sentir incomodo. Pero Hikary sabía la razón. En su ojo izquierdo, si lo veías bien, podías notar que le estaban saliendo cascadas, esas cosas blancas que poco a poco enceguecen el ojo. Lamentablemente, sus padres no tenían mucho dinero, pues eran de clase media baja, y no podían pagar una operación costosa. Algo que le gustaba de Leen, era su cabello. Era tan oscuro y brillante. Era medio chino, sus ojos eran café muy oscuro, a excepción de su ojo izquierdo, que se veía mas claro, y tenia piel blanca, aunque no tan blanca como la de ella. Leen era un chico muy tímido, tranquilo, y de buen corazón. Se llevaban muy bien después de que ella lo ayudo a llevarlo a la enfermería, pues eso había sucedido de noche, y afortunadamente, ella había ido al baño en esos momentos, y estaban en el mismo pasillo.
-¿Que sucede Hikary?- pregunto el extrañado. Ella le sonreía radiante.
-No sucede nada, solo estaba pensando algo tonto.- dijo riendo.
-Oh Dylan, aquí estas, ¿Dónde te habías metido?- dijo ella repentinamente, con un tono de sorpresa. Hikary la miro.
Mina Roselia Crawford, vieja amiga de la familia, y también muy buena chica. Ella tenía su cabello de color café claro, y unos brillantes ojos celestes. También era blanca, casi pálida, igual que ella, y siempre de su cuello colgaba un pendiente con dos rombos de oro, y uno grande de zafiro, y dos más pequeños, debajo de los de oro. Era una chica algo supersticiosa, y para ella, ese pendiente lo era todo. La conocía desde pequeña, y sabia que ese pendiente no siempre lo tuvo. Al parecer, perteneció a alguien a quien ella amaba mucho, pero aun no le había preguntado de quien era, ya que suponía que era algo muy personal.
-Lo siento, es que la enfermera no estaba, oh Hikary, ¿estas mejor?- le pregunto mirándola con preocupación.
Dylan Linseo Marini era un chico muy extrovertido. Casi todas lo amaban. Era el típico chico popular, que no se daba cuenta de lo guapo que era. Tenía un cabello café rubio brillante, largo y suave. Sus ojos eran azul zafiro oscuro. Era de piel aperlada, y siempre estaba contento, pero, las apariencias engañan, a pesar de lo guapo y extrovertido que era, por dentro era incluso más inseguro que Leen, y era algo que no le gustaba demostrar mucho a los demás. Lo conoció el día de la fiesta de Mina, pues en esa escuela acostumbraban a celebrar los días de cumpleaños de todos, claro, juntándolos, porque al ser muchos alumnos, no se la podían pasar celebrando casi todos los días. Ella sabia que el quería algo con ella, algo mas que amistad, pero dudaba por el hecho de que lo veía mas como amigo, y aparte no le gustaba mucho la idea.
-¿Hey estas bien?- le pregunto Dylan, pues Hikary estaba muy callada, sumida en sus pensamientos.
-Si, lo siento, es solo que he estado pensando en ese sueño. Es un tanto raro.
-Vamos, cuéntanos que sucede.- le dijo Mina, quien estaba sentada al pie de la cama de ella.
-Es un tanto perturbador, ¿que tal si se los cuento mañana en el receso? Es un tanto largo.- no era del todo cierto, pero lo que quería era descansar. Es cierto, ahora que lo pensaba, estaba realmente cansada, y solo quería dormir.
-Si, será mejor que descanses un poco, ya son las 4:48, y debemos estar en los salones a las 7:10, así que, Dylan, tenemos que irnos. Hikary, ¿descansa un poco si?- le dijo sonriéndole de una manera que a Hikary le hizo sentir mas tranquila. Era bueno tener amigos que se preocupaban por ella, no como los de su anterior escuela, que eran unos verdaderos irrespetuosos. Lo mejor de todo, es que no les importaba a ninguno el status social de uno. Esos eran amigos de verdad.
-Vamos salgan ya, si sucede algo, ya les hablare yo, ¿esta bien? Necesitan descansar.- dijo sonriendo y abriendo las puertas para que salieran.
-Esta bien, esta bien, buenas noches chicas, descansen y no hagan cosas raras.- dijo Dylan riéndose y cerrándose la puerta. Hikary lanzo una almohada hacia la puerta sacándole la lengua.
-Bah, será mejor que durmamos un rato, y tranquila, estoy segura de que solo fue un sueño, aunque ya dijiste, mañana en receso nos lo cuentas, ¿de acuerdo?- le dijo ella, apagando la luz.
-Esta bien, pero solo espero no se me olvide.
-Ni se te ocurra Hikary.- dijo Mina sonriendo en la oscuridad.
-Bien, buenas noches.
-Buenas noches.
Y cerró los ojos, dispuesta a dormir, pensando en ese sueño, y en esa chica de blanco que tanto la había asustado.
Bien, he acabado el openfic, al fin, me salio un poco mas serio y mas como debe ser. Bueno, espero les guste, se que seguro se han quedado con cara de ``What`` pero es que aun no llega lo mas interesante, que es el hecho de que muy pronto, aparecerán los personajes que ustedes quieren ver de verdad.
No duden de que esta será una mejor y más padre historia, que la sopa fundida que hice anteriormente. Ya saben, cualquier pregunta, queja, sugerencia, y lo mas importante, por favor, ¡nombre de titulo!, antes era ``Shadow Revenge``, pero no se, no tengo tanta imaginación. Pues ya esta. Empezare a hacer el siguiente capitulo y ya lo subo luego. Nos vemos luego, y ¡hasta la próxima Zeldicos!
Canción de inspiración de hoy:
``Consider me gone``
De Reba McEntire
