—Quimera —mordió la punta del lápiz, mirando el cuadernillo plagado de dibujos sin sentido—, sueño o ilusión... —bufó con cansancio, detestaba estudiar para literatura— que es producto de la imaginación y que se anhela o...

—¡Stan! ¡A cenar!

—Quizás luego de cenar pueda concentrarme —farfulló sabiendo que no era muy probable que eso pasará. Salió con pereza de la habitación.

Se despertó consciente de que no había estudiado lo suficiente para el exámen de vocabulario. Culpar a Kenny sonaba lo más propio.

Luego de la cena su amigo con tendencia a muertes absurdas lo llamó para jugar una partida de League of Legends. Bien, no era fan, pero sin duda sonaba mejor que aprender a utilizar la palabra "quimera" en una oración.

Si, definitivamente era culpa del chico McCormick; y ahí se encontraba. En el pasillo del colegio, con el cuadernillo sobre sus piernas y repitiendo el significado de una palabra que debía utilizar en algunas oraciones. Una palabra inútil porque estaba seguro de no tener que usarla algún día.

Tal vez.

—Quimera —repitió—, sueño o ilusión que es producto de la imaginación —levantó la vista cuando oyó dos risas escandalosas y un "gah" de por medio, estaban a unos pasos de él—, que se anhela o se persigue pese a ser muy improbable que se realice —suspiro, dejando el cuadernillo y observando como un muchacho azabache tomaba posesivamente del brazo al chico adicto al café—. Eres mi fútil quimera, Craig.

Era la manera correcta de usar la estúpida palabra.