Hola!! Aquí os traigo mi primer fic ! Espero que os guste =). Este capítulo esta dedicado a mi gran amiga Kath (narutoandhinata), a la que quiero mucho, y me ha inspirado cuando escribíamos nuestros fics xD. Os recomiendo sus fics, que son muy buenos y ella es una gran escritora. Bueno aquí os dejo con el primer capítulo. Que lo disfrutéis! Slam Dunk no me pertenece sino que es de Takehiko Inoue-san


Capítulo 1. Presentaciones.

Primer día en mi nuevo instituto. Estaba contenta por empezar allí pero también me entristecía la idea de no volver a estudiar con mis amigos de toda la vida, pero ahora se abría una nueva etapa en mi vida, el instituto. Se me olvidaba, aun no me he presentado, me llamo Ayano y tengo quince años. Vivo con mi madre y mi hermano, o mejor dicho el proyecto de hermano, para tener dieciocho tiene la misma inteligencia que un niño de primaria...mejor dicho un niño es mas inteligente que él, pero en el fondo es un buen hermano, aunque que a veces tengo la sensación de que el día que nació se equivocaron de incubadora y cogieron a otro bebé, pero tal y como he dicho antes, a veces se comportaba como un hermano, pero el 90% del tiempo, estoy completamente segura de mi teoría de la incubadora.

-¡Ayano!

-¡Ya voy mamá!

Mi madre. Una gran mujer. Ha conseguido sacar adelante a una familia desde que nos dejó mi padre. Ha tenido que saber criar a un adolescente de dieciocho, con mentalidad de uno de diez, y a una chica de quince con la mentalidad un poco mas clara. No ha sido una tarea fácil. Seguramente, pensaréis que cuando he dicho que mi padre "nos dejó" significa que murió. Pues no, nos abandonó, se fue a vivir a Australia con su joven secretaria, fue un alivio para todos. Digamos que la convivencia con mi padre era algo complicada, tenía ciertos problemas, que siempre pagaba con mi madre o conmigo.

-Buenos días mamá-le doy un beso en la mejilla, como siempre.

-Buenos días, Aya. ¿Qué tal has dormido?

-De maravilla -digo mientras me siento a desayunar. Miro alrededor-. ¿Dónde está Kyô?

-Aquí estoy hermanita -dice mi queridísimo hermano mientras baja la escalera. Por si no lo habíais notado, lo de queridísimo era irónico-. ¿Me echabas de menos?

-De eso nada, cabeza hueca.

-Empollona.

-Chicos, vale ya-mi madre, apaciguadora de bestias-. Venga desayunad

Acabo el desayuno, tengo todo preparado y mi hermano, para no variar, sigue desayunando.

-¡Kyô! ¿Quieres darte prisa? Llegaremos tarde

-Hermanita...¿Recuerdas que ya no te tengo que llevar? Tu instituto me pilla muy lejos de la universidad, coge el tren. Ya sé que no te quieres despegar de mi pero es así, date prisa o no llegarás al tren.

-Idiota...¡adiós mamá!

Salgo de casa y me dirijo rápidamente a la estación, por poco pierdo el tren, pero he llegado justo a tiempo, entro y me siento en uno de los pocos sitios que quedan, por lo que veo hay mucha gente de mi instituto. Me llaman la atención dos chicos, uno altísimo con un extraño pelo pincho y otro a su lado más bajito que parecía que le estaba haciendo la pelota o algo así. El enano dirige su vista hacía mi, se ha dado cuenta de que los estaba observando, de repente giro la cabeza y hago como si no hubiera pasado nada.

-Estación del instituto Ryonan-dicen por megafonía-

Bueno esa es mi parada, me bajo del tren y sigo mi camino hasta el instituto, los dos chicos esos también van a mi mismo instituto, parecen simpáticos, espero ir a la misma clase que alguno de ellos. Entro en el instituto y decir que es enorme, comparado con mi otro instituto claro, que era de lo mas pequeño que había, pero éste era algo enorme.

-Tendría que ir a mirar a que clase me toca ir-pienso-. Genial, tengo que ir a la clase 1D, a saber dónde está-digo bajito-

-¿¡También te toca la clase 1D?¡ ¡Qué suerte! ¡A mi también!

-¿Cómo me ha escuchado...?-digo-

-Tú eres la chica del tren, ¿verdad? La que nos estaba mirando a Sendoh y a mi. Me llamo Hikoichi Aida, ¡encantado!-me dice efusivamente-

-Hola, yo me llamo Ayano Suzumiya (que energía tiene este chico, dios...). Respecto a lo del tren, sólo os observaba porque tu amigo tenía un pelo muy extraño y me hacía gracia jajaja-dije entre risas-

Terminamos las presentaciones y los dos nos dirigimos a clase, solamente decir que Hikoichi hablaba como si conociera de toda la vida, a los compañeros de clase. Después de que entraran todos en clase, nuestro tutor, un señor bajito y rechonchete con cara de buena persona, entró.

-Buenos días apreciados alumnos, soy Hayase, vuestro tutor, encantado de conoceros. Juntos compartiremos vuestro primer año en la selva del instituto.

Hayase-sensei empieza con su explicación sobre el curso y yo apunto todo lo necesario. Salimos de clase y me dirijo a mi taquilla sin darme cuenta de que alguien iba en mi misma dirección. Me paro a coger mis libros de la taquilla cuando de repente, alguien por detrás me da una palmada en la espalda. Me giro y veo a Hikoichi.

-¡Aya-chan!

-Hikoichi...¡no me des esos sustos!..¿Que quieres?

-Te vengo a hacer una proposición que no rechazarás.

-Dime

-Después de clase, ¿vienes conmigo al entrenamiento del equipo de baloncesto? Por favor..-me suplica-

-(Se nota que nadie en clase le aguanta, pero es majo) Claro, pero ¿porque quieres ir al entrenamiento?

-Hoy hacen las pruebas para entrar al equipo y me quiero presentar.

-¿Quieres entrar en el equipo? ¿Quién le hubiera dicho? Con lo bajito que eres...

-¡Aya-chan! No me digas esas cosas...que cruel eres ¡no hay derecho!

-Lo siento..vamos entrando en clase ya..después te acompaño.

Cuando termina la última clase, Hikoichi y yo nos dirigimos al gimnasio.

-¡Aya-chan! Estoy muy nervioso, seguro que me dicen que no...¡y yo quiero ser un gran jugador! ¡Aya-chan!- dice entre mares de lágrimas-

-Hikoichi, ¿quieres callarte de una vez? Te saldrá todo bien, tranquilízate.

Mientras el entrenador llama a los aspirantes, yo me siento en un rincón al lado de la puerta y empiezo a observar detenidamente a todos los miembros del club de baloncesto. Deduzco, debido a mis escasos conocimientos del deporte, que aquel chico tan gigante, directo descendiente de los monos era el capitán, y efectivamente el entrenador lo presento como el capitán, Uozumi, después está el chico raro del pelo pincho, ¿cómo había dicho Hikoichi que se llamaba? Ah cierto, se llama Sendoh, el chico ese parece que está en otro mundo, a su lado había otro chico con una cara...¿como decirlo? con una cara un tanto siniestra. Entonces llega el turno de Hikoichi para presentarse.

-¡Hola! Me llamo Hikoichi Aida, voy a la clase 1D, mido 1.65 cm, en mi antiguo instituto era base.

-Demasiado bajo...pero nos vendrás bien. Ponte allí con los demás.

-Esto...entrenador, señor, profesor, cómo sea...¿ve a esa chica allí sentada? Quiere ser la manager del equipo.

-¡Hikoichi! Señor entrenador, no le haga caso-digo mientras le dirijo una mirada maléfica-

-Bien pensado, nos iría bien una manager en el equipo...¿Qué sabes de baloncesto?

-Pues lo básico, no demasiado.

-Bueno no importa, serás la manager. Dime tu nombre y clase.

-Claro...( Hikoichi te mataré)...Me llamo Ayano Suzumiya y voy a la clase 1D. Encantada de ser la manager...

-Excelente, chicos empecemos con el entrenamiento-dijo el entrenador.

Ya han pasado dos semanas desde el comienzo de las clases. No ha pasado nada interesante, si dejamos a parte el hecho de que me explotan siendo la manager del equipo, me he tenido que aprender todas y cada una de las normas del baloncesto, así como los jugadores de los otros equipos, y menos mal que Hikoichi tenía una libreta llena de datos como esos. Mañana iba a ser el primer partido de la temporada contra el instituto Shohoku, y aquí estoy yo, después del entrenamiento limpiando la pista, como una idiota, Y mañana, tengo que venir mucho antes a preparar las camisetas etc.

-Esto es matador... no me extraña nada que no hayan tenido nunca un manager-digo mientras limpio la pista. Cuando de repente, entra Sendoh, supongo que habrá venido a entrenarse para mañana, pero por lo que he visto es una jugador increíble. También me parece una chico muy simpático y tranquilo, sobretodo muy tranquilo, que se lleva bien con todo el equipo. Nunca hemos tenido una conversación en condiciones.

-Suzumiya-san. ¿Has terminado de limpiar la pista?

-Llámame Ayano, y sí estoy a punto de terminar de limpiar.¿Ibas a entrenar?

-Sí, pero si estás terminando me voy al parque. Mañana nos vemos.

-¡Espera!

-Dime

-¿Puedo ver como entrenas?

-Claro. Te espero fuera.

La verdad no es que tuviera un interés personal en él, simplemente sentía curiosidad de ver como entrenaba, ya que cada vez me gustaba mas el baloncesto. Cuando salí del gimnasio, Sendoh ya estaba entrenando, así que me senté al lado de la cancha y me limité a observarle. Sinceramente no entendía como alguien que a veces falta a los entrenamientos y normalmente llega tarde, pudiera ser tan bueno. Supongo que es lo que dicen el entrenador y los demás jugadores, que es un genio. Sendoh estuvo entrenando hasta que anocheció y ya casi no se podía ver la canasta, por lo que nos despedimos hasta mañana. Al día siguiente, llegué al gimnasio como una media hora antes y estuve limpiando y preparando las camisetas, hasta que llegaron los del equipo.

-¡Buenos días Aya-chan! Veo que ya has preparado todo. He elegido a una buena manager.

-Hola Hikoichi. Aún no te he perdonado por lo de que me presentaras como la manager.

-Chicos, ¡hay que ganar al Shohoku! Sea como sea. ¡¿Me habéis escuchado bien?!

Al decir esto el entrenador todos asintieron, la verdad es que a veces daba miedo, empezaron a entrenar hasta que llegaron los del Shohoku, por lo que me había dicho Hikoichi tenían a un "supernovato" o yo que sé, que tenía pinta de antisocial, misterioso, que pasaba de todo y de todos, que estaba macizo, o sea que es el terror de las nenas. No hay chica que no esté enamorada de él en su instituto, hasta chicas de otros institutos están por él. Pero pasa de todas ellas como si fueran mierda, es la realidad. Después estaba el capitán Akagi que parecía el gemelo de nuestro capitán, y también hay un tío pelirrojo, que no sé como se atreve a salir a la calle con esos pelos. Creo que Hikoichi mencionó algo sobre él, bueno con esas pintas no debe ser muy bueno. Pasó un rato, y del vestuario del Shohoku, se escuchaban gritos, parecían que se estaban matando, cuando por fin salieron, y para mi sorpresa al "friki" pelirrojo le habían dado camiseta, no será tan malo entonces, digo yo. En nuestro banquillo ya estaban los jugadores con el uniforme, menos uno, claro, como no, falta Sendoh, no entiendo como puede ser tan liberal con el tiempo. El entrenador ya se estaba desesperando cuando vino el pelirrojo ese de antes, Sakuragi creo que se llama o algo así, tampoco me importa, venía diciendo algo de derrotar al capitán y a Sendoh y de repente llega, como no, Sendoh , parece que estuviera escuchando. Pone sus típicas excusas y el entrenador le perdona.

-Toma Sendoh-le di su camiseta-

-Gracias Ayano.

El partido fue algo intenso, empezamos ganando 19-0, y el entrenador pensaba que el partido ya estaba ganado, pero el tal Rukawa ese hizo unas buenas canastas, igual que su capitán. Ya casi se nos acercaban en el marcador, cuando Akagi se lesionó y salió Sakuragi en su lugar. Al principio estuvo muy muy mal, pero después fue mejorando. Al final el partido terminó con 87-86 a favor nuestro, costó pero se demostraba que somos un buen equipo.

Finalmente llegó el día de entrega de las notas. la verdad es que estaba muy nerviosa porque no me habían ido muy bien, y si suspendía 2 o más, no me podía hacer actividades extraescolares, lo que significaba que no seguiría siendo la manager del equipo. Me lo imaginaba...me han quedado Historia y Matemáticas...¡tendré que hacer recuperaciones! No me queda otro remedio. Cuando llego al gimnasio, todos están contentísimos porque han sacado buenas notas.

-¡Aya-chan! ¿Cómo te han ido las notas?

-Me han quedado Historia y Mates.. ¿a ti qué tal?

-Bien, no me puedo quejar, entonces ¿harás recuperaciones no?

-Claro, no quiero dejar de ser la manager.

-Ánimo, ¡Aya-chan!

No sé como me voy a salir con las Mates, sólo me queda pedir ayuda a alguien, a ver barajemos las posibilidades:

Capitán: Que va...no...seguro que me toma por comida.

Hikoichi: Saca buenas notas, pero seguro que está todo el día diciendo "dato anotado" y no es plan. Así que descartado.

Fukuda: DIOS, ¡NO! Éste me viola o algo peor.

Koshino: Demasiado siniestro para mi gusto.

Sendoh: Que remedio me queda...

Cuando terminó el entrenamiento fui a pedirle ayuda a Sendoh.

-Sendoh, necesito tu ayuda para las recuperaciones.

-Claro que sí, encantado de ayudarte. ¿Qué te parece si quedamos en mi apartamento mañana por la tarde?

-Me va perfecto. Gracias.

Al día siguiente, salí de mi casa y me dirigí a casa de Sendoh, tengo entendido que vive solo ya que sus padres viajan mucho, y según Hikoichi es un apartamento MUY pequeño, cosa que es compresible, viviendo él solo. Llegué a su casa y he decir que para ser tan pequeño, en cierta forma era bonito, muy deportivo obviamente.

-¿Nos ponemos al trabajo?

-¡Claro!

-Jajaja, cuánto entusiasmo , ¿ Qué prefieres primero Mates o Historia?

-Creo, que prefiero las Mates, no son mi fuerte.

Y nos pusimos con Mates, la verdad es que es un buen profesor, por primera vez en mi vida puedo decir que las entiendo. Cuando nos íbamos a poner con Historia vimos la hora que era, la 1 de la mañana, el tiempo se me ha pasado volando.

-Se ha hecho muy tarde, será mejor que vuelva ya a mi casa.

-¿Y Historia?

-Mañana lo puedo estudiar por mi cuenta, muchas gracias por lo de Mates, en serio.

-No puedo dejar que te vayas, es muy tarde para andar por la calle sola, además despertarás a tu familia, Quédate a dormir.

-Tienes razón, pero, ¿ dónde duermo, genio?

-Yo dormiré en el suelo, no hay problema.

-¡No!, eso no. De ninguna manera puedo dejar que duermas en el suelo.

-Eres mi invitada y tienes que estar cómoda.

-Bueno, siempre podemos compartir la cama.

Él accedió, y cada uno, nos pusimos en un lado de la cama, y yo me pongo casi al borde, por si acaso.

-Ven más al centro, que te caerás.

-Estoy bien así, gracias.

-Lo que tú digas, buenas noches.

Efectivamente, me desperté en el suelo con un chichón en la frente. Desayunamos y vamos juntos a clase, por lo que cuando estamos por la entrada del instituto, la gente nos empieza a observar y a cuchichear. Y cuando entró en clase, mas de lo mismo, la gente cotilleando sobre mí.

-¡Aya-chan! ¿Estás saliendo con Sendoh?

-¡¿Qué?! No, que va, que tontería.

-Todos lo están comentando, porque alguien os vio salir juntos de su casa.

-Ah, sólo es eso, ayer se nos hizo tarde estudiando y me quedé a dormir nada mas, que chismosos sois.

Todo el día transcurrió así, cada vez que caminaba por el pasillo, vez que me preguntaban si estábamos saliendo. Y así llegué al entrenamiento, allí mas de lo mismo, ¡hasta el entrenador me lo dijo! y nos echó la bronca del siglo, diciendo que no podía estar con Sendoh porque le distraía.

-No es que tenga nada en contra tuya Ayano, pero entiéndelo. es por su bien.

-A ver, ¡ que NO estamos saliendo! ¿Cuántas veces tendré que decirlo? Me quedé en su casa a estudiar, estudiar, nada más. ¡Cotillas!

Y llegó el temible día, los exámenes, Historia no me preocupaba demasiado, lo llevaba bien pero Mates, era otra cosa, tenía miedo de no acordarme de lo que me había enseñado Sendoh estos días, Sendoh me había acompañado hasta la clase donde tenía que hacer los exámenes.

-Bueno, me voy, tranquila, ¿vale? Lo harás bien. Si apruebas, te invito al cine.

-No hace falta, en serio.

-Insisto-y me sonríe.

Entro en clase y a los pocos minutos empiezan a entrar los otros alumnos. Enseguida entra la profesora de Mates y empezamos los exámenes. Bien, ya he hecho todos los ejercicios y los repaso.

-Alumnos, quedan cinco minutos.

Perfecto, entrego el examen y me dirijo a la clase donde tengo que hacer Historia. Entro, el profesor me entrega el examen, lo observo, la verdad es que no es tan terrible como había pensado. Termino y entrego el examen. Mañana sabré el resultado de los dos exámenes. Acaban las clases, ya que solo eran las tres horas de los exámenes, las demás horas eran clase normal.

-¡Eh, Ayano!

Me giro sorprendida para ver a Sendoh correr hacia mí. No sé si empezar a correr o esperarle. Pero creo que correr sería muy descortés, ¿no creéis? Además me ha ayudado mucho.

-Gracias por parar-me dice cuando llega a mí, jadeando-. Nunca había visto a una persona caminar tan rápido.

-Tienes suerte de que no llevase puesto el iPod, en ese caso, nunca me hubieras alcanzado-le sonrío triunfante.

-Eso habría que verlo-me devuelve la sonrisa-.¿ Te puedo acompañar a casa?

Cuando me dice eso, me pongo muy nerviosa. Nunca un chico (a parte de Kyô, y él no cuenta) me ha acompañado a casa, así que no sé que decirle, pero supongo que si me acompaña no pasa nada.

-Claro.

Estamos todo el camino hablando y riendo de tonterías. La verdad es que con él estoy muy cómoda. Llegamos al portal de mi casa. Nunca el camino se me había hecho tan corto.

-Ya hemos llegado.

-Así que...¿esta es tu casa?

-Sí y seguro que mi hermano está por ahí dentro, quejándose de lo enfermo que está.

-¿Hermano pequeño?

-Más o menos. Tiene dieciocho, se llama Kyô.

-Me tengo que ir, ya nos vemos mañana y a las notas también.

-Sí claro, yo también. Hasta mañana.

Entro en casa y enseguida subo a mi habitación a hacer los deberes. No salgo hasta la hora de cenar. He hecho todos los deberes de economía, y bajo a cenar. Nadie dice nada, hasta que mi madre empieza a hablar.

-¿Qué tal los exámenes Aya?- me pregunta mirándome.

-¿Qué? ¡Oh! Ah, muy bien. Mañana me los dan.

-Llevas unos días un poco raros.

-Qué dices mamá, es sólo que esté año es más difícil y lo de baloncesto me absorbe mucho y tengo que estudiar más.

-¿Y tú Kyô?¿Estás mejor?- le pregunto para cambiar de tema.

-Sí, bueno...Mamá me está matando a hambre- mira a su plato hervido.

-Es lo mejor que puedes comer ahora-dice mi madre convencida.

-Ya claro, Si oyes un terremoto, que no extrañe. Será mi barriga-dice malhumorado.

Mi madre y yo empezamos a reírnos. Siempre que tiene hambre es un gruñón, pero es bastante divertido.

Acabamos, vemos un rato la tele y al poco rato me voy a la cama, aunque no tengo nada de sueño. No sé porque no me puedo quitar a Sendoh de la cabeza, es muy majo y eso, pero de ahí a que me guste hay mucho. Al final termino durmiéndome, aunque después de unas cuántas vueltas. Me levanto al día siguiente. Me aseo y bajo a desayunar. Mi hermano hoy está un poco mejor, se ve que la comida de mamá le ha hecho efecto. Termino y me voy al instituto.

Clase de mates. Antes de entrar respiro hondo. Ahora me dan la nota de Mates. Llega la profesora y me da el examen. ¡Siete! No está pero que nada mal. Después del patio, me dan el de Historia, el profesor llega y me lo da, un seis, no está mal, Estoy contenta de mis exámenes. A la hora del entrenamiento, se me acercan Hikoichi y Sendoh.

-¡Aya-chan! ¿Qué tal te han ido?

-Nada mal. Un siete en Mates y un seis en Historia.

-¿En serio? Enhorabuena Ayano.

-Muchas gracias Sendoh, el siete es gracias a ti. He tenido una gran idea. Me darás clases de repaso.

-¿¡Cómo?!

-Necesito aprobar Mates y siempre he sido una negada. Pero con tu ayuda he sacado un siete. Tienes que darme clases. Te pagaré.

-Pero...no sé si...

-Venga, eres perfecto para hacerlo-le sonrío.

-Bueno, vale. Pero no puedo aceptar que me pagues.

-Perfecto. Empezaremos después del entrenamiento, ¿verdad?

-Vale.

Terminamos el entrenamiento y nos vamos a la biblioteca.

-Y así te tiene que salir el resultado correcto.

Creo que ya lo entiendo...

Llevamos una hora y media en la biblioteca. La verdad es que el tiempo ha pasado volando.

-Bien, creo que por hoy ya está bien.

Salimos y empezamos el camino hacia mi casa.

-¿Y qué quieres estudiar?-le pregunto-

-Bueno, me gustaría seguir jugando al baloncesto y estudiar periodismo.

-Es fantástico.

-¿Y qué hay de ti?

-Bueno, yo quiero ser pintora.

-Vaya eso sí que es impresionante. Me gustaría ver alguno de tus dibujos,

-Oh, no, no, no. No los ha visto nadie.

-¿Entonces cómo quieres que sepa si son buenos o no?

-Aún no estoy preparada.

-Seguro que sí, pero cuando tú te sientas preparada, quiero ser el primero en verlos. ¿Prometido?

-Prometido.

Llegamos a mi casa, cada vez se me hace más corto el camino con él.

-Vaya, ya hemos llegado-dice, sorprendido-. En fin, ¿mañana a la misma hora?

-Claro, porqué no-le sonrío.

-Nos vemos mañana.

Entro en casa y subo a mi habitación, pero no me pongo a hacer los deberes, si no que me echo en la cama, a pensar en Sendoh. Es tan perfecto... Pero no. No puedo enamorarme. Aunque cada vez me cuesta más controlar que mi corazón vaya más rápido cuando estoy con él.

Esto no puede traer nada bueno.

Espero equivocarme...


reviews ? Owari!