Hellow :3 Como verán estoy de vacaciones y la musa inspiración se queda conmigo por un tiempo xd. En fin, este es otro fic de esos de idea-que-tengo-que-escribir.

Aprovecho y explico el porqué del título. Au revoir traducido del francés significa hasta luego o simplemente adiós, pero según me explicaron es un poco mas... profundo que eso. Significa más un nos volveremos a ver o hasta que nos volvamos a ver. Pienso que es un significado bonito y que en cierto modo le pega.

Se trata de mi versión de los hechos y están invitados a comentar. Será un fic que tenga varios capítulos.

Espero que les guste :3


1. Cazador

Eret siempre fue un chico curioso, seguro de sí mismo, que nunca dudaba en mostrar su valía y que a veces se pasaba de fanfarrón. Nunca dejó que alguien le pasara por encima. En su adolescencia fue la envidia de muchos chicos y el sueño de muchas chicas.

No fue así cuando tuvo que empezar a trabajar con su padre para ganarse el sustento de su familia. Tuvo que dejar varios corazones rotos en tierra cuando con tan solo dieciocho años empezó a navegar con su padre a investigar islas desconocidas para un único objetivo: cazar dragones.

En sus primeros viajes, no hacía más que mirar cómo su padre y sus hombres los atrapaban con redes, los inmovilizaban y los subían al barco para llevarlos a una isla a varias millas de la suya natal, para venderlos. Su padre, del que había heredado su nombre, quería enseñarle el oficio. No podía decir "familiar" porque no lo era, pero esa iba a ser su única opción de sobrevivir en un futuro no muy lejano.

Pasado medio año, empezó a formar parte de las emboscadas que les tendían a los dragones, pero siguió sin ver la cara de su comprador habitual. Muchos decían que era tan aterrador que ni los dragones osaban mirarle a la cara. Solo sabían su nombre, Drago Bludvist, quien con solo mencionarlo ya causaba pavor entre sus tripulantes.

Unos días después de la venta, volvían a su isla para reencontrarse con la familia y darles lo que habían conseguido en beneficio. Se quedaban en tierra apenas unas semanas, para después volver a salir a alta mar y buscar otra isla que atacar.

Tras cuatro días de navegar por el mar, encontraron una isla en la que abundaban los dragones conocidos como Deadly Nadder y Hideous Zippleback. No eran precisamente los favoritos de Drago, él los prefería grandes y fuertes no pequeños y ágiles, pero cualquier dragón valía con tal de sacar algo de dinero. Atracaron en la costa y se dividieron para cubrir distintas zonas de la isla. Estarían allí una semana en la que cada uno tenía que regresar con un dragón, si no lo hacían los darían por muertos. Eret siempre solía ir acompañando a alguien que tuviera más experiencia, pero por alguna extraña razón esta vez le habían dejado solo.

–Que los dioses estén contigo – se despidió su padre

–Igualmente padre – asintió

Llevaba consigo un hacha, su fiel espada, unas redes y algún pescado de cebo. No podía negar que tenía miedo. Era la primera vez que le encomendaban una misión a él solo. Caminaba sigiloso de sus movimientos. Los dragones habían demostrado ser una bestias protectoras con lo suyo, fieras al extremo si se entrometían en sus asuntos.

Eret se adentró más en ese denso bosque, que denotaba que ningún humano había colonizado. De entre unos matorrales empezó a escuchar sonidos raros, como una especie de rugidos. Un dragón. Se alistó para lo que podría ser una larga lucha por su vida. Hacha en mano, se acercó al matorral. Gritó para alertar a la bestia de que saliera de su escondite y enfrentara a su destino.

Cortó varias hojas del matorral, haciendo que el dragón quedara visible y ahí estaba. Era un Nadder, un Nadder pequeño, joven.

El pequeño dragón le miraba curioso con esos grandes ojos. Era azul celeste como el cielo claro, adornado con pequeños detalles en ámbar. Las espinas de su cola apenas habían empezado a crecer y el cuerno de su hocico era pequeño. Simplemente inofensivo.

–¡Agh! Estúpido Nadder, no me sirves – protestó – Necesito uno más grande

El pequeño Nadder giraba su cabeza intentando comprender qué le pasaba a aquel humano. Emitió un pequeño rugido, llamando así la atención de Eret. Este volteó a verle.

–¿Y a ti qué te pasa? Vete a cazar algún bicho o algo – siguió caminando por la ruta que había abandonado al pensar que ya había encontrado a su dragón.

El dragón no le hizo ni el más mínimo caso. Con pasos algo torpes le siguió el paso. Rugía demandando la atención del pelinegro, pero Eret le estaba ignorando deliberadamente. ¿Qué hacía ese dragón en miniatura siguiéndole? Así no habría manera de atacar por sorpresa a un dragón de verdad. Tenía que deshacerse de él rápido.

Quizá podría dejarlo atado a un árbol, pero le parecía algo cruel. Mejor era distraerlo con otra cosa que no fuera él. Iba tan concentrado que tropezó con una piedra y cayó al suelo, justo en frente de un pequeño palo. Eso le dio una idea. Se levantó y agarró el palo.

–Eh, dragoncito – lo llamó

El Nadder lo miraba extrañado. Eret movía el palo delante de él hasta captar la completa atención del dragón. ¿Qué pretendía con aquel palo? Solo podía ser una cosa: jugar.

–Ahora... ¡busca! – lanzó el palo y el Nadder corrió tras él.

Eret ya había perdido de vista aquel bicho tan molesto. Ahora podría trabajar en paz. Pero cuál fue su sorpresa de volver a encontrarse con el mismo dragón, metros más adelante. El Nadder dejó el palo a sus pies y lo observó queriendo que lo volviera a lanzar. Él así lo hizo. Lo volvió a lanzar con más fuerza que antes, con la esperanza de no volver a verlo.

El chico corrió entre los frondosos árboles. Tenía que encontrar un dragón pronto para volver a la base y salir de esa isla antes de una semana, si no se quedaría allí hasta que otra expedición lo rescatara.

Caminó durante horas. Ya estaba cansado y tenía hambre. Buscaría un sitio donde descansar y que estuviera libre de dragones. Cuando lo encontró, buscó ramas para ocultar su escondrijo y prendió una fogata. Sacó uno de los pescados que usaría de cebo y lo acercó al fuego para poder llevarse algo a la boca. Terminó de comer y cayó rendido a dormir.


Espero que les haya gustado el primer capítulo. Actualizaré seguido y cuando lo termine empezaré a subir el long-fic que me han estado pidiendo. Si alguien ha visto mi perfil, ya sabe cómo se llama :)

Abracitos de Heimao :3