Disclaimer: Santa Meyer los crea y ellos se juntan solos. Yo sólo me encargo de liar las cosas de tal manera que todos necesitemos camisas de fuerza.
Nota de autora: Desde un primer momento advierto que este fic trata de temas muy oscuros (depende de lo que cada uno entienda por oscuro, claro), donde habrá un contenido alto de sexo, violencia, palabras soeces, escenas psicologicamente fuertes (sin llegar a traumar a nadie, y sobre todo a mí que soy la primera que debería llevar una camisa de fuerza), nada REALISTA y por supuesto, habla de pactos con el diablo (no llego al gore ni a la violencia sexual, sexo, con amor o sin amor, pero siempre consentido por AMBAS partes. Lo siento, me llamareís anticuada mojigata, pero aviso que a mí hay ciertos límites que nunca cruzaré. No tengo nada en contra de quien lo haga. Seguro que escribirán historias de ese tipo muchisimo mejor que yo, sin ninguna duda, pero tengo muy claro lo que quiero escribir y como). También diría que es un Darkward, pero como ese termino aquí está muy tergiversado, me curo en salud y no engaño a nadie. Quien avisa no es traidor y si este genero de fic no te gusta nada, tranquilamente, da a la X y sin problemas. Quien me dé esta oportunidad, bienvenido/a.
Inspiración: El nombre de este fic está tomado de una pieza musical perteneciente a la BSO de Meet Joe Black (Pelicula que me ha inspirado, pero no se basa, ni se adapta, ni se plagia para escribir este fic) que recomiendo encarecidamente escuchar.
Dedicado a: Las 62 personas que me dejaron una opinión sobre mi OS: Before the Dawn. Este fic es vuestro chicas, por tomaros la molestia de dejar un rr y ver que nosotras no mordemos y hacemos nuestro trabajo MUCHO mejor cuando se nos dejan un pequeño comentario. Y por ultimo agradecer a mi Beta: Kannay el esfuerzo que está haciendo con este fic. Es la primera vez que pido asesoramiento porque además de especial, este fic es mucho más complicado para mí que los demás y quiero todo bien hecho, o lo mejor hecho humanamente imposible. Si te encuentras dedazos, lo siento, no es mi intención.
Original Sin
Oración:
Gloria y loas a ti, Satán, en las alturas del cielo donde reinas y en las profundidades del infierno donde sueñas, vencido y silencioso. Haz de mi alma, bajo el Árbol de la ciencia, cerca de ti repose, cuando, sobre tu frente, como una iglesia nueva sus ramajes se expandan-Letanía a Satan (Charles Baudelaire)
Una noche al año, puedo decir con seguridad cómo se siente la señora De Winter (1) cada noche que sueña con Manderley. Sólo que en mi caso, sólo vuelvo a la mansión Swan una noche al año.
En todas las veces que llevo soñando con las fiestas de Halloween celebradas en mi antiguo hogar, las mejores de toda la ciudad de New York, casi siempre sé lo que va a ocurrir; por desgracia nunca a tiempo para poder evitarlo. Tal vez todo este juego se base de tal manera que no se pueda evitar.
En vida, mi padre nunca había escatimado en gastos para dar la impresión de que éramos la familia más poderosa de la ciudad y, probablemente, de los Estados Unidos. Y realmente, lo éramos; sólo que el sueño distorsiona demasiado los recuerdos que tenía de aquella época.
En él se refleja a un Charlie imponente con ínfulas para comerse el mundo, con su frac y su mascara negra cubriendo parcialmente su rostro sonriente, agarrándose al brazo de cada una de sus dos bellísimas hijas, vestidas con vestido lame años veinte de tela dorada y antifaces de idéntico color.
Al lado de Nessie, se encuentra Jacob haciendo juego con mi padre. Eso es una de las primeras cosas que me descolocan, ya que en aquella época, él era mi prometido y, por ello, debería encontrarse a mi lado. Pero no soy dueña de aquel recuerdo y las cosas ya no son lo que eran.
Ambas portamos dos calabazas cuidadosamente talladas con su vela dentro. El objetivo es colocarlas en el principio del camino que lleva desde el jardín hasta la mansión para indicar a las almas de los difuntos su camino al más allá. El jardín parece iluminarse como si fuese de día.
Saliendo al jardín por la puerta grande, damos una sensación de grandeza que queremos transmitir a los cientos de invitados privilegiados de encontrarse allí.
Todos se ríen, beben del vino más caro, reservado para ocasiones como ésta. Bailan, cuchichean en grupos el disfraz de alguien o el hermoso trabajo realizado en el jardín, y se embelesan ante nuestra presencia como si fuéramos una familia real europea o los Kennedy. Pero, ante mis ojos, aquello parece más proyecciones de una película rodada con una vieja cámara. Incluso todo pierde el color y se vuelve blanco y negro. Jacob, Vanessa y mi padre forman parte de aquella película y sólo yo permanezco igual.
Entonces comprendo que estoy fuera de lugar. Mi anillo de casada me vuelve el recuerdo de ser una simple Masen y aquella casa me dice a gritos que me vaya. Yo ya no soy un miembro de la familia Swan y no pertenezco ahí.
Alzo la vista y veo a alguien al final del camino de luz. Las velas han hecho su función y han atraído a un alma penitente a la tierra por una noche. Después se encargarán de devolverla donde pertenecen.
Me separo del grupo, ya que las proyecciones son acciones mecánicas y no tienen sentimiento de extrañeza por lo que nadie me echará de menos en aquel amago de fiesta. Me doy cuenta que hace más frío de lo que he imaginado al principio, propicio de la ultima noche de octubre.
La senda de calabazas talladas me sonríen de forma siniestra conduciéndome hasta el invernadero y un estremecimiento recorre mi cuerpo.
La última voluntad de Charlie fue que sus cenizas fuesen a aquel lugar, junto a las orquídeas. Y enfrente de ellas, el verdadero Charlie Swan se encuentra arrodillado. Nada que ver con el elegante y arrogante empresario que mi mente evocaba desde mi niñez. Estoy viendo la otra realidad del espejo como si del retrato de Dorian Gray se trate.
Pálido, ojeroso, harapiento y con sus extremidades tumefactas, es el fiel reflejo de un alma en pena. Pero aún sigue vivo en mí el amor que le había profesado en vida y es mucho más fuerte que todo el daño que sus decisiones y acciones pudiesen causarme. Por eso venzo la repugnancia que me produce su aliento pestilente y le arropo pasándole un brazo por su escuálido hombro acercándole a mi cuerpo en un intento porque entre en calor. ¿Cómo los muertos pueden estar tan fríos?
Noto que le cuesta tomar aire, como si le quemase los pulmones.
No me gusta el silencio creado entre nosotros por lo que me decido a romperlo:
—No es así como recuerdo la fiesta de Halloween, papá.
Me mira con sus ojos oscuros y vacíos y suspira disgustado.
—Has olvidado demasiadas cosas, Bells—me reprocha con su voz espectral. —Lo cual no puedo culparte. En realidad esto es una licencia por mi parte. Forma parte de mi reducción de condena. —Se ríe sarcásticamente y luego sus rasgos se vuelven lúgubres. —Una vez al año se me permite volver al mundo de los vivos, déjame imaginarme las cosas como las sentía en ese instante, ¿puedes conceder eso a un alma en pena?
Pronto se me endurece el corazón. Yo estaba fuera de todo. ¿Por qué volver a atormentarme?
Me mira a los ojos e imagina lo que estoy pensando. Me dedica una mueca siniestra que es lo más parecido a una sonrisa.
—Tú formas parte de mi penitencia y mi gracia.
—No entiendo.
—Es una pequeña concesión que me hacen. Por estas fechas, pido verte y saber que estás bien. —Me agarra fuertemente del hombro como si no quisiese separarse de mí. —Y de paso obtengo tu perdón.
Suspiro y veo como se forma un vaho alrededor de mi boca.
— ¿Serviría de algo que te dijese que hace tiempo que te he perdonado?—No estoy segura si lo digo para terminar con esto de una vez, y romper aquel ridículo círculo, o porque verdaderamente quiero liberar su pobre espíritu de cargar con mi rencor.
Veo rodar una lágrima por la consumida mejilla de Charlie.
—Cuando despiertes, estarás en tu casa de Chicago, con tu gato Urian rodeando tus piernas, y tu marido durmiendo a tu lado. Notarás su erección matutina en tus nalgas y recién despierte, haréis el amor. Al levantaros, desayunareis viendo la magnifica vista del lago Michigan. Y tu encuentro conmigo se diluirá como la bruma durante el día. Tú me olvidarás y yo volveré a suspirar por otro año más para volver a estar contigo. Eso es lo peor del infierno, cariño.
Me duele el pecho y la garganta me estalla hasta que por fin logro romper en sollozos. Nunca he pretendido causar dolor a mi padre por mucho que haya creído que se lo ha merecido, y quiera olvidar todo lo acontecido dos años atrás.
Me estremezco cuando noto sus gélidos dedos secándome las mejillas, aunque su sonrisa quebrada calma mi llanto.
—Siento ser parte de tu dolor—lo lamento de verdad.
—Y parte de mi alegría. Vanessa y Jacob no lo entienden y no lo ven, pero tú te has salvado y eso basta para que vuelva al infierno con fuerzas para continuar con mi castigo.
Antes de que todo se desvanezca y el sueño se funda con la oscuridad, noto los labios de Charlie sobre mi frente.
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(1) Protagonista de la novela Rebecca de Daphne du Murier.
Y esto es sólo el principio. ¿Quereis que actualice más rápido y entrar en la dinamica del fic? Pues ya sabeis lo que teneis que hacer. Un RR en condiciones. Que estamos en Halloween (también los quiero cuando no es Halloween) y me parecen más dulces que los caramelos.
¿Truco o trato?
