POV Len.

Etto...soy Kagamine Len tengo seis años y vivo en lo más alto de la sociedad. Hace poco, mis padres decidieron que tenía la edad suficiente para tener una maid personal, así que fueron al orfanato a conseguir a una niña más o menos de mi edad para que fuera mi maid. Espero sea una niña amable porque si no...¡le haré cosquillas hasta conseguir que sea amable conmigo! Ok, no pero algo así haré, así que espero venga con actitud de ser una buena maid, supongo.

-¡Aquí estamos, Lenny!-grito mi madre abriendo mi puerta.

-Yoko, cariño, deberías calmarte, estás asustando a la pequeña.-dijo mi papá con mi hermanita bebé llorando en brazos de mi papá.

-Gomen. Mira, Lenny, ella es Amamiya Rin. Desde hoy es tu maid personal.-dijo mi mamá apuntando hacia la puerta y escondida en el marco de esta estaba una pequeña rubia de ojos azules que miraban con miedo mi habitación. Se ve que es una niña muy tímida y asustadiza, así que fui caminando hacia la puerta con cuidado para no asustarla. La veo de cerca y es una niña muy bonita, mi mamá si que tiene buenos gustos al escoger niñas.

-Hola, soy Kagamine Len. Mucho gusto.-dije extendiendo mi mano y ella la tomó pero no sin antes dudarlo.

-Yo soy Amamiya Rin. Mucho gusto, Len-sama.-dijo con voz temblorosa y llena de miedo.

-No te asustes que no muerdo. ¿Puedo llamarte Rin?-le pregunté.

-Como guste, Len-sama.-dijo aún con miedo. Mis padres parecían contentos con el respeto que demostraba Rin hacia mi pero también se veían algo tristes por el miedo que ella demostraba, al igual que yo.

-Muy bien, Rin. ¿Aceptarás ser mi maid?-le pregunté.

-H-hai.-dijo tartamudeando.

-Iré por el uniforme de Rin-chan.-dijo mi mamá.

-Yo iré a dormir a tu hermanita, por mientras, Len, cuida de Rin-san.-dijo mi papá muy serio.

-Hai.-le respondí.

-Len-sama, ¿cómo es ser una maid personal?-me preguntó Rin.

-Bueno, tienes que obedecer mis ordenes sin fallar y tienes que estar al pendiente de mi, supongo.-me miró con miedo.-¡Tranquila, no te hare nada malo!

-Es que es mi primer trabajo.-dijo Rin en un susurro.

-No te preocupes, Rin, se que lo harás bien.-dije revolviendo sus rubios cabellos y me sonrió. Esa sonrisa pequeña y tímida me derritió y me provocó un sonrojo.

-Arigato, Len-sama.-dijo Rin mirando a sus zapatos.

-Rin. Cuando te hable o me hables, por favor, mírame a los ojos.-le pedí.

-Me da un poco de pena.-me dijo y volví a acariciar su cabeza.

-No te apenes, ya verás que todo va a salir bien, Rin.-le dije y me miró a los ojos.

-Arigato. Creo que podré ser su maid poco a poco porque aún no entiendo mucho.-dijo Rin.

-Lo sé, Rin. Espero que también podamos ser amigos.-dije y me miró con sorpresa.

-¡Pero, Len-sama, eso no está permitido!-dijo en voz alta.

-Dime una razón por la cual no podamos ser amigos.-le dije.

-Nuestro estatus social, Len-sama.-me contestó.

-No importa, Rin. Yo quiero ser tu jefe y amigo. Así creo que nos entenderemos más rápido.-le dije.

-Pero...

-Tómalo como mi primer orden. Intentarás ser mi amiga.-le dije.

-Como ordene, Len-sama.-dijo haciendo una reverencia.

Rin POV

Creo que mi jefe no es tan malo como creía, se ve que es un buen niño y, si puedo mencionar, muy guapo. Ah bueno, disculpen mis malos modales. Soy Amamiya Rin y tengo seis años. Vivía en un orfanato porque mis padres me abandonaron cuando aún era una bebé. Tengo un enorme complejo de timidez y desconfianza hacia la gente ya que me acostumbre a convivir con las hermanas y mis compañeras de el orfanato, pero esto es diferente, ahora trabajo.

-Rin-chan, ven para probarte tu uniforme.-me dijo Kagamine-sama.

-H-hai, Kagamine-sama.-dije tartamudeando y salí con la cabeza gacha de la habitación de mi jefe, no antes sin hacer una reverencia.

-Llámame Yoko, querida. No tengas miedo, no te haremos daño.-dijo la hermosa joven madre de Len-sama.

-Hai, Yoko-sama.-dije en un susurro. Soy demasiado tímida.

-Aquí esta. Pruébatelo, me dices si te queda grande o pequeño, yo te lo ajustaré. Si necesitas ayuda me avisas.-dijo la señora de la casa, digo, mansión.

-H-hai, Yoko-sama.-dije y entré en un vestidor inmenso. Me probé el vestido que es negro arriba de la rodilla de manga larga que viene en conjunto con un delantal blanco. Me dieron una diadema con un moño blanco y medias blancas, también unos zapatos negros de charol.

-¡Por Kami-sama! Rin-chan, pareces una muñequita.-dijo Yoko-sama.

-A-Arigato, Yoko-sama.-respondí jugando con mis dedos.

-Bueno, bueno. Ve a la habitación de Len, toca y pregunta si se le ofrece algo. Yo iré por una de nuestras mejores maids para que te enseñe a hacer este trabajo.-dijo Yoko-sama.

-H-hai.-dije, hice una reverencia y me retiré.

Yoko POV.

Si mi marido se entera que estoy planeando deshacer la boda de mi Lenny con Akita-san estoy frita. Por eso me voy por el mejor método, hacer de la maid de mi hijo su adorada esposa. Pero para eso tengo que lograr que se enamoren. Ah, yo soy Kagamine Yoko y tengo veintisiete años. Soy rubia y de ojos azules y en verdad me disgusta la prometida de Len. Es una niñita mimada y caprichosa, desprecia a los que están por abajo de ella y eso para mi es inaceptable.

-¡Meiko-san!-llamé a mi maid que enseñaría todo a Rin.

-¿Si, Yoko-sama?-respondió educadamente.

-¿Podrías enseñarle a la pequeña maid de mi hijo todo lo que se necesita para ser una buena maid?-pregunté.

-Claro que si, Yoko-sama. ¿Qué edad tiene?-me preguntó.

-Seis años.-dije y me miró con sorpresa.

-Vaya que es pequeña.-me dijo.

-Lo sé, ella es parte del plan A.-le dije.

-Ah, con razón tan pequeña.-me miró cómplice.

-Bueno, bueno, a trabajar se ha dicho.-dije y fui a mi habitación.

POV Len.

Espero realmente llevarme bien con Rin. Es una niña muy bonita pero muy tímida, quiero conocerla más y que demuestre su verdadera personalidad, no creo que en verdad sea una gatita asustadiza. Creo que su personalidad es un misterio para todos. Oh tocan, mal momento, estoy pensando.

-¿Si?-respondí.

-¿Puedo pasar, Len-sama?-es la vocecita de Rin.

-Claro, Rin, pasa.-le dije.

-Pero está cerrado con llave.-dijo, oh que despistes los míos.-Ya está, Rin, ¿Qué se te ofre...?-me callé. Me dejó callado, se veía como las muñecas de porcelana que guarda mi mamá.-Wow.-fue lo único que pudo salir de mi boca en ese momento.

-Len-sama, ¿se le ofrece algo?-preguntó tímidamente.

-Si, Rin. Por favor, quédate a conversar conmigo.-dije.

-C-claro.-dijo Rin.-¿De qué le gustaría hablar?-preguntó mientras tomaba asiento donde le señalé.

-Cuéntame de tu vida.-le dije.

-Está bien pero será una larga conversación.-me dijo.

-Dispongo de todo el tiempo que gustas.-le dije.


Konnichiwa.

Bueno este es mi segundo fanfiction y espero esté bien. Si ven algo que no esté en orden me avisan para editarlo, por favor. Este fic es RinXLen, si no te gusta, por favor no lo leas. Lo digo tarde. Gracias por leer. Si llegaron a este punto supongo que les gustó.

Arigato.

Marie.