Adoro el origen de los guardianes (sobretodo a cierto Pooka) así queee escribí esto, y espero que les guste. Como ya sabrán ni los personajes de la película, ni de los libros de Joyce me pertenecen (tristemente T-T) pero esta historia sí! -w-´. Disfruten!
Observó a su hermano ir y venir por la estancia. Generalmente esperaba que se calmara y luego le contaría lo que estuviera molestándolo...lo usual. Pero ahora, él ni siquiera se había inmutado por su presencia, prácticamente la había tomado como uno más de los muebles que adornaban la sala y eso estaba empezando a molestarla.
-No puede ser... me aseguré... no debía ocurrir
Tornó los ojos al escuchar sus murmullos, eso era lo que más alteraba sus nervios: escucharlo y no tener ni idea de qué estaba hablando. Ojalá mamá y papá estuvieran ahí... Sonrió con nostalgia antes de apretar los labios al ver como su hermano comenzaba otra vez la parodia. ¿Acaso no podía hablar con ella y ya?
-Esto es estúpido- masculló. Levantándose, caminó con decisión hacia el hombre y lo tomó de los hombros con fuerza- Para
-Ahora no, Elia. Después tomaremos el té
Una ceja perfectamente delineada se arqueó, antes de que ojos verdes estallaran en fuego y la boca amable se torciera en un gesto de ira muda. Apretó sus dedos blancos fuertemente, empujando a su hermano hacia una silla, donde lo dejó caer sin cuidado y lo miró desde arriba.
-¿Crees que quiero tomar el té? ¡¿UN COCHINO TÉ?!- el grito hizo que el hombre se pegara más contra el respaldo, sujetándose del borde del asiento como un naufrago a una tabla de madera- Para empezar yo no debería estar aquí, debería estar ocupada en mis deberes pero uno de tus sirvientes me mandó llamar diciendo no que sé que cosa sobre que su amo se había vuelto loco y que hablaba solo; creyendo que solamente habías decidido tomar más de la cuenta de tu bien amado whisky, gusto por demás insano si debo agregar, el cual culpo a papá, vine esperando tener que arrastrarte hasta una cama y listo; pero me encuentro a mi hermano tal cual me habían dicho que lo encontraría... y como soy buena hermana- el hombre lanzó un quejido contra lo último que se ahogó ante la mirada de su hermana- decido esperar a que me cuentes que te ocurre pero lo único que haces es creer que quiero una taza de te, ¡DE TÉ!
-Elia...- trato de levantarse pero una uña naranja perfectamente manicurada lo volvió a su lugar.
-Ahora no quiero escuchar tus excusas, quiero que me digas exactamente qué está pasando y si decido que la respuesta no está al nivel de preocupación que mostraste hace unos segundos- una sonrisa maliciosa cruzó el rostro femenino- le diré a papá que te mueres por que le cuentes toda la historia humana- los ojos verde azulados se abrieron asustados- completa y con cada ínfimo detalle
-Noo
-No sé por qué te quejas, siendo papá el Padre Tiempo- ironizó- ¿ quién mejor para contarte la historia de la humanidad?
A veces su hermana daba miedo. Mucho miedo. Tragó saliva recordando la última anécdota de su padre, prácticamente había durado un día y medio... Observó como la mujer traía una silla para sentarse frente a él, tomar sus manos en gesto de apoyo y dedicarle una sonrisa suave. Suspiró, sabiéndose vencido.
-Seguro que recordarás la batalla que tuvieron mis guardianes contra Pitch... Bueno, es muy probable que se repita otra vez pero no contra los niños- se apresuró a aclarar al ver que Elia volvía a mirarlo de esa manera- esta vez va contra-
-Espera- interrumpió la mujer- ¿Pitch no fue atrapado por sus pesadillas?- un asentimiento fue su respuesta- entonces, ¿Qué puede hacer ahora que antes no?
-Puede destruir la Luna
Elia abrió los ojos sorprendida y, tal vez, quizás, un poco demasiado asustada. Notando como el hombre miraba hacia otro lado, entendió todo: él no estaba preocupado por ello sino porque esta vez... no podía elegir guardián para ayudar a los guardianes ya existentes. Sonrió, pensando en una solución sencilla.
-Pues, mi querido Manny, es hora que confíes en mis espíritus
