Esta historia son fragmentos de una rara relación SasuSaku contada desde la perspectiva de Sasuke, espero les agrade
La fila del supermercado amenazaba con no terminar nunca, yo solo quería mi sushi, joder yo solo quería cenar; tenia hambre. Después del fiasco de día que había tenido, en mi mente solo aparecía la palabra comida, seguida de sexo; seria interesante consolar a cierta peli rosa de esa manera. Mi celular comenzó a vibrar dentro de mis pantalones, sacándome de mis pensamientos, sonreí de manera torcida al ver en la pantalla un mensaje de Sakura, al fin esa niña salía de la revisión de su examen extraordinario.
Ya salí
Le marcaria, aun quería saber si ella había pasado la materia y su maldito mensaje no decía nada respecto a su calificación. Joder llevaba mas de media hora esperando que me marcara y ella solo se dignaba a mandarme un mensaje; Su numero estaba en marcación rápida con el numero 2. Presione el botón, Dio el primer tono y el segundo al tercero escuche su voz un tanto perdida.
-Hola-
- Niña, ¿Cómo te fue?- no se porque siempre termino diciéndole así.
- Sasuke... yo... es que... yo...- y su llanto inundo mi sentido auditivo. Podía saber cuan mal estaba, dependiendo el tono de su voz, aun hablando solo por celular y ¡esto me decía que no estaba nada bien! ¿Por qué demonios lloraba esta vez?
-¿Tu que? Habla de una vez, ¿Pasaste?- quería que mi voz le transmitiera tranquilidad. Pero creo que me estaba empezando a impacientar y al final solo estaba agrandando mas las cosas.
-Si...- su voz temblaba y se escuchaban sus sollozos - pero es que- y por segunda vez, dejo la frase incompleta para empezar a llorar de nuevo. Sakura y sus estúpidos llantos.
- ¿Qué paso?-
- No te puedo decir por teléfono- y su llanto sonó aun mas alto esta vez. ¿No me podía decir por teléfono? ¿Qué diablos pasaba?
- ¡Explícate!- la demanda en mi voz, era algo natural, cuando se trataba de hablar con Sakura. Pero creo que esta vez mi voz sonaba aun peor.
- No puedo, no es tan fácil... yo...- y su vocecilla se cortaba otra vez. Esto ya me había preocupado Sarutobi Sensei era un tipo agradable, pero a Sakura le estaba temblando la voz y eso no era nada bueno.
-¿ Que paso? ¿Te hizo algo? Habla niña- ese hijo de perra. - ¿Te pidió hacer algo?- con un demonio, como le ponga una mano encima, ¡me lo muelo a golpes y le dejo paralitico, para el resto de su triste existencia!
- Nada...- un sollozo mas llego hasta mis tímpanos.
-¿Donde estas?- me sorprendí de escuchar mi voz... tan alta.
- Afuera del edificio de investigación- ella seguía en la universidad. No sabia si alegrarme o enojarme mas.
- Sakura habla de una vez, ¿Qué paso?- estaba desesperado, alterado y sobre todo asustado, demasiado asustado para ser sincero. ¿Qué diablos había pasado en la oficina de Sarutobi? ¿Acaso la toco? O ¡algo peor! Genial, no debí dejarla sola, digo Sakura es una niña fuerte, caprichosa y muy inteligente, pero seguía siendo una niña en muchos sentidos.
Hace rato cuando tuvimos la puta revisión, ella se quedo hasta el final por que su examen no estaba en el sobre, junto a los demás; estaba tan enojado con mi calificación que entregue el dichoso examen y me largue, sin preguntarle que haría ella. No la espere y ella tenia que subir a su oficina, eso supuse, por eso me marche pero, Con un demonio ¡DEBI ACOMPAÑARLA! Cuan estúpido me volvía cuando me ponía de malas.
-No me hizo nada, pero... es que yo... o Sasuke, yo no merecia... esa calificación...- Su voz me saco del trance y me relaje al saber que su llanto era una estupidez.
Estúpida Sakura Haruno, estúpida, estúpida. Estúpida Niña mimada y llorona, que solo hace que mis hormonas se alboroten como puberto.
-Ok- respire profundo y sentí como toda mi ira se disipaba a lo largo de mi cuerpo y de mi mente. -Te veo en tu departamento, cenaremos sushi- iba a colgar, pero necesitaba que se calmara del todo. -Mueve tu lindo trasero lo mas pronto posible al departamento y CUIDATE ENANA-
Corte la llamada antes de que me dijera su acostumbrado y muy acorde insulto: Baka o Hentai, según la ocasión. Todos en la fila del súper me miraban con cara de wtf, les mire con el ceño fruncido y todos volvieron a lo suyo.
Sakura era tan predecible y la vez tan rara. Joder, esa niña me volvía loco, no solo en el día a día, si no en el mes a mes y en el año a año. Como era posible que yo estuviera metido con una niña como esa. Era tan enana, maldita niña de 1.60 me hacia encorvarme frecuentemente, pero a la vez... tenia un cuerpo que uff, ¡por Kami! pero; su maldito carácter me sacaba de quicio, era tan voluble y bipolar. Un momento éramos los mejores amigos y al siguiente los peores enemigos; celosa hasta la medula, sobre protectoramente ridícula, sensible como una bebe, y apasionada como una maniaca. ¡Chingado! Era tan jodidamente excitante. Que era tan obvio el porque la seguía como corderito, la asechaba y la tomaba como un poseso sin llenadera. Yo la quería para mi enterita, solo para mi, solo era mía, aunque nadie lo supiera; ni siquiera ella misma, sabia hasta que punto era mía.
Esa niña pagaría caro, muy caro, el haberme asustado de esa manera. Someterla y ver su mirada llena de cautela era la mejor opción, castigarla era mi mejor remedio, para bajar mi estrés y mis ganas. Divagar por todas las formas en las cuales castigarla me encantaba. Sin mencionar que eso hacia que mi mente se centrara en algo diferente a ver la jodida y reputa fila del súper. Después de 10 minutos o quizá mas esperando, al fin llego mi turno de pagar la cena, mientras la cajera hacia su trabajo tome el jodido teléfono.
Enana, me avisas cuando llegues al edificio
okok Sasuke-kun
Otra de las cosas que me gustaban de Saku, Sakura, (¡Joder! Pero que manía la mía de ponerle diminutivos a esa niña) era que siempre me contestaba el celular de inmediato. No importa si a Naruto lo deja esperando horas, a mi, a mi, siempre me responde casi al instante. Era tan divertido que lo dejara esperando y el muy dobe siempre me lo hacia saber. Era ridículo como mientras el se desvivía por tratar de conquistarla ella solo me quería a mi. No necesitaba que me lo dijera con palabras, me bastaban sus actos. Pero bueno yo era un maldito infeliz que seguía disfrutando de tenerla en mi cama sin hablar de nada en concreto.
Después de pagar y de tomar la moto en el estacionamiento; avance por las avenidas, pensando en lo desgraciado que era con ella; llevábamos una tensa y rara relación, en eso pensaba hasta llegar a mi edificio con la cena, me estacione en mi lugar designado, chingado estaba el auto de Itachi, así que en mi departamento no seria del todo bueno cenar. Y en el de ella, rogaba a kami que no estuvieran esa bola de idiotas que Vivian con ella, Y es que Temari, Shikamaru, Sai y Hinata no eran santo de mi devoción. Me adentre en mi edificio y de reojo vi una mata de cabellos rubios entrar al edificio de enfrente, Joder era mejor ni mirar bien; no quería a la revoltosa de Ino, si cierta peli rosa me veía cerca de ella ardería en el infierno por el resto del mes. ¡Y peor aun ardería en el infierno sin sexo por el resto del mes!
Pensando en eso iba cuando me detuve frente al ascensor y me encontré a Sakura ya dentro con la cabeza baja, cuando se cerraron las puertas ella fue levantando su vista lentamente y cuando me miro se lanzo a mis brazos, separe las bolsas de comida lejos de sus pequeños brazos y con el brazo libre lo pase por su espalda, atrayéndola a mi.
El pitido del ascensor hizo que Sakura me soltara y saliera del ascensor, yo la seguí pero no sabia si entrar a mi departamento e irnos directo a mi cuarto, o irnos al suyo y entrar directo a su cuarto. Estaba apunto de hablar cuando una risotada de mujer proveniente de mi departamento me detuvo. De seguro era de Konan, mire la puerta de mi departamento con algo de fastidio.
- Sasuke...- su voz era tan débil - podemos ir a mi departamento- la mire y ella puso un dedo sobre mi boca. - no esta ninguno de los chicos- no pude evitar una sonrisa torcida de mi parte y asentí, siguiéndola hasta ver como abría su puerta, me dejo pasar y encendió las luces.
Nunca eh comprendido por que Sakura vive con esos tipos, la única respetable es Hinata. Me gustaba como aun viviendo con esos monstruos y Hinata el lugar siempre se veía bien.
-Me voy a poner la pijama, espérame- la vi encaminarse a su recamara, que era la del fondo. Con su contoneo y su faldita a media pierna, mi vista vio su pequeña blusita blanca.
Y sin pensarlo deje las bolsas de la cena, sobre la mesa del comedor y camine detrás de ella, Sakura tan descuidada como siempre, ni cuenta se dio de mi presencia. Me senté sobre el banco que estaba cercas del closet y la vi, ahí paradita dándome la espalda. Sus manos fueron desabrochando su blusa y vi como caía al suelo dejando me ver su linda y blanca espalda, solo protegida por la tira de su brasier. Cierto amigo empezaba a despertar con tan solo ver su espalda. Pero mi tripa encogiéndose me recordó que debía comer algo, si no ni de chiste podría aguantar una noche en la cama de Sakura. Con todo el dolor de mi entrepierna salí de la habitación antes de que Sakura me viera.
Llegue al comedor y tome las bolsas para ir directo a la cocina. Fui desempacando todo y puse algo de te sobre la tetera y la lleve a la estufa. Sentí unos brazos rodear mi cintura y el calor de Saku llenar mi espalda. Joder esta niña me llevaría al infierno. Me gire y la vi con su pijama verde aqua, al fin recordaba el jodido color. Me había molestado tanto para que aprendiera cual era cual que al fin mi cerebro se había rendido ante su lógica.
Esa blusita de manga larga con estampado de perritos y escote en "V" me parecía tan tiernamente excitante. Y su pantaloncito pegado a ese culo que me prendía con solo mirarlo. Me excitaban tanto como verla solo en ropa interior. Mi vista se fijo en sus ojitos esmeralda y ella me sonrió. Se abrazo de nuevo a mi, pero esta vez aprisiono mi cuello. Se puso de puntitas y me beso suave y lentamente en los labios, mis labios querían mas, mucho mas y la unte a mi cuerpo con solo halarla hacia mi. Pero la maldita tetera y su chiflido nos sacaron de la burbuja.
Sakura se separo de mi para apagar la estufa e ir por unas tazas, mientras veía su leve sonrojo y no pude evitar sonreír de medio lado. Ella preparo mi taza y la suya mientras yo acomodaba los platos con sus respectivas porciones. Cada quien tomo su lugar y ella me extendió mi taza, mire MI taza y de nuevo sonreí de lado, esa mugre de cerámica había ocasionado una guerra entre Shikamaru, Sai y yo. Esos peleles discutían con Sakura por no haberles comprado una a ellos.
Pero vamos que posibilidad tenían de que Saku fuera a una tienda y mandara a hacer un 4teto de tazas, que se complementaban entre si y a la vez fueran tan elegantes. Negras, sencillas y con el grabado de mi familia en ellas. Solo que la mía solía llevar U.S. tanto la que tenia en mi departamento, y la de ella era S.H. aunque el intrincado diseño para juntar ambas S era genial y de solo su ingenio.
Comimos el sushi sin decir prácticamente nada. Saku limpio la pequeña mesa de la cocina con rapidez y después de terminar saco del congelador un bote de helado de cereza. 2 cucharas y su mirada mandona me llevaron hasta el sillón y me hicieron recostarme con ella entre mis brazos. Saku puso una de sus películas favoritas "the last song" y se dispuso a verla pero aun debía aclararme el porque de su llanto y que había pasado con Sarutobi Sensei.
-Saku- ella dio un respingo aun con la cuchara en la boca al oírme, se giro un poco en señal de que tenia su atención, -¿ Que paso con Sarutobi?- ella trago la nieve de su pequeña boca.
-Bueno eto... Sasuke... pues- la mire ceñudo y bajo la cabeza, -Sarutobi me dio puntos extras para no perjudicar mi promedio solo por que soy dedicada y yo, bueno no lo merezco, yo debería tener mi feo 7 y no el 9 que me puso Sarutobi- sus palabras fueron atropelladas pero entendibles y chillonas, ella siempre era así, solía gritarme lo que no se atrevía a decirme con facilidad.
-Y por eso me asustaste boba- le di con un dedo en la frente, ella me miro con un puchero.
-¿Sasuke-kun te asuste?- agarre helado con mi chuchara y se lo metí en la boca, yo no quería hablar, eso no era tarea para mi. A mi me funcionaba tenerla en mis brazos para protegerla y ya.
Seguimos "comiendo" nieve, prácticamente ella se comía todo. Hasta que se quedo dormida entre mis brazos. Podía verla dormir y eso me encantaba. Siempre que la tenia así, pensaba en lo infeliz, egoísta, hijo de puta y mal nacido que era por no dejarla que fuera feliz con alguien que si le expresara sus sentimientos. No podía decir que Naruto era el indicado seguramente el idiota solo quería llevársela a la cama y ya, pero no era muy diferente a lo que yo hacia. Siempre me reprimo a decirle lo que siento o mejor dicho me dedico a disfrutar de su anatomía, a seducirla, posarla y a alejar a cuanto idiota quiera algo con ella.
Para mi mala fortuna llego la manada y mi tranquilidad se extinguiría. Sai fue el primero en entrar. Joder ese mariquita me caí como patada en los huevos. Seguido del otro idiota y de la rubia escandalosa.
-Mira que el Uchiha no pierde el tiempo- Temari y su voz de pito me jodían los tímpanos.
-De que hablas, hoy el amiguito de Sasuke no jugo, la enana esta vestida y dormida- una risotada escapo de ese marica- de seguro se quedo dormida esperando acción, pero se aburrió y se durmió- los 3 idiotas comenzaron a reír y Sakura empezó a removerse inquieta entre mis brazos.
Los ignore me levante despacio y cargue a Sakura como recién casados. Y me gire con dirección al cuarto de ella. Pude oír como seguían cuchicheando deje a Saku en la cama, encendí el ipod y conecte las bocinas con música clásica como repertorio.
Me devolví a la puerta y Sai me miraba con cara de pocos amigos desde la sala.
- Hey imbécil ¿Qué haces?- cuestiono la rubia al ver que comenzaba a cerrar la puerta. Los mire a los tres que me observaban atentos y como siempre Shikamaru era el menos entrometido. Les enseñe el dedo medio.
-Jodance- y cerré la puerta con seguro.
Me gire a ver a Saku y la vi ahí tendida con los ojos cerrados y su respiración pausada. Era hora de su castigo. Me acerque lento y sin hacer ruido. Le baje los pantalones, ver su delicadas piernas y sus pequeñas bragas me excitaron al instante.
Subí poco a poco su blusa hasta despojarla de ella, me quede observando su brasier blanco y con mas cuidado aun, se lo fui quitando. Me deshice de toda mi ropa y me senté en la cama, tome sus muñecas entre mis manos y con una sola me ajuste para tenerla cautiva, ella volvería a ser mía de una dulce y torturante manera. Gemiría mi nombre toda la noche. Pero primero debía despertarla, y que mejor manera, que estimular su clítoris con mi lengua. No importaba si era un hijo de puta y me iba al infierno hoy, Sakura seria entera y puramente mía.
