Titulo: "Objetivo: Tener vida propia"
Autoras: Aliena88 & MiRuG
Summary: Tengo 22 años, 6 hermanos mayores, una madre sobre protectora y una mejor amiga chiflada, pero... ¿y mi vida propia?
Disclaimer : Nada nuestro, todo de Rowling. No lo hacemos con fines lucrativos, solo por algo de diversión y entretenimiento.
+ ¨¨+ Objetivo: Tener vida Propia +¨¨+
Capitulo 1:
Godric Michael Wallace, hasta el nombre era perfecto para mi - Ginny Molly Weasley-. Había encontrado al hombre de mi vida. Guapo, inteligente, cariñoso y por si fuera poco, y no es que sea una de las cosas que más valore, rico...¡El Conde de Wallace! Si es que la que tiene suerte...
He pasado una de las mejores veladas de mi vida, un restaurante de lujo, un paseo romántico al borde de un lago con la luna llena como testigo, y caballerosamente me trae en su Porsche, hasta mi casa...
¿Me está rozando la mano suavemente? Creo que estoy en la gloria. Se está acercando lentamente... Uy, creo que me va a besar. Recorro la distancia que separa nuestras bocas, rozo sus suaves labios y... "¿Ginny¿Ginny, cariño¿Eres tú?"
Merlín, dime que esa no es mi madre, dime que no lleva puesto un delantal de flores, ni lleva un cucharón en la mano... Mamá, te quiero, pero ahora mismo te mataría...
Veo como Godric, siempre caballeroso, me sonríe y se dirige a mi madre... la catástrofe empezará en 5... 4... 3... 2... 1...
- ¡Pero que jovencito más mono! - Por poco me muero cuando le ha sujetado uno de lo mofletes con la mano libre que tenía y lo ha sacudido con fuerza.
- Mamá...- intento intervenir yo.- Puedes soltarle.
- Claro cariño. ¿Tenéis hambre? De todos modos, jovencito, necesitas engordar un poco, estás esmirriado...- Y entonces, le palmea los duros abdominales.- Creo que ha sobrado un buen trozo de tarta, esta noche... Pasad, pasad...
- Que no, mamá - Ni por todo el oro del mundo le dejo que entre ahí - Que ya hemos cenado. Además, no está esmirriado - hasta que no le salga tripa cervecera temo que no parará.
- Si a mi no me importa, princesa. Así conozco a tu encantadora madre – Y le ofrece el brazo a mi progenitora. Ala eso, es. Tú dale cuerda.
¿En serio, es necesario que Godric vea mi casa¿Por dentro¿Qué va a pensar? Y no quiero ni oír lo que mamá le estará contando... ¡Merlín haz algo! Quiero otro paseo bajo la luna, no una charla con mi madre... ¡Mi madre!
- No te siente ahí, querido, es que es el sitio favorito de mi niñita - Vale, tengo 22 años, pero sigo siendo una niñita - y no veas como se pone cuando aplastamos su mantita - no, no está pasando. pero por la risa de Godric, veo que si. ¡Le ha enseñando MI MANTA! - Es un poco infantil, pero a ella le sigue gustando - Es mentira. No la creáis - pero es que ella siempre ha sido muy niña. ¡Fíjate que hasta los 7 años llevó chupete! – Está decidido, mañana asesino a mi madre.
Me he acercado a la cocina, después de dejar los zapatos en el zapatero. Veo como mi madre le ha instalado delante de un trozo enorme de tarta de manzana... ¡Godric odia la manzana! Suspiro mentalmente antes de sonreír y decir suavemente a mi madre:
- Mamá, no creo que ese tipo de cosas interesen a Godric.
- ¡Pero que dices, princesa¡No haga caso, señora Weasley!
- ¡Ay, hija! No seas aguafiestas. ¡Si tu de pequeña eras una monada! Ahora porque su pelo es completamente rojo - Dice mirando a mi Godric. Por lo menos no le ha enseñado fotos, como a mi último novio - pero de pequeñita parecía una zanahoria, con todo el pelo naranja ¡Voy ha traerte una foto! - definitivamente: tierra, trágame
- Me encantaría ver alguna foto de su hija, si era tan guapa antes como ahora, merecerá la pena – ¡Ais! Que monada de hombre. No puedo evitarlo, me sonrojo. Pero ese segundo de felicidad se evapora cuando mi madre vuelve con, no una, sino un álbum entero.
- Mírala aquí que mona, toda desnudita – la foto en cuestión soy yo berreando en brazos de mi padre porque no me quiero bañar. Genial, ahora creerá que soy una guarra que no me ducho – o aquí, jugando con sus hermanos – es decir, yo pegando a mis hermanos.
Aquella lenta tortura duro más o menos media hora. Me sentía desfallecer, y ninguno de los dos me dejaba intervenir...
- ¿Godric, no te gusta la tarta?- pregunta en una de estás mamá habiendo levantado la cabeza a ver el plato de mi chico.
- La tarta está riquísima, señora Weasley.- dice él con una sonrisa encantadora.
- Entonces, come.
Con horror, veo como coge el tenedor, corta un trozo, lo pincha y lo lleva a la boca de Wallace. ¡Quiero irme¡Rápido¡Qué todo esto sea un sueño, una pesadilla! Me pellizco fuertemente y siento como el dolor llega a mi punzantemente. Veo como Godric intenta disimular la expresión de sumo asco que inevitablemente se cierne sobre su cara.
- ¿Te sientes bien, querido?
- Perfectamente.- expresa aun recuperándose.- Solo que últimamente estoy con el estomago desarreglado y me temo que no voy a poder terminar la deliciosa tarta.
Vi como los ojos de mi madre brillaban... Creo que es culpa de pasar tantas horas con Dumbledore, se le ha ocurrido una maravillosa idea que me hundirá en la miseria.
- ¿Problemas de estomago? Espera un segundo aquí, voy a por un remedio casero que guardo en el sótano... Es mano de santo.
No sé lo que le va a dar, pero perderla de vista unos minutos me agrada. Me acerco a él lentamente y me siento al lado, muy pegada. Me pasa un brazo por los hombros y me da un suave beso en la cabeza. Sonreí y me moví hasta que nuestras bocas tocaron con suavidad. Tranquilamente, me sujeta la nuca y profundizamos el beso.
- Es un remedio que se ha trasmitido en la familia por generaciones. Verás lo bueno que es...¡Gárgolas galopantes¡Suelta a mi niñita, degenerado!
Los dos nos habíamos separado bruscamente, yo miro paralizada como mi madre se acerca con un frasco de cristal lleno de un liquido grisáceo algo espeso. No puedo reaccionar cuando ya lo tiene estampado contra la cabeza. Sus ojos negros se abren con sorpresa, mientras mi madre le grita que no tiene perdón de merlín y no sé que cuantas cosas iguales.
- Ginny, creo que me debería ir.- dice él, mientras se levanta corriendo.
Coge su abrigo que no había querido dejar en la entrada, y en el momento en el que va a salir (perseguido por mamá), algo en su abrigo explota y puedo ver como los gemelos aparecen de debajo de la escalera...
Salgo detrás de Godric.
- ¡Y que no te vuelva a ver, pervertido!- mi madre le amenaza, mientras él se refugia en su deportivo.
- ¡Godric¡Godric! Espera...- demasiado tarde, ya se ha ido.
¡Se ha ido¡Ido¡Esfumado¡Y no va a volver!... Ya me ha pasado demasiadas veces... Tengo ganas de gritar, correr, estar lejos de este infierno, con Godric de vuelta, era tan perfecto, extraordinario... Sé que ahora mismo debo de tener una expresión crispada. ¿Pero vosotras no la tendrías?
Hoy van a rodar cabezas en casa. Siento como la ira se apodera de mi. Es mi ligue número 14 que me arruina... Y este era definitivo sin duda.
- ¡Mamá que demonios has hecho¡Era perfecto!
- ¡Se aprovechaba de ti!
- ¡Solo era un beso!
- ¡Eres demasiado joven, Ginebra!
- ¡Tengo 22, mamá¡Ya no lo soporto más! Godric era perfecto. ¿Me escuchas¡Perfecto¡Un autentico caballero! –suelto yo totalmente desquiciada.
- ¡Pero hija¿No entiendes que te estaba protegiendo?
-¿Protegiendo¿PROTEGIENDO? – esa palabra me persigue desde que tengo uso de razón – desde que salí con Michael Corner, y te estoy hablando de cuando iba a 4º curso en Howarts, he tenido una manada de hermanos hiper protectores que crearon alrededor mío una barrera antihombres.
- ¡Eh¡Un respeto! – genial, los gemelos. Ahora se me unen a mi madre y ya tenemos la Weasley-inquisición.
-Vosotros dos, fuera de aquí – necesito paciencia – y tu mamá, escúchame bien. Tengo 22 años, una carrera, un ex perfecto… y sigo viviendo en casa con mi madre. Te quiero mucho, pero ya son muchos novios los que me espantas…
-No te los espanto. Solo porque les pregunto cosas que a mi parecer son importantes que yo las sepa…
-¡Tu ves normal preguntar a uno de ellos que si usaba métodos anticonceptivos¡¡O mejor aún¡¡Preguntarle cuantos niños pensábamos tener! La palabra "niños" asusta a los hombres, mamá – cojo aire, lo necesito – y yo ya no lo soporto. No puedo presentarte a nadie, por lo tanto no los puedo traer aquí y ellos sospechas cosas raras, y cortan conmigo, y luego tu me dices que me busque novio y que te lo presente pero tu me lo espantas. ¡Es la eterna pesadilla!
-Hija, estás sacando las cosas de quicio - ¡Como puede estar tan tranquila! – Ala, siéntate que te prepare un chocolate caliente.
-¡No me cambies de tema¡Aaaagh¡¡Eres insoportable! – ya estoy hasta los mismísimos ovarios. Subo corriendo las escaleras escuchando a mi madre gritarme, que grite, que grite, que aquí tiene un portazo.
Yo no puedo seguir así. Me voy a quedar soltera toda mi vida. Claro, vosotros diréis¿y porque no te vas de casa y te compras un pisito? Así serías libre. Claro. Yo es que el dinero no lo saco de debajo de las piedras. Tengo algo ahorrado de cuando trabajé para pagarme los estudios ( aunque luego me dieron beca y todo el trabajo no me sirvió para nada… ironías de la vida ), pero no es suficiente ni para comprar ni para alquilar. ¡Vaya¡¡Una carta de Luna! Mi madre la habrá dejado aquí… a ver que me cuenta la loca esa…
¿Que tal rojita?
Me llama así desde que yo empecé a llamarla rubita.
¿Godric ha pasado el test Molly anti-novios? Espero que si, porque hija, menudo tío. ¿Seguro que no tiene hermanos? Bueno da igual…que te escribo para decirte que te vengas a mi casa este finde, que estoy muy solita, y así nos vamos de marcha. ¿Que me dices? Cambiando de tema…el ministerio ha denegado mi petición para la búsqueda de gamusinos ¿no se dan cuenta de que si nadie los ha visto es porque están en peligro de extinción? Bah... estúpida burocracia.
Bueno chiquilla, contéstame lo antes posible, ¿vale?
¡Muchos besos!
Luna (rubita) Lovegood
¡Ais! Sigue igual de loca que siempre. No me vendría mal irme con ella el fin de… ¡CLARO! Jajajajaj… ¿Cómo no se me ha ocurrido antes? A ver, un pergamino, un pergamino…
Queridísima Rubita:
No sabes lo que te quiero en estos momentos.
Pues no, Godric no ha pasado el test, bueno, tampoco le ha dado tiempo, porque mi madre le ha estampado una botella en la cabeza, pero ya te contaré mejor. Oye, una cosa, ¿tu vives de alquiler, verdad¿puedo vivir contigo? Dime que si, porfa. No soporto este infierno. Como siga con mi madre, me moriré vieja, sola y arrugada. Por supuesto, te pagaré la mitad. ¿Qué me dices? Sé cocinar, sé lavar, sé limpiar…¡Vamos, son un partidazo!
¡Contéstame enseguida por favor!
Ginny (rojita) Weasley
Creo que nunca me he ido a la cama tan feliz. A la mañana siguiente, los rayos de luz me despertaron agradablemente. Una carta de mi amiga estaba en mi mesilla y creo que mi grito de alegría al leerla se oyó hasta Londres.
Sin perder ni un minuto y con unas cuantos hechizos convocadores, no tarde más de una o dos horas en tener todo listo y reducido. Baje a la cocina con una sonrisa. Era domingo, papa estaría sentado en la cabecera de la mesa, lleyendo el Profeta, mientras que los gemelos o Ron molestaban, como siempre.
- Buenos días, Ginny.
- Hola, papá.- respondo yo dándole un suave beso en la mejilla.
- ¿Qué tal has dormido? –
Por fin alguien en la familia con algo de consideración hacia mi, pensándolo bien, me va a dar pena dejarle solo frente a todo el regimiento Weasley... Pero, sé que sabrá arreglárselas.
- Mejor que nunca.- noto la mirada incrédula de los gemelos ante mi sonrisa genuina.- Tengo una noticia que daros. Me mudo. Me voy a vivir a Londres, con Luna.
Bien, el silencio que se ha formado indica que se han enterado¿no? Veo como el vaso se le escapa a mi madre de las manos. Supongo que había pensado que lo de ayer no era en serio. Papá ha bajado el periódico, para fijar sus ojos en los míos, sé que me está estudiando en silencio.
- ¿Cuándo te vas?- pregunta él con una tranquilidad que me agrada, creía que se iba a oponer.
- Me voy hoy mismo.
- Pero tendrás que hacer el equipaje.- dice mamá desde cerca de la fregadera, puedo ver que sus ojos están vidriosos.
- Ya está hecho.- respondo yo más cortante de lo que realmente quiero.
Sé que es una mete patas, pero también soy consciente de que se preocupa por mi y que no quiere que me pase nada de nada.
- Vendré algún día a veros, os mandaré una lechuza para avisaros. – me despido de todos ellos: Ron, los gemelos y mis padres.
- Adiós enana.- dicen los gemelos, aunque lo intento evitar sonrío y les abrazo.
- Gin.- me dice Ron antes de "casi-partirme" las costillas.
- Papá.- digo yo antes de darle otro abrazo fuertísimo.
- Cuídate, cariño.
- Mamá.- le llamo, con intención de ver cual es su reacción.
- Mi niña.
Si el abrazo de Ron casi me mata, el de mi madre casi me mata, me resucita y me vuelve a matar.
- Cuidaros.- digo justo antes de verme envuelta en un torbellino de colores.
Viajar por la red Flu, nunca ha sido una cosa que me entusiasme, pero con el tiempo, he decidido que es una de las maneras más fáciles y rápidas de viajar entre Londres y mi casa. En especial si quiero llegar a casa de Luna.
Vive un apartamento en el centro de Londres, no me preguntéis de que manera consiguió que le alquilaran eso. Vive, corrección, vivimos ¡que ilusión! en un ático de tres habitaciones, un baño y la cocina. Está en la esquina que une Maiden Lane con Southampton Street, a pocos metros de la plaza de Covent Garden . Lo más increíble de encontrar ese piso, que está muy bien cuidado y arreglado, en el centro de Londres, es que el alquiler que debía de ser astronómico, no asciende entre las dos a más de 90 libras a la semana, lo que viene a ser 18 galeones. Si no me equivoco, Luna alguna vez mencionó que el dueño del piso es un muggle casado con una de sus tías, debe de ser un pez gordo.
Estoy convencida de que a Luna le hubiera encantado encontrar piso en China Town, se pasa mucho tiempo allí y cada vez que voy por ahí, siempre cenamos en un pequeño chino de allí cerca.
Solo se tarda un par de minutos en llegar a casa de Luna. ¡En fin, llegar lo que se dice llegar, yo más bien me estampo contra la alfombra que ha tenido la decencia de colocar ahí por si voy de visita!
Está vez no es diferente a las anteriores y me he caído antes de poder darme cuenta de que el viaje ha terminado. ¿Pero qué es esto¡ESTOY EMPAPADA¡Mataré a Luna también! Creo que voy a empezar a hacer una lista negra y que está se va a llenar enseguida... Arrrggg.
¿Qué es esto tan gelatinoso? Lo cojo y aprieto suavemente. Lo acerco a mi cara mientras intento mantenerme a flote con la otra mano.
- ¿Ginny, se puede saber que haces con eso? Son vísceras. Y luego soy yo la rara.
- ¡AAHHHHHHHHHHHHHHHHHH! – Si mi grito de antes se ha oído hasta aquí, este de horror se ha tenido que oír hasta en Francia. - ¡Luna sácame de aquí¡Sácame, sácame, sácame¡RÁPIDO!
- Ya voy, chica, no hace falta ponerse así.- ¿Qué no que? Será desgraciada la rubia esta.- ¡Wingardum Leviosa!
- ¿Cómo no quieres que me ponga así? Luna, no se si lo sabes, pero...¡TENGO VERTIGO¡¡Así que haz el favor de depositar mi cuerpo en el suelo, y a ser posible... ¡Un suelo seco! - Luna, que lleva una especie de botas hasta las rodillas con dibujitos raros me lleva hasta la cocina flotando por el aire... ¡Lo que hay que aguantar!
- Hola guapísima.- Hay está otra vez, parece que no ha pasado nada.- ¿Quieres algo de té? Me parece que necesitas relajarte... Por cierto, bienvenida a casa.
Y encima me dice que necesito relajarme. Después de caer en un charco de agua y palpar una víscera ( espero que no sea humana... por mi salud mental y la salud física de Luna ) lo menos que me puede pasar es estar nerviosa.
- Ten tomate esto. De mientras yo voy a ver como está Kalty.
-¿Kalty¿Pero no vivías sola? Si ya tenías compañera de piso me los podías haber dicho... - ¿Qué demonios será esto? Huele a coliflor, bah, que mas da... supongo que puedo confiar en Luna¿no?
- ¡Vivo Sola! -le oigo decir desde el salón, se oye medianamente bien, ya que parece que algo se mueve rápidamente por el agua.
-¿Y quién es Kalty¿Una gata, una perra, una lechuza? - Vete tu a saber, conociendo a Luna, lo menos es algún snorlack de esos, mira que me dio la paliza con los pu... animalitos - ¡Oye¡¡Que te he preguntado qui...aaaaaaaaaaah! - Definitivamente, Luna es igual a ataque a mi corazoncito.
- ¡Ah, Ginny¿Ya has terminado el té¡Qué rapidez! - ¿Estoy sufriendo alucinaciones o Luna está acariciando suavemente a una serpiente azulada del estilo de las Boas¿No sé acuerda del basilisco o qué¡Mamá! Me voy a desmayar.- Ginny... Acércate, te voy a presentar a Kalty... ¿A qué es bonita?
Vale. Vale. Respira. Para dentro, para fuera. Intentaré ser amable y decirle a luna que ¡ desde mi bonita experiencia con el basilisco LES TENGO FOBIA A LAS SERPIENTES!
- Luna, cariño, amor, bonita. No digo que Kalty sea fea ni mucho menos - Merlín que bicho más feo - Pero es que a mi las serpientes, como que no¿eh? - ¿Pero qué hace¡Qué se acerca con esa... cosa!
- Vamos Ginny, no exageres. Si es inofensiva, totalmente. Mira si le rascas se hará tu amiga.- ¿Me está cogiendo la mano para que toque a esa cosa? Creo que me he paralizado de miedo.- ¿Ves cómo no era para tanto?
¡Uy! que cosa mas viscosa!
- Si, es muy suave - Voy a matar a Luna - Ala, ahora que ya somos amigas porque no la encierras por ahí o algo y me explicas esa afición tuya de coleccionar vísceras y adoptar animalitos - feos y seguramente peligrosos - ... raros.
Y encima me mira con cara de que-mujer-más-insensible¡¡ni que fuera un cachorrito abandonado!
- No he adoptado a Kalty, solamente la cuido por una temporada y no es rara. Y para tu información, es un Kelpie precioso.
¡Aaaah! Claro, eso lo explica todo. ¿Qué coño será un kelpie?
- ¿Qué es un kelpie?
Después de una explicación detallada (no la necesitaba, casi vomito) resulta que esa serpiente viscosa es un animal que puede tener cualquier forma, sobre todo la de caballo con crines de junco. Hasta aquí bien. Lo interesante viene cuando este ser arrastra a los humanos al fondo de los lagos donde vive (eso explica el agua) y les arranca las vísceras (eso también explicas lo de las vísceras) un momento... no lo explica. ¡De quién son las vísceras!
- ¡Luna¿A quién has asesinado para que tu mascota pueda comer, eh?
- Al vecino de enfrente, empezaba a molestarme... Creo que intentaba tirarme los tejos, pero de verdad, era insoportable...
- ¿Lo dices en broma, no? - tengo serias dudas de porque acepto tan deprisa mi oferta de venir aquí ¡va a asesinarme y darme de comer al bicho ese!
- Pues claro que lo digo en broma, tonta. - suspiro, casi me muero del susto - Solo es carne que compro en las carnicerías... pero se ve que no le gustan las vísceras, por eso se las arranca a los humanos. Tiene sentido – Si, un sentido aplastante. - Bueno, ahora cuéntame todo el asunto de Godric.
Bien, esto está mejor.
- ¿Qué tal si pasamos a la cocina?
Lovegood se encoge de hombros y se dirige hacía la cocina con tranquilidad.
- ¿Y bien?- me pregunta interesada.
- Pues, pase una de las veladas más maravillosas de mi vida. Me llevo a un restaurante de lujo, en el centro de un maravilloso parque. Es una especie de quiosco antiguo preparado con mucho gusto y unas pocas mesas de dos. La cena fue muy agradable y todo estaba riquísimo.- revivo las imágenes en mi cabeza, mis ojos están fijos en un punto indefinido.- Paseamos bajo la luna durante un rato y nos sentamos en un banco. Nos besamos, hablamos, y nos sentamos juntos admirando la belleza de las estrellas. Más tarde me llevo hasta casa. Y todo eso sin intentar meterme mano. Salimos del coche, me va a besar y de repente vi como las nubes encima de las cuales había estado toda la noche se esfumaban de un plumazo, mi madre salió.
Me giro ofendida a mirar a Luna, ya que está tratando de retener la risa.
- ¡Es que siempre te hace lo mismo, Gin!- Ni siquiera tiene la decencia de compadecerse de mi... Para que tener enemigos, cuando puedo tener amigos. – Sigue, rojita, por favor.
- Como iba diciendo, mi madre salió, arrastro a Godric dentro pese mi clara oposición. Le plantó un trozo de tarta de manzana que había sobrado a la noche¿recuerdas que él odia la manzana verdad? Y eso alegando que Godric estaba esmirriado. ¡Esmirriado, Luna¡Esmirriado Godric¡Ese dios! – suspiro, me duele recordarlo.- Después le hizo lo de la manta y el clásico: el álbum de fotos. ¡Quería que la tierra me tragase y aparecer a millones de kilómetros de allí! Aun que ya debería estar acostumbrada. Y llega un momento en el que Mamá-Weasley se da cuenta de que Godric no ha probado la tarta y le obliga a comer un trozo. ¡Por poco le vomita encima! Mi madre termina yendo a por un remedio casero al sótano. Aprovechando el momento le doy un beso. Nada fuera de lugar, solo un beso con lengua, normal y corriente, si ni siquiera nos acariciábamos. ¡Le rompió el frasco del remedio en la cabeza! El salió corriendo, perseguido por mi madre. En la puerta los gemelos hicieron que algo en su abrigo explotará y se fue. No creo que sea capaz de mirarle a la cara nunca.
- ¿Pero tú le quieres?- sé que Luna hace sus mayores esfuerzos para no reír, y le reconozco el esfuerzo.
- ¡Es perfecto Luna¡Perfecto con todas sus letras!
- No has respondido a mi pregunta, rojita.- me responde antes de beber un sorbo de su taza de té.
- Me gusta.
- Entonces no le quieres.
- Pero me gusta mucho.- respondo yo infantilmente, sé a donde quiere llegar Luna.
Es posible, que ésta, mi mejor amiga sea una loca de atar, pero es increíblemente inteligente cuando quiere, no por nada fue una Ravenclaw.
- Bueno pues tu verás lo que haces. – me dice con tranquilidad. - ¿Quieres que te ayude a poner las cosas en tu cuarto?
Guarda un segundo de silencio, como pensando lo que iba a hacer.
- He redecorado el cuarto espero que te guste.- prosigue tras unos segundos.
En efecto, el cuarto me gusta. Antes era demasiado impersonal: las paredes blancas, una cama de matrimonio con una colcha de flores de hace siglos y estanterías vacias. Ahora aquello parecía otra cosa. Luna había pintado las paredes de naranja más o menos oscuro y los zócalos de naranja más oscuro. La moqueta del suelo, que antes era azul zafiro, ahora se había vuelto amarilla pastel, muy clara. La colcha era una colcha a rayas naranjas, azules y amarillas, sobre un fondo naranja más claro parecido al de las paredes. Las mesillas de noche tienían formas raras y son azules, con una lamparita y un despertador a juego. El armario empotrado tenía un enorme espejo corredizo como puerta y había un escritorio de cristal que pegaba con la decoración fantásticamente.
- ¿Cómo lo has hecho? – preguntó yo asombrada por el lugar.
- ¿Te gusta?
- Me encanta.
- Me alegro mucho. En parte algunas cosas son compradas en el mundo muggle, hay una tienda de decoración no muy lejos de aquí que tiene cosas estupendas. Y lo otro pues con magia,...
- Muchísimas gracias.
- No tienes porque agradecerlo, compañera de piso. – me responde ella mientras le abrazo.
- Eres genial, Luna Lovegood.
En aquellos momentos, yo todavía no era consciente de cuantos millones de veces iba a negar haber dicho esas palabras.
Muchas Gracias por leer este primer capitulo,
Esperamos que os guste,
Antes de iros sed buenos y dejanos un pequeño review :P
BeSoS
