Mi nombre es Sawada Tsunayoshi, estudiante normal de la secundaria Nami-chuu. Apodado como "dame-tsuna" por mi torpeza e inutilidad. Como en estos momentos, en los que debía despertarme hace una hora y estar en el colegio hace media. Hibari-san va a morderme hasta la muerte. Es seguro.
Un castaño corría como alma que lleva el diablo con una tostada en la boca, haciendo lo posible por comérsela sin dejarla caer. Decidió tomar un atajo por el parque, tal vez si se apresuraba alcanzaría a llegar a la primera hora. Por mucho que odiara estudiar y fuera un asco en eso debía hacerlo, por mamá.
Saltó varios obstáculos y esquivó todas las personas del parque, o casi todas. Como era costumbre en él, tropezó con las rayas inexistentes del piso, provocando que chocara con una persona y cayera de cara al suelo.
—Itte... —susurró con dolor.
—Patético —dijo la persona con la que había chocado—. Mira por donde caminas, mocoso.
—¿Eh? S-sí. Lo siento mucho.
Antes de que pudiera pararse escuchó un click, levantó el rostro y vio con curiosidad como su interlocutor, que era un tipo muy guapo —pero con un porte de mafioso que no podía con el, con fedora, traje negro y unas curiosas patillas— le tomaba una foto.
—Hm. Nada mal.
—E-esto. Señor...
—Reborn.
—¿Eh?
—Ese es mi nombre.
—Ah sí. Eh Reborn, ¿p-por qué me tomaste una foto? —preguntó con miedo. Quién sabe qué haría con esa foto.
—Por que quise.
Su cara debió ser todo un poema. Pues Reborn no tardó en poner una sonrisa ladina.
—A propósito, te dirigías hacía la escuela ¿verdad?
—S-si.
—Pues ya no. Camina —le tomó de un brazo, lo paró y empezó a jalarlo a quién sabe dónde.
—Hiiie. ¡Espera! ¡¿A dónde me llevas?!
—A tu nuevo trabajo. A partir de hoy serás modelo en la empresa Vongola Top Models.
—¡¿Q-Queeeeé?!
OooooooooooooooooO
Buenas, buenas.
Espero les guste esta nueva propuesta. No recuerdo de donde me salió la idea, pero aquí esta :D.
Las actualizaciones serán los sábados.
