Insultos que nadie entiende y mucho menos Harry Potter

Respuesta al reto # 25 del Drarrython. Un drabble drarry que esté inspirado en la frase: "Vademécum neurálgico a la intelección del portento Potter".

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Ron, Seamus y Dean estaban haciendo su actividad favorita de los viernes en la noche, mientras se echaban en un cómodo sofá de la sala común de Gryffindor a comer palomitas de maíz y beber jugo de calabaza: Observar la fiera dispuesta que se montaban Harry y Draco frente a la chimenea.

-¡Será mejor que cierres la boca, Malfoy! –amenazó Harry mientras sostenía con fuerza la varita en su mano.

Draco le regresó una mirada desafiante.

-¿Y por qué debería hacerte caso? ¡Tú no eres el jefe aquí! ¡Que te crean el puto héroe –escupió la palabra con desprecio- del mundo mágico no te da derecho a decirle a los demás lo que deben hacer! ¡Eres el epítome de la estulticia, Potter, todavía me cuesta creerlo!

-¿Qué. ? –Harry no había comprendido el último comentario que había soltado aquel maldito rubio del demonio, pero sin duda era un nuevo y rebuscado insulto de aquella víbora rastrera que debería estar en Slytherin sin duda.

¿Por qué alguien como Draco Malfoy había sido seleccionado en Gryffindor?, nadie lo sabía realmente. La teoría más coherente que habían formulado hasta ahora era que Draco tenía cierta oscuridad en su corazón, pero no lo suficiente como para estar en la casa de las serpientes. Pero Harry no estaba de acuerdo con eso. Harry pensaba que Malfoy era lo peor que le había pasado durante su estadía en Hogwarts. Lo odiaba como a nadie más en el colegio.

¡Qué diablos, incluso estaba considerando seriamente ponerle al tope de su lista de archienemigos por encima de Voldemort!

Draco resopló.

-Claro que no lo comprendes, Potter, ¿cómo podrías? ¡Si tu cerebro es más simple que el mecanismo de una sombrilla!

Todos en la sala común –aquellos que estaban allí para ver el espectáculo y los otros que estaban allí para ver el espectáculo también, pero que fingían estar haciendo otra cosa en realidad- jadearon al unísono pues ya sabían lo que pasaría a continuación.

Harry ya no puedo resistirlo más, así que le lanzó un hechizo al rubio.

Draco terminó vomitando babosas en el suelo.

Ron rió con ganas al verle.

-El final de sus disputas siempre acaba igual, ¿no les parece? –opinó Dean un poco aburrido.

Seamus se encogió de hombros.

-Algún día se darán cuenta que están locamente enamorados y entonces terminarán follando salvajemente frente a la chimenea, estoy seguro.

Ron dejó de reír al escucharle. Su rostro se había puesto verde porque ahora tenía ganas de echarse en el suelo junto a Malfoy para ponerse a vomitar también.

Escrito originalmente el 22 de diciembre de 2011

Corregido el 12 de enero de 2012